lunes, 29 de enero de 2018

Aterrizaje accidentado en la bimaternidad

Llevamos 10 días como bipadres en esta casa hobbita de bien y ya hemos tenido nuestros primeros problemas. El principal ha sido de engranaje de la pareja. Por un lado, el Mozo me reconoce que no está acostumbrado a hacer nada de la casa y que aún le cuesta darse cuenta de lo que hay que hacer (¬_¬). Por otro lado, a mi me dio un baile hormonal importante en la primera semana y lo único que me apetecía era arrancarle la cabeza. Así, de buen rollo y sin anestesia (:$).

Lo bueno es que somos una pareja que, otra cosa no, pero hablar hablamos así que ya hemos tomado algunas medidas importantes para no enloquecer en Mordor. Para empezar, hemos cogido a la asistenta dos veces en semana, a ver si así sale el atasco de tareas adelante. También estoy haciendo importantes esfuerzos por relajarme, tomar distancia y no hablarle a gritos aunque ello suponga tardar hora y media en despertarle, que la niña no cene hasta las 23h y que mis tardes pasen entre estertores de hambre y sed porque viandas y bebidas tardan eones en salir por la puerta de la cocina. Por otro, hemos aprovechado para hacer pequeñas reformitas que eran de vital importancia para lograr acoplar el baño a dos bebés. 

viernes, 26 de enero de 2018

Día a día con dos bebés: la movilidad

Tenía pendiente escribir esta entrada desde hacía días, cuando una lectora me pidió que le contara como iba a hacer en el momento en que la Pulga viniera al mundo teniendo en cuenta que Habi sigue siendo un bebé.

Como últimamente no me daba la vida para escribir, atender a Habi, la casa, etc, lo fui dejando, lo fui dejando y.... nació la Pulga :D. Sin embargo, aprovechando que el Mozo está en casa (como dice Hirosaki, la crianza debería ser a cuatro manos mínimo), que se ha llevado a Habi de papeleos y que yo estoy con mi Pulga encima cual mamá gamer de nuevo, voy a aprovechar para contar cómo lo voy a hacer yo (de hecho, como lo estoy haciendo).

En muchos foros se menciona la posibilidad de comprar carro gemelar y apañarte con eso. En mi caso esto no se va a hacer. Por varias razones:

jueves, 25 de enero de 2018

El parto de la Pulga

El viernes 19 de enero, de madrugada, concretamente a las 2 am, noté la primera contracción. No fue nada terrible pero ya me hizo desvelarme. Me mantuve expectante y un buen rato después, otra. Intenté dormir algo por si se paraban, cosa que había pasado días atrás sobre la misma hora, pero en esta ocasión no ocurrió. A las 4am ya me levanté porque estar tumbada no ayudaba a sobrellevar aquello. Las contracciones eran rítmicas pero estaba tan cansada que no me daba el cerebro para cronometrar cada cuanto venían. Así que me fui al salón móvil en mano y contacté con mi alma paralela canaria, Hirosaki, a ver si le parecía a ella si estaba o no de parto (cosas que tenemos las preñadas de parto a las 4 am, que le vamos a hacer).

- Tía, te vienen cada 3 minutos (bendito whatsapp que te dice a que hora mandas los mensajes). Yo creo que habría que activar el protocolo de recogida de Habichuela. 

lunes, 22 de enero de 2018

111

El viernes no hubo entrada de semanas de embarazo porque... ¡se acabó el embarazo!

En la semana 39, como su hermana, justo un año y once meses después de la llegada de la Habichuela, la Pulga decidió que había llegado su momento y que quería nacer. 111. Hermoso número. 

Ya os contaré con detalle el parto pero os anticipo que lo conseguí: mi parto vaginal después de cesárea ya es un hecho. No fue perfecto, claro, porque nada en la vida lo es, pero me siento bastante bien con el resultado y como fui gestionando todo. Me habrían gustado que cambiaran ciertas cosas pero en mi mano no estaba resolver quien iba a ser el personal que me atendiera. Así que, pese a ser atendida por ese personal (que tampoco es que fuera malo, simplemente eran de la vieja escuela), el parto se desarrolló bastante bien. Hubo que pelear cosas y ceder por ambas partes y al final, tras un parto largo, mi niña vino perfecta al mundo. 

Dos días después ya estamos en casa (nos dieron el alta ayer domingo), tratando de organizarnos y encontrar un nuevo orden en este hogar caótico hobbito. El Mozo ya está disfrutando de sus 4 semanas de paternidad y Habi está un poco desubicada. 

En esta ocasión no estoy experimentando el emporramiento postparto que viví con la Habichuela. Sin llegar a ser tristeza postparto si que me noto sensaciones menos positivas. Aunque reconozcamos que tampoco era muy normal estar tan exultante como estaba tras la cesárea de Habi. Pa mi que algo me chutaron por la vena que veía unicornios rosas por todos lados. 

Así que en esas estamos. A ver si puedo sentarme un ratito más y contar todo con más detalle. Hasta entonces, por aquí sigo, en periodo de adaptación.

lunes, 15 de enero de 2018

La bolsa del hospital



La bendita bolsa del hospital es un must dentro de los post que se ponen en los grupos de facebook de crianza, preñeces y prepadres primerizos. Yo misma caí en la trampa hace ya casi dos años, con Habi y no hablemos del Mozo, que se flipó cosa buena.

A la pregunta, ¿tengo ya hecha la bolsa del hospital?

La respuesta es, que NO.

Bueno, matizando. La tengo CASI hecha pero la verdad es que con este tema, pese a tener un run run detrás de la oreja, no estoy demasiado encima. De cualquier forma, el Mozo, que es el principal interesado en no acabar transformándose de nuevo en Sherpa-pi, tampoco le está poniendo mucha prisa al asunto así que no me estoy preocupando lo más mínimo. 

¿Cual fue nuestra realidad con el parto de Habi?

lunes, 8 de enero de 2018

Embarazo: recta final

Llevo tiempo tirando de entradas programadas porque no he tenido un buen diciembre. Al agotamiento físico de las últimas semanas se sumó una amenaza de ingreso y parto prematuro, en mi opinión, fruto de ese agotamiento. Todo esto mezclado con las fechas navideñas, crisis de pareja (sic, el cansancio hace mella) y hobbito-explosión contra... mi pobre suegra (sic again), lo que no ayuda a sentirse mejor. Lo bueno es que con mi suegra ya me disculpé encarecidamente (ya os contaré el episodio), la crisis de pareja hobbito-mozo parece haber amainado gracias a que el susodicho tiene 2 semanas de vacaciones que nos permiten descansar a ambos y las contracciones y amenazas de parto han parado desde que él está en casa 24h. Así que todo parece volver a su cauce.... hasta nuevo aviso.