Mostrando entradas con la etiqueta alimentos básicos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta alimentos básicos. Mostrar todas las entradas

viernes, 2 de octubre de 2015

Evitando... el estreñimiento



Otro problema que aqueja a las embarazadas con frecuencia es el estreñimiento. El estreñimiento es un síntoma muy molesto y que hace que lo pasemos muy mal. Yo no soy estreñida de por si y en toda mi vida habré vivido cuatro o cinco episodios que, sinceramente, espero no repetir.

Si sois estreñidas por naturaleza, como mi madre, supongo que estaréis acostumbradas al uso de laxantes, enemas y supositorios (como mi madre). En mi opinión es un error utilizar estos procedimientos por sistema. A ver, son útiles en caso de constipación grave (jiji, siempre me encantó que en la carrera llegara el tema de la 'constipación') pero utilizados por sistema hacen que nuestros intestinos se vuelvan 'vagos' o, más concretamente, que no funcionen correctamente sin la utilización de sustancias irritantes que lo estimulen. Así que si es vuestro caso, intentad dejar a un lado estos sistemas paliativos que pueden acabar exacerbando el problema. 

Para evitar el estreñimiento hay que cumplir con la base de una dieta sana (que parece que no pero hoy en día cada vez comemos peor), beber abundante líquido (lo que viene siendo agua, no refrescos azucarados) y hacer algo de ejercicio (moderado, no hace falta matarse hasta la extenuación).

Una dieta sana para paliar el estreñimiento va a incluir:

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Evitando.... Calambres en las piernas



He leído que muchas empezáis a tener, a partir de la semana 13-14 de embarazo, molestos calambres en las piernas. A mi me han empezado a hacer amagos en la semana 16 pero de momento, logro esquivarlos. 

Durante mi más tierna infancia y mi juventud fui atacada implacablemente por estos molestos calambres y tirones. Cuando nadaba, se me montaban los dedos de los pies. Cuando dormía, se me subía la bola del gemelo... Así que me he hecho una experta en identificar los síntomas que los preceden y ponerles remedio antes de que sea demasiado tarde. 

Estos calambres suceden por dos motivos, principalmente: déficit de potasio y/o calcio y problemas de circulación. Pueden suceder por otros motivos médicos (por ejemplo irritación de algún nervio) así que, si ese es vuestro caso, tendréis que acudir al médico y que os ponga él en tratamiento.

En el embarazo los requerimientos de potasio aumentan. Además, los vómitos que nos aquejan a muchas durante el primer trimestre hacen que tengamos pérdidas de potasio por esta vía. En caso de hiperemesis gravídica puede llegar a ser necesario el ingreso hospitalario y la administración suplementos por vía intravenosa. 

Generalmente, antes de que empiecen los calambres se notan las piernas muy pesadas y cansadas. Empiezas a notar como el músculo no está como siempre, incluso si te fijas puedes llegar a sentir el temblor que precede al calambre. Si ya estáis en este punto, hay que darse prisa y hacer ejercicios para mejorar la circulación.

jueves, 28 de mayo de 2015

Leche de almendras casera



Las leches vegetales del supermercado están muy bien, muy completas, enriquecidas con calcio y minerales y vitaminas y.... azúcar! Además son caras por lo que estoy probando a hacerme las leches en casa, totalmente caseras y sin aditivos. 

Yo ya había preparado horchata hace tiempo. La horchata no deja de ser otra leche vegetal, sencilla de hacer y queda muy buena cuando la haces casera (no soporto la del brick) así que me lié el delantal a la cintura y manos a la obra. 

Tras mi éxito con la leche de coco (que quedó muy buena pero que no me valía para tomar un vaso de leche para desayunar por la textura tan grasa que deja) me decidí por la leche de almendras que es la única leche vegetal comercial que he tolerado (y por tolerancia me refiero a mis papilas gustativas). El resultado ha sido excelente por lo que os dejo aquí la receta.

miércoles, 20 de mayo de 2015

Leche de coco casera




Al retirar de la dieta los lácteos he tenido que buscar alternativas para sustituir a la leche y sus derivados tipo nata. Hasta el momento, las leches comerciales de soja, avena, arroz, etc, me resultan bastante vomitivas. Ni me gusta su textura ni su sabor. La de almendras me gusta mucho pero lleva azúcar añadido por lo que está vetada para esta primera fase de mi dieta anti-migraña. 

Una buena amiga deportista que tuvo que abandonar también los lácteos me recomendó preparar leches vegetales caseras. Me he iniciado con la leche de coco que me juró y perjuró que era la más parecida a la leche de vaca. 

Tras el experimento constato varias cosas:

La primera es que me encanta la leche de coco como ingrediente para cocinar. Ha resultado ser una estupenda alternativa a la nata en mis preparaciones habituales de pollo y salsas de pasta (que ahora son salsas para arroz :p)

La segunda es que como sustitutivo de la leche.... ¡Ngá! El café (descafeinado, recordad que los estimulantes están prohibidos) sabía extraño y demasiado graso para mi gusto y sola me pasaba lo mismo: un trago bien pero más no. 

La tercera: no es para unas prisas. Las leches vegetales no son especialmente complicadas de hacer pero requieren de su preparación del campo de trabajo y un buen montón de herramientas. 

La última pero no por ello menos importante: NO la guardéis en botellas bajo ningún concepto. La Hobbita, en su hobbitez más absoluta lo hizo y tras una noche en la nevera, la leche se decantó en dos capas, una blanca (el coco) y otra transparente (el agua). El coco solidificó y no había forma de sacar la leche ni de agitarla para que se mezclaran las dos capas. Tuve que utilizar un palillo chino para atravesar la capa solidificada y poder empezar a mezclar las capas. Así que apuntad el siguiente Consejo Hobbito: esta leche se guarda en tarros de boca ancha para poder meter una cuchara y darle vueltas antes de utilizarlo. Dixit!