Las leches vegetales del supermercado están muy bien, muy completas, enriquecidas con calcio y minerales y vitaminas y.... azúcar! Además son caras por lo que estoy probando a hacerme las leches en casa, totalmente caseras y sin aditivos.
Yo ya había preparado horchata hace tiempo. La horchata no deja de ser otra leche vegetal, sencilla de hacer y queda muy buena cuando la haces casera (no soporto la del brick) así que me lié el delantal a la cintura y manos a la obra.
Tras mi éxito con la leche de coco (que quedó muy buena pero que no me valía para tomar un vaso de leche para desayunar por la textura tan grasa que deja) me decidí por la leche de almendras que es la única leche vegetal comercial que he tolerado (y por tolerancia me refiero a mis papilas gustativas). El resultado ha sido excelente por lo que os dejo aquí la receta.
Si vais a seguir esta dieta no tiréis el resto de la pulpa. Os va a hacer falta para preparar la harina de almendras que utilizaremos para repostería, bizcochos de desayuno, etc.
- Ingredientes (para 1 litro de leche de almendras)
- 100 g de almendras crudas peladas
- 4 tazas de agua tibia
- Preparación:
Si las almendras no están peladas, las escaldaremos en agua hirviendo 30 segundos para poder quitar la piel con comodidad. Una vez peladas, las dejamos en remojando en agua caliente durante 2 o 3 horas (o toda la noche en la nevera).
Cuando estén bien hidratadas las veréis hinchadas y muchas se habrán partido. Ya están listas para utilizarse.
En la batidora echamos las almendras y la primera taza de agua tibia. Trituramos bien y volcamos a un colador cubierto con una malla o trapo fino de algodón (yo uso éstos, de Ikea, para filtrar las leches vegetales). Recogemos el trapo y estrujamos con alegría. Este paso da mucho regustín, como apretar una pelota antiestrés pero sin que vuelva a su ser.
Volcamos en la batidora la pasta escurrida y añadimos otro vaso de agua. Repetimos el proceso hasta utilizar todos los vasos de agua.
Ya tenemos la leche de almendras. Se conserva en la nevera 5 o 6 días.
La pulpa restante es la futura harina de almendras que deshidrataremos dejando al sol, bien estirada sobre una bandeja metálica, durante una mañana (o en el horno a 50ºC durante 20 minutos).
Muy interesante. Me encanta la leche y me sienta bien, pero adoro probar cosas nuevas, sobre todo naturales y caseras, así que probaré esta receta.
ResponderEliminarYo aún no sé si me sienta bien o mal, o regular. Todo son pruebas y más pruebas. A ver que arrojan los resultados y los experimentos.
EliminarMuy interesante. Me encanta la leche y me sienta bien, pero adoro probar cosas nuevas, sobre todo naturales y caseras, así que probaré esta receta.
ResponderEliminarMe encanta hacer leches vegetales en casa también! Suelo hacerlas de arroz, avena, almendras, y avellanas. Esta última me flipa especialmente por su sabor. Yo les doy un herbor con una ramita de vainilla y quedan deliciosas :)
ResponderEliminarNo he probado a hacer de avellanas pero con la de almendras estoy encantada. Ahora me queda encontrar un punto de venta al por mayor de frutos secos para no arruinarme cada vez que quiera hacerme alguna de estas leches xDDD.
EliminarUn abrazo :)