Embarazo: recta final

Llevo tiempo tirando de entradas programadas porque no he tenido un buen diciembre. Al agotamiento físico de las últimas semanas se sumó una amenaza de ingreso y parto prematuro, en mi opinión, fruto de ese agotamiento. Todo esto mezclado con las fechas navideñas, crisis de pareja (sic, el cansancio hace mella) y hobbito-explosión contra... mi pobre suegra (sic again), lo que no ayuda a sentirse mejor. Lo bueno es que con mi suegra ya me disculpé encarecidamente (ya os contaré el episodio), la crisis de pareja hobbito-mozo parece haber amainado gracias a que el susodicho tiene 2 semanas de vacaciones que nos permiten descansar a ambos y las contracciones y amenazas de parto han parado desde que él está en casa 24h. Así que todo parece volver a su cauce.... hasta nuevo aviso. 

Desde el viernes pasado la Pulga está oficialmente a término. Ya hicimos las 37 semanas, siendo las 4 últimas las peores que recuerdo entre los dos embarazos. Ciática, pinchazos en el chumino, agotamiento mortal, contracciones, dolor de regla, efecto cascanueces a full, no poder andar... El Mozo, pese a currar para el Ministerio rodeado de funcionarios tuvo una semana estupenda de volver a casa a las 23h. Él y los funcionarios así que imaginad el marrón que había en el lugar. Que mi madre es funcionaria y solo recuerdo una vez que tuvo que hacer horas extras 'por necesidades del servicio' y fue por tema similar. Sin embargo, a mi esas horas de más a lo largo de toda una semana fueron las que me mataron. Ese domingo, urgencias, Pulga sin moverse más de 24h, ingreso inmediato, comprobar latido (latía, uff, que alivio), monitores (contracciones: ¡culo! >_<) pero, efectivamente, cero movimientos. Así que ahí estuvieron probando cosas para que se moviera, empezando por la más bestia: arrearme una paliza en el útero que a día de hoy, no comprendo. Me agarraron la barriga y venga a menearla y darle golpes. Les pedí que pararan y prácticamente se rieron de mi. Creo que nunca me he sentido tan mal. Tan mal y tan culpable porque fui yo quien tomó la decisión de volver a La Paz en lugar de peregrinar a otro hospital para no fastidiar mucho a mis padres, que se quedaron con Habi (la Paz está al ladito de Mordor). Que al final, a hostia limpia la despertaron pero me dejaron físicamente peor de lo que estaba. Entre que la despertaban y que no, me dijeron que si no conseguían moverla, habría que dejarme ingresada. Ahí fue cuando el Mozo se asustó y durante un día se volvió un hacendoso amo de casa. Luego se le pasó de nuevo ¬_¬ y ahí fue donde tuvimos la CRISIS. 

En serio. No soy particularmente fanática de la limpieza pero creo que hay mínimos. Ya hemos hablado y debatido largo y tendido en las entradas 'Cuando las tareas SON un problema (I, II y III)' que además, son de las más visitadas del blog. Y cuando quedo de tarde de chicas es el tema recurrente entre nosotras (unas tenemos más 'suerte' porque nuestros mozos se encargan 100% de SU prole y otras están todavía peor porque es que ni eso). Pues es que, cada día peor. Yo físicamente no llegando a nada y el Mozo que cada día hacía menos aludiendo a su cansancio (y el cansancio lleva al mal humor, y el mal humor a la mohinez, y la mohinez al lado oscuro de la Fuerza, joven padawan). Tras una nueva CONVERSACIÓN hemos acabado por escribir otro planning de tareas. Si, chicos, si. OTRO. Un planing que por supuesto no sigue pero que bueno, como está de vacaciones y ha bajado mi nivel de exigencia física, al final me medio como yo y la otra mitad voy detrás de él recordándoselo (y como ya no está cansado, no se cabrea ni entra en modo adolescente). ¿Es lo ideal? No. ¿Me preocupa el tema? Muchísimo (durante las dos últimas semanas de diciembre mi carga mental era tan grande que estaba a punto de tomar la decisión de cortar por lo sano y punto pelota). Sin embargo ya me doy cuenta de que es lo que hay y que yo veré como lo gestiono (y aquí muchas sabéis en que punto se encuentra cada una). 

A día de hoy no tengo la maleta del hospital preparada, ni la ropa de la Pulga comprada (la de Habi de esta edad fue prestada y está de rotación entre nuevos padres recientes). La idea es hacerla esta semana. 

Y es que, aunque físicamente estoy mucho mejor, me encuentro rara en cuanto a sensaciones. Noto palpitaciones más fuertes (ojo, no son molestas), mucha presión en la vejiga y esta mañana juro que he notado como se encajaba la cabeza. Y luego se ha desencajado. Una sensación super rara, de verdad. Lo bueno es que no era dolorosa. 

Otra de mis preocupaciones es que no me siento preparada para el parto y sin embargo me siento mega zen para todo lo que lo rodea. Sigo dudando acerca del hospital que he elegido, pese a que con la Habichuela me trataron estupendamente. Aunque el diagnóstico de placenta acreta parece a priori descartado, no dejo de pensar en ello como posibilidad y la incertidumbre de que es algo que solo sabremos, ya no durante el expulsivo, si no en el alumbramiento. Vamos, que hasta el último momento, no da la cara. Además, tengo sentimientos de primeriza mezclados con quien ya sabe de que va la maternidad y además me he empapuzado en estos dos años en grupos como el Parto es nuestro, la liga de la leche, grupos feministas varios y talleres de lactancia y cafés con madres de a pie a tutiplén. Sin contar con la pequeña comunidad virtual creada gracias al blog ;). Me da miedo no estar lo suficientemente empoderada y paralizarme durante el parto. Me da rabia tener la sensación de no tener plena confianza  en el equipo médico que me atenderá (principalmente porque NO se a día de hoy, que equipo médico me atenderá, pero eso da para otro post caótico). Me da pelín de susto el momento champanazo, por un lado por la logística con Habi y por otro por la logística con el Mozo y mis padres. A ver, que confío plenamente en mi madre pero conozco a Habi y sus noches y me da un poco de respeto el Novio de mi Madre (ama a sus nietos pero cuando se le acaba la paciencia es como otro niño enrabietado más y no confío en mi madre para controlarle). Espero de verdad que sean pocas noches y Habi se lo pase bomba con los abuelos. 

Pues este es el caos que hay en mi cabeza a día de hoy. Ya os hablaré de Reyes, Navidades y demás cosas pero necesitaba soltar este pequeño batiburrillo sin orden ni concierto ahora que tengo algo de tiempo. Cosas de hobbitas. 

¿Alguna con sentimientos similares? ¿Será el nuevo año? ¿El temporal? ¿El cansancio, que me hace filosofar?