Cosas de Habichuelas: la huelga

Que la huelga es un derecho de todos los españoles es algo que todos deberíamos saber. Está en nuestra Constitución (si, esa que parece que la ha liao parda últimamente). Lo que yo no sabía era que un bebé de apenas 7 meses iba a ejercer su derecho a la huelga con tanta energía. Y sinceramente, como patrona en esta relación de dos, reconozco que donde hay patrón, acaba mandando el marinero.

Y es que Habi ha descubierto lo que es la libertad. Se mueve por toda la casa de arriba abajo, de abajo arriba. Gatea, se pone de pie, intenta escalar (con pésimos resultados pero mi niña no aprende se rinde y lo vuelve a intentar), arrastra muebles, da pasitos, saltitos, bota sobre el culo.... Es un show mi pequeña y me llena de orgullo ver sus progresos.

Lo que yo hago últimamente es acotar una zona de la casa en la que estoy trabajando y dejarla suelta a su aire. Si tengo que poner lavadoras o lavavajillas, me meto en la cocina con ella y la dejo trastear mientras yo hago mis tareas. Esto se ha traducido en un par de baños en el bebedero de la Perrucha Chucha y varios intentos de escalar por el lavavajillas. Nada grave y si bastante divertido así que la sigo dejando campar a sus anchas bajo mi ojo vigilante pero algo laxo. Que explore, que así se cansa y duerme mejor :p.

Sin embargo mi vida debe continuar y la Habichuela tiene que entender que su mamá tiene que hacer cosas para que todos vivamos en paz y armonía fuera de esta casa. Entiéndase que hay que hacer compra, pasear a la pobre Perrucha Chucha, ir al médico.... Esas cosas que hace la gente de bien. 

Hasta ahora no había problemas: niña al portabebé que tocara y a la calle. La encantaba. Solía quedarse dormida hecha una bolita o mirar todo con mucho interés. 

Sin embargo, últimamente tenemos un pequeño problema conocido comúnmente como:

HUELGA DE PORTEO

Y me está fastidiando bastante. La mochila de pronto parece que tiene pinchos. Se retuerce dentro, llora, grita, me araña.... Ella lo que me está diciendo es que la deje en el suelo pero no puede ser. Generalmente se le termina pasando y disfruta del paseo pero cada cierto tiempo vuelve a rebelarse.

Al coincidir con los primeros días en Mordor y a que ya teníamos carro, decidimos no complicarnos la vida y probar el carro. A la muy ingrata le entusiasmó. Allí iba, calladita, mirando todo. Cuando empezaba a protestar la cogíamos y a la mochila. Quizás antes la sobornaba con un poco de teta. Y tan contentos. 

Sin embargo, últimamente tenemos un pequeño problema conocido comúnmente como:

HUELGA DE CARRO

¡WTF! ¡Qué se nos ha roto el carro también! Ni mochila, ni carro. Ella quiere suelo. Y venga a retorcerse en el carro, venga a gritar. Y si la intentas montar en la mochila te arrea un par de tortazos y pone en práctica su nuevo descubrimiento: las patadas voladoras.

¡Que yo nunca tuve un nenuco pero me da a mi que esto en mis tiempos no pasaba! >_<.

Así que con estas andamos. Huelga de todo. Y comprobamos que se quedaba contenta cabalgando el michelin abdominal del Mozo, cara al mundo, en un alarde brutal de ergonomía. Y aunque el Mozo no estaba muy conforme empezamos a salir de casa con todo el arsenal: niña en el carro, mochila en la cesta y brazos del Mozo preparados por si la ocasión lo requería. Pesa evolutiva acertamos a llamarla. 

Sin embargo, últimamente tenemos un pequeño problema conocido comúnmente como:

HUELGA DE MOZO

Y ya cuando nos pasa esto nos quedamos sin recursos. Nuestra última baza es acudir corriendo a un parque y montarla en un columpio de cesta. Es el último grito en diversión. La Habichuela ha descubierto que los columpios molan y nos da algo de tregua. La suficiente para resetearla y conseguir llegar a casa sobre la bocina.

Y es que nuestra niña nos lo está diciendo alto y claro:

- ¡Quiero andar!

Seguiremos informando.

¿Como ha sido la transición de vuestros tiernos bebés del modo 'quiero ir pegadito a mamá' al modo 'quiero verte pero estar libre por el suelo'? A las veteranas, ¿qué huelga debo esperar a continuación?