miércoles, 25 de octubre de 2017

Karma maternarl: Yo nunca.... lo llevaré a un centro comercial



Antes de ser madre yo tenía super claras muchas cosas. Y después de ser madre me he tenido que tragar prácticamente todas mis palabras. Menos mal que una es una Hobbita prudente a la par que cobarde y siempre comenta las cosas sibilinamente por detrás y solo debo tragarme mis palabras allá con mi conciencia. Lo malo es que el karma maternal te la guarda y te la devuelve con creces en cuanto tiene la ocasión así que espero que no hayáis pecado de opinólogos en demasía.

Como creo que esto es algo que nos pasa a muchos, he decidido empezar una serie. Karma maternal. ¿Me acompañas y nos confiesas tus más oscuros pecados?



Esta serie va a empezar con un clásico entre los clásicos dentro de mi vida después de la Habichuela. Y es que soy una Hobbita petarda y antisocial que ODIA profundamente las multitudes. Que soy maja y tal y en las distancias cortas mejoro bastante pero me sueltas en un sitio lleno de gente y ruido y loqueo. ODIO Madrid centro en Navidad, para que os hagáis una idea y ODIO con inquina de la mala los centros comerciales a principios de mes en rebajas.

Sin embargo, puedo confesar y confieso que durante el invierno no salí del centro comercial que hay aquí en Mordor.

Y es que, tenéis que entenderme: con una Habichuela que empezaba a andar, que estaba en una huelga de porteo perpétua (ya no hablemos de la huelga de carro) y con un frío fuera que podías cortar el aliento con un cuchillo, descubrí que el centro comercial (por las mañanas, por las tardes sigue siendo odioso) oye, ¡que ni tan mal!

Un entorno controlado, donde poder soltar a la Habichuela sin peligro de coches, cortes con objetos brillantes y peligrosos y demás cochinadas que hay sueltas por la calle, calentito y sin demasiada gente. Además, el centro comercial de Mordor cuenta con dos salas de lactancia con sus cambiadores correspondientes, ascensores, rampas, pasillos anchos, luz natural y una zona superior al aire libre con columpios y todo.

Y lo que es más importante: en una de las esquinas del centro comercial han venido a colocar lo que yo tengo a bien denominar el Rin para Bebés.

Si señores. El Rin es una zona de tarima flotante calentita acotada con puffs acolchados perfectos para acoplar el culo donde puedes soltar a tu retoño de 0 a 3 años. Lo normal es que por la mañana vayamos una serie de padres con niños de hasta 2 años y allí lanzas sus juguetes para regocijo ajeno y propio. Los niños juegan juntos pero no revueltos, se quitan las cosas, practican el gateo, meriendan... Habi se lo pasa bastante bien y se cansa y de paso va pedigüeñeando por ahí a todo el que saca la merienda de su vástago, que deben pensar de mi que soy una malamadre de esas que no alimentan a su prole >_<.

Lo malo es que Habi aprendió pronto a saltar el murete de puffs y se marchaba alegremente a explorar la zona. Lo bueno es que es una zona poco transitada del centro comercial y que cerca hay un banco lleno de jubilados que la AMAN y llaman su atención manteniéndola relativamente controlada.

Y lo que es mejor: he hecho amiguitos nuevos. ¡Yo! Jiji. Un día pegué hebra con otra mami cuyo marido es estudiante de veterinaria y se nos pasó la tarde volando. Eran las 21h cuando abandoné el Rin. Por las mañanas hay un papi musulmán que rezuma puro amor y orgullo hacia su bebé de 11 meses. Y cada vez que voy hay algún niño que no conozco u otro que si que me suena y vamos hablando de sus progresos y jugando con ellos y sus juguetes.

Otro detalle maravilloso del centro comercial es que descubrí que, después de comer, podía montar a Habi en el carro, dirigirme a esa mole dedicada al consumismo y se quedaba fritanga perdida. Y eso significaba que yo tenía entre hora y media y dos horas para sentarme en un dunkin donuts (toma glamour) a tomarme un rico café en vaso de papel y regodearme en alguna de mis lecturas de eBiblio. Y una vez despierta, teta, bajar del carro y caminar erráticamente pasillo arriba, pasillo abajo hasta cansarla lo suficiente como para volver a casa y sacar a la Chucha. Un gusto, oiga. También aproveché esos momentos para escribir a mano algún que otro post.

Y los fines de semana, allá que vamos el Mozo y yo a desayunar a alguno de sus restaurantes preparados para críos. ¡Nosotros! ¡Que la íbamos a llevar al campo, a recorrer parque tras parque, a hacer picnic....! Pues allí acabamos finde si, finde no. Menos mal que este nos desquitamos porque nos vamos al monte a celebrar un cumpleaños con un grupete de amigos con niños.

Y vosotros, ¿también adoráis el centro comercial desde que sois padres? ¿O seguís odiándolo profundamente y mirándolo de reojo como centro del consumismo y del MAL?

10 comentarios:

  1. Jajajajaj, pues sí, todas tenemos mil zascas de estos. Con los centros comerciales en particular, ni nunca les he tenido aprecio máximo ni amor incondicional, y sigo más o menos igual. Me parecen una opción válida para determinados días, pero sigo prefiriendo parque cerca de casa (es que para el centro comercial, hay que coger el coche, y la mayoría de los días no me apetece nada). Pero sí, te cambia mucho la percepción de muchas cosas cuando eres madre, así que yo ya no juzgo a nadie, porque nunca sabes qué harías en su situación! Un besote y a disfrutar del monte este finde! (nosotros nos vamos a la playa, en eso no hemos cambiado ni un ápice!! familia de pescaítos!)

    ResponderEliminar
  2. Pueeessss... Yo sigo mirándolos igual. Sí que es verdad que no tengo ninguno a mano, el más cercano está a unos 25-30km. Así que lo utilizamos cuando hace mal tiempo o aprovechando alguna compra, nada más. Aquí lo que frecuentamos mucho es el parque de bolas, a bollito le encanta y así nosotros nos tomamos unas cervecitas tranquilamente. ^_^
    Por otro lado, mi mayor "yo nunca..." ha sido el colecho. Yo le decía una amiga que ni loca me iba yo a meter en la cama a ninguno de mis hijos, que no lo veía. Y toma "zas en toda la boca"! Que no te veas necesitada! Cómo me tragué todas mis palabras una por una... Aaiisss, cuanto nos gusta a todos ser opinólogos.
    Por otro lado, si Habi solo va allí a jugar tranquilamente, tampoco es algo tan grave. Lo malo es cuando empiezan a pedir montar en las atracciones y demás cachibaches preparados para atraerlos. Ahí es cuando hay que salir pitando!

    ResponderEliminar
  3. Jajaja tenía pensado algo similar aunque con otro nombre XD
    Yo tengo el Alcalá Magna al lado de casa así que hay me he pasado muchos días de verano e invierno. Ya no voy mucho porque el peque ya ha aprendido a pedir y si por el fuera de llevaría el Poly entero XD

    ResponderEliminar
  4. Mis mayores zascas hasta ahora han sido el colecho y el chupete xD. Más adelante habrá más.

    ResponderEliminar
  5. ...aqui en mi pequeña comunidad casi rural no hay centro comercial, asi que en este karma mama, solo puedo felicitarte por encontrar esa minita de oro, jejeje

    ResponderEliminar
  6. Hola!
    Pues que suerte el q tengas esa opción tan cerca. A mi tampoco me van los centros commerciales pero si el mio tuviera algo asi no lo dudaría.
    Mis mayores tragaduras de palabras han sido el colecho (q todavia lo practicamos y me gusta más a mi q a la peque)y el darle dulces de vez en cuando (me pilla a veces con el chocolate, me pide y le doy un poquito...no se lo puedo negar) Yo era de las q decia "yo desde el primer dia dormirá en su cuna en su habitación" y "hasta q no sea mayor no conocerá el dulce"... Zas! Zas!

    (Soy Lidia)

    ResponderEliminar
  7. Hola!
    La opción del CC a mi me parece muy buena. Son pequeños, necesitan correr, saltar, escalar... y en invierno haciendo malo es complicado encontrar opciones en exterior. Mis amigas mamis y yo hemos encontrado una cafeteria-restaurante con un gran area interior de expansión de niños vigilado y por un módico precio, las mamis cotilleamos tranquilas y los niños juegan encantados.
    En cuanto a los zascas, pues poquitos de los que sea consciente... aunque hay uno que remueve mis entrañas... yo no quería cargar a los abuelos más que lo justo y necesario pero tengo la sensación que recurro a ellos más de lo que debería...

    ResponderEliminar
  8. Veo que me puede pasar lo mismo porque yo soy de la misma opinión inicial que tú. Lo malo es que no tengo ningún centro comercial cerca, unos a media hora andando o a 10 minutos en bus y al ser menos accesible supongo que caeré menos. Esto... Creo... El bus pasa por delante de mi casa, no costaría tanto cogerlo... Bueno... Puede que algún día lo haga, no sé... Pero bahh no creo... jajajja
    Besos

    ResponderEliminar
  9. Hobbita!! ¿Qué tal vas? Te echamos de menos!

    ResponderEliminar
  10. Hobbita, holaaas, como andas mujer?ya son muchos días sin saber de ti, esta todo bien? se te extraña

    ResponderEliminar