Semana 26

La Pulga ya se mueve con alegría y la verdad es que ese es uno de los síntomas que más tranquilidad pueden llegar a dar. Pese a tener esta placenta cojín en tol medio de la barriga, ya empiezan a vislumbrarse movimientos alienígenas a través de la piel y el Mozo ya ha podido disfrutar de la sensación de ser pateado por su futura #2.

Así que por ese lado, bien. Paz mental y buen rollito. 

Ahora vamos con los síntomas coñazo, que son los que nadie te cuenta de ese idílico estado del embarazo.

1. Me duele el culo. En toda su amplitud. Desde el hueso hasta el ojete. Unos pinchazos al final de la tarde.... Que le voy a tener que dar la razón a la matrona petarda y todo y ponerme a nadar como si no hubiera un mañana (que sepáis que ya he logrado plaza en matronatación, por si no tenía cosas que hacer y esta tarde tengo la prueba para aquagym). Es curioso porque no llega a ser ciática pero molesta igual para andar. Va a ser ciática pero sin coger la pierna xD. 

2. Estoy pedorra. Yo creo que la progesterona relaja los esfínteres en exceso y allá voy por la vida, pedorreándome con alegría. Que en casa bien pero en el metro hay que concentrarse mucho para apretar el culillo >_<.

3. También estoy meona. Que esto viene desde el principio del embarazo y miedo me da el último mes, ese en el que meaba cada hora. Pues es que ahora mismo meo prácticamente cada hora. Por un lado mira, más depuración pero por otro me está dando mal rollo la curva de glucosa (que también me hago hoy, mira tú por donde). A ver que me sale. 

4. Tengo hambre de fruta y verdura en general pero si se me cruza un pastel también se va pal buche. Me comería un camión de granadas, igual que me pasó en el embarazo de Habi (pero a Mordor están llegando muy caras y con cuentagotas) y me estoy dando a las uvas y a los tomatitos cherry. Y no veas la pedazo de cacho de calabaza que hay en mi nevera y que cada día es un poco más pequeña que el día anterior. 

5. El peso se empieza a notar. Me canso muchísimo al subir la cuesta del metro, la cuesta hasta el mercadona, la cuesta hasta el centro de salud.... Quizás el problema es que Mordor está en una cuesta perpetua y no sea tanto culpa de los 10kg que llevo ganados (para terror, horror y pavor de mi matrona petarda) más los 10kg de Habichuela que cargo a las 6 am. Oye, que a lo tonto son 20kg extras todos los días a pulso. 

6. Sigo con el sangrado de encías y se une más a menudo el de nariz. Ya fui al dentista de la SS y, sinceramente, ahora me toca pedir cita en el privado. Tras subir (como no) una cuesta infernal para llegar a su consulta me informó de que mi sangrado se debía a mi estado de preñez y que la SS no cubría las limpiezas. Gracias. ¬_¬. Si sois de la Comunidad de Madrid, chicas, no perdáis el tiempo en ir al dentista.  Aproveché para pasar la tarde con mi tía, que había movilizado a la pobre para que se quedara con Habi mientras me pasaban consulta y no habría hecho nada de falta. 

7. Agitación por amamantamiento. Esto ya lleva varias semanas y tengo pendiente escribir un post sobre el tema porque es una sensación superdesagradable. La verdad es que Habi hace poquísimas tomas ya y no me da en todas pero cuando da, sinceramente, la tiraría por la ventana y yo saldría corriendo en la otra dirección U_U. Da mucha pena porque la lactancia ha pasado de ser un momento superagradable a una ruleta de la suerte que cae muchas veces en bancarrota. Lo bueno es que lo vamos parcheando sin demasiados problemas. Lo malo es la sensación asquerosa cuando da. 

¿Como os están yendo vuestras semanas? ¿También habéis sufrido agitación (estando o no embarazadas)?