Parece una tontería pero es muy importante reflexionar. ¿Quería seguir en la empresa? Si. Me gustaba el trabajo, la independencia, demostrar que era capaz de llevar así de bien un consultorio, saber derivar, sentirme una buena profesional, en definitiva. ¿Quería seguir en la empresa en esas condiciones? No. No quería seguir a costa de mi salud, que se empezaba a resentir. No quería saltarme mis principios, ser infiel a mi misma. No quería tener un sueldo de 400€ por 41h de trabajo semanales y sentir la espada de Damocles sobre mi nuca porque algún día, no sabemos cuando, tendría que pagar una cesárea de 800€. No quería no tener vacaciones porque 'Darte vacaciones significa tener que despedir compañeros'. No quería que me enfrentaran con mis compañeros. No quería acabar agotada y dar un mal servicio a mis pacientes. No quería tener que volver a enfrentarme a una situación tan estresante como la cesárea y no tener un jefe detrás que me respaldara, que hiciera su trabajo. No quería hacer radiografías revelando sin guantes, respirando gases tóxicos, con un mandil de plomo remendado con cinta americana, compartiendo entre dos el protector para tiroides. Desde luego no quería más perros viendo enanitos verdes y un jefe diciéndome que metiera la mano en esa boca. No.
Así que, en cuanto lo tuve claro, el abogado me hizo enviar un burofax dejando patente que a partir del lunes, me reincorporaba de mi reposo de 48h y que cumpliría íntegramente mi contrato, a saber: 20h/semanales en horario de lunes a viernes y 30 días de vacaciones al año. Y que si no estaban de acuerdo, me comunicaran cualquier otro horario o fechas de vacaciones 'fehacientemente'. También denunciamos el caso a la Inspección de Trabajo.
Al día siguiente, estaba despedida. Bueno, realmente no estaba despedida: se presentó en la consulta para que firmara una baja voluntaria que por supuesto, no firmé. Mi abogado me dijo que tenía que seguir yendo a la consulta, cumpliendo el horario establecido por mi burofax hasta que recibiera una carta de despido de verdad. Eso hice. Fue bastante agotador psicológicamente hablando pero el viernes por fin llegó. Con esa carta en la mano, denunciamos y a continuar la pelea.
El fin de semana me contactaron un par de compañeras del hospital para hablar conmigo y preguntarme por mi abogado. Una llevaba 6 años en la empresa, doblando turnos como campeona, no cobrando las cirugías de urgencias, haciendo fines de semana, haciendo noches. La otra llevaba 3 años ninguneada, todo el día insinuando lo mala profesional que era, lo poco que encajaba... Decía que llegaba llorando todos los días a casa. Las informé, nos tomamos unas cañas, nos despedimos... La que llevaba 6 años se animó a denunciar. La otra no se atrevió pero cambió de trabajo y, en principio, mejoró. También se animó a denunciar la ATV que trabajaba conmigo, así que al final fuimos 3 empleados de 13 los que dimos el paso. El resto de empleados se fueron marchando. Al final, del equipo que éramos quedan solo 2 allí.
Entonces comenzó el periplo judicial. Como he dicho antes, no es para unas prisas. Cada una de nosotras fuimos despedidas en unas condiciones diferentes así que nuestro abogado decidió llevar los casos por separado. En mi caso y en el de la ATV pedíamos un nulo, en el de la otra veterinaria, un improcedente. Hemos ganado todos los juicios y la ATV logró conciliación. Mis compañeras ya han cobrado y ahora mismo quedo yo.
En estos momentos mi sentencia es firme: mi despido es nulo y toca readmisión. La realidad es que me ha vuelto a despedir por burofax sin readmitirme así que le hemos vuelto a meter una denuncia por despido nulo y otra demanda para ejecutar la sentencia anterior. La ejecución de la sentencia es cuestión de tiempo. Por el nuevo despido es una vuelta a empezar. La semana que viene tengo la conciliación en el SMAC y mi sensación es de dejavú. Algo me dice que NO se presentará al SMAC, que yo tengo que ir pese a mi reposo absoluto (y por supuesto que iré, no he esperado dos años para rendirme ahora), que tendremos que volver a ir a juicio y que esto se demorará al menos otro año más. No me importa. Él tiene tiempo y juega al desgaste pero la verdad es que yo también lo tengo y creo que es mi responsabilidad para con el colectivo ya que, como digo, solo puedo aportar un granito de arena, pero tengo la esperanza de que con el tiempo se vayan sumando más y más granitos.
Han pasado dos años. Dos años en los que no he trabajado. Dos años en los que he aprendido mucho del mundo laboral. He ido a entrevistas en las que me ofrecían basura y que he aprendido a no considerar. Si no me valoran, que contraten a otro. No me sirve cuando la gente me suelta la muletilla de:
- Pero si tienes realmente necesidad, tendrás que cogerlo.
Pues no, oiga. Si tengo verdadera necesidad me voy a un lugar un poco más serio pero trabajar gratis o perdiendo dinero y dignidad NO me va a solucionar la necesidad que se supone que tengo. Es curioso porque quien me suele soltar esas frases suelen ser recién licenciados que viven con sus padres. Yo tengo una hipoteca, una pareja, un proyecto de familia... Y de verdad, sin exagerar, me han ofrecido ir a trabajar en unas condiciones que dan risa: falso autónomo, de lunes a sábado, no se lo que te voy a pagar pero una parte fija y otra variable, a lo mejor llegas a los 600€ pero no te lo puedo asegurar. Ya. Y de esos 600€ tengo que restar los 280€ de autónomos, el 21% del IVA, la retención del 15% del IRPF.... Y pagar la gasolina para llegar hasta aquí. Pues este señor consiguió un veterinario en esas circunstancias. Obviamente no debía ser muy bueno porque el centro ha cerrado algo de lo que me alegro muchísimo.
De los horarios ni hablamos: noches, guardias, turnos de más de 12 horas, rotatorios, partidos... Hay para todos los gustos y, con un poco de suerte, puedes acabar con todas las características anteriormente señaladas reuniditas en el mismo puesto de trabajo. Y todo ello a cambio de la ingente cantidad de, como mucho, 1000€! Eso si, por favor, que sepas cirugía de tejidos blandos, ecografía, diagnóstico por imagen y si ya tienes el título de peluquera mejor, porque despedimos a la que tenemos y no hay que pagar dos sueldos.
Así que mi chico y yo lo hemos hablado y he dejado de buscar U_U. Me quedo en casa avestir santos cuidar el churumbel. Y entonces el churumbel decidió no llegar. Decidí prepararme una oposición mientras tanto aunque el gobierno, después de 6 meses preparándome, ha decidido cambiar las normas de presentación que llevaban invictas más de 20 años y ahora solo se podrán presentar los de carreras jurídicas (vaya por dios, veterinaria, a día de hoy, no pertenece a esa rama). Hay un periodo de carencia pero entonces me quedé embarazada y parece que esta vez si que medra. Así que he decidido dejarlo y centrarme en el proyecto que, en mi opinión, ahora mismo es más importante: mi futuro hijo. Mi habichuela, que está ahí, haciendo puenting y sin agarrarse el muy..... >_<.
A mi madre todo esto no le hace gracia. Ella quiere verme como profesional (que lo soy) pero la verdad es que yo ya me he hartado. No voy a conseguir un trabajo digno de veterinaria en mucho tiempo o con mucha suerte. Para mi, digno es el sueldo, pero también el horario, la implicación del jefe, la profesionalidad del centro, la formación de los empleados. Estoy segura de que hay sitios ahí fuera que reúnen todas estas características que deseo pero yo ya me he cansado de buscarlos. Prefiero quedarme en casa, aprovechar la infancia de mi futuro hijo y luego no sentirmegilipollas mal por anteponer un mal trabajo a una familia. Por que he ahí el quid de la cuestión: que lo que hay a mi alrededor son malos trabajos. Con un buen trabajo este dilema ni me lo plantearía. ¿Cómo lograr explicárselo a mi querida madre que tanto sufre por verme como 'ama de casa'?
Soy observadora y me gusta analizar mucho las cosas, las circunstancias que me rodean. Veo a mis colegas veterinarias. Unas están contentas con sus trabajos, otras no. A mi me encanta que estén felices pero la verdad es que a mi no me compensa un horario partido de 10 a 20h ya que.... ¿cuándo vería a mi hijo? Porque resulta que el sábado también se trabaja. Y lo dicho, ¡por semejantes sueldos! También veo a otra amiga, A., que al final decidió quedarse en casa. También intentó sacarse una oposición pero con la niña se le complicó. La verdad es que, a día de hoy, es a la que veo más feliz y más relajada. Ha asumido su rol, ella y su pareja trabajan como un equipo, la niña está muy contenta, muy feliz, muy divertida y muy espabilada porque su madre, efectivamente, lo vale. Puede que no la quieran en el mundo laboral, pero es una mujer preparada perfectamente capaz de ser tan profesional dentro como fuera de su casa. O puede que A. sea como yo y ya haya pasado a un punto en el que la que no quiere al mundo laboral, es ella.
Así que ya veré como me lo monto y en que acaba todo esto. Creo que para sacarme una oposición, nunca es tarde. Es lo bueno, que te lo puedes sacar a cualquier edad. Y si al final me quedo en casa, ya encontraré la manera de cultivarme, porque reconozcamos que si algo tengo, son inquietudes aunque cada día que pasa también tengo la sensación de tener las cosas cada vez más claras.
Al día siguiente, estaba despedida. Bueno, realmente no estaba despedida: se presentó en la consulta para que firmara una baja voluntaria que por supuesto, no firmé. Mi abogado me dijo que tenía que seguir yendo a la consulta, cumpliendo el horario establecido por mi burofax hasta que recibiera una carta de despido de verdad. Eso hice. Fue bastante agotador psicológicamente hablando pero el viernes por fin llegó. Con esa carta en la mano, denunciamos y a continuar la pelea.
El fin de semana me contactaron un par de compañeras del hospital para hablar conmigo y preguntarme por mi abogado. Una llevaba 6 años en la empresa, doblando turnos como campeona, no cobrando las cirugías de urgencias, haciendo fines de semana, haciendo noches. La otra llevaba 3 años ninguneada, todo el día insinuando lo mala profesional que era, lo poco que encajaba... Decía que llegaba llorando todos los días a casa. Las informé, nos tomamos unas cañas, nos despedimos... La que llevaba 6 años se animó a denunciar. La otra no se atrevió pero cambió de trabajo y, en principio, mejoró. También se animó a denunciar la ATV que trabajaba conmigo, así que al final fuimos 3 empleados de 13 los que dimos el paso. El resto de empleados se fueron marchando. Al final, del equipo que éramos quedan solo 2 allí.
Entonces comenzó el periplo judicial. Como he dicho antes, no es para unas prisas. Cada una de nosotras fuimos despedidas en unas condiciones diferentes así que nuestro abogado decidió llevar los casos por separado. En mi caso y en el de la ATV pedíamos un nulo, en el de la otra veterinaria, un improcedente. Hemos ganado todos los juicios y la ATV logró conciliación. Mis compañeras ya han cobrado y ahora mismo quedo yo.
En estos momentos mi sentencia es firme: mi despido es nulo y toca readmisión. La realidad es que me ha vuelto a despedir por burofax sin readmitirme así que le hemos vuelto a meter una denuncia por despido nulo y otra demanda para ejecutar la sentencia anterior. La ejecución de la sentencia es cuestión de tiempo. Por el nuevo despido es una vuelta a empezar. La semana que viene tengo la conciliación en el SMAC y mi sensación es de dejavú. Algo me dice que NO se presentará al SMAC, que yo tengo que ir pese a mi reposo absoluto (y por supuesto que iré, no he esperado dos años para rendirme ahora), que tendremos que volver a ir a juicio y que esto se demorará al menos otro año más. No me importa. Él tiene tiempo y juega al desgaste pero la verdad es que yo también lo tengo y creo que es mi responsabilidad para con el colectivo ya que, como digo, solo puedo aportar un granito de arena, pero tengo la esperanza de que con el tiempo se vayan sumando más y más granitos.
Han pasado dos años. Dos años en los que no he trabajado. Dos años en los que he aprendido mucho del mundo laboral. He ido a entrevistas en las que me ofrecían basura y que he aprendido a no considerar. Si no me valoran, que contraten a otro. No me sirve cuando la gente me suelta la muletilla de:
- Pero si tienes realmente necesidad, tendrás que cogerlo.
Pues no, oiga. Si tengo verdadera necesidad me voy a un lugar un poco más serio pero trabajar gratis o perdiendo dinero y dignidad NO me va a solucionar la necesidad que se supone que tengo. Es curioso porque quien me suele soltar esas frases suelen ser recién licenciados que viven con sus padres. Yo tengo una hipoteca, una pareja, un proyecto de familia... Y de verdad, sin exagerar, me han ofrecido ir a trabajar en unas condiciones que dan risa: falso autónomo, de lunes a sábado, no se lo que te voy a pagar pero una parte fija y otra variable, a lo mejor llegas a los 600€ pero no te lo puedo asegurar. Ya. Y de esos 600€ tengo que restar los 280€ de autónomos, el 21% del IVA, la retención del 15% del IRPF.... Y pagar la gasolina para llegar hasta aquí. Pues este señor consiguió un veterinario en esas circunstancias. Obviamente no debía ser muy bueno porque el centro ha cerrado algo de lo que me alegro muchísimo.
De los horarios ni hablamos: noches, guardias, turnos de más de 12 horas, rotatorios, partidos... Hay para todos los gustos y, con un poco de suerte, puedes acabar con todas las características anteriormente señaladas reuniditas en el mismo puesto de trabajo. Y todo ello a cambio de la ingente cantidad de, como mucho, 1000€! Eso si, por favor, que sepas cirugía de tejidos blandos, ecografía, diagnóstico por imagen y si ya tienes el título de peluquera mejor, porque despedimos a la que tenemos y no hay que pagar dos sueldos.
Así que mi chico y yo lo hemos hablado y he dejado de buscar U_U. Me quedo en casa a
A mi madre todo esto no le hace gracia. Ella quiere verme como profesional (que lo soy) pero la verdad es que yo ya me he hartado. No voy a conseguir un trabajo digno de veterinaria en mucho tiempo o con mucha suerte. Para mi, digno es el sueldo, pero también el horario, la implicación del jefe, la profesionalidad del centro, la formación de los empleados. Estoy segura de que hay sitios ahí fuera que reúnen todas estas características que deseo pero yo ya me he cansado de buscarlos. Prefiero quedarme en casa, aprovechar la infancia de mi futuro hijo y luego no sentirme
Soy observadora y me gusta analizar mucho las cosas, las circunstancias que me rodean. Veo a mis colegas veterinarias. Unas están contentas con sus trabajos, otras no. A mi me encanta que estén felices pero la verdad es que a mi no me compensa un horario partido de 10 a 20h ya que.... ¿cuándo vería a mi hijo? Porque resulta que el sábado también se trabaja. Y lo dicho, ¡por semejantes sueldos! También veo a otra amiga, A., que al final decidió quedarse en casa. También intentó sacarse una oposición pero con la niña se le complicó. La verdad es que, a día de hoy, es a la que veo más feliz y más relajada. Ha asumido su rol, ella y su pareja trabajan como un equipo, la niña está muy contenta, muy feliz, muy divertida y muy espabilada porque su madre, efectivamente, lo vale. Puede que no la quieran en el mundo laboral, pero es una mujer preparada perfectamente capaz de ser tan profesional dentro como fuera de su casa. O puede que A. sea como yo y ya haya pasado a un punto en el que la que no quiere al mundo laboral, es ella.
Así que ya veré como me lo monto y en que acaba todo esto. Creo que para sacarme una oposición, nunca es tarde. Es lo bueno, que te lo puedes sacar a cualquier edad. Y si al final me quedo en casa, ya encontraré la manera de cultivarme, porque reconozcamos que si algo tengo, son inquietudes aunque cada día que pasa también tengo la sensación de tener las cosas cada vez más claras.
Si pudiera me levantaría a aplaudirte. Me parece que actuactes como debería actuar todo el mundo en semejantes circunstancias. Te deseo mucha suerte, pero sé que no la vas a necesitar porque tu caso está claro y cristalino. Si ese mamarracho se piensa que te vas a cansar y te vas a rendir, va listo. Paciencia, que a cada cerdo le llega su san Martín.
ResponderEliminarTu reflexión sobre tu futuro profesional me parece para quitarse el sombrero. Yo también me quedé sin trabajo cuando estábamos en plena búsqueda y no me importó lo más mínimo porque, aunque a veces es un poco agobiante no tener independencia económica -a pesar de que no me hace falta nada-. Lo importante es ver feliz a mi hijo y lo bien que me hace sentir estar con él. Es la mejor inversión que estoy haciendo: doy calidad de vida a mi hijo. No ha tenido que ir a una guardería. Es un niño que no se ha puesto malo (resfriados y una diarrea en dos años). Yo no puedo ser más feliz. Es una de las mejores decisiones que hemos tomado en casa, Y si quisiera volver a trabajar (de lo mío) tendría que actualizarme y estudiar. Pero es algo que aún veo lejano y no me importa lo más mínimo. Quien no lo quiera entender o le parezca mal, me la trae fresca. Parece que tienes que avergonzarte por ser "ama de casa".
Como bien dices, las oposiciones siempre estarán ahí. Quién sabe...
Un abrazo!
Creó que al final cobraré sueldos en diferido, como Barcenas xD. Nosotros lo hemos hablado como pareja y hemos tomado esta decisión. Es nuestra. Pues alguna razón las personas de mi entorno no paran de opinar acerca de mi futura estabilidad mental si sólo me dedicó a una cosa (como si sólo me dedicara a barrer o a cambiar pañales) y que pasará con mi futura pensión o mi futuro en la profesión.... En fin. Yo se que esas personas se preocupan por mi, son cercanas y no dudó de que su fin es bueno. Sin embargo me fastidia que haya un colega (hombre) en una situación parecida a la mía que ha decidido quedarse en casa e invertir para vivir de las rentas.... Y a él nadie le cuestiona lo que ha hecho! A todo el mundo le parece genial, se le ve feliz, contento, con tiempo libre por fin, tiempo para sacarse su segunda carrera, disfrutar de su vida, en definitiva. Como yo, vaya. Y mi reflexión es: ¿por qué esta diferenciación tan abismal en dos casos tan similares?
EliminarAy, esta lucha... yo lo veo igual, mis padres se preocupan de que no deje la carrera de lado, y yo entiendo que para su generación fue un gran logro que la mujer trabajara fuera de casa, para nosotras hay otra parte importante y que no se compensa si el trabajo no reúne ciertas condiciones.
ResponderEliminarY oye, qué calvario lo del curro este, ¿no? Espero que se resuelva para bien lo antes posible!
Uys, la lucha por el curro creó que va para largo. Muy largo. Pero como tengo tiempo, a luchar lo.
EliminarLo de nuestros padres es mi dilema. Se lo que ha luchado la generación de nuestras madres y se lo que he luchado yo para conseguir mi título. Pero a la hora de la verdad, tengo la sensación de que hubo un engaño en alguna parte. Me encantaría trabajar, aportar a la sociedad. No soy tonta, soy buena profesional. Pero precisamente porque me valoró, me niego a volver a trabajar en según que condiciones, y menos aún cuando ya no necesitó experiencia (ya la tengo), estoy luchando por los derechos laborales de otra manera pero perfectamente válida y encima ahora me encuentro embarazada y con ganas de disfrutar de mi futuro churumbel.
Lo que tú señalas: en las condiciones laborales está la clave
Lo que has debido pasar!!! Menudo infierno, a ver si se resuelve pronto.
ResponderEliminarPor otro lado, yo no comparto lo de dejar a un lado la vida profesional por centrarse en la personal, pero lo respeto por supuesto al 100%. Yo no podría, no me haría feliz, pero es una decisión de cada familia y de cada persona, así que, adelante con ello! Si eso os hace felices, es lo que tenéis que hacer, no hay más que hablar! Un besito!
Yo pensaba que tampoco podría y de hecho hay días en los que me asalta el dilema de si estoy o no haciendo lo correcto. Luego pienso, pongo pros y contras enfrentados y llegó a la conclusion de que no es exactamente que quiera centrarme en la vida personal si no que las condiciones laborales a las que me enfrento no son buenas, por no decir que son basura, y que ante ellas, no hay nada que debatir. Me aporta mas mi vida personal hasta que no cambien las condiciones.
Eliminarcada vez me arrepiento menos de no haber hecho la carrera...no solo es en tu campo que pasa esto de malas condiciones laborales con un sueldo de risa...yo empecé la carrera de educacion infantil, pero veia tan lejos el poder trabajar que me pasé al fp superior...trabajé 2 años, asegurada 2 horas, y las "extra" hasta llegar a 8 o 10 me las pagaban a 2,5...cambié de escuela infantil y más de lo mismo...al final acabé aborreciendo mi sueño desde siempre que es educadar a los mas pequeños...no creo que vuelva a trabajar en una escuela infantil a no ser que pueda abrir yo una...es una verguenza.
ResponderEliminarMucho animo y sigue luchando por tus derechos! :)
Bss!
Si. Es la sensación de que tú has cumplido tu parte del trató con la Sociedad y a la hora de recoger los frutos prometidos.... Sorpresa! No hay frutos! Quizás no esperaban que llegáramos tan lejos, o no estaban preparados.... El caso es que hemos llegado y sabemos lo que valemos. O nos lo dan o tendrán que contratar otro tipo de personas. En infantil da más rabia porque los padres pagan y algo me dice que en muchos casos quienes atienden a nuestros hijos no están en las mejores condiciones y eso a la larga se nota. Por muy profesional que sea una, te acabas quemando.
EliminarCreo que eres una valiente por haber llevado tus principios hasta el final, y tu dignidad, que creo que es superimportante! Yo tengo un par de amigas ATV y la verdad...también me han contado de todo. Y yo les decía, pero cómo pasas por eso?? Pero bueno..una ha mejorado y la otra ya no trabaja allí. Pero al final esos impresentables que son los jefes se quedan sin denunciar...y a hacer lo mismo con nuevas personas...
ResponderEliminarYo creo que dedicar tu tiempo a cuidar de tu hijo, si es lo que te pide el cuerpo y si puedes es de los trabajos más duros y más bonitos que vas a tener. Y sin duda, nada inigualable para tu habichuela en estos días de no-conciliación en los que vivimos.
Bravo por ti! De verdad, no dejes de luchar que aunque se tarde seguro que llega la recompensa ;) Besos!
Guapa, te dejo un par de premios en mi blog ;)
EliminarHay que denunciar, denunciar y denunciar. Yo se bien que es largo, que no es para unas prisas, que puedes perder....pero son las herramientas que tenemos. Si no las utilizamos no podremos cambiar las cosas.
EliminarA ver si luego se me da bien cuidar el bebote y darle valores y espíritu de lucha, jiji. Si no, siempre me queda volver al mundo laboral.
Yo te digo que no me arrepiento de haber dejado de trabajar para cuidar a mis hijos, un horario de 7 horas , más urgencias, más cirugías cuando cerrábamos a mediodía y no ir a casa a comer, etc... no me merecía la pena, por no hablar del estrés que da una clínica veterinaria.
ResponderEliminarAhora vivo relajada y feliz.
Mi primera jefa, traspasó la clínica por eso mismo, par dedicarse a buscar un embarazo y a ese niño, ahora trabaja en un matadero de control de calidad, y dice que aunque echa de menos ejercer, no lo cambia por lo de antes.
Si algún día vuelvo al trabajo seguro que dejó el mundo clínica. Es curioso. En Europa todo el mundo va de cabeza a las clínicas. No sólo es muy bonito sino que esta muy bien pagado. Aquí en España te tienes que ir a alimentación o comercial para ganar algo de dinero y no 'la paga de los domingos'
EliminarNo puedo decir nada más después de leerte que ole, ole y ole! Me encanta. Qué determinación y claridad en tus ideas. Te admiro. Y una cosa te digo, con lo que nos está costando llegar a ser mamás, disfrutar de la crianza de tu peque es una auténtica maravilla de la que disfrutar y con la que ser muy feliz.
ResponderEliminarUn besito corazón.
Ufff. no están tan claras, no te creas. Estoy preparando un post sobre todas esas dudas que me asaltan al menos 3 o 4 veces al día. ¿Hago lo correcto? ¿No? ¿Lo mando todo a freír monas? ¿Sigo de mosca cojonera pro derechos de los trabajadores? ¿Monto una sociedad judío-masónica-secreta para mandar espías recién licenciados a las malas clínicas veterinarias para luego hacer denuncias en masa en la ITSS y los juzgados de los social? ¿Amplío la sociedad secreta a otros sectores maltratados del mundo laboral? ¿Alguna espía voluntaria en a sala?
EliminarMenuda historia. Por desgracia conozco algún caso como el tuyo y ha tocado denunciar y más.... Pero a veces no queda otra.,
ResponderEliminarRespecto a la decisión laboral yo también me encuentro sin posibilidades de empleo, y es que o quieren gente más joven o es una "basurilla" lo que te ofrecen en condiciones y en sueldo y sabes aunque la carrera está muy bien y te apena esos estudios y sueños gastados yo lo cambiaría por la felicidad de tener a mi peque y criarlo con amor y sin prisas. Un besito
Esa es la parte que me puede. He luchado tanto para conseguir mi embarazo que ahora mismo ni me planteo el que vaya a cuidar a mi bebé un desconocido. Primero: no soy un simple recipiente en el que hornear el bebote, también quiero 'moldearlo' fuera. Quiero a mi bebé, quiero disfrutarlo, darle lo que necesite en forma de amor y valores. Pero tampoco quiero que crezca pensando que mamá lo dejó todo por él porque tampoco es así. Quiero que sea una decisión consciente y meditada. Por querer, que no quede ;). Un abrazo :)
Eliminar