Hace ya unas cuantas entregas os hablé de esta aberración traída de lo más profundo de los avernos. Este demonio enloquece-madres y abduce-padres. Este cacharro infernal.
Y sin embargo, el cacharro sigue en mi casa. ¿Por qué? Primero porque, obviamente, tenía que reseñároslo para que os regodearais en mi desgracia pero en segundo y no menos importante lugar, porque Habi lo adora.
¡Oh, si! Este juguete pensado para hacer a nuestros churumbeles adictos a las tragaperras la tiene embelesada. Y eso que el 90% del tiempo se lo tengo escondido y con el sonido en posición off, que una es malamadre y, aunque tengo nervios de acero, tampoco es plan de ponerlos a prueba día si y día también en una de esas pruebas de esfuerzo que tanto gustan al Mozo.
Así que, amado público, por fin ha llegado el día. Con todos ustedes (redoble de tambor) el Juguete Infernal:
El juguete infernal se caracteriza por estar confeccionado al 100% de plástico de los chinos. Se nota en su tacto, terso y brillante. Lo dicen sus colores chillones y la textura traslúcida de sus botones. Te lo gritan las sonrisas de esas tres cabezas mondas y lirondas que asoman por su parte superior.
El juguete infernal sirve para ser apretado, tocado, vapuleado y, pese a que la Habichuela lo ha lanzado varias veces de un lado al otro del salón, demuestra ser indestructible: sigue sonando y luciendo como si no hubiera un mañana.
¿He dicho sonando? ¡NO! ¡Atronando! Y es que el juguete infernal realmente no estaría nada mal y se le podría sacar mucho partido si no fuera por el horrible sonido que surge de sus entrañas. Un gracioso y pizpireto dibujo nos advierte de que la música y los soniquetes entrarán a nuestro salón y se alojarán martilleando nuestros tímpanos. Porque este juguete, damas y caballeros, no tiene regulador del volumen. Y eso es un problema porque, de verdad, no podéis imaginar los decibelios que pueden salir por ese altavoz tan pequeño.
El juguete infernal habla en 'chino mandarín estándar' según sus instrucciones de juego que, curiosamente, vienen en inglés. Apretando algunos botones he logrado ponerlo en un pseudo inglés con acento mandarín de lo más cuqui. Ahora bien: no he podido volver al chino mandarín.
Tiene varias modalidades de juego:
1. El juego de los hámster: se aporrean las cabezas de colores luminosos al ritmo que marca el juguete y, algún día, si das con la combinación adecuada (recordemos que habla en mandarín estándar y yo todavía no lo entiendo bien), te aplaude.
2. Piedra, papel o tijera. La máquina dice e ilumina un botón (piedra, papel o tijera) y tú debes pulsar el que acaba con él (si ha dicho piedra debes pulsar papel y así con todo). Este juego pone a prueba tus nervios porque cada vez va más rápido y además las luces te impelen a equivocarte pulsando el botón que no es. Además, ese acento mandarín diciendo Scissor con una más que evidente sonrisa telefónica no tiene precio.
3. 'Tocar' canciones: ¿qué por qué lo entrecomillo? Pues porque toques la tecla que toques, siempre saldrá la canción correcta. Lo bueno es que el niño puede explorar las variaciones del ritmo y tal pero ni siquiera funciona como piano (que querías Hobbita, si solo tiene tres botones ¬_¬). A ritmo de sonrisas y lágrimas, tinkle tinkle little star y jingle bell (sip, una cuidada selección apta para todos los gustos) puedes pasarte horas entreteniendo a la Habichuela.
4. Diversos sonidos y luces que salen aleatoriamente y no se muy bien por qué (al chino mandarín estandar me vuelvo a remitir). A veces ladra un perro patada (si, un perro patada. Como veterinaria que soy doy fe de que ladran así, sobretodo si les acabas de dar una patada >_<) y a veces suena una cantinela decreciente amenizada con luces de recreativos.
¿Y para qué usamos al Juguete Infernal en esta casa de bien hobbita? Pues básicamente para desactivar Habichuelas furiosas y en bucle.
Si, amiguitos. Reconozco que ODIO este juguete. Tiene todo lo que detesto en un objeto infantil para un niño. No es adecuado a la edad de la Habichuela (la caja pone mucho interés en que no se entregue a niños menores de 3 años), ni educativo (ejem, esto lo voy a matizar: tiene tantos colores primarios que me va a venir fenomenal para reforzar el estudio de los colores con la Habichuela), pone a prueba el matrimonio de los padres a base de ruido y de llevarse al cromosoma Y de la relación al lado oscuro (os juro que al Mozo le encanta aporrear los hámster cabezones, para regocijo de la Habichuela). Sin embargo, si Habi entra en barrena y llora y llora y llora y está pesada y no se duerme.... el Juguete Infernal ES la solución. Se lo enchufas, luce y al instante se queda mirándolo con cara de boba. Si ya encima se lo dejas a su padre, que vive el tema de las luces y el aporreo como si fuera una feria de pueblo, entonces tienes diversión, risas y alegría aseguradas.
Y al fin y al cabo, eso es lo que se pretende con un juguete, ¿no?
Confesad: ¿qué juguete infernal habéis conservado en vuestros hogares porque a vuestros hijos les ha encantado? ¿Habéis tuneado el juguete para poder conservar la cordura? ¿Habeis logrado darle la vuelta y volverlo algo más educativo?
Así que, amado público, por fin ha llegado el día. Con todos ustedes (redoble de tambor) el Juguete Infernal:
El juguete infernal se caracteriza por estar confeccionado al 100% de plástico de los chinos. Se nota en su tacto, terso y brillante. Lo dicen sus colores chillones y la textura traslúcida de sus botones. Te lo gritan las sonrisas de esas tres cabezas mondas y lirondas que asoman por su parte superior.
El juguete infernal sirve para ser apretado, tocado, vapuleado y, pese a que la Habichuela lo ha lanzado varias veces de un lado al otro del salón, demuestra ser indestructible: sigue sonando y luciendo como si no hubiera un mañana.
¿He dicho sonando? ¡NO! ¡Atronando! Y es que el juguete infernal realmente no estaría nada mal y se le podría sacar mucho partido si no fuera por el horrible sonido que surge de sus entrañas. Un gracioso y pizpireto dibujo nos advierte de que la música y los soniquetes entrarán a nuestro salón y se alojarán martilleando nuestros tímpanos. Porque este juguete, damas y caballeros, no tiene regulador del volumen. Y eso es un problema porque, de verdad, no podéis imaginar los decibelios que pueden salir por ese altavoz tan pequeño.
El juguete infernal habla en 'chino mandarín estándar' según sus instrucciones de juego que, curiosamente, vienen en inglés. Apretando algunos botones he logrado ponerlo en un pseudo inglés con acento mandarín de lo más cuqui. Ahora bien: no he podido volver al chino mandarín.
Tiene varias modalidades de juego:
1. El juego de los hámster: se aporrean las cabezas de colores luminosos al ritmo que marca el juguete y, algún día, si das con la combinación adecuada (recordemos que habla en mandarín estándar y yo todavía no lo entiendo bien), te aplaude.
2. Piedra, papel o tijera. La máquina dice e ilumina un botón (piedra, papel o tijera) y tú debes pulsar el que acaba con él (si ha dicho piedra debes pulsar papel y así con todo). Este juego pone a prueba tus nervios porque cada vez va más rápido y además las luces te impelen a equivocarte pulsando el botón que no es. Además, ese acento mandarín diciendo Scissor con una más que evidente sonrisa telefónica no tiene precio.
3. 'Tocar' canciones: ¿qué por qué lo entrecomillo? Pues porque toques la tecla que toques, siempre saldrá la canción correcta. Lo bueno es que el niño puede explorar las variaciones del ritmo y tal pero ni siquiera funciona como piano (que querías Hobbita, si solo tiene tres botones ¬_¬). A ritmo de sonrisas y lágrimas, tinkle tinkle little star y jingle bell (sip, una cuidada selección apta para todos los gustos) puedes pasarte horas entreteniendo a la Habichuela.
4. Diversos sonidos y luces que salen aleatoriamente y no se muy bien por qué (al chino mandarín estandar me vuelvo a remitir). A veces ladra un perro patada (si, un perro patada. Como veterinaria que soy doy fe de que ladran así, sobretodo si les acabas de dar una patada >_<) y a veces suena una cantinela decreciente amenizada con luces de recreativos.
¿Y para qué usamos al Juguete Infernal en esta casa de bien hobbita? Pues básicamente para desactivar Habichuelas furiosas y en bucle.
Si, amiguitos. Reconozco que ODIO este juguete. Tiene todo lo que detesto en un objeto infantil para un niño. No es adecuado a la edad de la Habichuela (la caja pone mucho interés en que no se entregue a niños menores de 3 años), ni educativo (ejem, esto lo voy a matizar: tiene tantos colores primarios que me va a venir fenomenal para reforzar el estudio de los colores con la Habichuela), pone a prueba el matrimonio de los padres a base de ruido y de llevarse al cromosoma Y de la relación al lado oscuro (os juro que al Mozo le encanta aporrear los hámster cabezones, para regocijo de la Habichuela). Sin embargo, si Habi entra en barrena y llora y llora y llora y está pesada y no se duerme.... el Juguete Infernal ES la solución. Se lo enchufas, luce y al instante se queda mirándolo con cara de boba. Si ya encima se lo dejas a su padre, que vive el tema de las luces y el aporreo como si fuera una feria de pueblo, entonces tienes diversión, risas y alegría aseguradas.
Y al fin y al cabo, eso es lo que se pretende con un juguete, ¿no?
Confesad: ¿qué juguete infernal habéis conservado en vuestros hogares porque a vuestros hijos les ha encantado? ¿Habéis tuneado el juguete para poder conservar la cordura? ¿Habeis logrado darle la vuelta y volverlo algo más educativo?
Jajaja, me ha encantado! Sabes lo peor? Que no me parece ni tan infernal!!! Supongo que porque desde aquí, no se oye! jajajaj! Nosotros hemos tenido teeela de juguetes infernales, mis padres son muy de chinos plasticosos y escandalosos, así que tenemos (o hemos tenido) una amplia selección de juguetes infernales, pero creo que el peor, un pianito de animales que no tenía tecla de off ni volumen....mortal! Ah, y un móvil chino de melodía atronadora y tremendamente adictiva que te dejaba tooodoo el día cantando: wachiwuuuu, a wachi wachi wuuuu, pin don seeeei, a pindon pindon seiiii! (a lo mejor estoy diciendo: maldito niño, cállate yaaa! ;) A sufrir el juguete infernal lo mejor que podáis!
ResponderEliminarEl Mozo ya ha organizado un casino con el Juguete Infernal, la Tienda Circo de IKEA y el Pulpo Musical en el papel del dueño mafioso. Brutal.
EliminarJajaja. Yo también he tenido el piano que dice Luli, al menos encaja con lo descrito, nada de botón OFF ni volumen, ni nada, a sufrir!! Y también tenemos por casa una guitarra infernal, con dos melodías que suenan en bucle, que tampoco tiene regulación del volumen. Al menos sí que tiene botón de apagado y bollito puede deleitarnos con el simple sonido de las cuerdas. Gracias al cielo, no le hace mucho caso!! >_<
ResponderEliminarJajajajaja! Veo q es un clásico de los chinos! Mas abajo también lo tienen!!
EliminarY las luces?? Por mi casa ronda un chinopianotren que abrasa las retinas. Queda prohibido su uso en interiores. Sólo se puede usar en exteriores en días soleados. Y también tenemos un llavero con teclas múltiples ultrasensibles sin botón de apagado que me persigue por la casa y siempre acaba donde yo me voy a sentar (con lo q lo enciendo con el culo) o escondido por donde voy a pasar (y debe tener detector de movimientos también), especialmente cuando el niño está durmiendo. Por supuesto le encanta... Y qué hicimos? Llevarlo para la casa de la abuela! XD
ResponderEliminarEn este caso no gasta luces de la m30, menos mal porque si no, lo tendría todo el bendito juguete. De este no nos deshacemos q desactiva Habichuela!
EliminarAlguno ha pasado por casa, es inevitable que alguien te regale alguno sin mala intención o con intención de venganza por aquel regalo que hiciste...
ResponderEliminarRecuerdo alguno como uno de animales de granja que, al menos, tenía para regular el.volumen en alto/muy alto, ahora lo ha heredado mi sobrina ����
Noooooo!!!! Sabes que los padres de tu sobri están planeando ya la venganza, verdad?
EliminarAmeee este post, me he reído tanto. Es que yo también viví algo parecido con un teléfono con ruedas, donde sus teclas producían los ruidos mas molestos que el Tierra pueden haber. Lo más terrible es mi hija lo amo :(, Lo siento dije un dia de estos, se quedará en silencio por un lago tiempo, arriba de un closet. Lo bueno es que la memoria es frágil, ya se encanto con una torta de donas de colores, no emite sonidos y es blandita para morder :)
ResponderEliminarHasta que un día, cuando entre en bucle, lo desempolves para tener un rato de paz. Con mogollón de decibelios, si. Pero pacíficos 😂
EliminarMi peque tiene un escarabajo/mariquita de vtech que es un horror y ella adora. Canta canciones y sin sentido alguno va aumentamdo la velocidad y ritmo de la canción volviéndote cada vez más loca. También muy alto el volumen y sin poder regularlo (pero porqueeeee son tan cab--- los fabricantes??). He intentado en varias ocasiones poner encima del altavoz algo y fijarlo con capas de esparadrapo (consigo dismimuir algun db) pero la peque enseguida lo descubre y se entretiene quitándolo.
ResponderEliminarCielos!! Conozco ese escarabajo!!! Lo tiene la hija de Mami Reciente!!! "Cuando voy cada tarde a paseaaaaaar, se que mil amigos voy a veeeeeer". Pero el suyo no canta tan alto como el Juguete Infernal. Hazte a la idea de lo que tengo en casa xD
EliminarNo te quiero como vecina. He dicho. Jajajaja
ResponderEliminarBueno, da gracias a que ese juguete apareció en tu casa, su cometido antirabietas es la leche.
Por cierto, no lo había visto jamás.
Besos
La verdad es que como aplaca-Habichuelas es la hostia!
EliminarMmmmm. Debería hacerme con otro para el coche...
Madre mía... si es que a los niños cuando les da por algo pueden llegar a ser hasta cansinos... el juguete tiene pinta de ser un martirio chino.
ResponderEliminarUn besito
A los niños y a los Mozos!! XD
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe he desternillado de risa, la poca gracia que te hace el juguete lo compensa la gracia con que lo cuentas.
ResponderEliminarAquí hemos tenido un juguete cansino, pero no infernal, justo porque se regula el sonido y tiene 3 niveles de aprendizaje y es muy variado, lo infernal vino con la p... canción del abecedario, tiene 9, pues a Pirata sólo le molaba esa, daba a los botones e iba cortando el inicio de cada canción hasta que salía esa y para colmo es pegadiza y te pasas el día recitando el abecedario. Lo nuestro es un tren de fisher price y mola, te lo recomiendo, le va a gustar y no truena!
XD... No tengo muy claro si quien regala algo así, nos quiere o nos odia.
ResponderEliminarHay amores que matan xDD