Todo va a ir bien :)

No he tenido fuerzas para escribir estos días y es que han pasado muchas cosas. 

Para empezar, estoy embarazada. Intento repetírmelo todos los días un par de veces (al menos). No sé que le está pasando a mi subconsciente que es como si estuviera tratando de ignorar la situación. Tanto es así, que después de mas de un año tomando religiosamente mi ácido fólico, cada día con más desgana, hoy se me había olvidado tomarlo. Me lo he tomado tarde y me ha hecho reflexionar sobre el asunto ¬_¬.

Estoy embarazada. De muy poquito. Apenas 6 semanas, según las aplicaciones de internet. 

El viernes estuve de médicos. Fui a mi doctora de cabecera que se alegró, me contó su caso personal para quitarle hierro a mis miedos. El miedo no me lo quitó pero salí risueña de la consulta. Una, que le gusta hablar más que a un tonto un lápiz. Luego me derivó a la enfermera que tenía hueco y ya que estaba por allí, pues me quedé para que me atendiera. Tensión, peso y altura. Conclusión de la consulta: he encogido 4 cm. La enfermera ya me dio cita para la matrona. El martes la veré por primera vez. También tengo ya la cita para obstetricia, pero es dentro de más de 1 mes, así que decidí seguir con mi plan de hacer el seguimiento doble. Va contra mis principios pero ya sabe lo que dicen: 'Si no le gustan mis principios aquí mismo tengo otros'.

A mediodía fui a mi ginecólogo habitual que también se alegró. Fue el que me diagnosticó el aborto diferido y bueno, aunque me ha asegurado que esta vez no tiene porqué pasar nada, me ha dado cita para la primera eco la semana que viene. Dice que no verá nada seguramente, que estoy de muy poco, pero que me lo tome como una prueba de embarazo visual, para ver que todo esté en su sitio y no haya nada raro. Luego hablamos de mi situación laboral porque me recomendaba encarecidamente que, aunque en principio no tiene que pasar nada, me tenía que coger la baja (ya sabéis, soy veterinaria y el toxoplasma, los rayos X, los citotóxicos y los rottwailers de 40 kg furiosos poco colaboradores no se llevan bien con el embarazo

Esa es otra. Mi situación laboral.

Tengo pendiente hablar de ello pero aún no sé como darle una forma apropiada. Trataré de resumirla brevemente: yo trabajaba, como la gente de bien, para un empresario que no era tan de bien y que, por no cumplir, no cumplía NADA del estatuto de los trabajadores. Llegué allí con un contrato de media jornada, en prácticas, con promesas de formación y un sueldo minúsculo (pero claro, los cursos ofrecidos lo compensaban de largo). A la hora de la verdad, trabajaba 41h de lunes a sábado, de encargada en un consultorio con una ATV a mi cargo y los cursos de formación los haría en mis días libres. Además, no tendría 30 días de vacaciones si no solo 15 porque 'Darte días extra significaría tener que despedir a tres de tus compañeros'. Disculpe, ¿días extra? ¡Son mis dias!

Aguanté 6 meses para ver el percal en toda su magnitud y decidí denunciar en inspección de trabajo y reclamar el cumplimiento de mi contrato laboral. Al día siguiente estaba despedida (obvio) así que le denuncié. 

2 años después, no me arrepiento. Si que os diré que no es para unas prisas, no. De momento he ganado 2 juicios. El primero lo recurrió y con el segundo la sentencia ya es firme. Mi despido es nulo (y me enteré el jueves pasado) y queda la readmisión y el pago de los salarios de tramitación atrasados. La respuesta de este señor (por llamarlo de forma educada) llegó el viernes en forma de burofax. Por si no tenía ya suficiente, me manda un burofax (prueba jurídica) diciendo que no me piensa readmitir. La verdad es que mi abogado flipa. Dice que no entiende quien le está asesorando, con lo facil que sería readmitirme, esperar el tiempo estipulado y hacerme un despido improcedente de pleno derecho. O_o. El caso es que este lunes nos toca volver a demandar y el tema no sé cuánto podrá alargarse. ¿Lo volvería a hacer después de esta experiencia? Si, sin ninguna duda. Son nuestros derechos laborales y esos malos empresarios son los que hacen una verdadera competencia desleal hacia los buenos empresarios (que haberlos, haylos, ya os lo digo yo). 

Total, que el viernes estaba yo pelín aterrada con la perspectiva de tener que volver a empezar de 0 cuando ya me habría tocado terminar (mi fecha prevista de parto del embarazo anterior era en agosto). Pinchazos, botes de orina, ecografías. Es pensar en la ecografía y se me revuelve algo por dentro. Y para colmo me llega un burofax en el que me dicen que gracias por haber llegado hasta aquí pero que se van a limpiar el culo con la sentencia. Así que por la tarde me lié la manta a la cabeza y me fui de terrazas con mis amigos. Cuatro de ellos ya sabían la noticia y otros cuatro no. Me lo pasé genial, me divertí y me despejé.

Hoy mi suegra me ha llamado para hacerme una pregunta trascendental: 

- '¿Y la vagina? ¿Está bien? ¿Te pica?'. 

Es muy mona ella, y mira que yo soy burra, pero me ha dejado a cuadros. 

Así que, tras esta semana surrealista (en realidad estos tres últimos días surrealistas) creo firmemente que, pese a los miedos, va a ir bien. Todo va a ir bien. Es de justicia.