6 meses

El tiempo vuela y mi bebé va quemando una etapa detrás de otra. 

La Habichuela está en una etapa divertidísima pero también agotadora. Si a eso le sumamos la casa nueva, con su polstergeist cagón y sus chapuzas, apaga y vámonos.

Y es que Habi es una adelantada a su tiempo (o al menos eso me dice todo mi entorno). La semana pasada se sentó ella sola. Al principio como un tentetieso. Toda la tarde se pasó perfeccionando la técnica, orgullosa de sus progresos y por la noche ya se mantenía sentada perfectamente. 

Dos días después, Habi gateó.
Si. Así. Pasó de estar sentada a gatear con toda la naturalidad del mundo. Y de nuevo, todo el día se pasó probando y practicando. Por la tarde ya se desplazaba por todo el salón persiguiendo una pelota, alcanzando algún juguete, intentando chupar a la Perrucha Chucha... Lo normal en un bebé que no llega a los seis meses O_O. Ahora lleva unos días muy frustrada porque pretende ponerse de pie. Ahí tengo que reconocer que si que trato de evitarlo porque su técnica consiste en agarrarse a algo o a alguien y tomar impulso. Como comprenderéis, sale disparada hacia delante. Si lo hace sobre mi pierna la freno con las manos pero ayer me la encontré agarrada al somier de la cama (de hierro del bueno, del duro-duro) intentando repetir la hazaña. La paré justo a tiempo para que no se arreara el cabezazo del siglo >_<.

Lo mejor de todo es esa cara de orgullo que pone cuando consigue algo. Todas las noches se activa antes de dormir y nos obsequia con un poco de gimnasia nocturna. Básicamente me apaliza. Me intenta escalar, mamar en las posturas más increíbles lo que acaba generalmente con mi pequeña lamprea arreándome un cabezazo en una teta, aferrada con las uñas al otro pezón y dando botes con el culo a la vez que emite sonidos de orangután. Es tan bello, snif, snif :').

El Mozo está sufriendo también sus embistes. ¡Hace unos días descubrió que papi también tenía pezones! No veas que cara de felicidad puso. ¡Y ale! A amasarlo con esas uñas del infierno. ¡Qué bote dio el Mozo y que risa me dio a mi, que soy malvada por naturaleza xD!. Además, al Mozo le hace mucha gracia que la niña le chupe la nariz y la enseña a 'atacar' cual piraña. Ya verás que risa me va a dar el día que la Habichuela tenga su primer diente. Por el momento, el papá anda con un chupetón en el ojo, bien grande y bien morado que le hizo esta pequeñuela hiperactiva que tenemos por hija. 

Habi está muy divertida y ya mismo empezamos con el blw. Tuvimos una pequeña aproximación hace unos días, que nuestros amigos se pusieron muy plastas en una barbacoa (ya os contaré) pero bueno. Supongo que es lo que toca. 

Habi ya ha tenido contacto con el agua. La hemos llevado al campo y le gusta mucho. Nosotros lo hemos disfrutado de otra manera. Más tranquilos, sin caminatas extenuantes, metiendo los pies en la orilla de los ríos. También la hemos llevado a la piscina y nos atrevimos a meterle la cabeza debajo del agua. Pobre, menudos papis le han tocado. No lloró nada de nada y volvió bastante relajada a casa.

Su repertorio de sonidos ha aumentado y eso permite una 'comunicación' materno filial algo más fluida. Parece mentira pero efectivamente, ya se interpretar casi todo lo que le pasa. Algunas cosas tienen solución y otras no.

También estamos atravesando una crisis de crecimiento. Habi está muy demandante de teta pero cuando se la ofrezco se le olvida que la había pedido porque se distrae con una monja. Eso hace que acabe entrando en bucle de llantos porque tiene hambre o sed y, por algún mágico misterio de la naturaleza, esas sensaciones no se calman tan rápido como antes ¬_¬. Eso a mi me acaba causando agotamiento mental: todo el día con la teta fuera, la niña mohína y peleona y yo saber que lo único que necesita es hacer una toma larga que ella se empeña en no hacer. Sin embargo, la entiendo. ¡Hay tantos estímulos fuera y son todos taaaan chulos!

Así que así estamos. Estos seis meses han supuesto un avance en su motricidad increíble. Mi niña ya no es tan frágil y a mi me ha dado un respiro el poder dejarla en el suelo y observarla desde las alturas. Cierto que ahora tenemos que estar mucho más pendientes y más con la casa en pseudo-obras/mudanza pero yo me siento más descansada, la verdad.

Los siete meses se presentan apasionantes: empezamos con la alimentación complementaria.

¿Cómo van vuestros retoños? ¿Recordáis los seis meses como un punto de inflexión en el desarrollo de vuestros hijos?

Con esta entrada el blog se despide hasta septiembre. Tenemos que terminar la mudanza y vamos a intentar irnos unos días de vacaciones pero volveré con fuerza.