Evento Madresfera: #PapásDodot

El lunes 6 de febrero, la Hobbita se lió la manta a la cabeza, agarró a la Habichuela por banda, que estaba un poco petarda, y se recorrió un cachito de Madrid en metro para llegar al evento que Dodot y Madresfera habían preparado para la ocasión. 

Llegué pronto. ¿Por qué? Pues mira. Es que la Habichuela tiene un momento del día particularmente petardo pero que no siempre coincide a la misma hora. Se debe a que está mohína (digo yo) así que, viendo que no hacía carrera de ella, media hora antes de lo previsto (hora zulú), agarré los bártulos y me lancé al frío como si no hubiera un mañana (todo vale para que deje de berrear). El viaje en metro me lo hizo pagar con bien de calor pero la Habichuela se calma con el cambio radical de ambiente así que mira, eso que nos llevamos. 

Una vez en el lugar del evento, pude soltar a mi pequeña fierecilla y en un momento se hizo con todos los presentes. A los animadores les quitó un globo y se lo intentó comer (se mascaba la tragedia pero afortunadamente no explotó) y le pidió bracitos a todo el que pasaba por allí. ¡Hasta nos hicieron fotos y, sin que sirva de precedente, os las voy a adjuntar! :p. Así veis mi cara de payasa participando mientras doy teta XD

¿Y por qué se organizó este evento? Querrás saber. Pues porque Dodot ha hecho un estudio sociológico sobre la paternidad (con P de Padre, de Mozo, de Costillo, de Maromo...) y ha constatado que nuestra generación va cambiando. Que los padres de hoy se implican en el cuidado de los hijos (aunque ya hemos hablado en este blog varias veces de que no tanto en el hogar, ejem).

Con esta afirmación, yo particularmente, estoy de acuerdo. El Mozo cuida a la Habichuela exactamente como la cuido yo (obviamente menos horas porque está trabajando). Jamás tuerce el gesto si hay que ocuparse de ella, toma la iniciativa para vestirla, cambiarle el pañal (excepto si es sábado por la mañana y es hora de remolonear), darle de comer o jugar. Además, reconozco que sus juegos son mucho más divertidos y estrambóticos que los míos y que le está enseñando cantidad de cosas a base de risas y hacer el borrico. Ojo cuidao: yo también hago el borrico :p.

Del estudio se desprenden varios datos que me parecen muy positivos:

- El 85% de los padres cambian habitualmente el pañal a sus hijos y el 65% lo hacen a diario. 

Durante la mesa redonda que se organizó, los padres allí presentes confesaron que, pese a las reticencias iniciales, reconocen que el cambio de pañal es un momento íntimo y hasta divertido (siempre que no te ataque un tsunami de caca, of course). Les gustó no sentirse unos frikis por admitir que les gustaba cambiar el pañal. En esto doy fe de que al Mozo los 'no padres' le han mirado raro cuando decía que le gustaba el olor a yogur de las caquitas de su bebé (morid de amoL escatológico, ou yeah!) pero es que es una realidad: al Mozo le encanta cambiar a la Habichuela. Le ha inventado canciones desde el primer día, la entretiene y cuando estamos los dos en el cambiador, hacemos un tandem de lo más gracioso.

Me resulta curioso que, para los entrevistados, cambiar 2 o 3 pañales a la semana ya es considerado 'habitualmente' pero bueno. Yo ahí lo dejo ¬_¬.

- El 83% de los padres reconocen que juegan a diario con sus hijos.

¡Lo que me resulta increíble de este dato es que no lo haga el 100%! ¡Si es lo mejor de la crianza! Pero bueno, de todo tiene que haber en la viña del Señor. El Mozo juega, retoza, canta y la está enseñando a ser piloto de cars a bordo de una moto de Chico. Sip. 

- El 64% los visten o desvisten y el 62% los acuesta o les da de comer.

En nuestro caso, estas tareas están repartidas al 50%. Lo de comer obviamente con la excepción de la teta pero es el Mozo el que ha instaurado el término del 'repostaje en vuelo', del que os hablaré en próximos post :p. Y lo de vestirla y desvestirla sale de él también. Nuestra rutina nocturna es que él va poniendole el pijama y yo mientras preparo las tetas para recibir a mi pequeña piraña muerta de sueño. Habéis leído bien: preparo las tetas. Las preparo mentalmente para lo que les espera por la noche (también os hablaré de esto en próximos post).

- El 54% de los padres reconocen que querrían pasar más tiempo con sus hijos. El 40% considera que concilia adecuadamente.

Este fue el dato que más nos sorprendió a todos para mal y se debatió en la mesa redonda. Por un lado, si un 54%, más o menos la mitad, reconocen querer pasar más tiempo con sus hijos, extraemos que a prácticamente la otra mitad no les apetece un culo. Y esto está mal porque los hijos siguen siendo una responsabilidad de dos y no se tienen hijos para un ratito (es mi opinión de hija que tuvo un papi progre al que se le fue pasando lo progre con la edad U_U).

Y un punto que remarcó Adrián Cordellat, bloguero de 'Un papá en prácticas' es que le resultó chocante que el 40% admitieran que su vida laboral y familiar está conciliada cuando, si abrimos esa pregunta a las madres, ni un 5% te admitirá que concilia bien. En mi opinión este dato se debe a lo que decía más arriba: jugar con los hijos les mola mucho pero hacer la casa no tanto lo que ya tratamos aquí y aquí.

Hobbita en desacuerdo con eso de que los papis concilian

- 3 de cada 4 padres considera que están más implicados en la paternidad que sus padres.

De nuevo, estamos de acuerdo porque la verdad, la generación de nuestras madres era especilita para ello. Y la de nuestras abuelas ni os cuento. Mi caso es que ha sido un poco particular: mi padre se cogió un permiso sin sueldo de la época para quedarse 3 meses en casa conmigo, me llevaba a la guardería a hombros, me hacía vídeos, dibujos y caricaturas. Lo que pasa es que, en algún momento de su vida, algo le hizo click y se jodió el asunto pero bueno: ahí estaba la voluntad. De nuevo, mi padre, en lo de hacer tareas de la casa, ni el huevo, oiga. 

Después del coloquio, nos hicimos fotos, nos tomamos algo de comer (yo hice de reciclaje de todo lo que la Habichuela iba probando, tan feliz) pero enseguida nos tuvimos que recoger porque Habi estaba muy cansada y estaba llorosa y mohína de nuevo.

Y eso que durante la charla se portó fenomenal. Con los animadores no se quiso quedar y yo ya me estaba temiendo que me pasara factura y no me pudiera enterar bien del debate pero nada de eso. La dejé en mitad del pasillo con el bolso de desigual de mi madre y tan entretenida estuvo con cremalleras, remaches, colores y texturas varias. Un bolso sensorial en toda regla, ¡oiga! Y para que no penséis que os miento, ahí os dejo una foto de la criatura con el nuevo descubrimiento hobbito para entretener Habichuelas.

¿Cómo es la relación paterno-filial en vuestra casa? ¿Están los papás de vuestro entorno concienciados con el cuidado de los hijos? ¿Toman la iniciativa o se dejan llevar? Padres que me leen (ejem, Papá Cavernícola, creo que eres el único, snif U_U), ¡pronunciaos!