La Hobbita está hecha un higo

Cuánto tiempo sin pasarme por aquí, ¿verdad?

Y es que, como dice el título del blog, este embarazo no está siendo todo lo bueno que debería, físicamente hablando. Ahora que me he abonado al equipo del Cariban puedo empezar a sentarme a escribir pero la verdad es que cuesta. 

Cuesta porque Habi no para. Está en una edad en la que todo es movimiento, alegría y alboroto (bueno, y momentos drama queen también, no vayamos a mentir) y a mi lo que me apetece es derrumbarme en el sofá, lánguida cual damisela victoriana con corsé y mirar al infinito. FIN.

Y es que entre vómitos, una cadera chunga que me hace andar como el Pingüino, vértigos, mareos, ardor (si, empecé con ardores a las 8 semanas escasas) la verdad es que no tengo demasiado sentido del humor y, sinceramente, venir aquí a contar desgracias, no mola. Bueno, quien dice desgracias dice explicar como es mi vida abrazada a un water con una Habichuela que me mira atenta desde el quicio de la puerta y me pasa trozos de papel del culo. Sip. 

Por otro lado, mis primeras visitas a ginecólogo y matrona no han molado. #2 está bien, no vayáis a asustaros pero a mi me sueltan cada perla que, sinceramente, voy sin ganas cada vez que me toca. Ya os contaré pero os adelanto que me toca empezar a hacer una búsqueda activa de un equipo médico que esté a la altura, entendiendo por estar a la altura, un equipo médico que abogue por el parto respetado y por no adelantar acontecimientos. Que si, que me diréis que tengo la suerte de estar en los Madriles y que otra cosa no, pero que aquí variedad hay a porrones. La cosa es que yo me quejo. Primero porque no tengo apenas tiempo (ni ganas) de ponerme a hacer trabajo de investigación y segundo porque, joder, no debería ser así. Debería llegar y encontrarme un equipo actualizado que para eso son los profesionales. No puede ser que cada vez que quiera hacer algo en la vida (desde cambiar una cisterna del water a parir) tenga que hacerme un máster acelerado vía Youtube (esa Universidad de la vida donde aprendes a cambiar una persiana, quitar gotelé, hornear un pan o como debería ser un parto).

Lo bueno de todo esto es que el Mozo empezó ayer la jornada intensiva con lo que llega relativamente pronto a casa (relativamente porque no hay forma de conseguir que se levante pronto el muchacho y claro, la hora de entrada repercute en la hora de salida) y se encarga alegremente de Habi para que yo pueda hacer lo que os contaba en el tercer párrafo: yacer lánguida cual dama victoriana.

Mi esperanza es que en un par de semanas este malestar se vaya pasando y vuelva a ser la Hobbita vigorosa de siempre. Que hay un cuarto de Habichuelas que preparar y muebles que comprar. Y es que empieza oficialmente la época de reformas en Mordor, que ya es verano y hay que aprovechar que todos los vecinos se han puesto a contratar obreros como locos (ergo hay contendores a tutiplen brotando cada 5 metros en mis dominios, jijiji).

Seguiremos informando. 

¿Tuvisteis un buen comienzo de embarazo? ¿O también tuvisteis que claudicar y vivir pegaditos al water y al cariban?