Visita a la matrona (i)

Del seguimiento de este segundo embarazo he hablado poco porque todavía estoy asimilando y tomando decisiones acerca de lo que me está pasando. Vamos a ver si consigo poner un poco de orden y contaros lo que me he encontrado en este primer trimestre de gestación. 

Para empezar ODIO Mordor. No se si os lo había dicho ya. Resulta que mi centro de salud es 'pequeño' así que no tienen matrona. Total, que me han asignado una matrona donde Cristo perdió el gorro, a más de media hora en autobus, perdido entre chalets de los que no sale nadie. La primera (y por el momento última consulta) no empezó nada bien. ¿Por qué? Pues porque después de peregrinar hasta allí, con una Habichuela poco colaboradora en la mochila, con un calor que te mueres y bastante malestar por los vómitos, la matrona salió y preguntó por una tal Teresa (que obviamente no era yo). La matrona me preguntó si estaba citada y le dije que si (me habían citado esa misma mañana junto con los análisis de sangre). La matrona me dijo que era imposible porque no tenía más pacientes que la tal Teresa. Le dije que a mi me habían dado la cita esa misma mañana y que a lo mejor no se había actualizado el sistema pero que por favor me atendiera. Me dijo que solamente lo haría si no se presentaba la tal Teresa. La tal Teresa nunca se presentó porque resulta que mi cita la habían expedido a su nombre, una señora de más de 70 años (probablemente la que estaba justo antes que yo en la fila). Pues me tuve que poner borde para que me atendiera, al borde del llanto.

Bueno, al final me pasó porque 'seguramente esta tal Teresa no sea mi paciente, con 70 años' pero ya habíamos empezado mal. Yo cabreada, cansada, Habi mohína y petarda y la matrona que empieza diciéndome:

- Pues esta niña lo va a pasar fatal, con lo apegada que está a su madre. 

Que vamos a ver. No me conoces. No sabes como es mi hija (que ya sabéis por lo que os cuento que es tirando a independiente no, lo siguiente), si tiene un mal día, si está enferma.... Y desde luego, lo que menos necesita una madre embarazada de su segundo churumbel es que le digan contínuamente lo terriblemente mal que lo va a pasar la hermana mayor. A mi, perdonadme pero es que estas cosas me cabrean muchísimo. Además, que pienso que a fuerza de repetirlo siempre delante de los niños, algo acaban captando los susodichos, aunque sean tan pequeños como la Habichuela. 

Lo siguiente que me preguntó fue la edad de la Habichuela y la fecha de última regla. Y entonces me soltó otra perla:

- Bueno, pues ya sabes que te vas a otra cesárea programada. 

- No, no tiene por qué. Esperemos a ver como se desarrollan los acontecimientos, ¿no? Que estoy solo de 8 semanas, no sabemos si estará en podálica, si tendré placenta previa, o preeclampsia o CIR o cualquier otro problema.

- ¿Como que no? No has esperado apenas nada para volverte a embarazar así que con ese historial ningún ginecólogo va a arriesgarse a que se te rompa el útero. 

- ¿Como que no he esperado? ¿Si la anterior matrona me recalcó que, para que el parto fuera seguro, tenían que pasar 18 meses entre partos y van a pasar 23?

- Yo no se quien te ha dicho eso pero eso no es así. Asume que te van a hacer otra cesárea y punto. 

Y tras sentar cátedra me empezó a recomendar un montón de cosas sin sentido, como que me pusiera medias de compresión en pleno verano en Madrid porque 'no dan tanto calor como piensas (los cojones, treinta y tres) y así no salen varices' y me preguntó que si tenía dudas. 

Casualidades de la vida si, tenía una duda. Puede parecer una gilipollez pero me preocupa mi cicatriz de la cesárea de Habi. Y es que media cicatriz está perfecta y la otra está hipertrófica así que le pregunté porque me preocupa que cuando la piel se empiece a estirar aquello empiece a picar como si no hubiera un mañana. ¿Me respondió a la duda? No, pero se permitió emitir el tercer juicio de valor:

- Mira, chica. Es que os empeñáis en no cuidaros las cesáreas y luego pasa lo que pasa. Pues eso ya no tiene arreglo. 

O_o

Vamos, que ni entendió que mi pregunta no iba hacia la estética ni respondió si me podía echar algo. Simplemente me dijo que la cicatriz hipertrófica era culpa mía porque no la había cuidado convenientemente. Sin preguntarme como la había cuidado, ni observar que la mitad de la cicatriz está perfecta y sin comprobar que en el brazo tengo una cicatriz, también hipertrófica, porque es que en mi piel pasan estas cosas. 

Por último me tomó la tensión y me pesó (65 kg).

- Pesas un kilo menos que en el anterior embarazo.

Que lo podría haber dicho a título informativo pero a mi me sonó a reproche también, no se por qué. Tampoco me parece descabellado kilo arriba kilo abajo teniendo en cuenta que son básculas distintas, ¿no?

Así que, de esa visita salí muy decepcionada, muy cansada, muy harta y con una sensación de pérdida de tiempo brutal (foraparte de la perpétua sensación de ser juzgada en mis decisiones adultas). Porque sinceramente, para que me pesen y me tomen la tensión, ¿me tengo que ir hasta allí a aguantar a esta señora? ¿En serio no me lo puede hacer la enfermera de mi centro de salud y apuntarlo en mi fichita?

Mi antigua matrona se ha ofrecido a llevarme el embarazo y la verdad es que me lo estoy pensando. Porque entre unas cosas y otras tardo casi lo mismo en llegar a Hobbiton, porque luego puedo comer con mi madre y porque esta tipa no me ha gustado un culo. Sin embargo, no he gestionado nada así que a mediados de agosto me toca la segunda consulta con ella. 

¿Cómo fueron vuestras matronas? ¿También os sentisteis juzgadas como madres y como embarazadas? ¿Tuvisteis que luchar mucho para conseguir un PVDC sin que os trataran de locas?