El destete nocturno (III)

Tras una semana parados en el cuarto de Habi, una semana en la que no hemos hecho NADA por pura vagancia hobbita, hemos retomado las 'obras' y ahí nos tenéis: mazo en mano (el Mozo) y destornillador en mano (Hobbita), destrozando muebles y sacando herrajes de las paredes. Todo esto os lo anticipo porque nos ha llevado a dividir la semana en dos momentos críticos:

1. Momento vagancia: todo seguía igual. Mozo al colchón con la Habichuela y Hobbita a la supercama de 2 metros, cómoda y maravillosa a dormir cual reina (jijijjiij). Bueno. Esto ha salido bien días de los 7 de la semana. Otros dos, el Mozo no fue capaz de calmar a la niña, que entró en crinos y acabamos calmándola en la teta, en la supercama de 2 metros donde acabé, no me preguntéis como, arrinconada en un extremo chiquitito, sin almohada, clavándome el agua de la niña y con el Mozo que de pronto se volvía sordo a las demandas del retoño. 

Que no se si esto les pasa a vuestros mozos pero el mío, si está en el cuarto con Habi, la oye moverse y se levanta cual madre en pleno postparto, como un resorte, presto a atender a su bebé con agua, leche, cambio de pañal o lo que se tercie. Eso si, como estemos en la cama grande los tres, ya puede estar Habi en pleno berrinche berrinchoso que ni la oye ni la siente. Ahí está él, ceporro perdido (sin almohada y en la otra esquinita de nuestra mullida plaza de toros, tampoco es que vaya a estar muy ancho el muchacho) y si acaso tiene a bien despertarse cuando ya la niña se le sube encima a las 9 de la mañana a pedirle el desayuno con vehemencia. 

2. Momento destroyer: es un hecho. Yo desmonté hasta donde pude pero luego llegamos a un punto en que los herrajes ocultos, el peso y envergadura del mueble hicieron imposible para una Hobbita de bien embarazada seguir desensamblando tablas. Entonces entró el Mozo en acción. Cual leñador sin camiseta, armado con un buen mazo y un cincel gordo, en pantalones cortos y deportivas viejunas, enfundado en gafas de protección (supersexi el cuadro, oiga, ¬_¬), dijo.... ¡BANZAIIIIII!!!! Y el mueble voló por los aires.

Así que ahora tenemos un cuarto con astillas y tableros, el colchón levantado contra el armario y la imposibilidad de dormir en él. Por lo tanto, hemos vuelto todos a la habitación, con la intención de seguir en el punto del destete nocturno. Y el caso es que estas dos últimas noches se nos ha dado superbien el asunto. Habi ha dormido prácticamente del tirón, la teta la pide pero con apenas 10 segundos (y soborno posterior de biberón de leche) se calma y sigue durmiendo. 

¿Está siendo esto un destete nocturno? 

Ñeeeee. Tengo mis dudas. La realidad es que al final suele tomar entre unas cosas y otras, una toma en mitad de la noche. Lo bueno es que no es como estaba siendo antes, que dicha toma la ponía como una moto. No. Ahora la toma vuelve a funcionar y la relaja y calma para seguir durmiendo. 

¿La conclusión? Hemos vuelto a descansar bastante bien en esta casa, el cuarto va viento en popa a toda vela (aunque calculo que le queda un mes largo de trabajo) y estamos todos bastante más contentos.

Por lo tanto: el como te enfrentes al sueño de tu bebé es algo que incumbe exclusivamente a los padres y al bebé. Lo digo porque en mi entorno son bastante respetuosos pero lo del colecho no lo entienden y no paran de dar el coñazo día si, día también. A mi me resbala bastante pero hay gente que se altera más. Keep calm, que diría el meme: lo importante es que al final estéis descansados vosotros, no ellos. 

¿Qué os parece nuestra técnica poco ortodoxa por y para el descanso en esta casa hobbita de bien? ¿Fue el sueño una de las cosas de la crianza que 'os quitó el sueño'? <--- chistaco xD