11 meses

La Habichuela cumplió ayer 11 meses y no tuve tiempo para dedicarle una entrada. La razón fue buena: nos pasamos el día fuera de casa, explorando, jugando, explotando este milagro que es la vida.

No me puedo creer que hayan pasado ya 11 meses y que empiece la cuenta atrás para el primer cumpleaños de mi bebé. Se me hace tan irreal, tan imposible... Y sin embargo, ahí está mi niña, durmiendo junto a su ceporri padre después de darme una noche de esas que hacen que te desveles a las 7 am y decidas que es un gran momento para escribir. 

Habi ha cumplido 11 meses y casi ni me he enterado. Si algo tengo que reseñar hoy es el cómo el tiempo se ha vuelto relativo y se ha acelerado hasta un punto imposible. 

Sin embargo, han pasado nuevas cosas, se han alcanzado nuevos hitos. 

Con respecto a la motricidad, poco más que añadir. Bueno, miento: la Habichuela ya no solo anda perfectamente si no que empieza a darse carreras y, atención, a escalar. Si. Ha heredado los genes escaladores de mi tía C., se han combinado con la rapidez para andar de mi tía V. y el resultado es un mono cafre que no entiende de peligros y que me trae de cabeza. Se sube al respaldo del sofá empujándose con esos pinreles que tiene, se sube a la escalerilla plegable para intentar descolgarse por el otro lado y, si estoy sentada en el sofá, se agarra a mis piernas cual aguililla y escala hasta mi regazo con esfuerzo y pasión. Esto nos ha dado algunos sustos y, concretamente uno de ellos se saldó con un buen coscorrón después de que, tras escalar el sofá, se dedicara a saltar encima muy feliz de la vida ella. Claro, el sofá acabó despidiéndola con un mortal a delante con doble tirabuzón y yo no acerté a pescarla en vuelo como suelo hacer otras veces. Y es que, amiguitos, creo que podría dedicarme al rugby profesional, tal es mi nueva habilidad de pesca en vuelo de Habichuelas asilvestradas pero hasta las estrellas fallamos a veces U_U.

Por otro lado, y como diría Lucía de Planeando ser padres, se me ha escacharrado el mecanismo de sueño de Habi. Yo, que me jactaba de poder dormir perfectamente y de que lo que más me hacía sufrir era no poder comer caliente, retiro mis palabras. Llevamos semana y media que.... ¡madre de Dios! ¡Qué semana y media! Algo dentro de mi guarda la esperanza de que esto mejore pero no solo no soy capaz de dormir más de dos horas seguidas si no que llevo dos días desvelada y no puedo ni conciliar el sueño por la noche ni conciliarlo por la mañana. Y es que Habi se despierta a gritos, da patadas, golpes, se atraviesa en horizontal sobre la cama, exige teta y no la suelta, de vez en cuando me arrea un bocao.... Que yo la quiero incondicionalmente pero... ¡ay! ¡Mis huesos! ¡Mi humor! Y el del Mozo.... pero esa es otra historia que será contada en otra ocasión.

Habi está muchísimo más independiente y es capaz de entretenerse sola bastante tiempo. Claro que ese entretenimiento suele deberse a que está en plena fase destroyer pero mira: a mi me da para hacer cosas o simplemente relajarme leyendo así que, bienvenida sea la fase. Por ejemplo, ayer estuve doblando kilos y kilos de ropa que tenía atrasada y ella se entretuvo mucho a mi alrededor, como un pollito, abriendo toooodos los cajones que había a su alcance. Encontró los cables de papá y ale, a divertirse enredando y desenredando, arrastrándolos por la casa y golpeando a la pobre Chucha (que se ha ganado con creces el cielo de los perros). Cuando se aburrió de cables se dedicó a esparcir todas mis botellas de suero, vestigio de esa empresa de veterinaria a domicilio que monté y cerré. Y además, alcanzó otro hito del desarrollo: ya no solo lo desmontó todo si no que fue cogiendo botellas y metiéndolas en cajones vacíos, el barreño de la ropa y en la papelera. Y por supuesto, yo morí de amor y le hice una fiesta. Un rato después se marchó de la habitación y la oí trastear por el baño. Cuando me quise dar por enterada (porque como digo, hay ratos en los que digo: 'Mira, que haga lo que quiera pero que no lloriquee') había desmontado todo el cambiador y había pañales allende los mares. Y tan contenta que estaba la cría agitando los pañales en alto.

Muchas mañanas me la llevo a un centro comercial que hay cerca de Mordor y en el que hay lo que el Mozo ha bautizado como "El rin para bebés". Allí dentro la suelto con otros niños y a interactuar. Le llaman muchísimo la atención los peques aunque obviamente aún no juega con ellos pero se entretiene y se cansa bastante. Cuando veo que empieza a intentar escaparse del rin (y que con sus artes escaladoras, antes mencionadas, lo logra), nos vamos paseando por todo el centro comercial y hacemos la compra. Hacer la compra con Habi es zen. No te lo puedes tomar con prisas y lo bueno de no currar es que no tengo prisa ninguna. Ayer, que me dejé la merienda, tardamos exactamente una hora de reloj en comprar 4 yogures y una cucharilla pero ya os digo yo que mereció la pena. Habi fue andando hasta el supermercado y se fue parando en todas las tiendas que le llamaban la atención (y creedme, a mi pequeña urraca le encantan todas las cosas brillantes de los escaparates). Luego se paró frente a un carro de la compra abandonado y se puso a hacer el gatete intentando alcanzar el enganche metálico colgante del manillar. Posteriormente, pasamos por la sección de librería y estuvo muy emocionada cogiendo cuentos a puñaos y trayéndomelos muy feliz. Ahí nos tiramos un buen rato hasta que me la llevé en brazos a otra sección, ella desmontando estanterías y yo volviéndolas a montar pero tendríais que haber visto su cara, rodeada de libros. Y aunque es particularmente borrica, no rompió ninguno (claro que eso también fue mérito mío porque si la llego a dejar... ¬_¬).

Ahora con el frío que hace no me la estoy llevando al parque porque esta hija mía sigue sin aceptar el llevar zapatos pero el centro comercial nos está salvando (otra de esas máximas de no madre que voy a tener que tragarme: "Yo nunca le llevaré a un centro comercial si no es absolutamente necesario"). Siguen gustándole mucho los columpios y comer tierra. Si. Comer tierra es una de sus grandes pasiones. 

Empieza a hacer más caso a algunos juguetes aunque la realidad es que le gusta mucho más lo cotidiano. Y por lo cotidiano me refiero a cosas auténticas y que NO estén en su caja de tesoros. Los juguetes me voy dando cuenta de que son en realidad herramientas para que los padres interactuemos con ellos. Si yo me siento a hacer una torre, ella la destroza muy feliz. Si monto el floripondio tragabolas y lanzo la bola, Habi se queda mirando embelesada y se troncha de la risa (y luego me destroza el floripondio cual Godzilla). Si cogemos un cuento, lo 'leemos' juntas. Ha empezado a hacer amagos de encajar piezas aunque aún no logra meterlas en sus huecos pero si que sabe donde va cada pieza o por lo menos, lo casa por colores. Eso si, siempre conmigo presente y en el suelo. Y yo suelo estar encantada de tirarme con ella por ahí pero reconozco que hay ratos en los que estoy muerta y ella se enrabieta porque me quiere a su lado y yo estoy a su lado pero en el sofá. 

Y es que esa es otra: mi culo en el sofá, no. Mi culo ha de estar en el suelo o en movimiento. Y la peque encima de mi o revoloteando a mi alrededor. Me siento como una gallina clueca, jiji, pero también empiezo a darme cuenta de que disfruto de mi espacio sin niña, algo que hasta el mes pasado no me pasaba. Tenía tanta necesidad de ella y ella de mi... Ahora parece que con su independencia me voy independizando yo también y es algo que me resulta curioso y que trataré de analizar con más detalle en otro post.

Cada vez extraña menos a la gente y, aunque controla que alguno de los dos estemos cerca, se empieza a ir con mucha gente. Ayer mismo, en el rin para bebés, se subió en las rodillas de otra madre y se quedó allí un buen rato.

Tiene ya seis dientes y le encanta que se los lavemos. A mi me daba miedo que llegara este momento pero es un hecho que a mi niña le entusiasma eso de que le frote la dentadura con el cepillo. Es verlo y abrir la boca y sacar la lengua.

EL BLW va viento en popa y ya come prácticamente de todo. Gestiona estupendamente y hace semanas que no hay atragantamientos ni arcadas ni nada. Si que es verdad que empieza a no molarle nada la trona. Ella, que es un espíritu libre, es más de repostaje en vuelo. En mi blog lo puedo decir, jeje, en los grupos de facebook de BLW no, que me linchan, pero si: yo confieso que practico repostaje en vuelo con mi retoño porque si no me la lía. Y yo he llegado a un punto en el que amo la paz mental por encima de todas las cosas. Ya llegará el momento de enseñarle modales, pienso cada vez que viene agitando algo en la mano y con la boca abierta o los deditos haciendo pinza. 

Con respecto a la alimentación, Habi ha descubierto lo chuli y divertido que es alimentar a la Perrucha Chucha. Y allá que van, trozos por allí, trozos por allá. Al final he tenido que tomar cartas en el asunto y, con todo el dolor de mi corazón, la Chucha espera fuera del salón hasta que la Habichuela dice que basta. Entonces llamamos al "Escuadrón de limpieza perruno" y Habi se troncha con la Chucha corriendo debajo de la trona a lamerlo todo. Y por todo es todo: suelo, trona, babero, niña.... A cambio, la niña tiene permiso especial perruno para escalar al perro, tirarle de la piel, de las orejas y de los hocicos. Estamos trabajando el intentar que no le arranque los ojos porque si por la Chucha fuera, se los regalaba U_U. 

Las tomas de leche se van espaciando. Por las mañanas apenas se acuerda de la teta pero por las noches. ¡Ay! Las noches me traen por el camino de la amargura porque se amorra y no me suelta pero bueno, poco a poco. El caso es que, pese a que ya no es la lactancia-puro-amor-ternura-y-mariposillas del principio, me sigue encantando darle la teta. Así que me da un poco de pena que por las mañanas ya no la pueda calmar casi nunca con teta. Lo bueno es que soy una moza de recursos y he aprendido a calmarla usando... ¡los pothos! Ya os contaré, ya.

Veremos ahora lo que nos depara este último mes el año 0 de la Habichuela.

¿Como fue el año cero de vuestros bebés? ¿Qué hitos os están haciendo más gracia en su desarrollo?