Hace ya casi un año que escribí la primera parte de este post y es uno de los más leídos del blog, ergo, cuando el río suena, agua lleva. Yo no digo más.
Y es que hace unas semanas volvió a caer una tormenta en Mordor, ahora hogar hobbito. Al ansia viajera del Mozo se le juntó la "actitud de gordo" y la dejadez hacia todo lo mundano lo que se tradujo en una Hobbita bastante agobiada y que empezó a cargarse con demasiadas cosas.
Yo tengo un problema y es que voy asumiendo tareas y responsabilidades como por inercia, sin casi percatarme y de pronto, un día (generalmente un día que haya dormido mal), me percato de que no tengo fuerza para tirar del carro y simplemente, abandono. Dejo de tirar.
En este caso, había una dejadez general hacia las tareas domésticas, por parte del uno y, por cosas que ahora os relataré, por mi parte también. Porque si hay algo peor que hacer las tareas domésticas eso es que no respeten tu trabajo y que te lo pisoteen.
Y es que, de un tiempo a esta parte el Mozo simplemente no hacía NADA en casa. Ya es que ni el lavavajillas quitaba. Y no solo no hacía nada si no que cada vez estaba en modo más guarro. La semana que estuve enferma, esa en la que tuve que llamar a mi suegra, fue simplemente horrible. Durante cuatro días la cama no se hizo. El cuarto día dormí en una suerte de rebuño de sábanas y nórdico mojado, frío y asqueroso. El Mozo dirá que es que se estaba ocupando de la Habichuela, cosa que es cierta, pero el cuarto día peté.
Para más inri el Mozo descubrió una nueva forma de entretener a Habi. Una forma cómoda, divertida y lo que es más importante: 100% de éxito.
Sobornarla con comida.
Y de que manera.
Para muestra un botón de lo que me encontré un día al llegar a casa de hacer un recado de apenas 2 horas.
Asqueroso, ¿verdad? Pues no tengo documento gráfico de como estaba el sofá pero huelga decir que no me podía sentar en él de la cantidad de migas que había. Y yo volvía cansada. MUY cansada.
Y lo que es mejor. EL Mozo ni lo estaba recogiendo ni pensaba hacerlo.
Así que ya me harté y hemos tenido un par de semanas, digamos que tensas.
Yo no soy de callarme las cosas. Yo las digo. Y las digo claritas. Vamos que no me crucé de brazos y puse morros a la espera de que me dijeran:
- ¿Qué te pasa Hobbita?
- Tu sabrás. (Gracioso gesto de coleta, testuz en alto y mirada digna q nunca sabré poner)
No. Yo no soy de esas. Yo directamente me senté con él y mantuve una conversación muy seria. O las cosas cambiaban y empezábamos a funcionar como equipo o tomaría cartas en el asunto. Claro que mi cabreo me impidió percatarme que estábamos en plena ola de ansia viajera lo que sumado a que probablemente no utilicé demasiada mano izquierda se tradujo en que la respuesta que obtuve no fue satisfactoria . En vez de eso me contestó un Mozo en modo adolescente:
- Yo apenas estoy en casa y no mancho pero si quieres me friego yo MIS cosas.
Como comprenderéis no estoy yo compartiendo mi vida con un compañero de piso y así se lo hice saber. Hubo bronca, cabreo, Habichuela mirándonos sin entender y finalmente (dos semanas después de varios intentos) una pseudo conversación de verdad, seria en la que acordamos una serie de puntos que había que cambiar.
Para empezar, volverá a hacerse cargo de quitar el lavavajillas. De momento, de 5 días desde la conversación, llevamos 4 que bien y uno que no lo hizo porque "me preparó el desayuno" >_<. Claro que ese día me negué a hacer la cocina y por la tarde se la tuvo que recoger él para poder hacer la cena. A cambio yo me he llevado una 'regañina' porque 'no hay encimera libre'. Que yo me callo pero no hay encimera porque no hay lavavajillas quitado, jijiji. Como dice mi Amiga con Conocimientos, causa-efecto.
Por otro lado hemos quedado en hacer (again) un listado de tareas. A mi me da un poco por culo porque apenas tengo tiempo para escribir o hacer nada y ahora tengo que plantear la rutina de la casa pero bueno. Él me ha razonado que no sabe que es lo que hay que hacer cuando llega a casa si yo no se lo digo (paciencia dame, señor, si no somos capaces de mirar si hay ropa para lavar o para tender o para doblar o para guardar) pero bueno. Claudico y haré un par de corchos y unas tarjetas plastificadas con las tareas que le tocan hacer cuando llegue a casa y que yo no haya tenido tiempo de terminar. Cinco días llevo y aún no tuve tiempo de hacerlo así que a eso se agarra para no hacer las cosas. A que no sabe que es lo que hay que hacer. De momento se las digo de viva voz y las lleva a cabo pero ya me estoy esperando alguna contestación del tipo "eres una mandona" o "coartas mi libertad". Sip. O_O.
El caso es que este tema lo he estado hablando en modo desahogo con diversas amigas (ello quiere decir que nos falta la versión del Mozo en todo este asunto). Mi Amiga con Conocimientos me previene para lo que viene si me embarco en un segundo bebé y razón tiene. Mucho tienen que cambiar las cosas en casa porque si no, a la larga, explotaré. Porque una sola persona no puede tirar del carro. Hay que hacer equipo y hay que hacerlo de verdad, para lo bueno y para lo malo. Y si un día no hay tiempo para el ocio, matar zombies, leer, escribir, estudiar o responder whatsapps, pues mala suerte pero la familia (y la casa) va primero.
¡Y que coño! Que no es de recibo que uno de los dos tenga su rato de ocio (aunque sean 15 minutos) a costa de que el otro no tenga ni un minuto y se dedique a ir todo el día con la lengua fuera. ¿No será mejor tener 5 minutos para cada uno?
¿Os sentís identificados con este post o tenéis al rara avis de la especie en vuestro hogar? Mozos del mundo: dad vuestra versión de los hechos aún a riesgo de ser despedazados sin piedad :p.
PD: entiéndase el post como la típica refriega marital en la que cada uno tiene el pie torcido y al final se llega a un acuerdo y somos felices y comemos perdices pero del que se extrae la conclusión de que hay que sentarse a hablar. A hablar mucho. Y cuando hay niños de por medio todavía hay que hablar más.
Ai Hobbita! Que yo también te leo todo pero aunque no tengo bebe aun no llego a contestar entre pereza y encontrar el momento. Pero no poerdo detalle!!
ResponderEliminarDecir que en mi casa la "moza" soy más bien yo y mi amore es el rara avis que mencionas. Sí existen. Y soy muuuy consciente de la suerte que tengo. Quizas esa es una d mis diferencias con el mozo qur yo valoro lo que hace y me siento culpable en mi perrería jeje. Sera mi parte de mujer jaja. Pues nafa...mucha suerte y a encontrar el equilibrio. Besos!
Tienes un rara avis!!!! Guardalo como un tesorete que no abundan!! Nosotros estamos reencontrando el equilibrio porque desde luego, a lo que no estoy dispuesta es a vivir como mi suegra, recogiendo la mierda de los demás.
EliminarTe llevo leyendo hace mucho.... y siempre pienso lo mismo, a tu chico el ser adulto le viene grande.
ResponderEliminarBueno, piensa que esto son cosas que pasan durante discusiones, cabezonerías, meloneces... No ´siempre es así (si lo fuera ya te digo yo que no estaría con él). Luego lo que viene siendo el día a día, compensa. Pero si, hay días en los que constato que al cromosoma Y le falta una pata ¬_¬. Lo que pasa es que la vida cotidiana no es reseñable. Es simplemente normal :p.
EliminarUn abrazo :)
Qué me vas a contar chica.
ResponderEliminarLa mayoría de ellos no suelen fijarse en lo que a nosotras nos salta a la vista, ni le dan esa importancia, creo que ni le dedican pensamientos.
Yo odio tener que mandar que haga algo. Me joroba mucho que él no lo vea por sí mismo y a él le joroba que yo vea "de más". Pero sí, cada X tiempo hay que sentarse a hablarlo y cae en la cuenta de porqué no es bueno vivir entre mierda XD. El mío tb ha tenido pataletas adolescentes, pero es noble y aunque le cuesta entiende y se esfuerza.
Si, luego son noblotes pero hay días en los que les arrearías con la vara del tío la vara xD.
EliminarHoy mi casa parece el área de exclusión de Chernobil. Tal cual. xD. Lo bueno es que estoy en modo subidón y me lo tomo más o menos bien.
Al finnal dices lo que llevaba yo pensando desde el principio: que tenéis que hablar.
ResponderEliminar(y menos mal que solo pides paciencia y no fuerza, porque si Dios te da fuerza, al mozo lo matas XD es una broma ¿eh?)
Jijiji.
EliminarEn todas las parejas hay que hablar. No se engrana perfecto desde el principio como te venden en los cuentos de princesas. Somos dos individuos que tienen que limar asperezas para encontrar un punto común en la convivencia y lograr que todo fluya bien pero claro, para llegar a ese punto hay que hablar mucho, hacer concesiones, dialogar y debatir. Y llegar a un ten con ten.
Nosotros lo hemos ido haciendo todos estos años y es la clave de que nos acabe yendo bien. Lo que pasa es que hay que seguir puliendo y entre la mudanza a Mordor, la Habichuela y el caos general, estábamos un poco a punto de descarrilar. Pero bueno. Ya tenemos la cosa puesta a punto de nuevo.
Por cierto, le he cambiado el saco al carro y han aparecido macarrones resecos de hace 4 semanas xDDDD.
Como dice una amiga de mi hermana "yo de mayor quiero ser PADRE", y no hay más que decir XDDD
ResponderEliminarxDDDDDD. Yo también!
EliminarAunque el rol de madre reconozco que me mola :p
El Mozo me dice siempre: No haber elegido cerebro y haber escogido colita!
Lo que te (os) ha pasado es de lo mas normal!! A mi me pasó algo parecido al empezar a vivir con mi marido, pk yo "solo" trabajaba 6 horas y el 8/9....
ResponderEliminarAl final nuestro acuerdo es que yo le digo en cada momento lo que hay que hacer, pues lo unico que el hace solo sin aviso es recoger la cocina, lo demás es como si no lo viera...
A ver si las cosas siguen igual de bien y mejora la convivencia en mordor ;-)
Estoy segura de que mejorará. Entre que Mordor está incómoda, la niña está hiperactiva, la casa está asquerosa y que tenemos ansia viajera... pues se ha juntado todo. Lo bueno es que hablamos y entonces todo se soluciona de una manera u otra. El diálogo es la base de la pareja.
EliminarPor cierto, soy Laura, que ya te comenté el post anterior
ResponderEliminarAquí otra con suerte!! de hecho al principio de irnos a vivir juntos él se desesperaba conmigo...pero después de mucho diálogo vamos llegando a acuerdos. Hoy en día yo me encargo de la comida y todo lo que ello conlleva y el la ropa ( aunque nos apoyamos). Y el resto lo dividimos como buenamente podemos;-).
ResponderEliminarSuertuda!!!! Pues ya sabes! No lo sueltes!! El Novio de mi Madre es otra rara avis xD. No veas como organiza la casa, jajaja.
EliminarNosotros llevamos una semana muy buena desde que hemos tenido la conversación marital ^^
Yo quería también un rara avis de esos... Sin embargo tengo un pajarraco que a parte de no hacer nada en casa justificando que él "ni mancha ni da trabajo" (????) y no atender al bebé porque "no tiene teta" (?????????) aún pretende encargarme SUS recados para que no me aburra al estar todo el día en casa
ResponderEliminarOtro que no mancha xD. Mi Mozo al menos si que atiende a la Habichuela y lo hace perfectamente. Se lo pasan bomba la una con el otro y el otro con la una, poniendole 'pruebas de ingenio'. Tengo que hablaros de esas 'cosas de Mozos' xD.
EliminarAle! A hablar con tu costillo, a ver si mejora la cosa.
Es un tema muy complicado porque cada familia es un mundo. Yo lo que no tolero es el egoísmo y también he tenido un par de conversaciones respecto a este tema. Por otro lado, me niego a repartir tareas, las cosas las tenemos que hacer los dos indistintamente. El tiempo libre nos pertenece a ambos; si quiere ir una hora al gimnasio, yo también quiero esa hora para mí. El fin de semana la casa no puede convertirse en una pocilga, llegar al lunes y parecer que han estado de visita los hunos no es razonable. Yo me incorporo dentro de pocos días al trabajo y estoy temiendo la que se me viene encima. Sé que me voy a tener que poner en plan soviética si quiero que la máquina funcione, pero es lo que hay. Y pienso tirar de abuelos para salir. Necesitamos salir😆, beber y volver a pararnos en aparcamientos oscuros 😜
ResponderEliminarPues yo he tenido fines de semana que han pasado por casa los hunos, Napoleón y los legionarios con cabra incluida U_U. Estoy de acuerdo contigo en lo que dices pero en la práctica.... ay! En la practica como cuesta alcanzar ese ideal de compartir tiempo de ocio, tareas, cuidado de hijos e individualidad.
EliminarEs un tema complicado. Mr Sapo en ciertas cosas es un rara avis y en otras, pues más dejado, exactamente igual que yo. Cada uno se encarga de lo que mejor se le da y de lo que para él/ella es más importante y así nos vamos apañando. Y como yo aporto menos a la economía familiar, entiendo que debo colaborar más en casa. No sé, por ahora, el asunto no nos da demasiados problemas. Pero hablando se entiende la gente, así que me parece genial que os sentéis a hablarlo y lleguéis a los acuerdos que a vosotros os funcionen. Un besito
ResponderEliminarMuy, muy complicado. La cosa está en que yo considero que cuidar a la peque es un trabajazo. Tenerla atendida, cuidada, estimulada, feliz, cuesta tiempo. Si me dedico a hacer tareas suele ser con la Habichuela berreando y gritando cabreada como una mona. Y así yo, sinceramente, no puedo. Y llega el final del día y no mejora la cosa.
EliminarLuego tiene días y días. Días en los que está de buen rollo y cunde un montón y días que no hay forma. Nada le satisface (a la Habichuela, se entiende).
Un abrazo:)
Yo tengo una definición para eso: se llama umbral de limpieza y funciona más o menos como el umbral del dolor, que unos lo tenemos muy sensible y otros aguantan y aguntan. Mi chico tiene el umbral de la limpieza muy muy alto y así... pues complicado porque para que él se de cuenta de que la casa está sucia tiene que estarlo muy mucho.
ResponderEliminarLa mejor solución para no discutir es tener una persona que limpia y, en mi caso, funciona lo de armarios perfectamente compartimentalizados de forma que si lo deja todo tirado yo lo hago una bola y lo guardo en su armario... bueno, ojos que no ven corazón que no siente.
Con un bebé se complica porque si eres limpia pues tratas de serlo más por él, porque no haya gérmenes ni suciedad así que o se marcan las líneas muy claritas o las broncas van a ser periódicas.
Lo dicho, el dinero mejor empleado para la paz doméstica es en una asistenta, aunque vayas justa de presupuesto quítatelo de otra cosa porque ahí es donde vas a mejorar la relación.
Como anécdota la de mi asistenta: un día intercambiando este tipo de historias me cuenta que su marido no limpia nada en casa y la dijo "es que como tú te dedicas a ello a tí te gusta más", nos pegamos una pechá de reír por no llorar! ella dice que literalmente se enfureció y decía "pero es que en las casas a las que voy si limpio es porque me pagan, no por placer". Así que ... la mejor solución es educar a los hijos para que ellos sí se hagan cargo de las tareas desde poquitos años, porque si no la vida es un infierno, y no somos una generación tan abnegada como nuestras madres, que se responsabilizaban del 100% de la casa y si trabajaban fuera también del trabajo.
Lo primero de todo, aplaudir tu comentario, sobretodo el final! Y es q, cuanta razón! Yo no estoy educada como nuestras madres y eso hace q salten más chispas. Claro q el problema parte de ahí: mi suegra es la chacha de sus hijos y es ahora q está empezando a "rebelarse" contra mi cuñado. Me cuenta cada cosa la pobre mujer...
EliminarPor otro lado: tenemos asistenta. Efectivamente, el dinero mejor empleado, oiga porque sin ella directamente implosionaría. Pero claro, ella viene una vez a la semana, no todos los días y la casa hay q mantenerla a diario (ya no limpiar pero si hacer camas, poner lavavajillas, quitarlos, poner y quitar la mesa, hacer la colada de vez en cuando... esas cosillas).
Un abrazo!
A mí me ha costado una reeducación, que aquí la madre de mi mozo lo tenía muy mal criado, aún cuando vamos a su casa se lo hace todo, y la buena mujer y su hermana (y mi madre también, que todo hay que decirlo) se sorprendieron un día de que él ME lavara, ME tendiera, ME hiciera el baño o ME limpiase la cocina, vamos que parece tal como lo dicen que aquí ensucio yo y limpia él. La verdad es que ahora tengo un mozo apañado, y hay muchas tareas que hace mejor y con más dipsosicion que yo. De cocinar casi siempre me encargo yo, planchar casi no lo hacemos, y con el resto nos organizamos bastante bien, y cuando nos sobrecarga el trabajo llamamos a una chica que nos ayuda y santas pascuas, se acabó el problema. Ánimo y a reeducarlo, que seguro que en su caso algo tuvo que ver también su educación en casa.
ResponderEliminarMi suegra también los tiene muy maleducados, hija, que se le va a hacer. Mi cuñado el otro día le montó un pollo a razón de que una bata no se había secado :/. Aclarar que, punto número 1: el muchacho tiene 3 batas. Y punto número 2: a día de hoy mi suegra no puede influir sobre la metereología madrileña. Pero si, si. Cabreo, gritos, aspavientos.... Vamos, me hace a mi eso mi hijo y que se haga él la colada, ¡coño!
EliminarMi suegra también es de las que se sorprenden de que su hijo ME tienda la ropa y ME quite el lavavajillas xD.
Yo a veces también tengo problemas de ese tipo con mi mozo pero claro él no llega a los límites del tuyo. Y no tenemos bebé.
ResponderEliminarÉl trabaja bastantes más horas que yo y hace la cena el 95% de los días y limpia a fondo la cocina una o dos veces por semana. Bueno, más que la cocina, dejemoslo en la encimera. Y el resto del tiempo es para descansar porque está cansado o le duele algo, que vale cuela. Pero que tenga el día libre y se dedique a todo menos estar en casa y cuando llegue esté cansado pues me ha tocado las narices varias veces. Tenemos conversación y está más colaborador pero luego acaba volviendo a las andadas.
Estoy segura de que si trabajasemos nosotras y no ellos estaría todo más balanceado, es más, seguro que aún así nosotras hacíamos más labores...
Besos
Nuestras mitades masculinas son a veces...pero los queremos mucho!
ResponderEliminarMi mitad teutona quiere poner alguien que limpie en el futuro. Para ganar calidad de vida, ni que se pasara el día frotando azulejos xD
Besos
Yo sólo puedo decirte que después de 15 años de matrimonio más convivencia previa.... estoy divorciada.
ResponderEliminarQue no es el único motivo, cierto. Pero que fue uno de ellos, y de los de más pesó en la decisión, cierto también.
Viviendo con él adquirí una tolerancia al desorden y la digamos falta de limpieza, bastante alta. Aún así
lo primero que hice al casarme fue buscar una asistenta dos veces por semana. Luego, con dos niños, una chica todos lo días. Así evité muchas broncas y muchos cabreos, pero claro, las chicas limpian un poco por encima, cada día menos a medida que van cogiendo confianza, y todo el resto de la limpieza, más las muchas otras cosas que las chicas no hacen (compra, comidas, organización...) para mí. Y eso que yo tenía horario laboral de ocho horas diarias y él de siete.
Con el tiempo me harté de las chicas y prescindí de ellas. Aguanté un año. Pero no porque volviera a buscar asistenta, sino porque me divorcié.
Con deciros que en ese tiempo me rompí una pierna. Entre escayola y tiempo en que no te dejan apoyar el pie después de quitarte la escayola fueron dos meses. Pues en ese tiempo no hubo quien le aguantara porque le tocó llevar y traer a los niños y hacer la compra a él solo. Pero no pasó el aspirador ni una sola vez, ni limpió el polvo, ni puso la lavadora o el lavavajillas, ni los quitó, ni tendió la ropa o planchó, ni hizo una sola vez las camas, ni vistió a los niños, ni les preparó el almuerzo....
Nada de nada de nada. Todos eso lo tuve que hacer yo a la pata coja o apoyando la rodilla de la pierna escayolada en un taburete mientras me sostenía sobre la otra pierna.
En fin, a mis años, que son más que los vuestros por lo que veo, tengo una cosa clarísima: la gente no cambia. Era un dejado de soltero, lo siguió siendo de casado cuando había ayuda en casa, y lo fue después, incluso en unas circunstancias muy adversas, en las que podía haber hecho un esfuerzo aunque fuera sólo por un tiempo.
Así que me planté. Decidí que no estaba por la labor de aguantar a un vago semejante el resto de mi vida.
Ah, y por si alguna lo había pensado, no es que el mozo fuera un chollo económicamente y que eso "compensara" su poca aportación a las cargas familiares: yo ganaba casi tres veces su sueldo. ¡Menuda joya!