Jugueteando: bloques de construcción

En esta casa hobbita contamos con un constructor habilidoso: el Mozo. En el minecraft yo me dedico a recolectar recursos y a cargarme con el arco todo lo que se menea y él a hacer casitas, refugios, minas y demás mandangas. Y así con el resto de juegos a los que jugamos en equipo. Y reconozco que se nos da bien.

En la vida real al Mozo le gusta mucho jugar con la Habichuela a las construcciones. Tenemos varios juguetes a los que se les puede sacar partido de esta manera, desde cubos apilables, los cubiletes de los que ya os hablé, el cubo de construcciones de madera del Lidl (que a Habi le entusiasma pero a nosotros no tanto porque siempre hay piezas por ahí perdidas y porque de momento ella lo usa más en modo destruir que en modo construir) y este juguete del que os vengo a hablar ahora: los bloques de construcción tipo megablock o lego (pero de la marca blanca de Alcampo).

Nuestros bloques llegaron a casa, como no, vía ofertón del Alcampo. Pasaba yo por allí con el Mozo después de la vorágine de las navidades y habían saldado a 6€ una granja y un castillo. Cogí la granja (y luego me arrepentí muy mucho de no haber cogido el castillo también). Como en la caja ponía que era para una edad aproximada de 18 meses y Habi no llegaba al año por aquella época, guardé el juguete en lo alto para futuras rotaciones a lo largo del año. Justo a los 18 meses nos acordamos del juguete y se lo sacamos. No ha salido de la rotación, con eso os lo digo todo.

Al ser piezas grandes y fáciles de encajar, Habi hace torres bastante altas. Además, le gustan mucho los muñequitos que vienen con el juguete y le gustaba mucho hacer sonar y lucir el tejado de la granja. Hablo de él en pasado porque este juguete no ha soportado los embates de la Habichuela. A los dos meses, tras muchos porrazos, lanzamientos por los aires y aporreamiento de paredes y mesas, dejó de funcionar el sonido y a día de hoy no lo hemos abierto para arreglarlo porque no hemos tenido tiempo (son cosas fáciles de arreglar generalmente pero hay que abrir el juguete, andar con minitornillos por la mesa, el soldador.... actividad no apta si hay Habichuelas curiosas escalando cerca de la mesa de trabajo).

Como os digo, no es un juguete nada montesori y de no ser por el Mozo nunca lo habría comprado. Cero madera, puro plasticazo, colores brillantes, dirigen el encaje en una dirección.... pero da horas y horas de diversión así que minipunto para el Mozo. 

El Mozo y yo nos propusimos encontrar el castillo para regalárselo en Navidad. Y allá que nos lanzamos al Alcampo, sección juguetes, a hacernos con el otro aunque ya no estuviera de oferta.

Pues nuestro gozo en un pozo. El juguete o está descatalogado o no fuimos capaces de verlo entre tanto pasillo dedicado a juguetes (que también puede ser). Sin embargo, nos topamos con ESTA caja, también de su marca, super barata (12,99€ tendrás que gastar) que trae ni más ni menos que 100 piezas COMPATIBLES con nuestra granja. Así que a la saca y ya está en el altillo a la espera de ser envuelta y colocada debajo de nuestro inexistente abeto navideño el día de Navidad. 

¿Lo bueno de esta caja? Que deja vía libre a la imaginación. Ya no dirige la construcción hacia un castillo o una granja si no que se pueden hacer formas, figuras, construcciones varias...  Además permite a los pequeños trabajar la psicomotricidad fina mediante la construcción de torres y trabajar el equilibrio sin que se frustren tanto como con los típicos bloques de madera. Con la granja también trabajamos el orden (guardar el juguete después de jugar) y los colores, animales y sonidos. Al ser piezas grandes no tengo miedo de que esté por ahí expuesto cuando llegue la Pulga a nuestras vidas ni tengo que estar 100% pendiente de la manía de la Habichuela de meterse todo en la boca.

¿Les gustan a vuestros hijos los juguetes de construcción tipo megablock? ¿Compráis la marca original o también os decantáis hacia marcas blancas más baratas?