De un tiempo a esta parte el encargado de la ducha y/o baño de nuestro bebé ha sido casi siempre el Mozo. Cuando era recién nacida era un momento que compartíamos ambos pero a la niña nunca le moló la bañera portátil. Luego descubrimos que si nos metíamos con ella en la ducha, se relajaba bastante así que en esa primera etapa, yo me metía con ella en el miniplato de Hobbiton, sentada cual indio, la lavaba y el Mozo me esperaba fuera con su arsenal de toallas y el calefactor a tope para recepcionarla (el muchacho no lleva bien que su niña pase frío).
Una vez en Mordor seguimos con el mismo sistema ya que, aunque ahora tenemos un baño con bañera, parecía que lo rellenáramos con ácido. Así que a la ducha. Poco a poco fuimos cambiando papeles. Unos días me duchaba yo con ella, otros días su papá... Así hasta que llegó un momento en que no me podía ver en pelotas porque se lanzaba cual zombie a mis tetas. Y aunque esa etapa ha pasado, su papá y ella se lo pasan tan bien en el baño que mis duchas con ella son ya meramente anecdóticas.
Por lo tanto, aquí el que se tiene que buscar recursos para hacer del baño un momento chachi-guay, es el Mozo.
Al principio de los tiempos estuvimos tirando con esponjas y un asiento de baño que nos regalaron y que tiene unos muñequitos pegados pero el Mozo me dijo que se le quedaban cortos. Así que en una de mis incursiones al Alcampo, vi estos muñequitos y dije, ¡a la saca! Total, para lo que valen.... (4,90€ tienen la culpa)
Llegué a casa, los metimos en la ducha, todos en fila, ordenaditos.... Y el momento ducha fue un éxito total.
Teníais que haberle visto la cara a la Habichuela. Era la misma descripción de la ilusión. ¡Y encima venía con un pulpo! Todo eran risas, sonrisas, mirarnos a su padre y a mi.... era como si fuera Navidad pero sin serlo. Y desde entonces, la ducha es todavía más festiva que antes y se niega a salirse. Y para sacarla hay que llevarse a los muñecos de paseo por la casa. Así que siempre hay algunos en la ducha y algunos en el cambiador. Gracias a estos muñecos hemos conseguido que Habi consienta meterse en la bañera sola y que el papá no tenga que remojarse si no le apetece. Él se queda sentado fuera y juegan juntos con los muñequitos en el agua.
Como todo muñeco de baño tienen el hándicap de que se llenan de agua por dentro y como el Mozo no los escurre nunca así lo maten pues es cuestión de tiempo que creen moho. Dará pena porque son unos muñequitos supergraciosos.
En esta colección concreta entran un pato, un pez, un pulpo, una estrella de mar, un cangrejo y una rana. Cada uno de un color y fácilmente estrujables para manos de Habichuelas.
¿Os lo recomiendo? Encarecidamente. No perdáis el tiempo en juguetes caros y sofisticados existiendo el patito de goma de toda la vida. Son apuestas seguras.
¿Tenéis juguetes de goma para el baño? ¿Les gusta ese momento a vuestra descendencia o también os habéis tenido que buscar trucos?
Con lo que le gustan a la Peke los pulpos!! :)
ResponderEliminarAdemás de verdad!
Eliminar- Pulpooooooo!!!!
Si a la mia también le gustaban mucho de bebé un set de animalitos de goma...su favorito era la ballena.
ResponderEliminarAhora ya ni los mira y ya los he tirado. Durante el baño se entretiene y le encantan los cubos apilables (q tienen agujeritos debajo y cae el agua) y una regadera. Los va llenando de agua y pasándola de un cubo a otro...experimentar con el agua le encanta. Se pasaría horas jugando en la bañera :D
A Habi le siguen apasionando. Ahora le gusta sacarles el agua de dentro e intentar bebersela a morro cual porrón -_-
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