Preparación al parto

Hace un par de semanas cambiaron muchísimas cosas en mi percepción respecto a lo que me enfrentaría en unas semanas. Hemos pasado de otra cesárea programada, con equipo especializado en quirófano (por la presentación podálica de la Pulga y por la placenta marginal y acreta) a un escenario totalmente diferente: Pulga en cefálica, placenta anterior pero no previa, sin signos evidentes de acretismo. 

Como os contaba el viernes esto supuso un shock para mi puesto que mi actitud pasó de ser meramente pasiva (bueno, pues ya me sacarán al bebé como con Habi y punto, una pena perderme un PVDC* y bla bla) a:

- ¡MIERDA! ¡Que me voy al soñado PVDC! ¡Y no se si lo soñaba tanto!

Porque seamos sinceros. Las primeras horas post-shock, me cagué viva. Y es que en esto, señores, soy 100% primeriza. A lo que se suma que no solo no he hecho nada de cara a este parto (con Habi al menos me apunté a natación para embarazadas pero en Mordor el horario es a las 8:30 am así que lo dejé pasar). Vamos que mi forma física se reduce a cero. Por no hablar que he mandado al carajo (siendo fina) a la matrona de la SS. Os lo resumiré en dos sencillos puntos:

1. Estoy hasta el orto de que me abronque por el peso (y por no llevar medias de compresión, y porque la Habichuela está apegadísima y ya veré los celos, y porque ya veré la recuperación, y porque como se me ocurre no llevar sujetador que se me van a caer las tetas y luego lloraré...).

2. Me apunté a sus clases de preparación al parto, movilicé al Mozo, lo convencí para que abandonara el curro media hora antes (que tiene derecho, coño), llegamos hasta donde cristo perdió el gorro a la hora estipulada, nos mandaron a un sótano helado con menos sillas que futuras parturientas. Y esperamos, esperamos, esperamos, esperamos.... Y subimos a preguntar y en recepción fueron bordes no, lo siguiente. Y esperamos y esperamos... Y una hora después de esperar, subimos tres parejas a repreguntar y, ante la bordería, exigimos la hoja de reclamaciones y ahí estábamos, tirados en el suelo y las escaleras (como en el instituto) rellenando papeles, cuando apareció la señora esta, sin saludar, sin decir nada. Entró a la clase, colocó el ordenador, se sentó y empezo a LEER un puto PDF guarro. 

Ni hola, me llamo Teresa. Ni, disculpad la tardanza, tenía un paciente. Ni, vamos a empezar las clases de preparación al parto. 

A los veinte minutos de sentirnos gilipollas, le dije al Mozo:

- Vámonos. 

Y no he vuelto. Ni a clases ni a control de la matrona, que no estoy yo para perder mi tiempo con una Habichuela cabreada montada en bus.

Me marché supercabreada porque tuve que movilizar a mi Amiga con Conocimientos para que se quedara con Habi (que vive en Carabanchel city, ello es, en la otra punta de Madrid respecto a Mordor). Que hicimos venir a su Mozo, que se había levantado a las 6 am para currar y vino directo desde el trabajo y estaba derrotado. Que vale que luego hicimos cena y tal pero no es de recibo tan poca seriedad. 

Claro, ahí quedó la cosa. Un poco disgustada porque a mi me apetecía tener ese momento solos con el Mozo y la Pulga, que siempre está Habi por ahí, pero bueno. Al fin y al cabo iba a ser una cesárea programada. ¡JA!

El caso es que cuando me dieron la noticia de que ni acreta ni peligro ni na de na, me puse a llamar como loca a las matronas del seguro privado y ya estamos apuntados a unas clases de preparación en sábado por la mañana, que es cuando viene mi suegra a pasar el día con Habi. ¿El problema? Que se me ha echado el toro encima y me han pillado las fiestas de por medio así que de 8 clases a las que tengo derecho no creo que me de tiempo a hacer ni siquiera 6. ¿El segundo problema? Que he llegado justo en la clase de la lactancia, ello es, que justo las clases de preparto, parto y postparto son las que NO voy a ver. :___________(. Maldito karma maternal. 

Lo bueno es que la matrona es un amor, actualizado, joven... Un ángel y le conté todo al final de la primera clase y me ha dado unas cuantas lecciones rápidas. Y que tranquila que estaré rodeada de matronas que me irán explicando en su momento lo que haya que ir haciendo. 

Bien. Por lo tanto, clases organizadas. 

Sin embargo, esto de perderme justo las clases importantes me hizo buscar más recursos. Y es que yo tengo la teoría de que el instinto y tal es importante pero que la información da poder. Creo firmemente que mi lactancia fue exitosa pese a los despropósitos de la primera cesárea porque tenía mucha información actualizada acerca de la fisiología del pecho, los mecanismos de producción de la leche, apoyo del entorno... Y esto lo conseguí leyendo mucho. 

Así que opino que, si quiero tener más posibilidades de tener un parto exitoso, tengo que trabajármelo. Aprender a respirar, técnicas de control del dolor, entender como funciona la epidural, sus riesgos, sus beneficios... (Que nosotros usamos epidural en vacas pero no es lo mismo xD). Así que ahí me tenéis muchas mañanas y siestas, mientras Habi duerme, leyendo recursos médicos e historias de partos (algunas tan truculentas que no ayudan, la verdad, mira que nos gusta contar desgracias) y por las tardes, viendo vídeos de youtube de diversas técnicas de relajación. 

Por último, el parto me parece un momento extremadamente físico para la madre. Ya no solo por el dolor si no por la musculatura que interviene. Y, como os decía al principio, mi forma física tiende a cero así que me he buscado un canal de youtube para hacer gimnasia para embarazadas y preparar el suelo pélvico. Y es que, la verdad, me preocupa más la salud de mi parrús (¡hola Hirosaki! Te robo vilmente la frase) que el puñetero peso con el que me tienen todos amargada. Os enlazo el canal por si le queréis echar un vistazo. Son vídeos de una media hora, sencillos pero que espero que sean efectivos. Además, aunque la gimnasia es de por si suave, intentar hacerlos con una Habichuela en casa debería contar para convalidarlo como curso para entrar en los S.W.A.T. ¡Madre mía que peligro tiene la niña armada con una pelotita!

Resumiendo. Tras la momentánea entrada en pánico inicial, he cogido el toro por los cuernos y dedico ratos de la semana a:

1. Clases de preparación al parto: los sábados por la mañana, con la suegra como recurso infinito número 1. 

2. Aprender técnicas de relajación, respiración y control del dolor: youtube es tu amigo.

3. Hacer gimnasia para embarazadas todos los días al menos media hora al día. Y sacarme el curso para SWAT en un glorioso 2 x 1

4. Masaje perineal: esto lo empezaré esta semana, que antes está contraindicado. La idea es hacerlo 2 o 3 veces en semana y que el Mozo colabore en al menos, uno (jijijjiiji). Ya os contaré que tal el asunto. 

¿Como fue vuestra preparación al parto? ¿Os sirvió o lo consideráis una pérdida de tiempo? ¿Qué fue lo que más os ayudó en el momento P (de parto) real? ¡Ayudad a esta Hobbita cagona!

*PVDC: Parto Vaginal Después de Cesárea