Semana 33

Bueno, pues ya estamos en la semana 33 según FUR (y en la 32 según la corregida por el equipo médico que me atiende, que ya sabemos que yo fabrico fetos pequeños). La actitud hacia este embarazo ha cambiado radicalmente en esta última semana. 

Y es que desde la ecografía hospitalaria, que aunque me dejó mal sabor de boca por lo que aconteció dentro y fuera de la consulta, he pasado de tener una actitud relativamente pasiva respecto al parto a ser completamente consciente de que, ¡ey! ¡Voy a poder tener un parto normal!

Y como buena preñada hormonada, he pasado por una serie de fases ultra chulis: me he agobiado mucho, me he sentido paralizada y así de pronto, toro por los cuernos y.... ¡susto máximo! ¡Que me quedan 4-7 semanas para prepararme para parir! ¡AAAAAARGH!

Así que lo más reseñable en los síntomas de esta semana 33 ha sido mi explosión planificativa: tengo que aprender mucho, embeberme, leer e informarme de todo lo que no he estado pensando en este segundo embarazo (y reconozcamos que tampoco le presté mucha atención en el primero). Y además, tengo que prepararme físicamente para la posibilidad de vivir un parto vaginal. ¿He dicho ya que en 4-5 semanas estaré a término?

La sintomatología física que me va acompañando esta semana no ha variado más allá de un susto el jueves (lo que viene siendo ayer):

- Sangrado de encías y nariz: la limpieza y la visita al dentista no han mejorado este tema. Es hormonal y no hay más vueltas que darle. Se pasará tras el parto de la Pulga, como pasó con Habi. 

- Ciática: cada vez es más intensa hasta el punto de dejarme sin poder mover la pierna. Cuando esto pasa pues.... pues no se que hacer la verdad porque no suele ayudar hacer estiramientos, ni sentarse, ni nada. Me arrastro como puedo y empieza a angustiarme la idea de que me de por la calle con la Habichuela suelta (que de momento me ha pasado en la calle pero los planetas se han alineado para que Habi estuviera amarrada al carro o el Mozo estuviera con nosotras en la calle). 

- Dolor de regla: esto empezó ayer y reconozco que me asusté bastante. Eran las 17h y empezó el dolorcillo en la zona baja del vientre. Hice pis, me moví un poco, me senté. Habi jugaba. El dolorcillo se intensificó hasta ser una molestia ligera amenizada con pinchazos cada cierto tiempo en tol ojete y ahí se quedó, mantenido en el tiempo. Y el tiempo pasaba y decidí llamar al Mozo porque la verdad es que me veía en urgencias. Y el Mozo ilocalizable. Le escribí un whatsapp y no lo leía y pasaban los minutos y aquello no se pasaba. Me intenté tumbar y me cayó una Habichuela tronchante del cielo, así que descartamos lo de tumbarse del lado izquierdo. Volví a llamar al Mozo y nada. Plan B: llamar papis. Ilocalizables. ¿En serio? Whatsapp a los papis. Mutis. Mi tía está en Huesca por el puente para visitar a mi prima, que trabaja allí, así que descartada. Mi suegra vive en Alcalá city, sin coche y tarda cerca de 2h en llegar a casa (y el dolor tampoco aumentaba así que la dejé como último recurso). Al final le escribí un mail al Mozo y en 5 minutos me estaba llamando y viniendo para casa pero yo ya estaba a punto de escribir a una amiga del cole con la que me he reencontrado en Mordor (pero también era un último recurso porque la muchacha tiene un bebé de 2 mesecillos). Al final el Mozo llegó, me fui a la cama tumbada del lado izquierdo y se fue pasando poco a poco pero fueron 4h un poco angustiantes. Y es que el embarazo del segundo no es que sea complicado perse pero la logística si que se complica respecto al primero. 

- Mucho pis: las noches empiezan a ser un poco infernales. Me tengo que levantar más o menos cada hora para echar un pisote. Me desvelo bastante, paso frío, me cuesta rodar por mi macrocama y siempre me golpeo con algo >_<. Me levanto pelín anquilosada después de las noches pero en seguida se me va pasando.

- Cansancio: al agotamiento físico de todo el día empieza a juntarse el agotamiento mental. Me pasa factura al final del día. El Mozo está llegando tarde estos días porque les ha petado una aplicación crítica en el curro (en puente y con la gente de vacaciones, que les están haciendo volver) y yo noto que sobre las 19h mi paciencia ya no es la de las 10h. Lo paga la pobre Habichuela que la verdad es que no puede ser más buena. Pero claro, es un bebé activo y retozón (a la par que escaladora y temeraria) y yo a esas horas ya no puedo si no arrastrarme hasta el sofá. No siento culpa, la verdad. En estas cosas soy una madre atípica, pero si me queda el posillo de si no lo podría hacer mejor inventando algún juego más tranquilo. Que el caso es que los tenemos pero exigen una concentración que a esas horas ya no tengo (vamos, que solo me apetece tirarme a la bartola a mirar memeces en el móvil o sombras chinas en el techo).

- Estreñimiento: tuve apenas un par de días pero no lo pasé bien. Es lo bueno de mi cuerpo, que en esto funciona estupendamente. La verdad es que este síntoma que es tan común en las embarazadas yo lo vivo muy de vez en cuando y la verdad es que lo asocio más a como sería en una situación normal que al embarazo. Quicir, que sin embarazo,seguramente me habría tocado estar estreñida esos dos días. 

- Movimientos de la Pulga: la Pulga va a mutar a la Lagartija. Madre mía, que día me dio ayer. Entre el dolor de regla y que no paraba estaba yo como para correr detrás de Habi xD. La verdad es que es 100% gratificante notarla tantísimo y relaja bastante saber que está bien y activa. Eso si, empiezo a dudar de los que decían que iba a ser muuuucho más tranquila que la hermana. Algo me dice que llevamos en los genes la alegría circense de los acróbatas (yo era igual).

¿Cómo recordáis estas últimas semanas de embarazo? ¿Como lo estáis pasando las embarazadas?