Dudas primerizas: visita a urgencias

El jueves no me desperté demasiado católica, la verdad. Me molestaba mucho la ciática y las lumbares pero aún así decidí seguir adelante con mi vida e ir a natación para embarazadas, a ver si el asunto mejoraba con esto de flotar en el agua, churro en mano. 

Ya en el agua la profesora me notó muy rara. Y es que la pierna izquierda empezó a responder a su manera, con mucha más lentitud de lo habitual (en general la ciática me da en el lado derecho) y me preguntó. Le resté importancia. Luego en el vestuario casi no me pude vestir sola y empezaron las molestias en la barriga. 

Volví a casa con mucho dolor. Boté en la pelota de pilates, intenté hacer círculos que no me aliviaron nada y acabé llamando a mi madre para comer con ellos porque no me veía yo cocinando tal y como se estaban desarrollando las circunstancias... 

Mi madre y su novio trabajan muy cerca de donde yo vivo así que fui con ellos. El novio de mi madre es un hombre con el coche pegado al culo pero justo ese día mi madre se levantó reivindicativa con la radio y las medidas de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid y lo había conseguido convencer para ir andando a la oficina. Ouch! >_< (dicho ese ouch, reivindico que estoy a favor de las medidas anticontaminación de cualquier ayuntamiento del mundo :p). Así que los acompañé renqueante hasta su casa, arrastrando mi pobre pierna y mi dolor de lumbares. 

Una vez en su casa, ya me empecé a preocupar. No me entraba la comida y me estaba revolviendo. No me quedé al café pero le pedí ayuda a mi madre para volver a casa con la perrucha chucha, porque sinceramente, me dolía tanto la espalda que no me responsabilizaba si la perra frenaba para oler un pisote de esos que tanto le gustan. 

En casa la invité a café. No debí, pero me tomé un descafeinado. Ganas de potar aumentando. 

Luego intenté visitar algunos blogs, me salieron comentarios bastante churros (¡perdón, hermosos!) y acabé tirada en el sofá solo para recordar que tenía una cita pendiente por skype con mi "correspondant belge" para practicar francés. Menos mal que mi alter ego belga es muy poco dicharachero y hay que sacarle todo con sacacorchos y como yo no tenía el chichi para farolillos tenía ganas pues cortamos en escasos 10 minutos. Fue cortar la conversación, a las 19h y correr al water a vomitar como si no hubiera un mañana. 

Eché toda la comida y no se me pasó el malestar. Me tumbé. Me puse tapones para aislarme del mundo pero me daba todo vueltas. Y me dolía mucho la espalda. Mucho es mucho. El Mozo llegó tarde, cerca de las 21h, no lo recuerdo bien. Creo que me encontró hecha un higo. Tan hecha un higo que me puso el termómetro. Unas décimas, prácticamente nada. Y otra vez a potar. Y beber agua y echarla fuera. Y el dolor empezó a extenderse hacia la tripa y a pinchar. 

Yo no paraba de mirarme la tripa a ver si se ponía dura pero nada. Y sin embargo, estaba muy asustada porque ese dolor no me parecía normal (cosas de primerizas). Al final el Mozo me vistió (yo no podía) y me llevó a urgencias. 

En la Paz no esperaron ni a que me diera de alta en admisión. Dejaron al Mozo cargado de bártulos y a mi me pasaron directa a monitores. Vía, sangre, orina y matrona con una sonda pegada a mi barriga. Una matrona mayor, muy delgada, con el pelo blanco y muy concentrada en el sonido. Y no se oía nada. 40 minutos estuvo intentando encontrar a la Habichuela y yo estaba al borde del llanto (y de la histeria). Me dijo que tranquila que era muy pequeñita y que con la sonda de monitores cuesta encontrarlos de tan pocas semanas. Además, la Habichuela tuvo a bien considerar que no había un momento mejor para dormirse y no mover ni un músculo mientras la buscaban. Será una gran jugadora de escondite. 

La matrona trajo al final otra sonda doppler y tras 20 minutos extras.... ahí estaba, mi niña, latiendo fuerte y bien. Se me escaparon las lágrimas de la tensión pero el dolor y los vómitos seguían así que me conectaron a los monitores otros 45 minutos. Mientras, me rehidrataron con suero y me llevé otra botellita extra de paracetamol y una jeringuilla de buscapina. Me rehidrataron tanto que casi me hago pis encima. O_o.

Ya a las 00.30h me vieron las doctoras. La de prácticas me hizo daño con el tacto vaginal. Ains, hay que tener más cuidadín, pequeña flor. En la ecografía estaba bien, latiendo, completamente transversal y apoyada no en uno, si no en los dos ciáticos (concretamente en los orificios obturadores de mi pelvis) tan a gusto. La fiebre desapareció y el dolor se alivió con el antiinflamatorio. Las náuseas.... ngá. Parecia que si, me dieron el alta, llegué a casa y eché el resto que me quedaba por echar. Las Hobbitas somos así, de darlo todo. 

Al final todo queda en un susto: dolor ciático que irradiaba hacia todas partes. No sabéis qué dolor tenía, irradiándome desde la espalda a la barriga, todo ello aderezado de vómitos y más vómitos.... Yo no paraba de pensar en que mi madre confundió mi parto con una indigestión y si ese tipo de cosas serían heredables, igual que me tocó en herencia sus huesos de adamantium. Tuve mucho miedo por mi Habichuela y además estaba atontada por la fiebre (a mi unas simples décimas me dejan KO). De todas formas, las náuseas han tardado unos 2 días extras en pasarse así que creo que no todo fue dolor ciático si no que había algún virus pululando por ahí.

Entre pitos y flautas me acosté a la 1 de la madrugada y el viernes a las 7 sonó el despertador recordándome que tenía que irme a hacer análisis. No sé muy bien como llegué, en ayunas, a pincharme. Casi me olvido de hacer el pis en el botecito. Casi me olvido el pis encima de la encimera. El Mozo me tuvo que preguntar si llevaba el pis (>_<).

Total que esto es un escrito de desahogo a posteriori porque pasé un miedo que no esperaba volver a sentir y para decirle a la Habichuela que haga el favor, que estas cosas no tienen gracia y que, aunque esa postura que tiene a ella le parece mega cómoda, que haga el favor de moverse un pelín para que a su madre no le vuelvan esos dolores. Porque ya soy la madre de esta niña al 100% y, de verdad, si hubiera pasado algo, no habría podido soportarlo. Se que son cosas de primeriza pero me encontraba tan bien la semana pasada que me aterroricé.

Y a vosotras, ¿os han dado sustos primerizos de estos vuestros herederos? ¿Fuisteis a urgencias o decidisteis pasarlos en casa?