Semana 25

Y de nuevo.... ¡cumplimos semanas! Entramos hoy en la 26, madre mía. Esto empieza a coger velocidad de la buena. 

No puedo decir que esta semana haya sido maravillosa porque os mentiría. La peque cada vez es más grande y esa postura transversal me está matando. Su cabeza me irrita a ratos y me da unos pinchazos horribles (la muy bruta va a ser cabezota, me parece a mi) y desde la visita a urgencias he mejorado pero no termino de estar del todo bien. La verdad es que no se si achacarlo todo al embarazo o puede que tenga un virus puñetero pululando por ahí. En cualquier caso, no es gripe porque no estoy moribunda en un rincón y de vez en cuando sigo dando botes y bailando por la casa al ritmo del humor. Sin embargo, mi cena de recompensa por los 100 post tendrá que esperar al menos hasta el fin de semana. 

Los síntomas de esta semana han sido:

1. Náuseas y vómitos: el jueves pasado empecé a vomitar. Vomité toda la comida. No cené. Vomité el agua y acabé preparándome suero oral para ver si lo retenía. Vomité. Acabé en urgencias. Parecía que se me pasaba. Volví a casa. Vomité. Al día siguiente náuseas todo el día y comí muy poco (no me entraba nada). Apenas un poco de pasta para comer y una granada para cenar. Retuve a duras penas la granada. El sábado de nuevo hice comidas muy ligeras: salmón con patatas al vapor para comer y crema de calabaza para cenar y lo retuve. Sin embargo el domingo.... ¡ay! El domingo celebrábamos el cumpleaños del novio de mi madre que nos preparó uno de sus apoteósicos y gargantuescos cocidos. Y como buena Hobbita educada que se encontraba mejor, me lo comí todo. ¡Error! Arrastro pesadez desde entonces aunque esta semana le he dado duro al vapor, el arroz y las verduritas.

2. Sangrado de nariz y encías: cada vez que me sueno acabo con un zurullo de algodón en el orificio nasal izquierdo (el derecho no me sangra, no entiendo por qué). Las encías... en fin. Sigo en modo zombi (y sigo sin tener horas en el día para ir al dentista).

3. Lumbago y ciática: el jueves pasado fue simplemente horrible. Tan horrible que acabé en urgencias pensando que a ver si me estaba pasando de tipa dura y aquello iban a ser contracciones (lo sé, la Hobbita se vuelve una primeriza dramática, pero lo aguanté de 11h a 21h sin decirle nada a nadie). El viernes casi no puedo terminar el paseo de la chucha. Al final iba como una abuelita colgada del brazo del Mozo y pidiendo banco cada 10 metros. Menos mal que la chucha es peor que yo y se para a oler pises cada 5 metros. El fin de semana mejoró aunque la ciática sigue conmigo. El dolor de lumbares es diferente y me empieza a atacar de noche. Yo creo que la tripa empieza a pesar lo suyo y se me resiente la espalda. A las 6 de la mañana ya casi no aguanto tumbada y da igual que postura intente: me duele todo me ponga bocarriba o de lado. Se me pasa cuando me pongo a caminar un poquito. 

4. Líbido: de un tiempo a esta parte estoy primaveral. Obviamente con el virus-ciática-lumbago no he estado todo lo sexualmente activa que me gustaría (más bien hecha un higo por la casa) pero si que me noto alegre y retozona. A una amiga mía le pasó exactamente lo mismo durante su embarazo. En cambio otra amiga dice que justo lo contrario: líbido en posición off y bufamiento a su marido cada vez que se acercaba. Lo único es que con la tripa estoy bastante torpe y debo parecer una croqueta gorda rodando por la cama. Menos mal que hay confianza con el Mozo, que se ríe mucho a mi costa, y que de mi sex appeal no depende ya la procreación y el mantenimiento de la especie porque si no, íbamos aviados.

5. Peso: el ginecólogo me ha felicitado por mi peso. He cogido 6 kg desde que empecé el embarazo. Sin embargo, esta semana los he notado. Los cuadriceps me queman cuando llego (sin resuello) a la tercera planta del edificio donde se aloja el pocket-hogar hobbito. Esto, dicho en cristiano se resume en que me pesa el culo U_U.

6. Ardores: pienso también que esto, más que síntoma de embarazo, es síntoma del cocidaco que nos metimos entre pecho y espalda el domingo en el cumpleaños del novio de mi madre. Alucinante es poco. ¡Cómo cocina este hombre! Pero te lleva por el mal camino, luego prepara tuppers para sus hijos, yo no soy menos y me prepara otro para mi.... Y acabamos cenando cocido el mismo domingo, a las 23h, el Mozo y yo, como buenos gochones y.... vaya noche. He de confesar que la esperaba peor y que el lunes por la mañana, un vaso de leche y la posición vertical aliviaron completamente los ardores. Eso si, toda esta semana la he pasado a verduritas, arroz, lácteos y pollo en guisos con muchas hortalizas. 

7. Picor, tirantez y presión de la piel: el picor sigue en las zonas de siempre. Las ronchas van apareciendo y desapareciendo. Los angiomas aumentan en número (esto es la guerra) y la barriga tira por los lados y empieza una sensación de presión un poco extraña. No es dolorosa pero los flancos están como reventones pero desde dentro. No creo que la Habichuela tenga ya un tamaño considerable así que a saber como me sentiré cuando la enana pese 2 kg!!

8. Movimientos de la Habichuela: Habi va a ser guerrera. Se pasa el día pateando la vejiga y retozando de un lado a otro de la barriga. Hay veces que los movimientos se vuelven molestos por ejemplo si me golpea el recto, que parece que te haces caca encima O_o (¿a alguna le pasa esta sensación o es solamente a mi?) pero no duelen. Lo que si duele es cuando 'turra' con la cabeza contra la pared uterina. Tienes como la sensación de hematoma y la verdad, supongo que se me pasará, pero a mi me da cosa, sabiendo que es su cabeza, darle golpecitos para que se mueva.... Aunque como siga así un día no voy a tener contemplaciones con ella ¬_¬. Eso sin contar la visita a urgencias del otro día

Vosotras, ¿recordáis alteraciones de la líbido en uno u otro sentido? ¿Como conseguís mover a vuestros retoños sin tener remordimientos de conciencia cuando se os clavan en alguna parte de vuestra anatomía haciendo daño?