Semana 19

Pues hoy entramos oficialmente en la semana 20 aunque se traen un trajín los ginecólogos con la verdadera edad de la Habichuela que la verdad, nos tiene locos. Bien es verdad que en este caso sería muy importante fecharla bien porque los resultados no terminan de ser buenos (tampoco malos, no os asustéis). Yo creo que estoy en la 20 (como opinan los ecografistas actuales) porque soy regular en los ciclos y porque estaba con el experimento de los test de ovulación para hacerme la curva de migraña vs. hormonas y se perfectamente cuando tuve el pico de LH. Pero mi ginecólogo cree que estoy de 21 semanas porque el feto era grande en la primera ecografía que me hizo él. 

¿Y por qué es esto importante? Pues porque nuestra peque, ya es oficial, tiene dilatación bilateral de las pelvis renales (ectasia piélica bilateral). ¿Y esto en que se traduce? Pues en principio solamente me van a aumentar los controles ecográficos, tanto en el privado como en la SS (me alegro mucho de estar doblando porque hay más ojos mirando a mi pequeña y me tranquiliza hasta cierto punto que todos esos ojos vean lo mismo).

Ayer tuve la ecografía de las 20 semanas en la SS. Me tocó una doctora estupenda, con una residente imberbe, la pobritina, que me recordaba mucho a mis primeros años de universidad. Le faltaban un par de coletas pero se la veía contenta con la profesora que le había tocado. Y no es para menos. Le explicó todo y luego me lo explicó a mi. Y efectivamente, hay algo en los riñones que no sabemos muy bien que es. Puede ser una obstrucción que se resuelva sola o puede que al nacer haya que dar un empujoncillo con un catéter al nacer, tratar con antibióticos u operar llegado el caso. 

Me estresa un poco que este hallazgo sea marcador de síndrome de Down pero por otro lado me tranquiliza que todo lo demás sea normal (de forma aislada este hallazgo NO aumenta el riesgo de trisomía del 21). La conclusión es que me verán cada mes en el hospital de la SS para ir teniendo un control exhaustivo de esos riñones. Cruzad los dedos para que todo se resuelva antes del parto y a mi pobrecita peque no le toque que la puteen en sus primeros días de vida en este nuestro plano de la existencia :). De todas formas, se que es algo con muy buen pronóstico así que, aunque lo deseable sería que no tuviera nada y que todo estuviera perfecto, en fin, no sería mi Habichuela si no nos diera un pequeño susto cada mes (verdad BellaBlack? ;D).

Todo lo demás en su pequeña anatomía estaba perfecto. Y mi cuello del útero, también estaba muy bien. 47 mm. La verdad es que ha sido una ecografía muy buena y he de decir que, aunque el ecógrafo sea del pleistoceno y se ven fatal las cosas, y que aunque en lo esencial han coincidido ambos médicos, me gusta mucho más como me hacen las pruebas (médicamente hablando) en la SS. Les veo más exhaustivos, como que miran más cosas y los informes son cien veces más completos. Eso si, en otro ecógrafo privado te ponen la carita en 3D de tu nena y el papá se derrite pero quiero romper una lanza a favor de la SS en este aspecto.

Pero vamos a los síntomas, que es de lo que va esta entrada:

1. Estoy pedorra. Así. Tal cual. Mejor confesarlo sin anestesia. De hecho entré ayer en la sala de ecografías con un pelín de dolor porque había una ventosidad atravesada (creía yo) y vi las estrellas cuando me pasaron la sonda por encima. Se lo comenté a la doctora y me dijo que tranquila, que era la cabeza de la Habichuela, que a veces 'irritan'. A estas alturas del día estoy segura de que eran pedos. Con todas sus letras. Menos mal que en esta casa somos finos como la morcilla y estas cosas nos dan risa. Para muestra, la historia de mi pedida de mano.

2. Sangrado de nariz: tengo rinitis y cuando me sueno, sale sangre. Lo normal de un tiempo a esta parte, vaya.

3. Dolor de espalda y ciática: esto va variando. Ayer por ejemplo, estaba estupenda de la espalda (con mi flatulencia atravesada pero la espalda, ni un dolor, oiga!). Pues el día anterior no podía ni andar. De hecho tenemos el proyecto cuarto de churumbel empantanado porque cada vez que intentaba hacer alguna cosilla, por nimia que fuera, me agarraba un dolor de lumbares y/o/u (ae, ae) que hacía que me tuviera que derrumbar (que no tumbar) en el sofá. La pelota ayuda en estos momentos y creo que la natación también. 

4. Despistes: no es que yo sea la moza más ideal en cuanto a lo que memoria se refiere. De hecho me suelo hacer listas de tareas para que no se me olvide lo más importante. Pues os juro que de una semana a otra estoy como dispersa. Da igual lo que apunte. Hay veces que se me va de la cabeza lo que iba a apuntar. Se me olvida darle al botón de la roomba (y me paso el día diciéndome: a la que sales de casa, dale a la roomba), tomarme el ácido fólico (menos mal que me puse la alarma al principio del embarazo), merendar (estando con mucha hambre me quedo como mirando al infinito pensando... '¿Que me pasa? Me noto mareadilla...'. Con el síndrome del nido en su apogeo esto está dando lugar a situaciones cómicas de humor absurdo, ya os lo digo yo.

5. Circulación: empiezan a hincharse en serio los tobillos. Hago ejercicios con la pelota y la profesora de natación está haciendo incapié en ejercicios específicos para la circulación de las piernas. Lo comentaré más detalladamente en un post que estoy preparando sobre el tema. 

6. Pis: sigo exactamente igual. El día de la ecografía, en la sala de espera, hice pis 4 veces en media hora que me tocó esperar. Por la noche, mínimo me levanto 3 veces. Y así cada día. Creo que mi Habichuela usa mi vejiga de almohada o de cama elástica. 

7. Migrañas: esta semana están bastante tranquilas pese a que ayer saltó un post programado sobre las susodichas. Y es que lo escribí cuando estaba un poco plof con el tema pero a día de hoy estoy bastante contenta, feliz y positiva. Es increíble lo que estas crisis hacen de nosotros... ¬_¬.

8. Sentimientos a flor de piel: estoy sensible. O ñoña. O lloricotas..... Llamadlo X pero es que se me saltan las lágrimas por leer una moñada en un libro erótico-romántico muy malo (si, me ha dado por leer libros facilongos en esta última temporada y chica, lo que es que se muera una madre literaria completamente accesoria a la trama del libro me hizo soltar unos lagrimones que no eran normales >_<). También me cabreo (cabreo con ira) cuando algún personaje da un giro de guión facilón y me dan ganas de tirar el libro contra la pared cual Bastian en la Historia Interminable (¿a quien no le afectó la muerte del caballito de Atreyu?) y el otro día, el Mozo, que está embebido con el trabajo y me pide un resumen diario de las noticias del día antes de ver el Intermedio para enterarse de algo, y se tuvo que comer el como le contaba con la voz quebrada la noticia de la niña  Andrea de Santiago (tema que me sigue enervando cuando lo recuerdo). Y también tuve un furibundo ataque de rabia contra uno de mis gestores ayer que si le llego a pillar por banda le reviento la cabeza.... Y esa no soy yo, lo juro. ¡Yo soy pacífica y risueña no agresiva y lloricotas! Pues hay momentos del día en que no lo puedo evitar. 

9. Agilidad: quitando mis momentos de ciática y lumbalgia, ahora mismo me noto con más energía y agilidad que en el primer trimestre del embarazo. Y eso me gusta. Además, estoy activa. Tengo incontinencia verbal, lo que se traduce en muchos post fresquitos y preparados para salir a la luz. He vuelto a la EOI y todos los compañeros se han alegrado por mi embarazo. En natación se han apuntado 4 chicas nuevas y ahora ya no estoy solita y me lo paso mucho mejor.... Así que, aunque no se note en el orden de la casa, toda la preparación del cuarto del churumbel va viento en popa y a toda vela. Cada día me da tiempo a hacer algo y cada día avanzo un poquito. De hecho, hoy nos vamos de armarios al IKEA ^_^.

Y ya está. Tengo algunas palpitaciones por la noche que son un pelín molestas pero si me tumbo del lado izquierdo, se calman así que no se si serán posturales o no. El caso es que no parecen graves en absoluto. También algún dolorcillo parecido a la regla que al principio me asustaba muchísimo y me hacía ir cual histérica al baño a ver si había sangre. Pero nada. Todo eran falsas alarmas y ya no le hago mucho caso.