Semana 37

Hemos llegado a la semana 38 de embarazo. Yo suponía que durante esta semana tendría ya la fecha de recepción de la Habichuela (principalmente porque en la carta que me mandaron del Gregorio Marañón me decían que contactara con ellos para programar cesárea en la semana 38) pero la cigüeña debe trabajar para MRW y, como os contaba ayer, el protocolo del hospital es hacer esas cesáreas una vez cumplida la semana 39. Mi gozo en un pozo. salvo que la Habichuela decida dar el champanazo antes, no la esperamos hasta, por lo menos, dentro de una semana larga U_U. Luego lo pienso y... ¡Mierda Caracoles! ¡Ya está aquí! ¡Y yo con estos pelos!

Esta semana he tenido como una mejoría general del estado en algunos puntos y en otros he empeorado indignamente. A continuación os cuento:

1. Picor: mucho mejor, donde irá a parar. Ya solo me pica de vez en cuando la mandíbula y un pelín las orejas. El picor de la tripa ha desaparecido debajo de esa cortina de cremas y aceites. También creo que la Habichuela ha parado un pelín el ritmo de crecimiento porque no noto tan tirante la piel y el peso se mantiene. Aunque, como le comentaba a ferranbriana, las dimensiones de la barriga se nota que aumentan.

2. Agilidad: aquí tengo dos vertientes. En la vertiente 'de pie' estoy bastante bien. La ciática me respeta, el dolor de espalda también y la verdad es que, quitando los andares de Fraga, muy poco glamourosos, me manejo bien en el día a día. Sigo sintiéndome ágil (que no quiere decir que lo esté, de hecho muchos días vuelco sin remedio).

En cambio tenemos otra vertiente. La vertiente 'tumbada o recostada'. Ahí ya no llego ni al calificativo de croqueta. Bueno, sería en todo caso una croqueta artesana de esas que hacía mi madre, que tenían forma de bizcocho de soletilla porque lo que viene siendo una croqueta, no era. Me cuesta muchísimo levantarme, rodar (ya no ruedo, me arrastro como un despojillo humano que se hace pis por las noches) o ponerme a cuatro patas. Si que he notado que no me cuesta nada ponerme en la posición de la flor de loto. Estoy muy cómoda si me siento así.

3. Locura mental transitoria. Ha vuelto, para mi vergüenza. Tras el éxito del Episodio del Cinco Jotas llega a nuestras pantallas el "Episodio del perrito". Os vais a reír de mi porque no tiene sentido ni lógica alguna pero el martes, el Mozo quiso que viéramos una película. Ninguna de las que teníamos se veía bien así que acabamos poniendo una mierda de película, mala como ella sola, de tíos cachas y muchas yoyas. Una de esas películas para no pensar demasiado. Pues en la peli, nada más empezar, se cargan de malas maneras a un cachorrillo.... ¡Madre del amor hermoso! ¡En qué hora! ¡Una llorera....! Me fui al baño a llorar y el Mozo diciéndome:

- Pero Hobbita... por favor... que es un perrito actor... que está bien... Actuando. ¡Seguro que luego sale en los créditos!

Y claro, a una le dicen lo del perrito actor y se parte de risa y al mismo tiempo, llorando cual magdalena.... Todo a la vez. Y el Mozo mimándome y repitiendo que el perrito era un actor para hacerme reír. Que hubo que quitar la película, no os digo más. Menos mal que no pusimos 'Los puentes de Madison', ¿verdad?

4. Sed, pis, insomnio: muchísima sed, muchísimo pis nocturno y, por lo tanto, problemas para dormir más de 2 horas seguidas. Lo bueno es que sigue sin ser insomnio como tal y que en cuanto vuelvo a la cama caigo redonda.

5. Cansancio: vuelvo a sentir ese cansancio extraño del primer trimestre. El primer día que me pasó sucumbí y me eché la siesta pero nunca mais porque luego por la noche no había forma de cerrar los ojos. Desde que me levanto por la mañana hasta que me acuesto voy teniendo esos episodios en los que me quedaría dormida de pie y me resisto con uñas y dientes. Y esto me tiene sin inspiración, con la Musa de vacaciones y un pelín tristona.

6. Cambio de hábitos. Yo se que a muchas os da ahora por el síndrome del nido a tope en plan barrer la casa, doblar las sábanas, la ropita del bebé... Pues a mi me ha dado por tener bien atados los temas pendientes. He ido a la agencia de alquiler a hablar en persona con mi gestor para que me ajuste precios de habitaciones de cara a no tener tiempo cuando tenga a la Habichuela. He pactado con la asistenta del piso de alquiler el dejarle las llaves para no tener que ir yo hasta allí. No paro de recordarle al Mozo que haga el favor de pedir el certificado de empresa para luego solicitar el permiso de paternidad (y no, aún no lo ha hecho, el de las prisas con la mochila ¬_¬). Se me han pasado de golpe las ganas de tejer, principalmente porque me duermo haciendo el cobertor. Tampoco termino de ponerme a buscar algún proyecto para hacer en la máquina de coser. En cambio, no paro de leer libros sobre crianza y alimentación infantil. A los que ya me había leído de Carlos González se han unido 'Se me hace bola' de Julio Basulto y estoy devorando 'La crianza feliz' de Rosa Jové. También he descubierto un canal de youtube (Pediatría Medicina TV) que no conocía, con vídeos muy cortitos, divulgativos, realizados por un pediatra que lleva el blog de "Mi pediatra on line". Pues llevo dos días que, en lugar de escribir, me pongo vídeos y devoro libros. Tengo ideas pero no las termino de plasmar en el papel.

7. Movimientos de la Habichuela. Es capaz de convertir mi redonda barriguilla en un pepino gigante pero la vuelta no se la da. Me da muchas patadas, se revuelve, parece que se pelea con ella misma ahí dentro. Es muy divertido aunque siguen alterándome esos momentos en los que se queda quieta completamente. Intento no molestarla porque me la supongo durmiendo pero he de reconocer que cuesta mucho no empezar a darle toquecitos para que vuelva a la carga.

Resumiendo: que están siendo unas últimas semanas muy bonitas que nos están dando momentos gloriosos de mucha risa (mezclada con llanto, si, pero con risa). Que aunque me cueste mucho levantarme y tumbarme, los movimientos de Habi lo compensan todo y que dentro de nada esto se acaba y no paro de pensar en que debo estar un poco loca, pero me pasaría la vida embarazada xD.

¿Vuestras últimas semanas fueron también tan chulas o ya estabais demasiado pesadas y hartas de tanta redondez? ¿Como lleváis el ansia por conocer a vuestros retoños?