Un día en el campo

Este fin de semana hemos ido con la Habichuela a pasar un día en el campo. Es su segunda salida de este tipo y, como la vez anterior, ha sido todo un éxito. No os vayáis a pensar que hemos hecho una super ruta, no. Nosotros somos de ir cumpliendo retos despacito y llegar poquito a poco a la cumbre. La vez anterior fuimos a una cascada a la que se llegaba en coche, salvando el paso de un viaje largo en coche. Solo estuvimos allí comiendo con Mami Reciente, su bebé y su perra y después de la sobremesa nos volvimos. En esta ocasión, hemos ido a la finca del padre de Papi Reciente a celebrar un cumpleaños doble: el de los Papis Recientes (ya no tan recientes). 

Pasamos el día entero allí, comiendo en familia y con los amigos. La verdad es que estuvo genial. Vino también nuestra amiga C., aunque se acercan las fechas en las que debería dar a luz a su bebé y está... ¡Qué os voy a contar! Está como todas cuando se acercan esas fechas y, de nuevo, con la incomprensión del entorno. Así que la di un abrazo bien gordo y durante la comida estuvimos apartadas hablando un ratito. No se si logré animarla pero si se el esfuerzo tan grande que hizo al ir allí con nosotras y coger a nuestros bebés, hablarles y hacerles monerías. Habi le regaló un montón de sus enormes sonrisas, esas que vende tan caras. 

Después de la comida, hicimos sobremesa. El marido de C. es músico y allá que nos arrancamos con la guitarra él y cantando yo (que los demás mucho nos arengan pero luego no cantan nada xD). El Mozo se quedaba frito y los niños más mayores descubrieron el 'mas-mejor' juego del mundo: cazar garrapatas y aplastarlas con jolgorio. Al rato querían quemarlas con un mechero pero ya les dijimos que no nos habían dejado hacer barbacoa por los incendios, no iban ellos ahora a andar por el monte con un mechero. Nos miraron con suspicacia pero aceptaron la explicación. 

Luego nos fuimos a ver los burros, los caballos y las gallinas que tienen por allí. Los perros de C. se lo pasaron genial persiguiendo a las gallinas y hubo que meterlas corriendo en el corral. Uno de los burros se hartó de uno de los perros y lo persiguió por la finca como si fuera un Mihura. O_o. Nunca había visto un burro hacer correr a un perro tan deprisa.

Y ya por último, nos fuimos a ver el río. El río es un chorro de agua que cae en una zona llena de maleza. Nos llevaron los niños. Durante la travesía, campo a través, intentando no resbalarnos, no pincharnos con las zarzas, que no nos picaran las ortigas y que los robles no nos arrearan un buen ramazo en to'el rostro pálido, el Mozo hizo una sabia observación:

- ¿Somos conscientes de que nos guían 5 chavales de 6 años?

Sin embargo, ya no había vuelta atrás y allá que seguimos. Mami Reciente con su bebé a la espalda, a lomos de la emeibaby y yo con la Habichuela en el fular, mirándolo todo con mucho interés. Eso si, al llegar al río exigió su ración de teta a voces y tuve que complacerla, despertando la curiosidad de todos los peques:

- ¡Ala! ¡Se la das de pie!

Ains, que bonito es sentir tanta admiración junta hacia tu persona ^_^.

Eso si, después hubo que subir. Ahí fue cuando el Mozo se percató de que no estaba en demasiada buena forma y yo me percaté de lo jorobada que es la artrosis postparto. Conclusión: al llegar a casa hemos decidido que hay que quitarse los segundos desayunos xD.

El día acabó con niños y adultos jugando al '¡tu la llevas!' en la pradera de los caballos. Risas, carreras y un poco de lluvia caliente. Y Mami Reciente y yo en los columpios con nuestras bebés a hombros (bueno, a porteo ergonómico, vosotros ya entendéis). Para que luego digan que los niños de hoy no juegan y se pasan el día con las tablets ^_^.

Volvimos a casa, temiendo la hora bruja de Habi, que nunca llegó. Tal cual llegó se metió en la ducha con su papá y luego se durmió en la teta conmigo. Estábamos los tres tan cansados que no cenamos y hemos amanecido esta mañana tan contentos. Definitivamente, el campo le ha sentado fenomenal a nuestra pequeña y ha supuesto un respiro en nuestra rutina :').

Y vosotros, ¿sois camperos y aventureros? ¿Cómo fueron vuestras primeras salidas con los bebés al campo? ¿Os daba miedo abandonar la rutina?