Como sobrevivir al cuarto trimestre de embarazo III

En anteriores entregas os hablé acerca de los problemas psicológicos que pueden ir apareciendo mientras nos hacemos a nuestra recién estrenada maternidad. Bien, pues hoy quiero hablaros de cosas más prácticas que a mi me están medio salvando la existencia. Y es que el día que me salto mis propios consejos, muero. Literalmente.

Allá van unos consejillos prácticos:

1. La importancia del comer.

Una madre recién parida necesita energía. Tanto si estamos dando el pecho como si estamos a vueltas con el biberón, comer es algo indispensable y que no aprovechamos lo suficiente cuando somos solteras y aún no nos hemos reproducido. Nuestro bebé nace y, nos absorbe tanto tiempo como brazos. Y así es imposible prepararse la comida. Si te gusta cocinar como a mi te va a suponer un problema. Si encima, no te gusta, vas a sufrir innecesariamente.

Así que desde aquí yo recomendaría que tuvierais tuppers congelados con guisotes contundentes. Y este es un consejo que yo no me he podido aplicar por cuestiones de espacio. Y es que en casa tengo un congelador, si, pero lo tengo lleno de alimento sin procesar porque aprovechamos las ofertas del barrio. U_U.

¿Qué he hecho para solventar este problema?

a) Tener cosas sanas y fáciles de comer en casa. Siempre tengo un caldo hecho para hacerme sopas rápidas. Ahora que llega el verano me he puesto con las cremas: gazpachos, vichissoise y crema de calabaza son perpetuos habitantes de mi nevera. También tengo siempre tomates, mozzarella fresca y una bolsa de espinacas para hacer ensaladas o sandwiches. Los sandwiches me han salvado muchas comidas pero claro, hay que prepararlos sanos para que cumplan su función (y lo dice una Hobbita que ha caído cientos de veces en la tentación del sandwich rápido de chorizo radiactivo del super).

Cuando digo cosas fáciles de comer lo digo en sentido literal. Yo al menos, me paso el día con la niña a cuestas y, como os contaba en esta entrada, comer con un fular puesto, se complica. Así que las sopas me las sirvo en cuenco y me las bebo. Los sandwiches, con poca o nada de salsa, porque no hay nada peor que algo que chorree y las ensaladas me las como con cuchara. Si. No es glamuroso y mi padre se haría cruces si me viera comiendo ahora mismo (de cerda pa arriba me pondría, que era muy sentido para esto del protocolo) pero chicas, que queréis que os diga. Es cuestión de supervivencia.

b) Tirar de la inestimable ayuda de mi flamante Thermomix ^_^ . Y es que no se puede cocinar al fuego con una Habichuela a cuestas pero echar cosas a la Thermomix es algo que cualquiera puede hacer sin peligro de quemaduras o salpicaduras. Así que al menos un par de veces en semana me preparo la comida con la máquina, me sobra para el tupper del Mozo y para comer algún otro día. Ya no puedo hacer cosas megaelaboradas con ella pero le estoy sacando mucho partido.

c) Comer con Mamá. Dios. Nunca pensé que iría tanto a comer a casa de mi madre. Al final voy los Viernes de Huevo (todos los viernes hay huevo frito en la casa de mis padres, tradición del Novio de mi Madre :p) y de paso ven a la Habichuela y yo le echo un vistazo al macetohuerto de allí.

2. Conservar la salud mental

Ya lo anticipaba en las anteriores entregas sobre exterogestación y de verdad que es muy importante tanto para nosotras como para nuestros bebés. La mamá tiene que estar prácticamente al 100% y muchas veces no se le da importancia a los sentimientos que nos asaltan en el postparto. La depresión post parto existe. Es un problema y hay que detectarlo y tratarlo. Este es un consejo para las parejas de la mamá reciente: si pensáis que a vuestra pareja le está asaltando una depresión postparto, hay que ponerlo en conocimiento del personal sanitario (matrona, médicos o ginecólogos) para que le pongan solución. La depresión postparto es grave e incapacita a la madre el dedicarle los cuidados necesarios a su bebé.

Por otro lado, no siempre tenemos depresión postparto y sin embargo si que es frecuente que nos ataque el baby blues o tristeza postparto. Es también perfectamente normal y, a diferencia de la depresión, la madre es perfectamente capaz de dedicarse al retoño. Son las hormonas. Pero una vez se ha regularizado todo y esa tristeza ha pasado y estamos mentalmente bien, es importante cuidarse. Por eso siempre recomendaré que la madre reciente y con baja de maternidad ponga en práctica los siguientes consejos:

a) Salir a la calle todos los días a despejarse. Coger al retoño y darse un buen paseo. El sol es bueno para nosotras y para los bebés.

b) Acudir a las clases postparto del centro de salud. Igual que las clases de preparto están hasta arriba, no ha pasado igual con los grupos de postparto. Os recomiendo encarecidamente que vayáis y os pongáis en contacto con otras madres. Además, las matronas están preparadas para detectar posibles depresiones postparto y otros problemas físicos que nos puedan asaltar.

c) Hacer tribu con otras madres. De las clases postparto podéis salir con un grupo la mar de majo pero no es la única manera. Hay grupos de lactancia en prácticamente cualquier lugar, grupos de crianza, parques infantiles y, si pensáis que no, cientos de grupos de facebook donde hacer grupo virtual con gente que comparta vuestra forma de criar y vuestras aficiones (que no solo de crianza vive la madre). Y una vez localizada esa gente, seguro que podéis hacer una quedada. Yo estoy ahora a ver si se organiza un grupo de costura para aprender a utilizar la máquina ^_^.

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Hasta aquí los consejos de hoy. ¿Cuales de ellos pusisteis en práctica vosotras? ¿Algún otro punto importante que creáis que hay que añadir para sobrevivir al cuarto trimestre?