Balance: Primer mes de coche

Aunque sea domingo y no tengo por costumbre publicar en fin de semana, hoy se cumple exactamente un mes desde que hice una confesión pública: mi extraña fobia al coche. 

En dicha confesión, que resultó ser más común de lo que yo pensaba, a tenor de los comentarios de la gente, me propuse a mi misma empezar a perder ese miedo a tan terrible elemento porque me veía yo un pelín limitada en mi futuro con la Habichuela ya como parte de nuestras vidas. Mis buenos propósitos consistieron en:

1. Acudir a la EOI en coche todos los días, lunes y miércoles. Era un trayecto muy cortito, por las calles angostas de mi barrio. Toda una prueba de pericia de conducción.

2. Viajar hasta la casa de alquiler en coche todos los martes. Trayecto por las calles anchas pero llenas de tráfico de mi barrio, M-30 y, la prueba de fuego, aparcar en el parking privado de la comunidad de vecinos, que no han podido pintar las plazas más estrechas, los muy petardos. 

3. Ir a visitar a Mami Reciente hasta su casa en coche siempre que se terciase. Trayecto sencillo a la ida, por una zona muy nueva, llena de rotondas, badenes y extraños pasos de cebra estratégicamente colocados en lo alto de colinas para que no veas a los peatones que tratan de cruzar corriendo para salvar sus vidas. 

Bien. A día de hoy, el resultado ha sido el siguiente:

1. Me voy a preparar el examen de francés desde casa, porque no me da la vida para ir hasta la EOI. No es por el coche, no penséis mal. La ciática me mata si me paso dos horas y media de mi vida sentada en las sillas verdes para niños y además, a la que falto a dos clases por médicos y pruebas varias, he perdido absolutamente el ritmo de la clase. Pierdo la oficialidad, pero la iba a perder de todas maneras cuando naciera la Habichuela y el derecho a examen lo tengo pagado asi que, ¿por qué no intentarlo? He de decir que antes de tomar esta decisión fui en coche hasta allí dos veces. Terrible es la palabra que encuentro para definirlo. No fue buena decisión para empezar a coger el coche: ir hasta allí fue muy sencillo pero entrar en el parking de la EOI con todos los alumnos de la clase anterior saliendo, caminando como zombies a paso de tortuga, parándose delante (o detrás en pleno ángulo muerto, que es peor) de mi coche, me hicieron pasarlas canutas. 

2. El viaje hasta la casa de alquiler para abrir a la asistenta, muy bien, la verdad. Siempre hay algún gilipollas tontolaba que me monta alguna pero la Hobbita tiene visión de motera y me anticipo (aunque con el coche aún me noto torpe para maniobrar). He sobrevivido a mi peor pesadilla: unos cuantos atascos a la hora de volver de allí. Ya me manejo perfectamente con el embrague aunque aun me cuesta mucho cambiar de carril en pleno atasco. El momento parking.... bueno. Tras 10 minutos maniobrando el coche se aparca ^_^. En mi favor debo decir que le pasa a todo el mundo que va a ese parking. Mi mozo dice que es una prueba de fuego que deberían pasar todos los alumnos de autoescuela. Lo malo es que en breve no veo como voy a salir del coche con la barriga (en serio, están los coches metidos con calzador y tienes que salir de canto como los egipcios. 

3. He ido unas cuantas veces a visitar a Mami Reciente. El trayecto de ida, genial. El de vuelta es un poco más engorroso, no sabría explicar por qué pero me pasa todas las veces. No se si los peraltes están todos cambiados, si los pasos de cebra se ven peor... el caso es que a la vuelta, sinceramente, noto que conduzco fatal. También hemos quedado para ir a la Sesión Teta y superbien la conducción. Después de esa última experiencia, voy a ampliar zona de confort y a visitar a otras dos amigas, mi amiga la Mami Tranquila, que habita por Sanse city (allí donde termina Sanse, allí donde más allá solo hay campo... allí la encontrarás), mis amigos Opinólogos (que son opinólogos pero muy buenos amigos y se les quiere) que pululan por ese segundo Madrid que están construyendo en el sur de la capital y a mi amiga la Premami con Conocimientos, que vive en zona fabeliña (horror de los horrores para maniobrar con el coche) en el sur de Madrid. Pese a ello, su zona es mucho mejor para conducir que la del primo del Mozo, que vive a 10 minutos de ella, en lo que yo llamo la Ratonera. Quizás esa zona la deje para el curso avanzado previo al nacimiento xDDDD. 

<< Impresiones >>

La conclusión tras este primer mes es que ya no estoy cardíaca a la hora de coger el coche. La realidad en cuanto a practicidad... bueno. Para los trayectos cortos me parece una lerdez cogerlo. Tardo una cuarta parte más que en transporte público y 4 veces más que en la moto. Solo en sacarlo del parking y aparcarlo en el destino tardo un huevo y parte del otro así que, si no fuera por el experimento, el coche estaría descartado. No entiendo al novio de mi madre, que va a trabajar en coche (tardan 15-20 minutos ANDANDO y unos 30 en el coche, entre semáforos, colegios y demás O_o). Tiene el coche pegado al culo. 

Para ir hasta los barrios del norte de Madrid el coche es una muy buena opción, bastante rápida y cómoda. Claro que es una zona que está mal comunicada por transporte publico con mi barrio. La moto es más rápida, eso es innegable. Sin embargo, el coche es una opción a tener en cuenta cuando la Habichuela esté con nosotros y en pleno invierno, que llegas congeladita si vas en moto. 

Siento que soy mejor conductora de lo que creía. Claro que el modo circulación yo ya lo llevo de serie porque soy conductora de moto habitual pero me noto bastante suelta a los mandos. Sigo sintiéndome torpe y lenta, mientras que en la moto todo está automatizado, pero la impresión que me queda día a día es buena. 

Sin embargo, he de reconocer que me da mucho tedio coger el coche y cada día trato de superar la tentación de marcharme en transporte público. Por otro lado, se que llevar el coche me dará independencia a la hora de poder llevar a Habi a matronatación, por ejemplo y solo por eso, ya merece la pena que siga con mis prácticas.

¿Cómo está siendo vuestra experiencia con la Operación Coche? ¿Vais superando vuestros miedos las que confesabais terror absoluto a este artilugio de los Avernos? ¿Cómo me auguráis el futuro, con una Habichuela berreante en el asiento de atrás y su mami al volante sin poder atenderla?