Semana 29

Estoy de 30 semanas. ¡Weeee! Siento vértigo, siento alegría, siento mariposas en el estómago, puro nervio. Me siento feliz.

Mi peque me usa de saco de boxeo pero me encanta. Me encantan los síntomas y se me desata la imaginación pensando en cómo será tenerla ya con nosotros. Que también tengo mis momentos de pensamientos de castillo de espinos poblado por brujas y monstruos pero bueno, se me pasan. 

Por cierto, mi peregrinaje electoral ha dado resultado: el viernes presenté los papeles para tramitar la excusa y me la han admitido así que... ¡Me he librado de mesa electoral! Y menos mal porque ya me veía solicitando el voto a los ancianitos del barrio botando (jeje, chiste lingüístico :p) sobre mi enorme pelota de pilates (que una tiene un puntito friki pero no hacia falta que lo supiera todo el barrio, que para ellos soy una respetable veterinaria).

Esta semana tenemos síntomas nuevos. Junto a la colección de los que ya conocéis.

1. Ciática y lumbalgia: esto se va a quedar conmigo todo el embarazo. Eso si, ha entrado una compañera de natación nueva que está de 15 semanas y me ha dicho que ella tiene dolor de espalda desde el principio. ¡Como yo! Si ya sabía yo que todo era por el embarazo, dijera lo que dijera la primera ginecóloga que me vio. Que diréis: 'No es consuelo, te sigue doliendo el culo y la pata cosa mala'. Pues no, no lo es, pero me ha hecho ilusión saberme normal ^_^.

2. Sangrado: la nariz casi no sangra. Las encías empiezan a parar, para regocijo de mi pobre dentista que se lo estaba tomando como algo personal porque 'Chica, tienes la boca perfecta, no se porqué sangras tanto'. También le tranquilizó ver mis análisis y comprobar que tengo el hígado tocado, anemia y los tiempos de coagulación alterados. Bueno, tranquilizar no es la palabra exacta pero por lo menos empezó a entender que puñetas pasaba con esa sangre. Y el tratamiento que me pusieron debe estar empezando a hacer efecto ahora, por eso empiezo a notar mejoría. 

3. Dolor en el pubis. Si, es oficial. Me duele mucho la zona del pubis. Ciertos movimientos me cuestan la vida, léase ponerme los calcetines y las botas, meter la pierna por la pernera del pantalón.... En cuanto levanto una pierna del suelo, me molesta la pelvis y me duele. Supongo que la relaxina empieza a hacer efecto pero creo que el peso tiene algo que ver porque los mismos movimientos en el agua no me provocan absolutamente ninguna reacción. De hecho, en la piscina me puedo hacer una bolita facilmente sin que me duela nada: ni pelvis, ni ciática, ni lumbares....

4. Sed: mucha sed. Me paso el día bebiendo agua, tomando leche, engullendo sopas, volviendo a beber agua.... Y no se me pasa. Y eso nos lleva al punto 5.

5. Pis: no aguanto dos horas sin ir al baño y estoy dando un margen amplio. Por ejemplo, las clases de natación duran 45 minutos. Mi ritual consiste en hacer pis antes de salir a la calle, llevar a la chucha a casa de mi madre (que vive enfrente de la piscina) y aprovechar para pasearla (que los tres pisos cada día me pesan más y evito subirlos más veces de la cuenta). Al llegar a la casa de mi madre, hago otro pis. Cruzo a la piscina, me cambio y hago otro pis. 45 minutos chapoteando y cabalgando churros con las demás embarazadas y correr al vestuario a hacer pis. Vestirme y... hacer pis antes de ir a casa de mi madre a por la chucha y llevármela a casa. En total 4 o 5 pises en una hora y media escasa. Y esto nos lleva al punto 6.

6. Insomnio. No es insomnio como tal en el sentido de que yo caigo redonda en cuanto mi espalda toca el colchón. Pero llevo 4 noches levantándome una media de 8 veces en 7 horas de sueño para hacer pis. Me desvelo, estoy cansada y eso se traduce en que por las mañanas estoy raruna. Por un lado, me entrena para cuando la Habichuela tenga una de esas noches de las que habláis las que ya sois madres ^_^. Por otro lado yo creo que esto nos lleva directos al punto 7.

7. Locura mental transitoria. No se que otro nombre ponerle. Tengo un disgusto estúpido que, racionalmente se que os va a dar risa. Yo, soy consciente de su estupidez. Lo se y si no fuera por el cabreo que me provoca pensarlo, me estaría tronchando a mi costa. Resulta que a mi Mozo le han regalado la cesta navideña (normal, es Navidad) y lleva unos días diciéndome que el jamón iba a ser un Cinco Jotas. Mi Mozo es un porculero de libro y llevo todos esos días pensando que me estaba fastidiando en broma porque no puedo tomar embutidos. Pues el martes llegó a casa.... ¡con un Cinco Jotas! ¡Y lo quería abrir! Y me pillé EL REBOTE del año (mis rebotes consisten en hundirme en la tristeza y la miseria más absoluta). Y mi cerebro no hacía más que mandarme señales que decían: 

'Hobbita, aborta misión, que al fin y al cabo es SU jamón, mujer' 

Pero nada, chicos, que había tomado el control la paleocorteza y tenía ganas de atizarle con la pata de una forma muy almodovariana. U_U. Que me puse a llorar y todo porque habíamos hablado hace meses que si le regalaban un jamón lo íbamos a llevar a un sitio que te lo cortan y ensobran al vacío y te preparan los huesos y el tocino y ahora.... ¡ahora mi Mozo quería abrirse el puñetero Cinco Jotas! 

Que no tengo perdón pero es que el año pasado el Mozo regaló todo lo de la cesta porque estaba embarazada y no podía comer y dos semanas después perdí el bebé y ahora... ahora sería solo cuestión de esperar a febrero y desempolvar mis sobres de jamón. Que diréis: ¿y ésta ahora va a asociar regalar embutidos con abortos? Pues si, así es la psique humana.

¿A que es muy loco que se me despierten todos esos sentimientos solo porque haya entrado una paletilla en casa? U_U.

Decir que el conflicto ya está solucionado. Llevaremos el jamón a ensobrar ^_^. Pues nada, es pensar en ello y lloriquear cual magdalena.

8. Movimientos de la Habichuela. Este sigue siendo el mejor síntoma y eso que algunos empiezan a ser ya molestos (aun no son dolorosos). Anoche tuvo un momento glorioso en el que no paraba y no me dejaba dormir. Sigo sin saber que es cabeza, que es culo, que son patadas y que son puñetazos. Yo debo ser muy zote pero es verdad: no distingo. Se que está transversa o en la posición de la Pequeña Buda porque me lo dicen en las ecografías. La verdad es que me da un poco igual porque a mi lo que me gusta es ver como serpentea. Si se coloca, genial. Si no se coloca... bueno, pues para eso voy a parir en un hospital, ¿no?

¿Que tal está siendo vuestra semana? ¿Alguna locuela más en la sala? ¿Cómo van esas noches y esos pises? ¿Os da tregua la lumbalgia?