Semana 31

Una vez más, como cada jueves desde el 21 de mayo, cumplimos semanas. Entramos ya en la 32 y esto empieza a coger cada vez más velocidad. Me encanta. El sueño está casi al alcance de la mano y parece que esté a puntito ya de rozarlo con la punta de los dedos. Queda apenas mes y medio para conocer a nuestra niña, a nuestro bebé y se me humedecen los ojos solo de pensarlo. 

Mañana ya os cuento en más profundidad como fue la ecografía con los de diagnóstico prenatal y la consulta de desempate de mi ginecólogo pero es que ayer acabé muy tarde (no solo por el médico: Star Wars también colaboró en el cansancio) y hoy es el día de las semanas :p.

Vayamos al meollo del asunto.

1. Ciática y lumbalgia: los pongo como síntomas pero para bien ya que tenemos síntoma nuevo en este extraño embarazo que estoy teniendo. Entrando en la semana 32, cuando a toda embarazada le empieza a molestar la ciática, mi niña ha decidido que le aburre seguir jugando con mi nervio y.... se me ha pasado. Tal cual. Estoy que no quepo en mi de gozo. Puedo mover la pierna sin arrastrarla y solo a veces, después de estar un buen rato sentada en una silla dura, noto ligeras molestias que se me pasan simplemente moviéndome. Yo alucino con esta niña. La lumbalgia sigue igual: me da si me paso con alguna actividad así que es tan simple como no pasarse de ejercicio y descansar en cuanto noto que va a hacer acto de presencia.

2. Barriga oronda: esto ha brotado y ya no hay marcha atrás. Y como encima me siento relativamente ágil pues tengo mis pequeños accidentes domésticos. Y es que, amigos, una cosa es sentirse ágil y otra cosa es estar realmente ágil. Y estar ágil pues, sinceramente, no lo estoy. Así es que me dedico a darme golpes con la tripa allá por donde paso. Pobre Habi, no paro de estamparla con los bordes de las mesas cuando arrimo las sillas, con el borde de la ventana cuando tiendo o con el volante del coche cada vez que me intento acomodar en la cabina. ¡Qué vergüenza! Espero que la niña no me nazca atolondrada después de tanto golpe :S. El tema de la barriga también me complica la incorporación del cuerpo. Voy rodando por camas y sofás y a veces noto mucha presión al rodar.

3. Sangrado: la nariz y las encías siguen en su línea. Además, me he hecho una herida mordiendo un trozo de pan y no termina de cicatrizar la muy petarda ¬_¬. Cómo me he cortado con un trozo de pan y el porqué puñetas no cicatriza es algo que a día de hoy no me explico. No preguntéis U_U. Tengo una amiga que es peor: se cortó un dedo con un ajo O_O.

4. Pis: me sigo haciendo mucho pis. Aguanto más o menos una hora y media o dos sin ir al baño y a veces, al levantarme y dar dos pasos, tengo que volver al baño porque todavía quedaba más pis. Ni rastro de infecciones de orina, eso si, así que bueno, lo considero gajes del oficio. 

5. Sed: no se que fue primero, si el huevo o la gallina, me explico. Realmente no se si me hago mucho pis porque bebo mucho o si bebo mucho porque me deshidrato de tanto hacer pis. El caso es que da igual porque mira, a lo tonto me he librado de dos males del embarazo: el estreñimiento y las infecciones de orina. Y además, me voy preparando para lo que me espera. No se lo que es dormir una noche seguida desde hace aproximadamente 6 meses.

6. Antojos: a mi esto me parecía una lerdez pero ahora me trago todas mis palabras igual que me tragué las que decían que los ascos de embarazada no existen. Me ha dado por las granadas. Es una fruta que siempre me ha gustado mucho pero que no tomaba porque reconozcamos que es un engorro pelarla. Pues ahora mismo ni el pelado de granada me detiene. Es pensar en la merienda y automáticamente corro al frutero a por granadas. Es darme cuenta un sábado por la mañana que me he quedado sin granadas y no quedarme a gusto hasta que me voy a comprar un cargamento. 

7. Dolor de pelvis: esto ya es oficial. Se me está relajando la sínfisis púbica que da gusto. Se que es fisiológico pero ponerse un pantalón y calzarse duele. Duele mucho. esto se traduce en que la pobre chucha tarda bastante en ser sacada por las mañanas y que muchas tardes la saca el Mozo en soledad simplemente por no cambiarme el pijama por ropa de calle. 

8. Movimientos de la Habichuela: sigue siendo el mejor síntoma de todos. El día que está menos movida me asusto pero son pocos porque, sinceramente, es un rabo de lagartija. Darse la vuelta no se dará pero madre mía, menudas juergas se monta ella sola ahí dentro ^_^.

¿Cómo van vuestras semanas? ¿Coincidimos en síntomas? ¿También os golpeais la tripa contra el mobiliario de vuestra casa o soy solo yo la torpe?

Por cierto.... ¡Feliz año! Pasad una noche estupenda y comed mucho jamón a mi salud.