Semana 30

Pasó otra semana más y ya estamos oficialmente entrando en la semana 31. ¡31! 

Ya sabéis que ha sido una semana con un sabor agridulce. Han pasado muchas cosas, unas buenas y otras horribles, y supongo que eso va pasando factura y es que, aunque me encuentro bien físicamente, la parte emocional me ha pasado factura y noto el cuerpo agotado.

Además, hoy es Nochebuena y me toca desplegar mis habilidades sociales. No me malinterpretéis. La Hobbita se caracteriza por ser un ser bastante asocial pero cuando me sueltas en un ambiente propicio, despliego mis mejores artes engatusadoras y parezco un circo. No me importa, de hecho, me gusta también ese otro lado que tengo pero justo hoy, sinceramente, me apetece descansar.

El orden del día de un día como hoy se puede resumir en:

1. A primera hora tendré la ecografía doppler que me mandaron para controlar toda la circulación de la Habichuela. Desde el cordón umbilical al líquido amniótico, pasando por la circulación renal y cardiaca. Hoy ya no creo que me de tiempo a contaros los resultados y, como sigo siendo un zote en twitter, algo me dice que tampoco podré dar noticias por esa vía. En serio, como os dije ayer, prometo ponerme las pilas con las RRSS <---- (Mira! La Hobbita ya sabe lo que es 'RRSS' :D)

2. Justo después de la ecografía tengo orden so pena de no catar ni mujol, ni langostinos, ni el pollo en pepitoria del novio de mi madre de hacer acto de presencia en su casa para cortar los platos de jamón con los que los invitados a la comida de Navidad serán agasajados. Todos los invitados menos aquí la presente, que pasará sus segundas navidades sin embutidos. ¬_¬. Gracias Habi. Se te adora. 

El novio de mi madre se ha empeñado en que se lo corte el día antes para que no nos estorbemos el día 25 en la cocina. ¿Por qué tengo que cortarlo yo? Pues ya es tradición. Desde que el novio de mi madre se percató de lo bien que corto jamón, no quiere que se lo corte otro. ¿Y por qué sabe la Hobbita cortar jamón? Pues, aunque os parezca mega escatológico, yo era la diseccionadora de honor en las prácticas de anatomía. ¡Menudos plexos braquiales soy capaz de prepararte en dos horas sin tocar un solo nervio en el proceso! ¿Me ha servido de algo en la vida esta habilidad adquirida tras años rodeada de cadáveres? Pues mira, me he ganado puntos en la familia política, que nunca viene mal. 

3. Hay que acudir a Alcalá city a la casa de los suegros a la cena de Nochebuena. Estoy negociando el que acudamos lo más tarde posible porque aquello suele ser mortal. Supongo que llevaremos al primo del Mozo con nosotros y que al llegar allí ya estará la recua de ancianitos que tienen como familia. Entendedme. Son majos pero en esa casa hacen falta niños con urgencia. Afortunadamente, este será (espero) el último año sin representación de la generación infantil y el año que viene la Habichuela mantendrá entretenidos a la suegra monja, el suegro sindicalista amante de las palmeras, la tía suegra que lanza pullas por doquier, el tío sordo y el tío sabio (sabio y pelín pedante, pero se le aprecia). En serio, son reuniones un pelín mortales pero bueno, la Hobbita piensa darse un banquete a base de cordero rico elaborado por el suegro (que además de amante de las palmeras es un experto en los asados).

Tras semejante introducción pasemos sin más a los síntomas:

1. Dolor de espalda y ciática: la niña se ha debido mover algo porque la ciática me ha respetado bastante. Ya no es el dolor constante si no que va y viene a ratos. Ahora lo que me duelen más son las lumbares, supongo que el por el peso de la barriga.

2. Sangrado: el martes, nariz en el metro. Todos los días sangrado zombie de encías. ¡Qué bonito es el embarazo! ^_^

3. Sed: sigo teniendo mucha sed. Mis amigas recién estrenadas en la maternidad me dicen que me prepare para la lactancia, que si esta me parece excesiva que ya veré xDDD. Que monas :p

4. Pis: esto va cada vez peor. Por la noche me levanto un mínimo de 3 veces pero lo normal está siendo levantarme cada hora. Además, cuando me levanto tengo tanta sed que tengo que beber y el ciclo de la vida del pis se perpetúa.

5. Hinchazón de tobillos: esta semana no he podido ir a clases de natación y creo que se nota porque, sinceramente, me he pasado por el forro el hacer los ejercicios circulatorios que nos indicó la matrona. Esta semana me pondré las pilas porque además, las clases de natación se acabaron el martes hasta nueva orden (vuelven el 7 de enero). Aunque podemos ir a la piscina, no se hasta que punto podremos trabajar con el material por libre o si lo tendrán guardado bajo llave.

6. Torpeza generalizada: se me caen las cosas de las manos a última hora de la tarde. Me siento como al principio de tener el accidente de moto y se me quedó lerda la mano derecha. Pues la lerdez se le ha contagiado a la izquierda xD. Las cosas que se caen al suelo me cuesta recogerlas y algunas ni las recojo o las intento pescar con los pies (otra de las virtudes hobbitas: el gancho de pie). El problema es que me estoy quedando sin cuchillos: están todos debajo de la nevera ya que alguna fuerza cósmica los empuja a caer y deslizarse hasta dicho refugio, fuera del alcance de pies hobbitos y, por supuesto, de croquetas preñadas. También empieza a costarme abrocharme los zapatos y quitarme los pantalones pero eso solo es un problema si estoy sola en casa ;p

7. Movimientos de la Habichuela: es el no parar. Habi se retuerce, hace el alien, saca bultos por todas partes, turra con la cabeza contra el ombligo, me patea la vejiga... Es taaaaan mona ^_^. Eso si, tanto moverse y sigue de culo la muy judía (jeje, judía xDDD). Ya podría darse la vuelta y ponerse en cefálica, aprovechando que es chiquitita :p.

¿Que me contáis vosotras de estas semanas de embarazo? ¿Cómo las vivisteis/vivís? ¿Qué me decís de la sed?