Como podéis ver de un tiempo a esta parte, en la pocket casa hobbita que compartimos servidora y el Mozo (y la Chucha) no concebimos la vida sin ayuda de los robots. La Roomba, la Thermomix, la lavadora-secadora y el lavavajillas son ejemplos de muestra. En este caso, el lavavajillas es ESA máquina que dio lugar a una historia en si misma.
Todo comenzó con mi entrada en la vida laboral. La de verdad, no la de las becas de universidad, que eran una caca pero que no se vivía mal (a toro pasado, buenas son tortas) ni la de los trabajos que estuve compaginando con la carrera (y que a toro pasado, sinceramente, tenían mejores condiciones laborales que las que me encontré al terminar los estudios). Empecé a trabajar en el Hospital que al final me hizo renegar de la profesión y mi vida se tornó en caos. Horarios faraónicos que se traducían en llegar a casa reventada, una época sin pareja, reubicarse en los Madriles después de 3 años viviendo en tierras norteñas, volver a retomar el contacto con los amigos de aquí, hacer grupos nuevos.... Todo esto llevaba a que, las tareas domésticas y particularmente la hora de fregar, convirtieran mi vida en una tortura.
Porque desde aquí confieso públicamente que la Hobbita ODIA fregar. Creo que es la tarea doméstica que más odio del mundo: gasto agua y energía, me empapo yo, empapo la encimera, tengo accidentes con el grifo, empapo el suelo, me toca pasar luego media hora recogiendo la cocina.... Y tengo una sensación de pérdida de tiempo, de valioso tiempo, que me saca de quicio....
Dejé de cocinar (algo que me gusta muchísimo pero que requiere que utilices un buen montón de utensilios y por no fregar, no me ponía), con lo cual al final siempre mal comía cualquier cosa. Volvía a casa a las 21 horas si no se me había complicado el día con alguna urgencia. Prácticamente llegar a casa y planchar la oreja después de cenar un sándwich o una fajita fría. Por las mañanas, recoger la casa un poco, sacar a la chucha y viajar al hospital. Los sábados también trabajaba así que solo tenía libres los domingos y aún quedaba organizar compra (menos mal que la hacía on-line), planificar la semana y pensar en casos clínicos insidiosos que me traían de cabeza. Esos eran mis días.
Ejemplo gráfico de como acaba la Hobbita cuando se pone a fregar |
Dejé de cocinar (algo que me gusta muchísimo pero que requiere que utilices un buen montón de utensilios y por no fregar, no me ponía), con lo cual al final siempre mal comía cualquier cosa. Volvía a casa a las 21 horas si no se me había complicado el día con alguna urgencia. Prácticamente llegar a casa y planchar la oreja después de cenar un sándwich o una fajita fría. Por las mañanas, recoger la casa un poco, sacar a la chucha y viajar al hospital. Los sábados también trabajaba así que solo tenía libres los domingos y aún quedaba organizar compra (menos mal que la hacía on-line), planificar la semana y pensar en casos clínicos insidiosos que me traían de cabeza. Esos eran mis días.
Y cada día entraba en mi mini cocina y estudiaba la manera de meter un lavavajillas. Pero era tan mini y estaba tan mal hecha que no veía la forma.
Al final un día estallé (las Hobbitas cansadas y mal alimentadas tenemos mal carácter) y acabé tirando una pared a mazazos. Si. Así. Era algo que quería hacer desde hacía tiempo para agrandar el salón (había un armario estúpido de obra que no servía para nada porque era largo y estrecho así que tú lanzabas cosas al fondo de ese armario y si algún día querías encontrarla te las veías y te las deseabas para organizar una expedición espeleológica ahí dentro). Después de la 'reforma' me sentí bastante mejor de ánimo. Tuve agujetas durante cerca de 3 días pero decidí que era el momento de facilitarme la vida:
Había que comprar un lavavajillas. Era oficial.
Fui a una tienda de cocinas con los planos de mi cocina para ver que se podía hacer para meter un lavavajillas allí. La diseñadora le dio vueltas y vueltas y le pasaba lo que a mi: estaba tan mal hecha y era tan pequeña que para meter un lavavajillas había que tirar el frente entero y volverlo a hacer. Total, unos 1200€ de obra más el lavavajillas. Entonces le pregunté cuánto costaría hacer la cocina entera. Me diseñó un proyecto inicial y oye, se encarecía hasta los 1500€ y ya la tenía hecha.
El problema es que, cuando yo compré la casa (típica casa de abuelos bien compartimentada) ya tenía pensado que en el futuro iba a tirar la pared entre cocina y salón para hacer una cocina más amplia, americana, y dar amplitud visual a la pocket casa hobbita. Así que le dije que me iba a pedir presupuestos para tirar paredes a las tiendas de reformas de alrededor. Por aquello de no hacer dos veces la obra.
Al final me quedé con unos que trabajaban bastante bien y me hicieron un presupuesto bien desglosadito y estupendo. Pero iba a estar 3 semanas sin cocina ni salón, así que me compensaba buscarme otra vivienda (irme a vivir con mi madre no era opción porque, aunque yo la quiero mucho, casi que prefiero que cada una esté en su casa, por el bien de nuestra relación :p). En un alarde de valentía les pedí que me presupuestaran también el baño, que era otra parte de la casa que había que hacer y así aprovechaba la mudanza. El presupuesto seguía cuadrándome y solo sería un mes de obras y tendría salón, cocina, baño y ¡suelos nuevos!. Fin de las humedades, fin del terrazo helado y horrible, fin de la sensación de agobio que dan las casas pequeñas y llenas de tabiques. ¡Y el fin del fregoteo!
Me fui a vivir cerca del hospital a un piso compartido en el que, casualidades del destino, vivía el Mozo. Allí empezó nuestra historia de amor ^_^.
Un día me llamó el contratista de la obra. Había un problema con la electricidad: no había toma de tierra (si, tengo una casa antigua) y casi se le electrocuta un obrero. Me aconsejaba cambiar la electricidad porque a fin de cuentas, pese a ser algo que no se ve, es más importante no salir ardiendo que tener un suelo bonito. Cambié suelo por electricidad y mi madre se echó las manos a la cabeza. ¿Cómo iba a dejar la casa sin un suelo bonito? Pues dejándola, principalmente porque no tenía más presupuesto xD. Al final mi madre me prestó el dinero para el suelo y la obra se amplió hasta los dos meses.
El lavavajillas y demás electrodomésticos los compré por Internet en una página que recomiendo porque trabajan muy bien y a precios muy competitivos. Aún más barato. Advierto que el diseño de la web es horroroso y asesina-retinas pero funcionan muy bien.
La obra terminó y quedó estupenda, a falta de la pintura y las ventanas, que ya las haría yo misma más adelante.
¿Adivináis que llegó abollado? ¡Si! El lavavajillas.
Afortunadamente, el servicio de atención al cliente de la web se portó de maravilla y en una semana tenía el electrodoméstico cambiado, instalado y revisado. Por eso sigo recomendándola xD.
¿Cómo me ha facilitado la vida esta reforma? Tengo una casa en la que me encanta estar, hecha a mi gusto y con cada rincón bien aprovechado. A estrenar y completamente segura.
Antes había armarios de obra que comían espacio y que no eran prácticos ni por su ubicación (uno en la entrada y otro en medio del salón) ni por su configuración (ninguno tenía la puerta hasta el techo con lo que el altillo era difícil de usar, uno tenía humedades y el otro era profundo y estrecho, como un pasillo con lo que tampoco era aprovechable). La desaparición del de la entrada ha hecho un baño mucho más amplio y el del salón ha dado una amplitud visual genial al espacio.
La cocina ahora es más funcional. Tengo electrodomésticos de calidad, que ahorran espacio, tiempo y dinero. Antes no tenía horno y la encimera se la comían un horno eléctrico y el microondas. Ahora tengo un horno compacto con microondas integrado que ahorra espacio y me permite cocinar bien. Y metros y metros de encimera. Con la cocina americana pensé que perdería capacidad de almacenaje al perder toda una pared pero la realidad es que no ha sido así. He aprovechado cada rincón con armarios normales. Los antiguos propietarios reformaron la cocina pero con armarios muy raros. Algunos (en concreto 3) eran de 20 cm, con lo cual decidme que puñetas se puede meter ahí dentro (¿por qué hacer 3 armarios de 20 cm en lugar de un armario de 60 cm?). Había 40 cm de encimera real en la cocina y ahora tengo una cocina en L más una isla de 90cm que hace las veces de mesa y que separa salón de cocina. Y armarios por todas partes. Ello aderezado con un mueble que diseñamos el mozo el yo para la nevera (os colgaré el DIY) y el aprovechamiento del espacio sobre la ventana que da mucho espacio extra de almacenaje.
El suelo es de tarima. Esto hace que la casa esté mucho más calentita en invierno que con el helador terrazo que había antes y además es visualmente más bonito, de roble gris, muy nórdico.
El baño ahora es cuadrado, sin eles ni esquinas raras. He conseguido encajar un lavabo de 80cm (antes se me estaban todo el día cayendo los cepillos y los frascos) y una lavadora secadora que da superficie de encimera y también facilita la vida. La microbañera rosa (si, era ROSA) ahora es un plato de ducha de 120 cm con mampara (también odiaba tener que fregar el baño después de cada ducha) y también da sensación de amplitud. Toda la fontanería es nueva y se han solucionado las humedades que había.
Y ya por último: la electricidad. No escatiméis en estas cosas. Aunque no se vea, merece la pena por seguridad y para ponerte enchufes allá donde desees. No escatiméis tampoco en enchufes. Encarecen la obra pero nunca sabes cuándo los vas a necesitar.
El Mozo y yo, que somos muy apañados, nos hemos hecho la pintura de la casa, que parece que no pero tenía mérito. Capas y capas de papel pintado del pleistoceno campaban a sus anchas por todas partes U_U. Fue un palizón pero nos ha quedado muy bien y nos hemos ahorrado unos dineros.
Y vosotros, ¿habéis reformado vuestras casas? ¿Tenéis pensado hacerlo? ¿Os da pereza/miedo meteros en reformas? ¿Alguna anécdota reformil a compartir?
Nena, deberías dedicarte a esto!!! No he visto tu casa, pero según cuentas, me imagino que ha quedado genial! Yo soy nula para visualizar, es lo que peor se me da de las obras y la decoración. Me alegro de que estéis tan a gusto en casa!
ResponderEliminarIré subiendo foticos de a pocos, dando ideas. Yo he aprendido que lo importante en decoración y en casas pequeñas es no tenerle demasiado apego a las paredes. ¡Tampoco tenerle demasiado poco, que si es por el Mozo, te desmonta la casa y te fabrica un loft!
EliminarAins, si mi casita tuviera ascensor sería simplemente perfecta ^_^.
Un abrazo :)
Madre mía eres una crack!!!!! Si algún necesito reformar y sobretodo aprovechar bien el espacio te consultaré seguro.... Esta genial tener una casa a tu gusto! Un abrazo
ResponderEliminarLo más importante es no tener miedo a romper cosas y tirar lo que no sirva. No hay nada peor que empezar a acumular, acumular y acumular. Entender la reforma como una especie de catarsis personal (toma ya, que profundo :p)
EliminarUn abrazo :)
Wooo ya enseñarás fotos! Me encantan estas cosas. A mi me están haciendo la obra de la megacasa donde viviremos 3 familias. A ver si acaban de una puñetera vez ¬¬ Luego con el tiempo tocarán muebles y demás jeje En fin, me alegra que te sientas bien en casa es lo mas importante, se lo que es vivir en un lugar deprimente, frio y con humedad donde una no está a gusto.
ResponderEliminarEs que quedaba un post gigante si metía las fotos así que haré micro-post de cada estancia. Lástima no tener demasiadas fotos del antes U_U porque la verdad es que la mejora es espectacular.
EliminarYo también se lo que es vivir en un lugar deprimente, frío, oscuro, húmedo y con un ex sin interés ninguno en que aquello mejorara mínimamente U_U. Horrible es decir poco.
Un abrazo :)
Mira, para que veas que nosotros de kamikazes tenemos más de lo qu contamos: nos mudamos dos meses antes de dar a luz. A este piso, tres pisos sin ascensor y de hace más de 40 años. El piso estaba de guarro que no quieras imaginarte (había estudiantes) desde manchas de haberse caído una jarra de café entera en una pared, hasta sitios donde se notaba que no habían pasado ni un paño ni una escoba en años. Las persianas negras, la cocina más sucia que el palo de un gallinero, el baño con los muebles penosos, los muebles buenos pintados a grafiti... en fin, para llorar. Todo estaba sin tocar mucho, pero aquí el costillo es electricista entre otras cosas y esa parte se va solucionando a cachos, la verdad es que compramos lo justo e imprescindible para poder tener operativa la red eléctrica y que no saltase mucho la luz o no hubiese peligro de incendio. Luego una limpieza exhaustiva con cosas bastante tóxicas de tooooooooooda la cocina (nevera incluída), paredes. Pintar, mover todos los muebles de sitio y acomodarlos a neustro gusto, cambiar grifos y un largo etc.... Obras estructurales no, pero las otras a lo tonto, dan mucho trabajo. Por eso a mi no me entró sindrome del nido, porque estaba todo por hacer, jajajaja!!!
ResponderEliminarUffff! Es como si me mudara yo ahora! Que me cuesta hasta girar en la cama!
EliminarYo alquilo a estudiantes así que te entiendo. No se como pueden vivir en semejantes guarreridas (que viene a ser la combinación entre guarrada y guarida). Alguna vez que he tenido a un cerdo más cerdo de lo normal, he llamado a la caballería (las empresas de limpieza). Una vez la chica que vino blasfemó en rumano. No se rumano, pero se fehacientemente que blasfemó.
Es una suerte que tu costillo sea electricista porque.... no veas como subió la factura con el temita de la electricidad de marras. El Mozo dice que porque no le conocí antes pero que viéndome, nos lo podíamos haber hecho nosotros. Claro que yo en aquella época no disponía del tiempo que tengo ahora.
Al principio de mudarme, tunee los muebles, pinté algo de la casa, cambié el baño sin obra (a base de pintura y de tirar lámparas candelabro xD)... El caso es que me gusta mucho hacer estas cosas. Quien tuviera dinero para dedicarme a la compra-venta y rehabilitación de viviendas de segunda mano xDDD
Un abrazo :)
Fotooooos bitte! :-).
ResponderEliminarEres súper apañada, desde luego que podrías dedicarte a ello y además de ganar dinerito, ayudarías a familias a tener un hogar más acogedor.
Uys, algo me dice que el sector no está lo que se dice boyante (hay, así a ojo, unos 2000000 arquitectos en paro en este nuestro país que, a diferencia de mi, saben utilizar el Autocad y los programas más chulos de diseño 3D! xD). Pero no me quita el sueño. A mi lo que me gustaría es tener muchos dineros para dedicarme a la compra-venta-alquiler de viviendas de 2ª mano viejunas y rehabilitarlas yo, que me tiene entretenida unos meses. Pero no caerá esa breva xD.
EliminarFotos... es que la reforma es de hace 3 años y no encontré ninguna foto de esa época de mi casa U_U...
Un abrazo :)
Pues la verdad que la casa en la que vivo la odio muchísimo, no sé si por las sensaciones que tengo o por que es feísima y de las viejas típicas con mucho pasillo, encima a mi padre le dio por hacer cosas de yeso, es decir, muebles de yeso en el comedor y en el despacho, y luego un arco horrible en la entrada, pues hace dos años le dije a mi chico que no aguantaba esa casa así, porque los muebles al ser blancos cogen mucho polvo y con esquinas que acumulaban mucho polvo, en fin que el padre de mi chico es albañil y nos tiró el mueble del comedor, nos compramos un mueble moderno, y cambiamos todos los muebles, sofá, mesa de comer y mesa de centro, luego he querido tirar el arco, porque me quita espacio del pasillo y es feísimo, además de que ya no se lleva, pero tienen un cuadro eléctrico intalado ahí y no pude tirarlo, así que nada ahí se quedó, luego nos planteamos tirar el mueble del despacho y reformar la cocina, si yo en realidad reformaría toda la casa entera, le quitaría pasillo, quitaría comedor y lo haría más pequeño, reformaría el suelo, los dos baños, pero como hemos decidido que nos vamos a mudar, pues para qué vamos a hacer nada, y darle una casa bonita a mi padre, un ja. Además que no hay money jejejejejeje
ResponderEliminarBesitoosss
Uys, los muebles de pladour!!! xDDDD. No se lo tomes a mal a tu padre, es que los 80 y los 90 hicieron mucho daño. Mi padre también armó uno de obra en el salón de su casa y no hay quien le eche huevos a tirarlo (bueno, miento. El Mozo quiere lanzarlo abajo pero ya le he parado yo los pies que no estoy ahora mismo para invertir absolutamente nada más en esa casa). Cuando tengas tu propia casa, ya verás, que divertido es lo de tirar paredes y hacerlo todo visualmente amplio ^_^
EliminarUn abrazo :)
Menos describir el horror y más fotos, oiga! XD
ResponderEliminarPues sí tengo anécdota, sí. En mi casa había un armario empotrado, de pared a pared. Mu apañao pero negro de humedades. "pos lo quitamos" y empezó la pesadilla. Porque el suelo de debajo del armario no era el mismo que el del resto de la habitación (unos 3cm de desnivel) y la pared era la original de gotelé, cuando el resto de la habitación tenía paredes lisas (con el consecuente desnivel). Así que quitar un armario terminó en escayolista y albañil. Y desde entonces odio las cosas de obra/a medida que no te permiten cambiar de aires.
Le susurro "armario empotrado" al churri mientrar duerme y veo cómo se le erizan los pelos de terror xDDD
Jooooo! Desempolvaré el portátil viejuno a ver si doy con algunas fotos de la pre-reforma. Pero vamos: tu imagina, imagina: papel pintado de terciopelo con flores de lis por tooooda la casa, papel pintado imitación gotelé en los techos del salón, baldosas rosas, con una rosa dentro coronadas con una corona de rosas por toooooodo el baño, baldosas Almodovarianas en la cocina.... suelos de terrazo que parecían aceras y armarios empotrados estúpidos xD.
EliminarY con lo del armario, te entiendo, jaja. Cuando quité el papel pintado del salón me encontré gotelé de exterior de una antigua terraza debajo, así que estaba todo a dos aguas. Madre mía lo que costó alisarlo todo xD. Fue un trabajazo.
Un abrazo :)
Lo que me he tenido que reir! Sobre todo con los comentarios de todas, menudo club de la comedia XD.
ResponderEliminarObras tengo yo hoy y no las veo muy graciosas, mas que nada x el perfume O D'Cloaca. Hobbi yo m trago programas de reformas cada vez que puedo, lo mío roza la obsesión, asi que me tienes la mar de entretenida con tus relatos, me encantan!
Oh, si. La parte de las bajantes y las ascendentes no es muy bonita en las reformas.... Y no te preocupes, que yo escribo más de reformas y DIY y como tirar paredes con mazos, que es divertido!
EliminarUn abrazo :)
Pues si no estuviera de alquiler cambiaría algunas cosas de mi casa. Lo primero que hicimos fue mejorar la cocina porque tenía demasiado espacio y estaba sin aprovechar, aún queda seguir aprovechando ese espacio. La habitación del pequeño cavernícola la pinté y le hicimos algunas mejoras. Ahora estoy en proceso de mejorar la entrada y cambiar sofás del salón que los que tenemos son del propietario y le hemos dicho que se los cambiamos.
ResponderEliminarNo obstante espero que me toque el gordo y cogerme una casa para diseñarla como me plazca.
En las casas de alquiler poco se puede hacer, salvo pintar y cambiar los muebles (si el casero te deja) U_U. Y tranquilo, que dice mi Mozo que los pisos seguirán bajando hasta 2018 ¬_¬. Yo te digo que lo mejor es comprar algo cochambroso y levantarlo de cero a tu gusto. Es lo que hice yo :p. Te sale baratejo y luego, lo que tardes en hacer la reforma.
EliminarUn abrazo :)
Reformas no, pero ya sabes que me encantan los detalles decorativos :-) Y me lo he pasado genial decorando el nuevo piso de casados desde cero, aun que estemos de alquiler, al final eligiendo bien los muebles y los detalles hemos hecho nuestro nidito.
ResponderEliminarEs que, aunque sea de alquiler, es vuestro hogar y hay que hacerlo propio. Yo nunca entenderé, por ejemplo, a mi abuela materna que siempre decía 'Para lo que me queda en el convento, me cago dentro'. Pues 50 años ha estado cagándose en el convento, toda incómoda O_o.
EliminarUn abrazo :)
Perdón por reirme pero... jajajaja, me ha encantado la entrada
ResponderEliminarEspero que al final saliera todo bien.
Salió todo genial, jaja, pero ahora mos hemos mudado a Mordor y hay que volver a empezar. Nooooooo!
Eliminar¡Qué experiencia tan enriquecedora has compartido! Este relato sobre reformas en el hogar destaca la importancia de personalizar los espacios para hacerlos más funcionales y acogedores. La narrativa detallada muestra cómo los cambios, desde la redistribución de espacios hasta la renovación de instalaciones, pueden transformar radicalmente un hogar. Además, es inspirador ver cómo la perseverancia y la planificación resultaron en un espacio completamente renovado y adaptado a tus necesidades. ¡Felicidades por esa gran transformación!
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