Ecografía de control y primera clase de Educación Maternal

Así estaba la Hobbita de agotada ayer

El día de ayer fue largo, muy largo. Tan largo que no me dio tiempo a preparar la entrada. De todas formas, con respecto a la ecografía de control, poco que decir.

Los riñones de la Habichuela han empeorado otro poco. La dilatación sigue siendo bilateral y ha aumentado hasta los 11mm y los 12mm. Sin embargo, el parénquima renal sigue íntegro, no hay megauréter y la cantidad de líquido amniótico es normal por lo que, aunque sigo en riesgo para seguir haciendo ecografías seriadas, no es demasiado grave.

Y si no es demasiado grave, ¿por qué estuve tan raruna todo el día? Supongo que sigo haciéndome a la idea de que todo es un mal sueño y que se va a arreglar antes de nacer. Sin embargo, ayer tenía esa vocecilla en la cabeza, machacona, seguro que muchas lo habéis vivido, haciéndome sentir mal y recordándome cuántas veces he tenido a bien salirme de las estadísticas. Son tonterías pero me acordaba de nuestro cachorrón, que después de salvarle la vida con mucho esfuerzo cuando aún no tenía ni un mes de vida (solo el Karma sabe lo que me costó) y me lo dejaron abandonado en la clínica del tercer mundo en la que estaba trabajando por aquel entonces, tuvo a bien morirse al año de la forma más estúpida que te puedas imaginar, rodeado de veterinarios (todos amigos) y más monitorizado imposible. Y también tengo a la vocecilla susurrando 'Síndrome de Down.... Síndrome de Down...'. Y mi cerebro racional y las tardes y tardes de trabajo con mi psicóloga intentando retomar el control de la situación. Tranquilos, creo que hoy ya está todo bajo control pero no quiero hacer como que estos pensamientos no existen, por eso los dejo por escrito. 

Total, que creo que esta sensación me acompañará cada día que me toque nueva ecografía.

Por otro lado, la Habichuela ya no está en transversa....

Ahora ha decidido ponerse de nalgas, sentada como un buda. ¡Esa es mi niña! ¡Todo lo hace por la comodidad de su madre! Lo bueno es que la ciática está mejor. Lo malo es que al ginecólogo no le termina de gustar la postura. Ahí estaba yo, diciéndole que tranquilo, que aún tiene tiempo para voltearse. Y él diciendo: 'No, si hasta media hora antes del parto, tiene tiempo pero.... ¡ya es mala pata!'. Bueno, confío en mi peque y supongo que al final se pondrá en buena posición. Y si no.... pues ya me voy a encargar yo de investigar bien sobre las cesáreas.

Lo que nos lleva directamente a la tarde y mi primera clase de Educación Maternal. Al final, después de toda la parafernalia para cambiarlo por la tarde y que pudiera venir el Mozo no sirvió de nada. Allí estaba yo, sola, viendo a un montón de papis con sus parejas y con el Mozo que dos días antes se rajó. 'Que tengo mucho trabajo en la oficina y total, no hace falta que vayamos los dos'.

Y ahí si que no puedo estar más en desacuerdo con el Mozo. Primero, porque es un derecho del trabajador y aquí estamos los dos al pie del cañón (ya no por nosotros y nuestra generación, si no por la de la Habichuela). Segundo, porque ayer estaba yo muy vulnerable después de la ecografía y parece que no, pero estaba al borde de la lagrimilla en la sala con la matrona y los demás papás. Tercero, porque el saber de primera mano no ocupa lugar y dado que el embarazo es de los dos, pues lo suyo es que vayan los dos. 

Ya en casa hablamos seriamente y va a venir a las siguientes pero de momento, esta primera se la ha perdido. 

La clase me gustó. Me gusta mucho la matrona. No hace clases magistrales si no que es como una charla cercana entre amigos. Estuvo hablándonos un poco en general del propósito de las clases de Educación Maternal que no es otra cosa que el ir informadas al parto para que no entremos en pánico en el momento del expulsivo. Nos puso como ejemplo un problema relativamente normal que se da en los paritorios: el síndrome de inadaptación a la vida, que no es otra cosa que al bebé le cueste adaptarse al medio aéreo. Como se quedan fríos, si no es suficiente con el calor de la madre, los meten en una cunita térmica y, si con eso no es suficiente, piden una incubadora a neonatos. "Y ahí", nos dijo, "las madres es oír incubadora y poner unos ojos de terror abiertos como platos. Pues tenéis que saber para lo que es y que no es nada grave pero que los sanitarios hablamos así entre nosotros".

Nos recomendó encarecidamente hacer la visita guiada por el hospital en el que vayamos a dar a luz precisamente para que luego no nos de miedo lo desconocido. Que preguntemos todo y que esa visita es parte de las clases de educación maternal. En mi caso tengo que llamar directamente al hospital para que nos pongan la visita. Lástima que solo sean por la mañana aunque, ¡¡¡pienso llevar al Mozo aunque sea de la oreja!!!

Luego nos contó un poco el tema de genitales externos, internos... lo que en principio todos ya deberíamos saber por las clases de biología. Pues creedme si os digo que miraba las caras de muchas y creo que nunca se han mirado los bajos con un espejito xD.

Y ya por último, nos habló de la donación y criopreservación del cordón umbilical en bancos públicos o empresas privadas respectivamente. Y eso me revolvió porque ya sabéis que el Mozo y yo tenemos opiniones algo opuestas sobre el tema así que me habría encantado que estuviera allí para hacer todas las preguntas que pudiera tener. Aunque en el fondo, gracias a un post de Liela ya le había quedado más o menos claro que, en nuestras circunstancias, nuestra opción es la donación. Eso si, respeto absoluto al que decida preservarlo, pero siempre desde el conocimiento y la información veraz. En las clases de ayer me di cuenta de que había muchísimo desconocimiento sobre el tema entre los que ya tienen mega pensado preservar su cordón y es porque los comerciales hacen muy bien su trabajo vendiendo humo. 

Por lo demás, la Habichuela se dedicó a patearme toda la clase recordándome que todo va bien y que sigue aquí conmigo, pase lo que pase fuera.

¿Alguna con ectasia piélica en la sala? (Siempre pregunto lo mismo, pero no hay que perder la esperanza de encontrar compañera de viaje) ¿Cómo recordáis a vuestra matrona y sus clases de educación maternal? ¿Os acompañaron vuestras parejas?