Las Lentejitas van al cielo. Carta a C.

El 21D ha resultado ser emocionalmente complicado. Especialmente para ti, C. Probablemente nunca leas esto porque, aunque no se puede decir que me oculte demasiado en las redes, nadie del grupo sabe que tengo un blog. Sin embargo, es precisamente en el blog donde vuelco esa parte sentimental que no soléis ver y por eso, hoy, quiero dedicarte una entrada a ti, C.

Solo quiero decirte que lo siento. Que lo siento muchísimo. Que no es justo nada de lo que estás pasando.

Deberías estar en la calle disfrutando de 'las corrientes del cambio', riéndote con nosotros, tu grupo de amigos, un grupo muy curioso porque cada uno somos de un color y sin embargo nos compenetramos genial. Somos lo que se dice, multiculturales, multiraciales y multipolíticos. ¿Existe esa palabra? ¿Multipolíticos? En este grupo somos rojos, naranjas, morados... y cuento hasta 4 países distintos representados cuando nos reunimos en casa de alguien. Yo las llamo las cumbres del G4.

Y sin embargo se que estás llorando y que no puedes parar. Y no lo se porque haya hablado contigo. No he podido llamarte cuando me he enterado. No se como enfrentarlo. No se que hacer, C.

Porque yo he pasado por eso y se que es una mierda. Se que no estás para nadie y a la vez, se que nos necesitas a todos. También se que a los que más necesitas los tienes muy lejos. Porque emigrar es algo genial que nos enriquece a todos pero en estos momentos es una puta mierda porque creo que necesitas a los tuyos. A los tuyos de siempre. Tú sabes que a los amigos nos tienes aquí pero yo se que no es lo mismo. 

Mami Reciente me ha llamado hoy a las 8 am para contarme. No te lo vas a creer pero estaba llorando. Me he asustado mucho, pensé que le había pasado algo a su Bebé. Y le había pasado algo a un bebé, pero no era al suyo. Yo también estoy llorando ahora. 

Solo quiero que sepas que estamos ahí pero que entendemos que no quieras vernos. Al principio he pensado en correr al hospital para que no tengáis que estar solos allí pero entonces me he visto en el espejo y me he dicho: 'Pero, ¿adonde crees que vas con esa barriga?'

Porque cuando a mi me pasó, me costó muchísimo ir a ver a Mami Reciente, que estaba preciosa con su niña dentro aún. Me obligué dos veces y dos veces acabé llorando en un cuarto de baño para luego salir con la sonrisa pintada. Aunque yo creo que a Mami Reciente no la engañé pero tuvo la prudencia de no decir nada. Por eso quiero que sepas que entiendo si no quieres vernos ahora. Que entiendo y vivo tu rabia, tus ganas de destrozar algo, de llorar hasta que no queden más lágrimas que derramar.

Van a decirte muchas tonterías, C. pero no olvides que son todas para ayudar. La gente a tu alrededor va a intentar ayudarte de la mejor manera. Y, chica, la van a cagar. Así es el ser humano. Yo no te las voy a decir porque se lo mucho que duele que te insinúen que la Lentejita nunca existió. Claro que existió y siempre tendrá un huequito en nuestros corazones y por eso hoy, lloramos por ese bebé, aunque no le hayamos conocido.

Yo solo te digo que te entiendo y que esa Lentejita ha tenido a los mejores papás del mundo estas 16 semanas y vosotros habéis vivido un sueño, un regalo, aunque a veces los regalos y los sueños se trunquen en pesadilla. Que me encantaría estar ahí contigo y darte un superabrazo, llorar juntas y no decir nada. Porque no hay nada que decir. 

Que te queremos un montón y vamos a pasar este duelo contigo aunque físicamente nos necesites un poco lejos. 

Un abrazo fuerte,

M.