Como casarse en la Comunidad de Madrid en 5 sencillos pasos: la meta

Pues ya está hecho. 

El Mozo y yo hemos legalizado oficialmente nuestra unión y nuestro compromiso aunque yo creo que la Habichuela es nuestro mayor compromiso. Y sin embargo, era importante firmar el papelito de marras precisamente porque Habi tiene que estar protegida.

Así que, ya está hecho. Fuimos al juzgado y firmamos el papel.

¿Y sabéis una cosa? 

Que me emocioné y todo dando el paso. 

Que tenemos un montón de fotos desencuadradas y superdivertidas hechas por el novio de mi madre. Y un montón de vídeos cortados cada 15 segundos del cuñado Z. Nos queda por delante un gran trabajo de edición :p.

Que con el lío de la Habichuela no nos ha dado tiempo a mirar esas alianzas que tanto desea el Mozo. Prácticamente ni miramos el restaurante (si, a día de hoy, el Mozo no me ha llevado a zampar por el post número 100)

Y que nos ha casado un juez de cerca de dos metros pero que me recordaba mucho, muchísimo, a David el Gnomo, pese a no llevar el gorro. 

No paré de sonreír en toda la mañana, ni tampoco por la tarde.

Al registro solo vinieron mis padres, los padres del Mozo y su hermano. Y la más importante de todos: Habi, que estuvo presidiendo el acto bien metidita en su fular.

Para el Mozo la boda era algo más que un mero trámite y por eso me esmeré. Me puse muy guapa, con un vestido de desigual, botas de cuña (mi zarrapastrosil estilo no permite que me ponga tacones, so pena de volcar en el primer adoquín suelto que me encuentre por Madrid) y una chaquetita. Me corté el pelo (nos llevamos a Habi en el fular el día anterior, que llovía a mares, e hizo las delicias de los peluqueros y de las seÑoras que poblaban el local). No me maquillé porque tampoco era plan de perder toda mi personalidad zarrapastrosil, la verdad :p, pero me peleé con las medias, ¡que ya es mucho! Y antes de salir de casa, tras admirar el resultado y constatar que sigo estando buenorra, me enrollé el fular alrededor del cuerpo y.... me pillé la falda. Madre mía. ¡Casi salgo de casa marcándome un Bridget Jones! ¡Enseñando el culo! Menos mal que el Mozo estuvo ojo avizor y arregló el desaguisado (vamos, que me estaba mirando el culo :p).

Reconozco que hubo momentos de tensión porque Habi se enfadó mucho en el coche e íbamos tarde y no sabíamos como iba a estar la ciudad de tráfico (el lunes Madrid colapsó por la lluvia) pero al final llegamos bien y Habi cayó como un cestito. Durmiendo estuvo toda la ceremonia. Durmiendo se lo pasó en el coche de ida al restaurante. Durmió mucho durante la comida y, los ratos que estuvo despierta, hizo las delicias de los Abuelos, todos pendientes de ella (lo que permitió que aquí la menda pudiera quitarse el fular y comer con tranquilidad y sin miedo a pringarse). Durmió luego en la casa de mis padres (fuimos allí a tomar el café todos juntos). Y ya en casa estuvo supersimpática.

Y viendo las fotos, los tres juntos, con esas sonrisas, me derrito. Ha merecido la pena este año de trámites, de ir y volver del Registro, de buscar papeles (aunque bien que lo podrían agilizar, sinceramente). Tenemos ese ansiado Libro de Familia (si, ese que iban a quitar y por eso ahora puedes registrar en el hospital a tu bebé). En fin.Incongruencias del sistema pero mira, como recuerdo es bonito. 

Vamos, que me he reenamorado y el Mozo también. Y que, como siempre digo, tengo derecho a cambiar de opinión y de principios. Que puede que a mi lo de casarme me parezca una soberana tontería y un mero trámite para proteger a nuestra pequeña. Pero eso era el lunes. Hoy, miércoles, que amanezco como mujer casada, estoy muy feliz de haber dado el paso. Y con el Mozo lo haría una y mil veces. 

¿Cómo fue el día de vuestra boda? ¿Qué anécdotas divertidas y sonrojantes nos podéis contar?