Primera clase postparto

En mi centro de salud, no se si en todos los demás, las matronas han organizado un montón de cursos alrededor de esas clases de educación maternal que ya se dan en todos los centros. Junto a las clases para Abuelos han empezado una serie de clases postparto y allá que fue la Hobbita, con la Habichuela tiernamente dormida en el fular para ver que nos iban a contar en estas clases.

Una vez en el centro de salud, empecé a ver caras conocidas de las clases preparto. Eso si, si a esas clases vinieron cerca de 25 personas (con sus respectivas parejas) a esta solo somos 5 (con nuestros respectivos bebés y una abuela que se apuntó al bombardeo). Eso me da una idea de la importancia que se le da a las clases preparto y la poca conciencia que tenemos de que, en el puerperio, también es necesario un seguimiento.

Porque de lo que me he dado cuenta es de que estas clases no son clases, ni cursos. No. Es un seguimiento que nos está haciendo la matrona para detectar depresiones postparto. Es muy sutil y no lo ha dicho, pero es lo que es. Y me gusta que sea así.

El primer día, nos pusimos en corro todas, con la matrona presidiendo el Consejo de Puérperas, cual Anciana del Círculo, y nos preguntó acerca de nuestros partos. Cada una de nosotras relató como fue y como nos sentimos en los respectivos hospitales. Cada una tenía su historia, desde partos naturales a instrumentalizados pasando por mi cesárea programada pero de aquí me quedó un posillo importante: a las cinco nos ha encantado como nos ha tratado el personal, la formación y la estancia en el hospital. Y eso es de agradecer porque significa que la violencia obstétrica va desapareciendo.

Después de las presentaciones entre nosotras y nuestros coquitos, la matrona pasó a preguntarnos por nuestra relación con la pareja. Si se había resentido, como estábamos organizándonos y qué tal la nueva situación. Ese fue el 'momento de chicas', jaja. Nos desahogamos, contamos esas sombras que tiene la maternidad, la parte buena también, esos 'problemillas' que nos van surgiendo... Por ejemplo, una compañera estaba muy angustiada porque su bebé odia el baño. Quedó muy relajada cuando todas las demás le dijimos que los nuestros también se retuercen como si los estuviera matando el agua. Y además, cada una fue contando sus truquillos para lograr que dejen de llorar. Algunos funcionan, otros no, pero mira, siempre podemos ponerlos en práctica con nuestros bebés llegado el caso. 

También nos preguntó acerca de las visitas en el hospital. Ahí fue el momento de despotricar. Contamos como fue, como nos apañamos, como lo haremos si hay próxima vez...

Durante la clase, los peques iban demandando pecho pero, al estar tan relajadas sus madres, prácticamente no se montó ningún pollo. La matrona estaba muy pendiente de corregir posturas en cuanto veía que nos sacábamos una teta.

En resumen: fue un poco como volver a la tribu. No lo pongo como algo despectivo porque yo creo que ese apoyo entre mujeres que han pasado por lo mismo es algo muy necesario y que nuestra sociedad ha perdido. Y la figura central de la matrona, en el papel de Anciana de la tribu, te orienta y te hace sentir más segura. Además, como decía otra compañera, había venido no muy convencida y se iba como aliviada de poder hablar con adultos, entre adultos y con su niña presente. Relajada y sin ningún problema. Y eso los bebés lo notaron y fueron unos estupendos cestitos toda la mañana. Porque a lo tonto, echamos allí desde las 10 hasta las 13h sin darnos cuenta. 

Y de regalo, nos llevamos unas  muestras de Dodot, que vino la comercial :p.

La próxima clase irá íntegra de lactancia materna.

Vosotras, ¿habéis tenido clases de postparto en vuestro centro de salud? ¿Qué os parece la idea del seguimiento psicológico de las mamis? ¿Y hacerlo de esta manera tan sutil?