Me gusta ser Mamá

Hace unos días, tenía a la Habichuela en brazos y este pensamiento cruzó por mi cabeza. No era un momento precisamente idílico: había que ir a Alcalá city a ver a los suegros y Habi nos montó un pollo en el coche porque... ¡quería su teta! Así que hubo que parar, sacar a una Habichuela rabiosa de la sillita que la mantenía firmemente sujeta, sacarse la teta de entre el fular (mira que me cuesta) y embucharla. Enseguida se calmó y empezó a 'hablarle' tiernamente a su teta favorita y yo solo pude decir en voz alta:

- Jo, Mozo. Que triste pero, creo que lo que más me gusta en la vida es ser Mamá.

Y os preguntaréis porque utilicé la palabra 'triste'. Pues por un lado, me salió solo el pensamiento pero por otro, he estado reflexionando sobre el tema y se me ocurren varias ideas.

La primera es que a nuestra generación, a diferencia de las anteriores, no nos han formado para ser solo mamás. Aún diría más: no nos han formado para ser mamás. Yo al menos no había cogido a un recién nacido más que en contadas ocasiones en 31 años de existencia (a los 5 años cogí a mi prima P. para que me hicieran una hermosa foto que aun guardo, a los 12 cogí a mi prima E. y mi Abuela no hacía más que gritar como si fuera una bomba a punto de estallar y a los 30 cogí a la hija de Mami Reciente). A nuestra generación nos han formado para ser grandes profesionales de lo nuestro, que está muy bien y me encanta lo que he estudiado pero desgraciadamente, a nuestra generación le han metido en la cabeza que ser solo mamá (o más concretamente, ser ama de casa) es un fracaso y una triste gracia. Y esto nos pasa factura mental a las que decidimos, por unas circunstancias u otras, quedarnos en casa pese a tener estudios, carrera, trabajo, etc. (o no tenerlos).

Y ahí estaba yo, con mi Habichuela en el pecho, completamente relajada y feliz pese al disgusto y el llanto que nos llevaba acompañando 2 minutos muy largos. Una sensación que no he vivido en mis años de veterinaria. 

¿Cómo era yo de veterinaria? 

Era buena, eso no lo voy a negar. A mi nivel, claro, tampoco se puede pedir una superespecialista con solo 7 años de experiencia. Sin embargo, soy consciente de que era una buena generalista, que era capaz de manejar muy bien a mis pacientes y ser racional con las pruebas médicas para llegar cuanto antes a un diagnóstico. Y además, era muy capaz de darme cuenta de cuando un caso se me quedaba grande y derivarlo. Sin problemas, sin dramas. Y además, así conseguías aprender mucho de colegas especialistas.

Y sin embargo, las condiciones laborales me tenían siempre estresada, sin tiempo para vida personal ni para reflexiones (que está muy bien cuando acabas de tener una ruptura o algo chungo en la vida pero es importantísimo tener tiempo para "perderlo" en pensar y conocerse a uno mismo). Los clientes tampoco ayudaban y es que el trabajo de cara al público es muy sacrificado (ya os conté como tiré una pared de mi casa a mazazos a raíz de un encontronazo con una clienta loca). Los compañeros me enervaban día si, día también porque me daba cuenta de que era absolutamente imposible mejorar las condiciones laborales del colectivo con semejante panda de colegas, capaces de prostituirse para trabajar gratis bajo cualquier condición y exigencia pero incapaces de movilizarse en conjunto para mejorar las condiciones (cielos, todavía hoy hay quien, en el foro de veterinarios por el que me muevo, pregunta si nos parece abusivo un internado en el que no le van a pagar nada pero que le exigen hacerse autónomo por si aparecen los inspectores laborales por allí. ¿De verdad hace falta preguntarlo en un foro?).

Un buen día llegué a la conclusión de que todo este malestar no merecía la pena. Denuncié y aquí sigo, esperando resoluciones que nunca llegan U_U. Entonces la presión social del entorno me obligó a vender que en realidad, yo cambiaba una actividad (trabajar en condiciones de esclavitud) por otra actividad no remunerada pero que en mi entorno se percibía como una mejoría (estudiar oposiciones). 

Estudiar me gusta y reconozco que no me disgustaba pero no nos engañemos: estudiar oposiciones es un trabajo en si mismo muy duro y el Mozo no lo entendía como tal (según él, con dedicarle un ratito cada día era suficiente y no entendía mi estrés porque "si es una carrera a largo plazo, ¿por qué te agobias?"). Al final estaba igual de estresada que con el trabajo y encima sin cobrar. Con el Novio de mi madre todo el rato preguntándome la lección (porque fue una de las oposiciones que se preparó hacía 10 años aunque nunca se la sacó y, en 10 años, no sabes la de leyes laborales que han cambiado). Un asco. Y además, después de un año de esfuerzo, el Gobierno cambió las bases para presentarse a mi grupo y dijo que a partir de entonces, solo podrían optar a ellos los graduados en ciencias sociales, algo que veterinaria, no es.

Así que lo dejé y me tomé un tiempo sabático. Un tiempo para mi en el que pude pensar. Y hablar con mi pareja. Y plantearnos el formar familia. Y empezamos a buscar el bebé. En todo este tiempo mi madre sigue con la idea de que es un parón momentáneo para volver a opositar en unos meses. Que no descarto opositar pero esos meses en los que piensa mi madre son años en mi cabeza. El Novio de mi madre también pregunta de vez en cuando y me aconseja tirar por una oposición o por otra. El único que no me coacciona es el Mozo porque ya hemos hablado de que esta familia es un equipo y, oye, ¡al menos eso que nos ahorramos en guardería!

Y el 'problema' es que me está encantando. Me encanta leer sobre el mundo infantil, me encanta estar con mi niña y con los niños de los demás.

No me agobio tanto como mis amigas que han sido madres hace poco y creo que, salvo en cosas puntuales (ejem, fular) no he idealizado la maternidad.

Y me gustan los tsunamis de caca y las canciones chorra que nos inventamos.

Y no poder levantarme del sillón en más de medio día es fastidioso pero me agudiza el ingenio y acabo descubriendo cosas que a Habi le gustan.

Y sigo escribiendo y actualizando el blog pese a la falta de tiempo (aunque no he logrado seguir con mis lecciones de Photoshop y sigo tirando de imágenes de google U_U).

Y tengo parados varios proyectos de costura y ganchillo pero estoy segura que en cuestión de dos semanas (a optimista no me gana nadie), los retomo.

Reconozco que no tengo la más mínima gana de estudiar oposiciones pero que me encantaría estudiar algo relacionado con el mundo infantil. Incluso a veces, miro a Habi o a la bebé de Mami Reciente (que conmigo ya no llora casi nada) y me imagino siendo madre de día. Luego la realidad me arrea un bofetón porque es obvio que, aunque me apaño bien con mi peque, no tengo conocimientos ni una casa hobbita adaptada pero como soñar es gratis y confesarse también, pues os lo cuento ^_^. Y mientras decido hacia donde dirigir mi futuro me dedico a la autoformación en este mundillo del que tan poco conocía y que me está entusiasmando tanto.

Gracias Habi, por descubrirme esta pasión :').

Se abre el debate. ¿Qué opináis del tema? ¿Os gusta ser padres a tiempo completo o el trabajo es un plano importante de vuestras vidas? ¿Creéis que las condiciones laborales condicionan el que desees o no reincorporarte al mundo laboral?