Los opinólogos acechan: entonces, ¿cuando dices que te compras la sillita?

De nuevo, ración de opinólogos, y de nuevo son los Abuelos Maternos (mi Madre y su Novio) los que nos aconsejan como sobrevivir como padres primerizos. 

Vinieron a vernos con los primos de la Habichuela, I., de 5 años y G, de 3. Los niños subieron con muchas ganas de conocer a la prima,  se hicieron las fotos de rigor con el bebé en brazos y a los 5 minutos estaban como locos con la Perrucha Chucha, dándola de comer, haciendo que se sentara, intentando que hiciese trucos que no sabe hacer.... Y entonces quisieron ir a la calle a darle un buen paseo (a la Perrucha Chucha) y decidimos bajar todos en manada. Así que, Habi al fular, Abuela empuñando correa oficial y primos cogiendo cada uno un flexi (correa extensible) que guardo para estos menesteres. Y allá bajaron la Abuela, los Primos y la Perrucha Chucha, muy contentos y nosotros detrás con el Abuelo, el Novio de mi madre, que llevaba su maravillosa sillita barata de plegado en paraguas. Y al verla, cometí el error de decir:

- ¿A ver? ¿Puedo ver lo que pesa y si puedo bajarla?

- ¡Por supuesto!

Y el resultado es.... ¡que puedo con ella! Renqueante y con mucho esfuerzo (y con la peque, de 4 kg, bien anudada en el fular), pero puedo. 

Pues se ha abierto la veda. >_<

- Pues ya está. Ye compras una silla un poco mejor, que son más ligeras todavía que esta y ya no tienes que seguir porteando. Que ahora está muy bien, pero ya verás cuando pese 6 o 7 kg. Que te vas a destrozar la espalda. Y en el carrito van muy bien y no se cansan nada.

Y así llevamos desde que, hace dos semanas, dos niños y una Abuela eran paseados por una Perrucha Chucha por mi barrio.

Y es que yo sigo con mis dudas acerca de la sillita ligera porque le veo tantas ventajas como incovenientes y hay un empate técnico con el porteo al respecto al cual que no termino de decidirme. 

1. El niño no pesa.

Cierto. Por otro lado, la silla SI pesa y tendré que subirla hasta casa con la niña colgando del otro brazo. Y en un portabebés bien ajustado, el peso del bebé se siente pero no te resientes. Y es más cómodo.

En la otra mano está que, subir tres pisos es mucho menos tiempo que los paseos de 2 horas y media que nos gastamos últimamente, que vuelvo reventada (eso si, entre la lactancia, el paseo y el porteo se me está quedando un tipín que ya querrían muchas :p).

2. Hay sitio para llevar más cosas 

Podrás hacer la compra, llevar el portabebés, el bolso...Sin embargo, llevar más cosas implica subir más peso con lo que estamos ante un círculo vicioso complicado.

Por otro lado, doy fe de que, al menos de momento, además de ser madre porteadora parecemos una familia sherpa. Sherpa-pi es ese Mozo que me sigue a los paseos debajo de todo ese montón de bultos. El próximo DIY que comparta espero que sea una riñonera de porteo :p.

3. La ciudad está repleta de barreras arquitectónicas 

El carrito se termina convirtiendo en un coñazo un suplicio. Lo se porque cuando voy por la calle con Mami Reciente y me toca llevar el carrito mientras ella corre detrás de su perra me las veo y me las deseo para seguirles el ritmo sin chocar a su niña contra un bordillo/adoquín/raíz de árbol.

Aquí el porteo gana por goleada. Solo tienes que preocuparte por no caerte en alguno de los agujeros que pueblan Madrid (en serio, en mi barrio está creciendo la hierba en las grietas del asfalto O_o).

4. Los locales no están pensados para carritos.

Cuando quedamos en conjunto varios amigos y queremos ir a comer por ahí, siempre hay que avisar:

- ¡Reservad para X personas y 2 carritos!

Y esto nos limita mucho las opciones a la hora de reunirnos.

Por otro lado, como os contaba el otro día, comer con fular es.... cochino >_<.

5. Transporte público.

De nuevo aquí, el porteo va a ser tu mejor amigo. Al menos en Madrid, muchas estaciones de metro no tienen ascensor. En muchas de ellas, no hay escaleras mecánicas de bajada y en las que tienen, tienes muchas papeletas para encontrarte alguna estropeada. Cierto es que siempre habrá algún viajero que te ayude a bajar pero prefiero ahorrarme el problema.

En el autobús es más de lo mismo. El porteo es lo mejor y eso que ahora te permiten subir sin plegar el carro. Eso si, solo un carro o silla de ruedas por autobús y con prioridad para el minusválido ergo, si eres carro y ya hay uno montado, te tienes que esperar al siguiente bus y si eres carro y se quiere subir un minusválido, te tienes que bajar.

Mi madre, que me porteó con colgona, afirma que ella repetiría el porteo únicamente por el transporte público. Que ahí si que no se metía jamás con el carro.


6. Problemas de espacio.

El carrito, aún plegado, ocupa sitio que no tenemos en casa. Y mira que el de mis padres es superpequeño pero ahora mismo, ya os contaré, empieza a agobiarme visualmente la cantidad de cachivaches que hay oKupando (así, con K) mi casa. El cambiador, la cuna, los peluches, el banco del baño en medio del salón, el sillón de lactancia que me han prestado y que está en todo el medio, la hamaca de la peque (que llegó la semana pasada de mano de una amiga de madre) y yo sin tiempo ni ideas para rediseñar el espacio y lograr que todo quede un poco mejor integrado. Sinceramente, no me imagino metiendo otro cacharro más en casa, por muy plegado que quede.

Eso si, hace unos días, una seguidora de facebook compartía esto en mi muro. Os he puesto abajo un vídeo muy similar de la Pockit Stroller, de GoodBaby. No se si distribuirán a España porque aún no tuve tiempo para investigarlo, ni el precio, pero desde luego que solucionaría varios de mis problemas :p. Gracias, Lauri Gregorio! ^_^.

El día del padre, en la casa de mi madre, nos juntamos 8 adultos y 6 niños, 2 de ellos bebés (Habi, porteada y su prima A. de un año y con carro). El carro estuvo bloqueando todo el tiempo la puerta de salida porque no había otro lugar donde colocarlo y había que armar cada episodio para pasar al baño que al final uno de los peques se nos hizo pisote encima. Nos habría venido bien que plegara como el modelo de arriba :p.

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Pues pese a todo ello, siguen igual. No hay día que no me recuerden que la niña cada vez pesa más. De nada sirve explicarles que el porteo ergonómico permite portear bastantes kilos de niño sin perjudicar la espalda (no os miento: el peso se nota, pero la espalda no duele y puedes pasarte bastantes horas con la peque a cuestas, si lo has ajustado todo bien).

Quizás dentro de unos meses tenga que comerme mis propias palabras pero, a día de hoy, sigo prefiriendo el porteo a full-time, sin carro, pese a que también le encuentro sus inconvenientes.

Y es que, yo escojo el porteo no por una experiencia vital, o hippismo (que si, soy bastante hippie pero no demasiado radical), si no porque mis circunstancias personales me impelen a ello. Y una vez probado, pese a los problemas que surgen en torno a cualquier aprendizaje, me encanta. Tanto que me parece a mi que, si en algún momento tenemos un segundo y nos mudamos a una casa con ascensor, creo que seguiría sin tener carro/silla).

Dicho lo cual y como digo siempre, tengo derecho a cambiar de opinión y comprarme una sillita en cualquier momento.

¿Alguien en la sala que haya tenido que explicar día si y día también que su opción por el porteo es, precisamente, por comodidad? ¿Echáis de menos alguna ventaja esencial que le encontráis a vuestros carros/sillas? ¿Os mola la silla de Good Baby?