lunes, 31 de agosto de 2015

Como casarse por lo civil en la Comunidad de Madrid en 5 sencillos pasos: casilla de salida




Esta es una colección de entradas que tenía pendiente porque, de verdad, lo que está pasando con los recortes es de traca. intentaré que quede en clave de humor porque reírse siempre es mejor que llorar pero la verdad es que si lo piensas desde la seriedad es de juzgado de guardia. Claro que, teniendo en cuenta que la justicia ha sido una de las víctimas más importantes afectadas por los recortes, no tengo muy claro que mi denuncia llegara a ninguna parte en un tiempo mínimamente prudencial. El caso es que, a lo tonto, mi novio y yo llevamos una peregrinación que se acerca peligrosamente al año para conseguir el papelito que nos convierte en marido y mujer a ojos de la ley española. Eso sin contar lo que se alargó la casilla de salida. Pero contemos un poco la historia....

Casilla de salida: La Pedida

Yo conocí a mi novio hace ya tres años. Se que parece poco tiempo pero lo nuestro ha ido bien desde el principio. Yo no creo que haya que estarse conociendo 5 años de novios, 3 de convivencia y 2 de casados antes de plantearse tener el niño: si la cosa va bien, va bien y si va mal, va mal. Y eso lo sabes desde lo más profundo de tu alma en cuanto conoces un poco a la persona con la que estás. 

El caso es que hemos vivido juntos desde el principio (éramos compañeros de piso) así que tampoco por ese lado cumplimos con las estadísticas. Después nos mudamos juntos a mi casita pocket, que estaba en plena reforma integral cuando yo me fui a vivir a la habitación que quedó libre junto a la suya y unos meses después, medio en broma medio en serio, me tanteó sobre si nos casaríamos o no. Medio en broma medio en serio le respondí que claro, cuando me lo pidiera en condiciones, que una es una Hobbita digna, y él, mas en serio que en broma (aunque suene a chiste) me dijo que tenía que estar seguro de que diría que si porque si no, no se iba a arriesgar. Total, que para demostrarle mi disposición sincera a prometerme con su persona, debía tirarme un pedito en su presencia como muestra de confianza absoluta.

viernes, 28 de agosto de 2015

Sueños




Como todo el mundo, soy una Hobbita soñadora. Soñar está muy bien, seas de los que te acuerdes de los sueños o seas de los que no. En mi caso, lo de recordar los sueños es algo que me ocurre a veces. Pues bien, desde hace un par de semanas me acuerdo con más asiduidad de los sueños y he de confesar que son sueños raros (teniendo en cuenta que hablamos de sueños y la normalidad no entra en los parámetros de subconsciente).

En vacaciones tuve mi primer sueño con un bebé.

jueves, 27 de agosto de 2015

Semanas 12 y 13


Estas dos semanas me han pillado de vacaciones, con un móvil, pocas ganas de escribir con él y muchas ganas de desconectar. Así que las juntaré en una entrada porque al fin y al cabo los síntomas han sido muy similares.  

1. Náuseas: para empezar, las náuseas pre vómito han desaparecido mágicamente. Volvieron un par de días pero las asocio a la migraña que me ha tenido un poco lerda durante 4 días. Por otro lado, las náuseas inversas se han exacerbado. Cuando hay hambre, hay hambre, leches, y la habichuela es tajante: o comes o te vas a encontrar muy mal. Exageradamente mal. Y como buena hobbita, no puedo negarme a un buen segundo desayuno (o tercero, o cuarto, o lo que se tercie). 

2. Dolor de espalda: este me está fastidiando ya de verdad. Mi cuñada (o cuñadrastra en realidad, pero es otra historia que será contada en esta ocasión) le ha dicho a mi madre que ella estuvo igual y que al final tuvo que claudicar e ir al fisio. Yo estoy a puntito de rendirme porque realmente no se que hacer. Cuando no es la ciática son las lumbares y si no, como ayer, todo junto. Me he pasado las noches de vacaciones coja de la pierna derecha y las mañanas haciendo estiramientos guarros de pilates por la cama del hotel. Tengo ganas de que llegue septiembre para ir al polideportivo municipal a que me acojan en sus clases de natación para embarazadas. Espero no tener que pegarme por una plaza, jiji. 

3. Línea alba: a mi ya me ha salido. Se que muchas no lo entenderéis porque es algo que, por alguna razón, espanta a las mujeres de bien. Yo, que soy una zarrapastrosa, me levanté un día y ahí estaban, un montón de pelillos bien negros enmarcando una finíiiiisima línea más oscura que artaviesa del esternón al pubis. Pues para mi ha sido un subidón. Me paso los días levantándome la camiseta y mirando los pelillos :D.  

4. Barriga: se me empieza a notar. O la noto yo, que es lo que importa. Y mis pantalones. El día de la vuelta a los madriles me encontré sin ropa y un bonito vendaval que anunciaba fresquete. Fui a ponerme unos leggins con la falda (que como tiene nido de abeja no se nota que se va quedando pequeña) y.... jurL! Que dolor de barriga. A quitárselos corriendo que eso apretaba como si no fuera un mañana. Y qué decir de las chaquetas. Al final salí de casa cual homeless de la siguiente guisa: falda negra larga y vaporosa perroflautil + camiseta de búhos blanco lejía (porque las demás estaban cochinas de las vacaciones y ondeaban al viento tras ser sometidas a una colada integral) + deportivas del decatlon moradas + calcetines amarillos + chaqueta vaquera para rematar el conjunto. Un cuadro oiga. Y yo tan contenta. Y hoy me temo que vuelvo a salir de casa con la misma guisa porque con la migraña no he ido a comprar leggins premamá, jijiji.  Yo además, me palpo el útero (soy una rara que está acostumbrada a palpar abdómenes y noto las diferencias) y es genial aunque aún no noto para nada al bebé. Pero si noto como va creciendo la pelotilla de líquido y me da mucha felicidad :).

5. Piel de melocotón: eso me lo dice el mozo, que está en plan mono y no para de toquetearme. Dice que me he vuelto amelocotonada y que es adictivo. Yo me noto igual, la verdad pero oye, a nadie le amarga que se pasen las horas muertas acariciándole un brazo o la espalda o la baja espalda ^_^. Lo malo es que estas inspecciones dan pie a que encuentre bastantes cabezas blancas por el camino >_<. 

6. Intolerancia al frío: yo soy una hobbita del norte. Siempre me ha encantado el agua, zambullirme de golpe, salir a nadar, sumergirme, emerger cual sirenilla dando una voltereta (esto último es verídico, siempre he sido muy acrobática tanto dentro como fuera del agua). Yo era de irme a Albacete, al nacimiento del río Mundo, y lanzarme a la poza de las truchas de golpe a sentir el agua del deshielo y salir azul. Lo mismo con el agua de la Pedriza. El mar para mi era una tontá calentorra y ni que decir de las piscinas. Pues desde que estoy embarazada no hay manera. Tengo que meterme despaciiiiito despaciiiiito y se me escapan ridículos 'Ay, ay ay!!' cada vez que el agua me toca mínimamente la barriga. La habichuela ha matado a una leyenda acuática viva. He de decir que en esta ocasión la hice caso mínimamente y que al final meterme me metí en el mar y que nadé y busqué bancos de peces y gallos y algas y erizos. Eso si: solo lo hice con bandera verde. Cuando hubo bandera amarilla no me atreví. No por el frío si no por lo que contaba hace tiempo: en el momento en que ves el positivo tanto tiempo deseado, algo cambia en tu cabeza y eres plenamente consciente de ser dos. Y la verdad, el mar tiene un sentido del humor peculiar: con bandera amarilla tienes que entrar un poco a lo bruto y para salir.... seré torpe pero es que era un mar de esos que arreaba collejas y rebozaba por los suelos a cada persona que intentaba salir de él y la verdad, no me parecía una escena para una embarazada recién salida de una amenaza de aborto. Así que me he vuelto prudente, para desgracia del futuro padre, que se tuvo que zambullir solito 2 de los 4 días que hubo playa.

7. Pis: he dejado lo mejor para el final. Empiezo a pensar que esto es un entrenamiento para cuando la habichuela esté entre nosotros de cuerpo presente y no nos deje dormir por las noches. No hay noche que no me levante dos veces como mínimo, cual zombie. El viaje de ida a nuestras soñadas vacaciones fue una tortura para mi mozo: seis veces hubo que parar para que la hobbita no se meara encima. A la vuelta 'solo' fueron tres, pero de esas tres una estuvo acompañada de vómitos (que entre la migraña y las curvas, la Hobbita se mareó :$). 

Nada más que reseñar. Los síntomas empiezan a volverse difusos y la verdad es que no son nada molestos si no más bien anecdóticos (salvo el dolor de espalda) así que por mi, que esto siga así :). 





miércoles, 26 de agosto de 2015

Ecografía de la Seguridad Social

La imagen es de aquí


El día 12 me hicieron la ecografía correspondiente al triple screening en la SS. Con las prisas del mozo hiperactivo por salir corriendo rumbo a las vacaciones no me dio tiempo a escribir nada, ni a contar como fue así que vamos a irnos poniendo al día.

Para empezar, tuvimos que esperar muchísimo tiempo. Había una cola enorme de embarazadas y al final entramos con hora y media de retraso. Mi mozo lleva mal las esperas y yo llevo mal lo de hacerme pis cada 10 minutos pero se soportó. Además, después nos comimos una ración de porras obscenas de una churrería de mi barrio. Lo de obscenas es literal: te ponen la porra delante y dices 'A mi eso no me cabe'

Al final entramos y nos tocó un esperpento de ecografista. La doctora estaba, literalmente, loca. Hablaba sola, pitaba con la boca, hacía pedorretas, cantaba, le hablaba al ecógrafo (a veces con cariño, a veces insultándolo), no explicaba demasiado.... La verdad es que me decepcionó muchísimo. Además no me enseñó la ecografía (tuve que pedirle yo al final ver al churumbel) y aunque mi chico estaba detrás de ella y lo estaba viendo todo, como tampoco la explicaba y él no tiene ninguna noción de ecografía, pues no se enteraba de mucho. 

Sin embargo, no todo va a ser negativo. El informe es mucho más completo que el de la privada y la mujer se dedicó largo y tendido a mirar cada detalle (insultando al ecógrafo por lo bajo de vez en cuando y cantando el otro de vez en cuando) y vio algo que nadie más había visto: una zona hiperecogénica compatible con restos de hematoma que explicarían mi sangrado. Que el tratamiento que me pusieron fue el correcto (reposo absoluto) pero 'por probar', no porque lo hubieran visto. En definitiva: la mujer estaba loca perdida pero era una buena profesional. Eso si, no me dieron ganas de preguntarle absolutamente nada y no lo hice. A mi me vale con el informe porque los se interpretar pero supongo que mucha gente querría saber con palabras llanas si el bebé está bien o no, sin tener que esperar casi 3 semanas a ir a la consulta del doctor a por los resultados. 

En esta ecografía, con una semana de diferencia respecto a la anterior, ya se le veía estómago y vejiga. La placenta está correctamente implantada y todo está aparentemente normal. Las mediciones entre uno y otro médico se mantienen (obviamente el embrión ha crecido de una semana a la siguiente) y sus conclusiones generales también, así que estoy contenta en ese sentido. De momento voy a seguir doblando visitas aunque siga chocando con mis principios: me quedo más tranquila comparando las conclusiones de dos médicos diferentes. 

Hoy me toca ir por lo privado otra vez, a recoger los resultados del triple screening y el 31, a la consulta de la SS. Hay muchas cosas que preguntar pero de momento, cruzad los dedos para que todo haya salido dentro de la normalidad :). 


lunes, 24 de agosto de 2015

Vuelta de vacaciones

Las vacaciones me pillaron tan de sorpresa que no hice ni entrada de despedida. Tan solo dejé algún que otro comentario en los blogs que sigo. El caso es que, después de una visita a la SS que clasificaremos como extraña, me dieron definitivamente el alta y a mi mozo le faltó tiempo para empacar los bártulos, reservar en una pensión de un pueblo marinero (que estaba bien en cuesta) y acabamos en tierras norteñas en menos que canta un gallo, sube que te sube cuestas, baja que te baja cuestas, playa pa un lao, playa pal otro lao. ¿El agua? Helada, gracias, algo que en la vida me ha importado. Pues desde que estoy embarazada, debe ser otro síntoma del embarazo, la habichuela no me permite zambullirme cual alegre delfín. Ahora entiendo a mi padre y también entiendo cuánto le fastidiaba que llegara el alegre delfín a salpicarle de agua >_<.

Sin embargo, me zambullí (no es nadie la Hobbita para esto del agua) y me puse a perseguir bancos de pececitos. Y vi un gallo (o un lenguado, vaya usted a saber) y peces más grandes que, como veterinaria, debería conocer hasta por su nombre en latín, pero digamos que el agua estaba, ejem, turbia.

En resumen: he disfrutado mucho mi alta.

La habichuela me ha respetado bastante pero ha sido volver y me quiero morir. Y es que han vuelto las migrañas. Llevo 4 días lidiando con una. He vuelto al hospital, donde me han dicho que realmente no pueden hacer nada y menos con mis antecedentes. Me han puesto el paracetamol intravenoso, un ratejo de oxígeno y para casa. Esta parte no la estoy llevando nada bien porque además tengo miedo de que se me descontrolen, me vean muy mal los médicos y se la jueguen dándome algo más fuerte. He vuelto a la medicina de los 90: duchas de agua sobre la cabeza, antifaces congelados en la frente, cuarto a oscuras y tratar de respirar profundo. Y empieza a desesperarme. Así que la entrada de síntomas varios de embarazo va a tener que esperar :(.

Las migrañosas que os diera migraña en pleno embarazo, ¿algún truco secreto aparte de los ya contados que pueda aplicar a mi maltrecho cerebro?

viernes, 7 de agosto de 2015

Semana 11



Los síntomas de esta semana han ido a menos en su mayoría. Como llevo diciendo a lo largo de muchas entradas en este blog, el Karma tiene un sentido del humor peculiar y en esto no iba a ser menos. 

Hace una semana andaba yo preocupada porque cada vez tenía menos náuseas, menos dolor de pecho, la barriga se hinchaba cuando quería... A mi eso me daba mal fario y hasta deseaba tener algún síntoma que me indicara que todo iba bien. 

Pues bien. Este jueves tuvimos la ecografía de las 11 semanas, donde te hacen la prueba del triple screening para cribar posibles alteraciones cromosómicas. La habichuela está estupenda, con sus 5 cm y un tamaño algo mayor que el de su edad real (11 + 5 me dicen que tiene según sus medidas aunque yo sé fehacientemente cuando ovulé porque andaba con test de ovulación para controlar el ciclo hormonal y su relación con mis migrañas). Gracias Karma por darme esta alegría, un bebé revoltoso que se mueve y da saltos y agita manitas y pies, con una placenta que es la diosa de las placentas un cordón umbilical precioso y estupendo. 

Después de la ecografía y la extracción de sangre, mi mozo y yo fuimos al Carrefour a comprarnos un churrasco para darnos un homenaje. Nos lo dimos. Media hora después, estaba vomitando mi homenaje en mi inmaculado baño recién lavado :____(. Gracias Karma. Ya no hacían falta los síntomas pero te lo agradezco infinitamente. Me queda claro que mi bebé está bien.

Tras este pequeño desastre, un dolorcillo de cabeza que no me abandona (no es migraña, tranquilos todos, pero es molesto porque lleva dando la matraca desde las 4 de la mañana) y un codazo de mi mozo en mi tetamen por lateral seguido de una colleja automática contra su nuca y su airada protesta (AU! Si ya no te dolían!!!!) he de constatar que el sueño va a menos. Mi siesta de hoy ha durado bastante poco. También constato que el insomnio va a más aunque se debe a que me hago pis a todas horas incluidas las nocturnas. Yo me levanto muerta de sueño cual zombie y me voy dando golpes por la casa hasta caer derrotada en el water donde un día voy a amanecer dormida. Consecuencia de esto es que brotan cardenales por mis piernas como girasoles. 

He tenido un par de episodios de sangrado de nariz. No es abundante pero cuando me sueno, hay sangre. Es normal y además yo soy de naturaleza sangrienta así que me alegro en el fondo de que no esté dando el espectáculo con la sangre chorreando cual película gore por la calle (espero que el Karma no haya escuchado esta última reflexión). 

Y poco más. Sigo sin hacerme fotos, ni mirar tiendas de bebés más que alguna on line sobre porteo pero cada vez lo siento más real y empiezo a creerme de verdad que esta es la buena y que en febrero habrá un pequeñín en una cuna de IKEA en lo que ahora es mi estudio. Y me hace tan feliz que no puedo explicarlo con palabras pero se me empañan los ojos solo de pensarlo :').


jueves, 6 de agosto de 2015

Ecografía: 11 semanas

Ya está hecha la ecografía de las 11 semanas. Y está perfecto. Mi habichuela salta, se mueve, agita brazos y pies y ha emocionado a sus papás.

Ha sido tranquilizador en muchos aspectos. Por un lado ver que tiene dos piernas, dos pies, dos bracitos con sus manos, su cabeza con hemisferios cerebrales, un latido estupendo y movimiento para todos. Tanto se movía que ha costado medirle la traslucencia nucal. Por otro lado, ver la cara de su papá disfrutando por primera vez de una ecografía y conociendo la cara más tierna de mi ginecólogo, que ha estado explicando todo lo que se veía, no ha tenido precio. Él solo había venido a la ecografía en la que el anterior bebé ya estaba muerto y mi ginecólogo quería ingresarme en urgencias porque llevábamos 3 semanas esperando a ver si el asunto medraba. Hoy tenía una sonrisa de lado a lado de la cara y estaba alucinando. Y es que por mucho que yo le he explicado que las ecografías son mágicas en tiempo real, esta es la primera vez que ve una en directo.

miércoles, 5 de agosto de 2015

Nervios

Esta es una entrada rara, de desahogo. 

Mañana tengo la ecografía de las 11 semanas. Estoy muy nerviosa y no se que más puedo hacer para entretenerme porque he descubierto que ahí está la clave: si estoy entretenida y haciendo cosas o con gente, me desestreso y hago vida prácticamente normal y vuelvo a ser esa Hobbita feliz y un poco loca que solía habitar este planeta. 

Ayer conocí por fin a la bebé de mi amiga. Es una morena preciosa con mucho pelo (¡madre mía, ha nacido criada!). Es una dormilona de cuidado y su mami está súper preocupada. Lo siento mucho por ella y sus nervios pero era PRECIOSO ver a la niña tan dormidita y a la mamá tan estresada por la novedad. Supongo que es algo que nos pasa a todas cuando por primera vez nos ponen a nuestro bebé en brazos: tanto tiempo deseándolo y durante unas semanas no sabes muy bien que hacer. De todas formas, yo les he visto a ambos unos padrazos y estoy segura de que lo van a hacer genial (de hecho, en mi opinión y en contra de la de mi amiga, ya lo están haciendo fenomenal). 

El caso es que durante toda la velada estuve relajada, con amigos de él a los que ya conocía. Me preguntaron por el embarazo y pude disfrutarlo contándolo durante unas horas :). Es bonito estar embarazada, si. También hablé del aborto cuando me preguntaron porque en mi caso, me ayuda a superarlo. Lo verbalizo y no siento que tenga que hacer como si ese bebé nunca existió porque para mi si que existió y con mucha fuerza. Creo que es importante hacer visible esa parte cruel de la concepción. Existe. Nos pasa a muchas y puede volvernos a pasar. Invisibilizarlo solo hace que nos duela más si cabe. 

El caso es que hoy, aquí estoy. Me parece que queda una eternidad para la ecografía y ya no sé que más hacer. He hecho un caldo, me he terminado un libro y he empezado otro, he tratado de recoger un poco el estudio, que está apocalíptico después del intento de oposición, hemos invitado a un amigo a comer... Creo que luego me llevaré al mozo de bragas que mi estado zarrapastrosil está llegando a cotas inesperadas. Si me atrevo, a lo mejor hasta miro cosas de premamá, aunque no es seguro. 

Yo me encuentro bien. Alguna náusea esporádica, algún tironcillo en el vientre, la barriga un pelín hinchada... Aunque no he engordado ni un gramo (de hecho, hay días que bajo de peso) O_o.

Y mañana espero venir por aquí con muy buenas noticias. 

sábado, 1 de agosto de 2015

Semana 10



Esta ha sido una semana rara, en la que me han asaltado muchísimas dudas y miedos. Por un lado, he pasado la barrera psicológica de las 9 semanas y por el otro, se me pasaron de golpe y porrazo la mayoría de los síntomas y los que quedaron se hicieron tan leves que a veces pensaba que me los estaba imaginando. No paraba de pensar que eso significaba que había perdido el embarazo. Ya sé que es una tontería pero no podía dejar de pensarlo. Ayer volvieron las náuseas con intensidad y la verdad, nunca pensé que me alegraría tanto de saludar al sol agarrada a un water. 

El sueño es un síntoma que no solo no ha desaparecido si no que se ha exacerbado. Me duermo plácidamente a todas horas a saber: a las 10 de la mañana, a las 17h y a las 23h. Empieza a abrirse la boca en un megabostezo y como plante la cabeza en un cojín (cosa que hago ya que no tengo nada más que hacer) caigo redonda en cuestión de segundos.

Sigue dándome mucho asco el gazpacho y sigo deseando atacar a un buen lomo alto sangrante (aunque lo del sangrante me lo tengo que evitar por la puñetera toxo negativa ¬_¬).

Las náuseas desaparecieron de la noche a la mañana pero reaparecieron con fuerza. Lo dicho, un pequeño susto que no tiene porqué significar nada pero que está ahí.

El pecho sigue tenso pero no duele. Hombre, si lo aprietas a traición, como hizo mi mozo cuando se lo comenté, puedes llevarte una buena hostia galleta pero el caso es que ya no es molesto. 

El dolor de espalda es mucho menor. Yo creo que se debe a que estoy más libre y me puedo mover porque el reposo relativo ayudó a que la habichuela se implantara de una vez a costa de dejarle la espalda hecha un churro a su madre. Ahora que me han pasado a reposo relativo y que puedo moverme y hacer alguna que otra cosa (que en la práctica se traduce en hacer prácticamente todo lo que hacía antes pero intentando no coger pesos y recordándome a mi misma que hacer el tarzán para alcanzar cosas no se hace estando en modo 'horno ON'). Me he comprado ya el kit pelota de pilates-esterilla de yoga para empezar a hacer ejercicio si el día 6 el ginecólogo me da permiso.

A ciertas horas tengo tirones en el bajo vientre, localizados en el lateral. Los identifico como los ligamentos del útero. Si estornudo, toso o me río en determinadas posturas tengo que estar preparada para que me agarre un dolor agudo bastante fuerte. Y ayer, que fuimos a cenar fuera, al volver a casa dando un paseo no podía andar recta y me tenía que sujetar mi inexistente barriga para poder dar dos pasos. Eso si, esta mañana, como una rosa, oiga. 

Sin embargo, lo que menos me gusta de toda esta etapa es el miedo que me está asaltando y que prácticamente no puedo compartir con nadie porque me dicen que todo son tonterías. Sean o no tonterías, son mis tonterías y, no lo puedo explicar, pero tengo la sensación de que algo no va como tiene que ir. No he ido al médico porque realmente no tengo ningún signo de alarma (pero tampoco lo tenía en mi primer embarazo). Ni sangro, ni me duele nada más allá de las molestias antes mencionadas, y puedo concluir en que estoy teniendo un embarazo bastante bueno. Sin embargo, sigo sin haberme hecho ninguna fotografía de mi barriga, sin participar en ningún concurso de esos que sortean cosinas de bebés, ni siquiera me he 'hecho amiga' de páginas de maternidad del facebook (¡qué grave, por dios!).

Y creo que eso significa algo porque, aunque a ratos estoy radiante, buscando a ver si crece la barriga, si se pone dura, si tengo algún mínimo cambio en mi cuerpo, la gran mayoría de las horas del día estoy como ausente del embarazo. 

Por último, la amiga que se quedó embarazada unas semanas antes que yo ha dado a luz. Pensé que me afectaría mucho más ya que mi otro bebé tendría que haber nacido un par de semanas después. Pues no ha sido así. Igual que estoy ausente de mi embarazo, estoy como alejada de las emociones que rodean al aborto y que no me dejaban avanzar. No voy a mentir, si lo pienso, sigue doliendo pero no es tan desgarrador como antes. Es buen síntoma, supongo, pero la verdad es que quiero saber donde se han ido mis emociones. 

¿Cómo lo vais llevando vosotras?