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martes, 9 de julio de 2019

Operación pañal

Escribo esta entrada cuando ya llevamos unos cuantos meses con una Habichuela absolutamente autónoma en el control de esfínteres, pero mira Mari, que le vamos a hacer, si yo no tenía ni ánimo, ni sitio, ni tiempo, ni ganas de coger el ordenador para relatarlo. 

Así que, como más vale tarde que nunca, y aprovechando que habrá un montón de padres y madres desesperados con la operación pañal, el verano y el colegio, pues os cuento como ha sido nuestra experiencia y eso que os lleváis. Que anda que no tuve yo que aguantar a la gente (¡hola mamá!) dando el coñazo durante el verano con sus "deberías aprovechar el verano y quitarle el pañal". Que no digo yo que no pero no estaban las circunstancias como para hacer tal cosa, ello es, una Pulga que no SOPORTABA bajo ninguna circunstancia perder el contacto FÍSICO conmigo. Así que de esta guisa explicadme como se supone que iba yo a limpiar culos, ayudar a ir al water o al orinal, o cambiar a Habi de arriba abajo si había algún escape. ¡Opinólogos! ¡Dejadme vivir!

¿Y como ha sido nuestra Operación Pañal (OP)?

miércoles, 14 de marzo de 2018

Cosas de habichuelas: ¡MAMOOOOOOON!



Si, amiguitos. En el mundo bebotil, los bebés tienen un momento en el que empiezan a aprender a hablar y...¡hablan! Llenándote de orgullo (y satisfacción), haciéndote reír o provocando un glorioso 'Oh, cielos, Tierra, trágame'.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Cosas de Habichuelas: la adquisición del lenguaje



Como os adelantaba en la entrada del lunes, Habi ha transmutado en loro. Esta niña iba de lo más normal en lo que a lenguaje se refiere (o al menos yo suelo compararla con la hija de mi amiga Mami Reciente, ya no tan reciente, que le lleva 8 meses de ventaja y la verdad es que cumplen hitos más o menos a las mismas edades) pero de repente ha sido un boom tanto en palabras como en comunicación. 

Y es que es increíble (o a mi me lo parece) como una cría tan pequeña es capaz de transmitir tanto con frases de una sola palabra. Pero vayamos al principio de los tiempos

viernes, 21 de abril de 2017

Cosas de Habichuelas: Primeras palabras



Habi habla.

Es oficial.

Su repertorio incluye las palabras 'Mamá', 'Agua', 'Hola' y 'Deva'.

Ya.

Y con eso pretende expresarse, toda convencida. 

lunes, 27 de marzo de 2017

13 meses

La entrada de hoy llega con muchísimo retraso pero es que los 13 meses de Habi se prometen intensos y pocos minutos al día me quedan para sentarme a escribir o a transcribir lo escrito.

Este 13º mes le están saliendo a Habi las muelas. TODAS. Y se está traduciendo en un culo muy escocido (en parte por eso me he decidido al cambio a la tela aunque no está sirviendo de mucho), malestar nocturno y mucha bracitis. 

Estas últimas semanas he notado una regresión:

miércoles, 1 de marzo de 2017

Revisión pediatra y vacunas del año



El martes pasado nos tocó volver al pediatra para las revisiones del niño sano que tiene implementadas la Comunidad de Madrid. Además, a los 12 meses, toca vacunar según el calendario vacunal de nuestra comunidad así que allá que me dirigí en compañía de una Habichuela que algo se olía. 

Y es que en cuanto cruzamos la puerta del centro de salud, la Habichuela se echó a llorar desconsolada. Lo nunca visto. Algo me dice que la pediatra horrible que teníamos tuvo algo que ver en este odio visceral al edificio pero no me esperaba que pasara ANTES de cruzar la puerta de la consulta.

viernes, 24 de febrero de 2017

12 meses



Mi amor. 12 meses ya y no pude escribirte a tiempo este post. Ya te acostumbrarás a estas cosas de tu madre (y de Mordor) pero hija, fue imposible transcribirte estas palabras antes del domingo pasado.

Has cumplido 1 año, bebé. Ya mides 72 cm. y pesas 8,240 kg. Estas hermosa, grande y ágil y demuestras tener una inteligencia de lo más avispada. Estás muy simpática y cada día es más divertido (a la par que cansado) estar a tu lado.

viernes, 20 de enero de 2017

11 meses



La Habichuela cumplió ayer 11 meses y no tuve tiempo para dedicarle una entrada. La razón fue buena: nos pasamos el día fuera de casa, explorando, jugando, explotando este milagro que es la vida.

No me puedo creer que hayan pasado ya 11 meses y que empiece la cuenta atrás para el primer cumpleaños de mi bebé. Se me hace tan irreal, tan imposible... Y sin embargo, ahí está mi niña, durmiendo junto a su ceporri padre después de darme una noche de esas que hacen que te desveles a las 7 am y decidas que es un gran momento para escribir. 

Habi ha cumplido 11 meses y casi ni me he enterado. Si algo tengo que reseñar hoy es el cómo el tiempo se ha vuelto relativo y se ha acelerado hasta un punto imposible. 

Sin embargo, han pasado nuevas cosas, se han alcanzado nuevos hitos. 

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Espasmo del sollozo


La Habichuela es una niña muy segura pero que se suele a meter en una serie de fregaos importantes. Generalmente no se cae ni se esmorra o se da golpes tontos que resuenan mucho y hacen que su padre y yo contengamos la respiración pero ella sigue tan pancha y nos relajamos. Y simplemente hay días que se levanta con dos pies izquierdos y no hay manera oiga. Paso que da, paso que acaba con un golpazo y un berrinche monumental.

Hoy tiene uno de esos días. En lo que llevamos de mañana se ha pillado los dedos con un cajón de la cocina. Después de 45 minutos de thermomix conmigo detrás intentando evitarlo, en el minuto 46, ¡zasca! Se ha pillado la mano. Y claro, berrinche. Que me diréis que saque a esa niña de la cocina pero es imposible. Toda la semana lleva pegada a mis pies y la mochila decía que para mi.

He montado un portátil para poder escribir y me he puesto en el salón para estar con ella. Mi nuevo salón, con su espacio diáfano, su puzzle acolchado de 2x2, su sofá mullidito... Pues aquí la tengo, debajo de la mesa dando vueltas y agarrándose de pies, cazadoras, batas y sillas como si fueran lianas. Y en una de esas se ha colgado de la cazadora del Mozo (que no tiene bemoles a colgarla en su sitio), se ha metido debajo, se ha puesto a botar y.... coscorrón contra el asiento de la silla. Berrinche.

He quitado (miento, he tirado al suelo con muy mala leche el abrigo del Mozo) la cazadora del Mozo y he seguido escribiendo después de consolarla y distraer su atención con un servilletero de madera que le regaló su tía yaya (Bambini). Ha durado unos 5 minutos. Se ha levantado y ha vuelto a jugar al juego de las sillas por debajo de la mesa del comedor, entre mis piernas. Al final se ha enredado con las patas de otra silla y se ha esmorrado. Berrinche.

El problema viene cuando el golpazo que se da es de los buenos. Y ese ha sido el caso de este último golpe. A Habi le dan espasmos del sollozo. Y por supuesto, en esta ocasión le dio otra vez.

¿Y esto que es?

Esto es que en medio del berrinche monumental, y siempre que no conseguimos calmarla nada más empezar, mi niña se encasquilla. No respira. Y ella se da cuenta y se asusta y empieza a agitar piernas y brazos desesperada mientras se pone cada vez más roja. Y ni p'alante ni p'atrás.

La primera vez que nos pasó me asusté mucho. Había leído sobre ello pero en directo da mucha impresión. La segunda vez le pasó con mi madre y cuando me quise dar cuenta ahí estaba la abuela, muy asustada sacudiendo a la Habichuela (NUNCA hagáis eso: podéis lesionar a vuestro bebé). Mi pobre madre se llevó una gran reprimenda fruto de los nervios y estuvo unas semanas no dejando que la Habichuela campara libre por si se caía (y claro, así se cae más xD).

¿Qué hago yo cuando esto pasa? Lo primero es mantener la calma. Recojo a la Habichuela, me la cargo a la cadera como buena gitana y le hablo bajito. Si el espasmo sigue le soplo suave en la cara. Si sigue, bajo hasta el suelo y saco el arma infalible: que la Perrucha Chucha la huela.

Se que no son consejos muy ortodoxos pero es mi experiencia y no he tenido que pasar de ahí. Habi vuelve a coger aire (y vaya si coje) y lo exhala con todas sus fuerzas en un grito a medio camino entre el cabreo, el terror y el consuelo. Y se aferra a mi como un monito y no hay quien se la despegue.

Una vez ha pasado el espasmo, el berrinche sigue. Y sigue bastante fuerte. Yo me quedo a su lado, abrazándola y hablándole tranquila. Así se tranquiliza ella y me tranquilizo yo.

Y es que no me termino de acostumbrar y siempre que pasa temo llegar al siguiente paso: desmayo y desconexión habichueril. No se si sería capaz de mantener la calma en ese momento (supongo que si porque es lo que nos queda).


Y vuestros hijos, ¿sufren o han sufrido espasmos del sollozo? ¿Cómo los habéis solucionado?

sábado, 19 de noviembre de 2016

9 meses

¡Mi niña!

Escribo esta entrada casi casi sobre la bocina y es que llevamos una semana de no parar. Tanto es así que esta semana no se ha publicado prácticamente nada en el blog y eso que has tenido un montón de progresos. Sin embargo, se nos están acumulando los compromisos: cumpleaños familiares, bodas, terminar tu cuarto de baño, recoger un poco la casa ahora que ya tenemos salón y estudio... Sin contar con lo que te mueves y lo complicado que es que no te metas en algún lío. Todo ello aderezado con electrodomésticos y ordenadores que implosionan están complicando un poco el que el blog esté al día.

Vayamos al meollo del asunto. ¿Qué ha pasado este mes?

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Ducharse con un bebé

Cuando aterrizas en la maternidad de primeras, hay cosas que te suenan, que habías oído pero a las que no hacías mucho caso. Total, tú ya tienes claro que el bebé va a trastocar tu vida. Sin embargo, no es hasta que el retoño llega de verdad a este plano de la existencia que te das cuenta hasta que punto tu vida cambia. 

Y es que cambia, si, y en mi opinión para mejor pero se tarda un pelín en readaptar lo que viene siendo la vida cotidiana al recién nacido.

La hora del baño es uno de esos momentos. Del baño en general. Para todos: papis y bebé. Y es que, confieso que, al principio, era tan coñazo bañar a la Habichuela que muchas veces, el Mozo y yo nos mirábamos y lo dejábamos para el día siguiente.

¿Que por qué era un coñazo? A Habi NO le gustaba nada la hora del baño. Yo siempre he oído que a los bebés les encanta el agua, que es un momento chulo para jugar y disfrutar de muñecos y juguetes y eso no era lo que estaba pasando en nuestra casa. El Mozo además estaba desilusionado porque en toda la vorágine de lactancia materna y bebé que solo quiere estar con mamá, la hora del baño se las prometía como SU momento paterno filial.

El caso es que llenábamos la bañerita con todo nuestro amor, le echábamos un buen chorro de aceite de almendras, metíamos al bebé y.... arqueamiento modo ON, llanto, berrinche, horror de los horrores.

¿Estaría muy caliente el agua? La enfriábamos. Más de lo mismo. ¿Demasiado fría? La calentábamos. Igual o peor. ¡Qué desgracia!

miércoles, 19 de octubre de 2016

Ocho meses

Ocho meses han pasado ya desde que llegaste a revolucionar nuestras vidas. Ocho meses de llatos, de risas, de avances en tu desarrollo.

Eres el bebé más maravilloso del mundo y te lo repetimos cada día. Nos das la vida y también acabas con nuestras baterías, para que mentirte. Y sin embargo, nos encanta pasar las noches con esta bomba de energía que eres y verte botar por la cama cuando llega el momento de acostarte .

miércoles, 21 de septiembre de 2016

7 meses



El lunes mi pequeña Habichuela cumplía 7 meses y por problemas de logística no pude tener escrito el post que relataba sus avances. Y es que, ya os contaré, pero Mordor se está rebelando a la invasión hobbita canela fina >_<. Eso y que mi niña avanza a una velocidad que asusta.

viernes, 19 de agosto de 2016

6 meses


El tiempo vuela y mi bebé va quemando una etapa detrás de otra. 

La Habichuela está en una etapa divertidísima pero también agotadora. Si a eso le sumamos la casa nueva, con su polstergeist cagón y sus chapuzas, apaga y vámonos.

Y es que Habi es una adelantada a su tiempo (o al menos eso me dice todo mi entorno). La semana pasada se sentó ella sola. Al principio como un tentetieso. Toda la tarde se pasó perfeccionando la técnica, orgullosa de sus progresos y por la noche ya se mantenía sentada perfectamente. 

Dos días después, Habi gateó.

miércoles, 3 de agosto de 2016

Cosas de Habichuelas: gimnasia nocturna




Mi pequeña Habi es la monda. Desde hace unos días es capaz de sostenerse sobre las rodillas sin que se le caiga la cabeza acompañando la postura de un gracioso movimiento de mono. Ha pasado de ser nuestro pequeño koala a nuestro pequeño babuíno. 

La verdad es que lo del movimiento libre es genial. Empezamos con el parque de juegos en la pocket casa hobbita y al principio no aguantaba apenas un momento. Enseguida se ponía a llorar y yo corría a rescatarla. Poco a poco le fue gustando más el momento de quedar libre por el suelo y empezó a moverse por la cama (para terror mío) así que le fuimos montando tatamis con colchonetas del IKEA a nivel del suelo. Era bastante rollo tener que estar montando y desmontando pero bueno, era divertido verla por el suelo aprendiendo a hacer la croqueta.

Pues desde que nos hemos mudado a Mordor, el avance ha sido increíble. El tatami está prácticamente puesto todo el día y además, hemos montado una cama gigante de casi dos metros uniendo dos camas que había por aquí. Supongo que ha coincidido en el tiempo por su edad pero el progreso es evidente. 

martes, 19 de julio de 2016

Cinco meses



Hola Habi:

Hoy me siento al ordenador un poco con prisas, un poco con ansiedad y es que casi no me quedan horas para dejar por escrito tus progresos en tu cumple mes. ¡Cinco meses haces hoy! ¡Se dice pronto! El tiempo pasa a una velocidad de vértigo y tú nos sorprendes cada día con algo nuevo. ¿Y sabes una cosa? Que nos encanta.

Esta semana ha sido el caos. Ya te acostumbrarás a que nosotros, cada cierto tiempo, vivimos una temporada así: caótica. No te preocupes que en el fondo es muy divertido.

Nos hemos mudado a la casa nueva, a Mordor. En realidad no es nueva. Es la casa del Abuelo al que no conoces pero no te preocupes porque la vamos a tirar abajo y a rehacer a nuestro gusto, si, pero también pensando mucho en ti. No veas la de ideas de habitaciones Montessori que está recopilando mamá. Ya lo que tardemos en montarla es otro tema. Y es que también te acostumbrarás a nuestros dilatados tiempos de espera.

Pero vayamos a tus progresos, que este mes han sido muchísimos.

lunes, 20 de junio de 2016

Cuatro meses



Mi niña crece por momentos. El tiempo pasa y yo cada día estoy más enamorada de mi pequeña. Celebro cada hito como si hubiera ganado las olimpiadas. Eso debe ser orgullo de madre. Y me derrito cuando interactúa con su papá.

martes, 19 de abril de 2016

Dos meses



Dos meses ya, mi niña. Dos meses en los que has aprendido a hacer cosas increíbles a los ojos de tus papis.

Hace dos semanas aprendiste a sonreír. Ya no eran muecas al azar, no. La primera vez que me miraste fijamente y sonreíste... en ese momento, no te lo vas a creer pero se detuvo el mundo. Y ahora estás en una fase en la que regalas tus sonrisas a todo el mundo, con facilidad. Y me derrito cada vez que lo haces.

Cuando comes me miras a los ojos. Ya no se te pierde la mirada en el infinito. Y a veces, comes sonriendo. Claro, eso hace que pierdas el vacío y te cabreas un poco pero ya aprenderás que a veces hay que elegir entre dos placeres de la vida.

Estás pasando una fase preciosa, a ver si no se me olvida nada.