Ahora que ya ha pasado un tiempo prudencial desde que me apunté a
esta actividad quiero contaros un poco de la experiencia en primera persona, sin intermediarios. Las bondades de la natación como ejercicio son conocidas por todos: es un deporte muy completo, perfecto para la pérdida de peso en personas con problemas de obesidad porque, al estar en el agua, el ejercicio no es de alto impacto, permite realizar tanto trabajo aeróbico como anaeróbico y no resulta incómodo a las personas que no soportan sudar (que en el agua se suda, pero no se nota tanto).
Y a las embarazadas, ¿en qué nos beneficia? Además de movilizar nuestros músculos y permitir esa actividad física tan necesaria sin cansarnos en exceso, tiene la misma ventaja que en las personas obesas. El agua "recoge" nuestro peso y evita que rodillas, lumbares y espalda sufran con el ejercicio. Además, realizando una serie de trabajos específicos podemos preparar periné y pelvis de cara al parto y mejorar la circulación con otros ejercicios diferentes. También aliviamos la presión que el bebé ejerce sobre la pelvis cuando alcanza cierto tamaño (de esto dan fe mis compañeras de natación, que están más adelantadas en semanas que yo).
En mi caso, estoy apuntada en la piscina municipal de mi barrio. Dos clases a la semana y no llega a 30€ al mes. Una ganga. Lástima que tengan el agua tan fría porque si no, sería perfecto. Yo he de reconocer que, igual que me salto la EOI muchos días por cansancio, no falto a una sola clase de natación. Pese a salir congelada todos los santos días, he de reconocer que me lo paso bastante bien y que me siento mucho más ágil desde que estoy en estas clases. Además, ahora ya somos más chicas y estoy haciendo muy buenas migas con ellas. Es reparador estar en contacto con otras embarazadas e ir contando como nos sentimos. Y lo mejor es que estas chicas son todas muy alegres y nada quejicosas así que oye, nos echamos unas buenas risas todos los días.
Los ejercicios son básicos, aptos para todos los públicos y solamente hay que tener un par de consideraciones en cuenta:
- No se puede trabajar en apnea: prohibido bucear.
- A partir de ciertas semanas de embarazo, cuando la barriga ya empieza a brotar, prohibido nadar a braza porque podemos lesionarnos la espalda al arquearla. Tened en cuenta que la columna va corrigiendo su curvatura según avanza el embarazo y al nadar a braza y salir a respirar, forzamos esa curva.
- Hay que coger un ritmo tranquilo y normal que no nos acelere el ritmo cardíaco: esto por un lado está bien porque no te cansas. Por otro lado, estoy un poco harta de nadar lánguida cual sirenita triste porque me congelo. Ahí están las abuelas de aquagym, que no tienen ni papa de nadar y las tienen bien enganchadas a flotadores, dándolo todo y saliendo rojas y al lado estoy yo, temblando, castañeteando los dientes, azul, cabalgando mi churro cual caballito de mar gordo.
Quitando estos tres problemillas, la natación me parece perfecta para las embarazadas.
Nosotras solemos hacer ejercicios de abductores, aductores, pecho y periné. Todo esto se consigue con ejercicios muy sencillos:
- Cabalgar un churro y pedalear como si estuviéramos en una bicicleta, en vertical, ayudándonos con los brazos (brazos de braza) para avanzar. Como digo más arriba, parecemos un cardúmen (¡oh, que hermosa palabra!) de caballitos de mar rechonchos y coloridos pero nos reímos mucho con este ejercicio. Poneos en situación: embarazadas con gorro y gafas, que ya da de por si poco glamour, encaramadas en los churros de colores de los niños y botando como en un tiovivo.
- Churro detrás de la cabeza y patada de braza bocarriba: este es muy cómodo y si logras una buena apertura de piernas, en mi caso liberas muchísima tensión en pelvis y ciática.
- Colgadas del churro por los sobacos las axilas y patada de braza en vertical: aquí prácticamente no avanzas pero es un ejercicio en el que lo das todo sin sumergir la cabeza. Podemos hacer la variación de hacer 'media patada de braza alternada': primero con la pata izquierda y luego con la derecha. Ahí hay veces que yo tengo la sensación de avanzar.... pero hacia atrás.
- Churro bajo los sobacos y a nadar a perrito. Metiendo la cabeza, como los críos. Es un retorno a la más tierna infancia.
- Sentadas en el churro, piernas estiradas (esto hace ejercicio de abdominal para poder mantener la postura) y remo con los brazos hacia delante o hacia atrás (ejercicio excelente de pectorales). Este ejercicio se me da muy bien y se me están poniendo unos brazos y unas clavículas muy bonitas con la tontería O_O. Además, es como estar en un columpio.
- Para trabajar cuádriceps, de vez en cuando nos ponen unas aletas y a nadar a croll o a espalda. El problema de las aletas es que es fácil que se te acalambren los dedos de los pies. Y después de hacer este ejercicio, la Hobbita lo pasa muy mal para subir hasta lo más alto de la más alta torre (su casa) porque me queman los muslos :$.
- Como ejercicios de circulación, nos colgamos de la pared y hacemos rotación de tobillos, extensión y flexión de los mismos y movimientos de tijera con las piernas. La espalda debe quedar apoyada contra la pared y las piernas ligeramente levantadas del suelo y estiradas. Si estamos en el vaso pequeño también hacemos ejercicios de puntillas y talones.
Esto es a grandes rasgos la actividad. Hay días más variados que otros pero suelen resolverse todos así. Hacemos ejercicios de Kegell para el suelo pélvico todos los días.
¿Qué he notado en mi persona? Estoy más ágil y con bastante energía. No sabría si achacarlo al 2º trimestre o que el deporte realmente me está dotando de fondo. El caso es que es una realidad. Además, el día que tengo natación, la ciática y las lumbares me dan un respiro hasta prácticamente la noche (el resto de días la ciática se rebela, sobretodo si me tocan las dos horas y media de clase en la EOI). Y eso es de agradecer. Y mucho.
Mis compañeras de natación están conmigo: se sienten muy ligeras en el agua y les alivia muchísimo la presión de la pelvis (ellas están de más semanas que yo, al menos 30 la que menos semanas tiene). También notan la mejora en el estado de fondo de sus organismos. Y les gusta alternar con las demás, que somos unas marujonas en el fondo.
¿Inconvenientes? Para mi, la temperatura del agua, que no la tienen normal. He ido a otras piscinas climatizadas y la tienen bien. Aquí el problema es que el personal que tienen es mega caluroso y decide abrir todos los accesos al exterior así que el agua se enfría en contacto con la temperatura ambiente (transferencia de calor por
convección, que me explicaron en la carrera). Que estamos teniendo un noviembre suave pero.... ¡sigue siendo noviembre, oiga! Y se que es por esto porque hoy he descubierto por donde entra el agua en la piscina y.... ¡¡¡sale calentita!!! Ahí me teníais, sentada como un indio, bien recogidita porque es una rejilla muy pequeña, en mi churro, encima de la corriente cálida de las azores que subía por allí xDDD. Un cuadro.
El segundo inconveniente es que en mi barrio todo son ancianos o ninis. No tenemos término medio. Obviamente a la piscina municipal van los ancianos. Obviamente el vestuario está repleto de abuelas. Y entonces llegamos las embarazadas y se arma el follón y la algarabía (somos la novedad
que le da calidad a la película). Todas las abuelas quieren cotillearnos, si serán niños o niñas, que es lo más bonito del mundo, luego te dicen que los maridos son todos unos golfos pero que los bebés dan la felicidad, que ojalá no crecieran..... Que son muy monas todas ellas (y además no deja de ser gracioso, todas desnudas y acunando bebés imaginarios) pero después de casi tres meses con las mismas señoras que todos los días nos preguntan lo mismo pues empieza a ser cansino.
Así que mi recomendación, si tenéis oportunidad, es que os apuntéis a esta actividad en cuanto tengáis ocasión. Altamente recomendable y con el sello de calidad de la Hobbita.
¿Algún caballito de mar orondo en la sala dispuesto a contarnos su experiencia con la natación para embarazadas? ¿Alguna lo probó y, al contrario que nosotras, lo aborreció? ¿Hacíais el mismo tipo de ejercicios?