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martes, 5 de abril de 2016

Primera clase postparto



En mi centro de salud, no se si en todos los demás, las matronas han organizado un montón de cursos alrededor de esas clases de educación maternal que ya se dan en todos los centros. Junto a las clases para Abuelos han empezado una serie de clases postparto y allá que fue la Hobbita, con la Habichuela tiernamente dormida en el fular para ver que nos iban a contar en estas clases.

Una vez en el centro de salud, empecé a ver caras conocidas de las clases preparto. Eso si, si a esas clases vinieron cerca de 25 personas (con sus respectivas parejas) a esta solo somos 5 (con nuestros respectivos bebés y una abuela que se apuntó al bombardeo). Eso me da una idea de la importancia que se le da a las clases preparto y la poca conciencia que tenemos de que, en el puerperio, también es necesario un seguimiento.

Porque de lo que me he dado cuenta es de que estas clases no son clases, ni cursos. No. Es un seguimiento que nos está haciendo la matrona para detectar depresiones postparto. Es muy sutil y no lo ha dicho, pero es lo que es. Y me gusta que sea así.

miércoles, 27 de enero de 2016

Cuarta clase de educación maternal: el puerperio



Voy con un poco de retraso contando nuestras venturas y desventuras en las clases que imparte nuestra matrona en el centro de salud. Es que tengo tantos frentes abiertos que al final se me van retrasando las cosas importantes (que a mi dejar por escrito las clases me viene bien de cara a futuras consultas).

El día 14 de enero retomamos las clases después del parón navideño. Las barrigas han crecido muchísimo en estas casi 3 semanas sin vernos las caras. Yo noto mi tripa más grande, si, pero las compañeras alucinaban al verme. Una chica que está embarazada de gemelos también ha dado un cambio espectacular. Vamos, que estamos todas bien orondas ahora que se acercan nuestras fechas de parto xD.

La clase que nos tocaba era la del puerperio. El post parto de toda la vida. O, como dijo mi Mozo: el pulperio. Así, todo serio. Que hoy nos iban a hablar del pulperio. Y tan ancho se quedó. Ahora tenemos la coña del pulperio a todas horas y de lo mucho que me va a cuidar durante tan dura etapa.

El terrible pulperio que el Mozo mantendrá a raya xD

viernes, 15 de enero de 2016

Visita guiada a Maternidad de O'Donell y resultados de ecografía del 3º trimestre.



El miércoles tuvimos la visita a la maternidad de O'Donell, el hospital al cual hemos cambiado el parto y las urgencias. Nos decidimos por este principalmente por la cercanía a nuestra casa. Ir a esta maternidad nos supone únicamente 15 minutos en autobús. En cambio, La Paz la tenemos donde Cristo perdió el gorro. En transporte público ni me molesto en ir desde mi barrio y en coche tardamos unos 30-40 minutos sin atasco. No quiero imaginar por cuánto puede salirte un taxi. Además, tras la experiencia de tres amigas, dos pariendo en O'Donell y una en La Paz... pues sinceramente. Me cambié a O'Donell corriendo. Posteriormente me han llegado opiniones de una pediatra del Niño Jesús que está haciendo su segunda especialidad en la UCI de neonatos de O'Donell y la experiencia en laboratorios del Gregorio Marañón de mi Mejor Amigo... y coinciden en que es una elección excelente, un hospital moderno, con protocolos actualizados y que 'no se cae a pedazos'. 

Así que más tranquilos, acudimos allí el Mozo y yo el miércoles y dos matronas, una titular y otra en formación, nos impartieron la charla y nos llevaron de turismo por el hospital. 

martes, 12 de enero de 2016

Tercera clase de Educación Maternal



Hace unos cuantos jueves volvimos a ir a la matrona, en esta ocasión para que nos contaran todo lo habido y por haber acerca del momento del parto. Allí estábamos todos, pasando un calor de mil demonios, muy atentos a todo lo que esta buena mujer tenía para contarnos. El Mozo también vino en esta ocasión y también se lo pasó muy bien (os adelanto que le tocó hacer de útero xD). 

La primera parte de la clase fue teórica y sin embargo esta mujer tiene un don para la docencia. Ahí estábamos todos, partidos de la risa (menos nuestra adolescente embarazada, que no paraba de suspirar y de decir: '¡Madre mía, me muero!').

Sin apenas medios, con todos aglomerados en esa sala en sillas mega incómodas, sin acceso a Internet, utilizando un ordenador propio.... La mujer se sacó de la manga una clase chulísima ayudada por Manolito, un muñeco de trapo blandito, un jersey de cuello alto, una pelvis femenina y mucho humor. 

En esta primera parte teórica explicó temas como fases del parto, cuándo acudir a urgencias, como distinguir entre el pis, el tapón mucoso y el líquido amniótico, como aliviar el dolor durante los prodromos de parto, los partos instrumentalizados y las cesáreas. Me gustó mucho su filosofía y trataré de aplicármela llegado el momento: ojalá todas tengamos un parto perfecto pero, a veces, las cosas no salen como están previstas. En esos momentos, quizás fruto de la idealización a la que hemos sometido el concepto de la maternidad y de nuestro parto soñado, muchas mujeres entran en una especie de bucle, de sensación de fracaso, de que todo está mal. Y no, es que a veces, pasan cosas. Y lo importante es que al final nuestros bebés y nosotras salgamos vivas del trance. ¡Qué para eso vamos a un hospital, hombre!

martes, 15 de diciembre de 2015

Visita al dentista y segunda clase de Educación Maternal



Ya os contaba en el post de la semana 28 que el jueves iba a ser un día movido. Y así fue. Lo primero de todo, la natación para embarazadas y, una vez fuera del remojo (de nuevo de color azul como buena Hobbita friolera) corriendo a la consulta de mi dentista para que me revisara. 

Allí, la mujer volvió a alucinar con la cantidad de sangre que sale en cuanto tocas con suavidad ciertas zonas de la encía. No paraba de decir que no era normal.... Yo tampoco lo veo muy normal, la verdad, que una cosa es sangrar y otra muy diferente es armar la que he armado en el baño esta mañana mientras me lavaba los dientes (mi pijama se ha ido directo a un barreño con agua oxigenada, con eso os digo todo). Me recuerda a mis penosos intentos de utilizar la copa menstrual (no soy la única lerda que reniega del invento, para muestra un botón de otra bloguera que, sinceramente, lo pasa exactamente igual que yo. No dejéis de ver sus dibujitos y croquis acerca de porqué es un mierda invento del mal).

Total, que ante la imposibilidad de mandarme los antibióticos que me quiere mandar porque estoy embarazada, ni de hacerme un curetaje porque no me puede anestesiar (ni quiero), me ha mandado enjuagues cada dos horas con varios potingues que van desde el listerine al agua sobresaturada de sal pasando por remedios varios que no se yo si están haciendo efecto. Hoy tengo que volver a que me arañe con la cureta en las encías. Mis encías no van a estar a la altura, ya lo se U_U.

Y por otro lado, tuvimos la segunda clase de Educación Maternal. Esta vez si que se vino el Mozo y se lo pasó genial. Primero con la que montamos intentando caber todas en las colchonetas (hay un baby boom en el barrio) con los mozos sentados alrededor en las sillitas mirándonos rodar y retozar.

La clase del jueves fue más bien física. Tenemos una matrona muy implicada y que hace muy amenas y divertidas las clases pese al boicot de la dirección del centro que no le facilita ni un mísero ordenador portátil. El orden del día consistió en:

viernes, 4 de diciembre de 2015

Ecografía de control y primera clase de Educación Maternal

Así estaba la Hobbita de agotada ayer

El día de ayer fue largo, muy largo. Tan largo que no me dio tiempo a preparar la entrada. De todas formas, con respecto a la ecografía de control, poco que decir.

Los riñones de la Habichuela han empeorado otro poco. La dilatación sigue siendo bilateral y ha aumentado hasta los 11mm y los 12mm. Sin embargo, el parénquima renal sigue íntegro, no hay megauréter y la cantidad de líquido amniótico es normal por lo que, aunque sigo en riesgo para seguir haciendo ecografías seriadas, no es demasiado grave.

Y si no es demasiado grave, ¿por qué estuve tan raruna todo el día? Supongo que sigo haciéndome a la idea de que todo es un mal sueño y que se va a arreglar antes de nacer. Sin embargo, ayer tenía esa vocecilla en la cabeza, machacona, seguro que muchas lo habéis vivido, haciéndome sentir mal y recordándome cuántas veces he tenido a bien salirme de las estadísticas. Son tonterías pero me acordaba de nuestro cachorrón, que después de salvarle la vida con mucho esfuerzo cuando aún no tenía ni un mes de vida (solo el Karma sabe lo que me costó) y me lo dejaron abandonado en la clínica del tercer mundo en la que estaba trabajando por aquel entonces, tuvo a bien morirse al año de la forma más estúpida que te puedas imaginar, rodeado de veterinarios (todos amigos) y más monitorizado imposible. Y también tengo a la vocecilla susurrando 'Síndrome de Down.... Síndrome de Down...'. Y mi cerebro racional y las tardes y tardes de trabajo con mi psicóloga intentando retomar el control de la situación. Tranquilos, creo que hoy ya está todo bajo control pero no quiero hacer como que estos pensamientos no existen, por eso los dejo por escrito. 

Total, que creo que esta sensación me acompañará cada día que me toque nueva ecografía.

Por otro lado, la Habichuela ya no está en transversa....