martes, 10 de septiembre de 2019

El peso de la conciliación

Me encontraba yo hace unas semanas respondiendo comentarios del post de los abuelos cuando surgió una idea. La idea de que muchas madres, aun pudiendo reducir jornada o acogerse a mejoras del puesto de trabajo por conciliación, no lo hacen. Madres que económicamente no pasan penurias y que aún así, no renuncian a parte de su sueldo para pasar más tiempo con sus hijos.

Y me puse a reflexionar que haría yo.

¿Soy realmente libre?

¿He elegido libremente y sin coacción alguna quedarme en casa a criar?

martes, 27 de agosto de 2019

Como destetar a un bebé de 18 meses

La lactancia de la Pulga ha llegado a su fin. ¿De la forma que habría deseado? No. Sin embargo, cuando la lactancia no resuelve y no funciona, da igual lo mucho que te empeñes. Está abocada a terminar antes o después.

Esto era algo que yo, devoradora de artículos, libros y charlas varias, no llegaba a comprender con mi primera latancia. Y es que la lactancia de Habi fue una lactancia preciosa, de libro, sin más problemas que un par de obstrucciones. Una lactancia que terminó de forma respetuosa y libre por parte de las dos. Si es cierto que yo, al final, negaba la teta a la niña, pero de forma suave y dialogando. A sus más de tres años, Habi fue dejando poco a poco el pecho, alargando los tiempos entre tomas. Primero a horas, luego a días y finalmente a semanas. Al final solo pedía cuando algo le daba miedo y se refugiaba hecha un rosquito en mi regazo. 

Con la Pulga esto no ha sido así.

martes, 20 de agosto de 2019

¿Deben aburrirse los niños?

La Hobbita aquí presente se mueve por una serie de grupos de maternidad. Unos son más afines a mi forma de pensar y ser, otros menos pero en general de todos saco cosas interesantes (desde ideas chulísimas a reflexiones pasando por salseo de ese que hace que nos sentemos desde la barrera a comer palomitas mientras se desarrolla la historia).

El caso es que en estas fechas veraniegas, sale una y otra vez el tema de si los niños de hoy en día saben o no aburrirse. 

Es algo curioso puesto que recuerdo estos mismos derroteros y disertaciones entre los adultos que me rodeaban cuando yo era pequeña. Y llego a la conclusión de que no es que los niños necesiten aburrirse si no que somos los adultos los que necesitamos mirar fijamente al infinito y dejar divagar la mente un ratito sin que de pronto oigamos un:

- MAMÁAAAAAAAAAA

- ¿Qué?

- Mira ^_^ (mientras se señala el dedo gordo del pie con un puntito de purpurina).

- ¬_¬

martes, 13 de agosto de 2019

¿Cuánto deberían llevarse los hijos?

¿Y tu me lo preguntas?

Pues mira, voy a dar mi opinión sincera y contrastada después de un año largo como bimadre. 

No hay momento perfecto. 

Porque yo tenía claro, clarinete que la edad perfecta era que se llevaran entre 2 y 2'5 años. Ya sabes: así juegan juntos, así pueden compartir más cosas porque están más cerca en su desarrollo evolutivo.... Y tras mi experiencia os diré que si pero no. 

martes, 6 de agosto de 2019

El tiempo libre

Septiembre. Año 2042

Se avecinan cambios en Mordor, actual casa hobbita. 

Situación:


2. La Habichuela entra en p3 en el colegio anexo.

Ello se traduce en que la Hobbita, aquí presente, va a tener derecho a nada más y nada menos que..... (redoble de tambor).... ¡cuatro horas 'libres'!

¡Weeeeee!

lunes, 29 de julio de 2019

Abuelos a tiempo completo

En la casa de niños hay muchos abuelos. 

Es normal. El horario de la casa de niños realmente no resuelve a los padres que trabajan excepto en casos muy concretos. El proyecto está genial, las educadoras son lo máximo, se implica mucho a los padres... Pero asumamos que 3 o 4 horas al día, ni siquiera dan para cubrir una media jornada real, y menos con los tiempos que se manejan en los Madriles.

Por lo tanto, en la casa de niños encontrarás desde padres y madres parados (que es mi caso), a padres y madres con los turnos cambiados (o bien trabajan ambos de tarde, o bien uno de mañana y otro de tarde), o bien encuentras abuelos a tiempo completo que descansan de los nietos.

¿Y que son abuelos a tiempo completo?

Son abuelos que están cubriendo las carencias de la sociedad en la que vivimos. Sociedad que no pone en valor a lo más preciado que podemos tener: los niños. 

lunes, 22 de julio de 2019

Vacaciones pagadas

¿Os acordáis que el año pasado me marché a la Terreta a hacer unas sustituciones in extremis porque desde consellería estaban un pelín desesperados?

Pues me han vuelto a llamar. 

A mi. 

A la Hobbita que aquí escribe. 

^_^

viernes, 19 de julio de 2019

Escolarizando a la Pulga

Hace ya unas cuantas entradas os contaba compungida que no había conseguido plaza, a priori, para la Pulga. Estaba la décima en lista de espera en la Casa de Niños y mucho más atrás en las guarderías públicas del ayuntamiento. 

Pese a todo, en el periodo de reclamaciones, solicité un par de puntos que no me habían contado, pero así como triste puesto que la gente a mi alrededor estaba reclamando un mínimo de cinco puntos. Snif. 

Finalmente, salieron los listados definitivos. Comprobé que Habi estaba dentro del colegio elegido y se me ocurrió mirar a la Pulga. Por hacerme cruces, puñaladas, el harakiri, ¡yo que se! Hay algo masoquista en mi que esperaba ver su nombre y su NO ADMITIDO en rojo y mayusculas. Que encima que no te dan la plaza, te lo gritan. 

Pues ahí estaba yo, metiendo los datos, pulsando el siguiente y...

ADMITIDA

martes, 9 de julio de 2019

Operación pañal

Escribo esta entrada cuando ya llevamos unos cuantos meses con una Habichuela absolutamente autónoma en el control de esfínteres, pero mira Mari, que le vamos a hacer, si yo no tenía ni ánimo, ni sitio, ni tiempo, ni ganas de coger el ordenador para relatarlo. 

Así que, como más vale tarde que nunca, y aprovechando que habrá un montón de padres y madres desesperados con la operación pañal, el verano y el colegio, pues os cuento como ha sido nuestra experiencia y eso que os lleváis. Que anda que no tuve yo que aguantar a la gente (¡hola mamá!) dando el coñazo durante el verano con sus "deberías aprovechar el verano y quitarle el pañal". Que no digo yo que no pero no estaban las circunstancias como para hacer tal cosa, ello es, una Pulga que no SOPORTABA bajo ninguna circunstancia perder el contacto FÍSICO conmigo. Así que de esta guisa explicadme como se supone que iba yo a limpiar culos, ayudar a ir al water o al orinal, o cambiar a Habi de arriba abajo si había algún escape. ¡Opinólogos! ¡Dejadme vivir!

¿Y como ha sido nuestra Operación Pañal (OP)?

martes, 2 de julio de 2019

La pulga

Esta es una entrada complicada de escribir porque no quiero dar la sensación de queja constante, ni de madre coraje, ni nada similar (no es mi rollo) pero tampoco quiero dar la sensación de que esto ha sido un paseíllo con un bache gordo en el camino. 

Y es que el año y medio que llevamos con la Pulga ha sido complicado. A mi desconexión de seguridad (AKA depresión postparto) hay que sumarle una hija que no ha sido fácil y que nos está haciendo sudar la camiseta con profusión. Pero empecemos por el principio de los tiempos. 

martes, 25 de junio de 2019

Destete nocturno de la Pulga

Los que lleváis aquí desde los inicios sabéis más o menos clo que significa para mi la lactancia. 

Con la Habichuela, la lactancia fluyó. Yo llegué con muchísimo miedo a que no fuera fácil, a que se me atragantara, que no pudiera finalmente dar el pecho... Y nada de eso pasó. Habi se enganchó bien, la teta era su calma y su consuelo y yo me derretía mirándola mamar. Cuando se quedaba frita enganchada a la teta y se soltaba con cara de Habichuela borracha... Esos son recuerdos que nunca se van a borrar de mi mente. De mis pechos brotaba dulce orfidal dispuesto a adormecer a la bestia, a lidiar con la hora bruja, a atender sus demandas. Casi tres años lactando a la Habichuela, 1 año en tandem. Ese es el resumen de la lactancia de Habi.

Por lo tanto, con mi segunda maternidad lo que no me esperaba era que fuera a existir problema alguno con la lactancia.

Y los hubo. ¡Vaya que si los hubo!

martes, 18 de junio de 2019

Escolarizando a la Habichuela

La semana pasada os contaba la bajona con el tema de la (no) escolarización de la Pulga así que hoy os vengo a hablar de la (si) escolarización de la Habichuela. 

Y es que, si amiguitos, Habi tiene ya tres añazos (cuando ha pasado? ¿Cuando?) y tocaba elegir colegio. Y estaban todas las madres (curioso que los padres no, ¬_¬) que conocía tirando a histéricas con el tema. Y yo estaba bastante... ñieee. Supongo que en parte por la depresión, en parte por la medicación, en parte porque no me daba el cerebro con tanta cosa pendiente en la cabeza y en parte, porque ninguno de los tres colegios que yo barajaba tenían dos de las cosas que me parecían muy importantes a mi. Así que estaba yo haciendo pros y contras de esos tres colegios de cara a elegir para el año siguiente, pero así como con desgana. 

¿Qué era importante para nosotros?

martes, 11 de junio de 2019

La escolarización de 0 a 3 años

En el post anterior os comentaba que, nada más decidir el psiquiatra que estaba lozana cual lechuga y que me retiraba la medicación, salieron las listas provisionales de admitidos en primer ciclo de educación infantil y que me dio la bajona. 

Pero como llevamos eones sin ponernos al día porque aquí cierta hobbita de bien se hallaba desaparecida en combate, dejadme que empiece por el principio y os cuente un poco mejor. 

Como ya sabéis, metí a Habi en una casa de niños in extremis, azuzada por la necesidad y la desesperación y gracias a un pelín (ejem, MUCHA) de suerte allá por noviembre del año pasado. Y la casa de niños ha resultado ser una maravilla de la que espero hablaros un poco más en unos días. 

El caso es que yo pasé del modo drama queen (oh, dios mío, que estoy haciendo, metiendo a mi niña en la guarde, que no puedo con todo, que la Pulga no me deja respirar y mi mayor no para de ver la tele, el mundo puede destruirse ya) al modo uys, ni tan mal (que viene a ser que yo, pal año que viene, quiero plaza en el aula de un año para la Pulga).

Total, que yo hice mis cábalas, mis cálculos, mis teorías... Vi como iba respondiendo nuestra Pulguita, lo bien que ha evolucionado gracias a la terapia con la psicóloga perinatal y lo cambiada que está. Y al mismo tiempo, lo cansada que estaba yo (que mi falta de sueño hace que cada semana vea como explotan 3 o 4 neuronas y, sinceramente, a las neuronas hay que cuidarlas que ha costado mucho cultivar este cerebro que mis padres me han dao. Ea). En definitiva: que yo para el curso que viene ya me veía dejando a mis dos retoños en sus respectivos centros y marchando a ocupar mi mañana en recuperar neuronas para mi. Ir a tomar un café sin que mi hija decida escalabrarse por unas escaleras. Leer un libro de 800 páginas del tirón. Irme de picos pardos al centro en autobús (que mi pobre moto ya no puede entrar allí, snif). Lo normal, vaya.

Así que decidí que yo pedía plaza en la casa de niños. Y que también iba a pedir en un par de guarderías del ayuntamiento desde las que se podía llegar relativamente bien desde el colegio que había solicitado para Habi.

Y llegó el lunes y con él, las listas. 

Y el desastre.

Y el PLOP. Adiós a tus expectativas, hobbita, que es que no aprendes, alma de Tolkien. 

Y es que hubo como chorrocientos fallos en el volcado de datos de la gente solicitante y las listas son un poco como papel mojado. Y aún siendo papel mojado ya voy viendo que posibilidades, pocas. 

Y es que la Pulga ha conseguido el puesto número 10 en lista de espera para la casa de niños a falta de más de 15 solicitudes erróneamente denegadas y que entrarán en la lista en el periodo de reclamación. La número 30 (en lista de espera, of course) en una de las guarderías solicitadas y (agárrense los machos que vienen curvas) la número 68 en otra de las guardes. Ni tan mal, ¿no? 😬

La realidad es que no me han contado 2 puntos que ya he reclamado. Lo malo es que la gente que reclamaba conmigo mínimo estaba pidiendo 5 que no se habían tenido en cuenta (LOL). Así que a saber en qué puesto acaba mi Pulguita. 

El día de L (de listas) me vine abajo. Vamos, que casi me echo a llorar allí a las profas de la casa de niños. Al día siguiente se me pasó. Bueno, si tengo que estar un año más con la Pulga, pues estamos. Total, la Pulga de ahora no tiene nada que ver con la Pulga de hace un año. Y yo empiezo a estar menos cansada porque he empezado el destete nocturno de la bichilla. 

Concluyendo: que veo negro negrísimo conseguir plaza en alguna guardería pública. Que una privada no puedo pagarla (y creo que tampoco querría hacerlo aunque pudiera, pero nunca digas de este agua no beberé) y que se avecina otro año de madre 24/7. Sin embargo, secretamente, sigo con una brizna de esperanza y desde aquí espero que el karma esté escondido detrás de una columna y atienda a mis súplicas. Que la lista de espera corre y lo que antes estaba fuera de pronto está dentro (si, ha sonado fatal, ¡mentes sucias!).

¿Vosotros habéis conseguido plaza en alguna guardería pública o también estáis e lista de espera? ¿Optáis por un centro privado o preferís seguir con los peques en casa?

martes, 4 de junio de 2019

La luz al final del túnel

Han pasado unos cuantos meses ya desde la última vez que estuve por aquí y es muy probable que no quede mucha gente (¡hola gente!). Sin embargo, me hacía mucha ilusión contaros a los supervivientes que estéis por aquí que estoy, como quien dice, en prealta. 

Que lo de estar en prealta es algo que me invento yo, que ya sabéis como soy, pero el caso es que, si. Estoy de prealta. 

¿Y que es una prealta? Me preguntas clavando tu pupila en mi pupila.... estoooo. A ver, que me disperso. 

martes, 22 de enero de 2019

Un añito

Un añito ya.

Hace un año y tres días que llegaste a poner patas arriba esta casa de bien hobbita.

Un año complicado, con sus luces y sus sombras. 

Ya juegas. Te encanta que te lea cuentos, hagamos el cucú-tras, montemos torres, que te columpie, que te cante.... Ha costado muchísimas horas de terapia conseguirlo pero aquí está el resultado. Juegas con gusto, me buscas, me miras. Y yo juego contigo aunque reconozco que muchas veces me salgo y me cuesta horrores reconectar, tal es el cansancio físico y mental que arrastro. 

Buscas a tu hermana y te ríes con ella un montón. También sufres de sus embates, sus muestras arrolladoras de cariño y, por qué no confesarlo, sus celos, sus mordiscos y empujones. Lo bueno es que ya lo vamos consiguiendo canalizar. Lo malo es que aun queda canalización para rato, me temo o_O.

Das besos. Besos húmedos y babosos. Pones unos morritos tan graciosos y preciosísimos cuando te pedimos un besote y tu, solícita, acudes a dárnoslo que no podemos evitar partirnos de risa cada vez que nos los regalas. 

Ya caminas. Empezaste a hacerlo sin apoyos una semana antes de tu cumpleaños. Antes  de eso ya eras un bólido, agarrada al carrito de juguete. 

Empiezas a permitir que me aleje y me separe. No sabes lo que significa eso para mi, poder levantarme de mi metro cuadrado de baldosa puzle, ese suelo de goma eva en el que he pasado el último año... Poder cocinar algo rápido en diez minutos sin temer tirarte al suelo porque llorabas aferrada a mi pantalón, sin poder ni siquiera girarme hacia el fregadero y mucho menos caminar dos pasos hasta la nevera. Me quejaba con Habi de que no podía comer... ¡ja! Contigo si que ha sido imposible comer, mi pequeña pulga. 14kg menos dan fe de lo que digo. 

También lloras infinitamente menos. Esas largas jornadas de 7, 8 e incluso 9h seguidas llorando han desaparecido (crucemos los dedos para que no vuelvan). ¿Qué era lo que te pasaba? No creo que lleguemos a saberlo nunca pero menudo año, hija. De este llanto inconsolable durante horas ha salido la peor versión de mi, que incluso hoy, reconoce que ya entra en modo automático cuando lloras y muchas veces no termino de hacerte el caso que necesitas. Lo bueno es que, ahora si, los brazos de mamá logran consolarte rápidamente. Nos vamos entendiendo. 

Amas a tu papá. Corres a buscarle dando grititos de alegría cuando cruza la puerta de Mordor. Y tu papá se derrite contigo. 

El coche sigue siendo un agobio pero en eso si que no hay mucho que podamos hacer. Tienes que estar en la silla. 

Y lo más importante: desde hace tres semanas ya sonríes. 

¡Feliz cumpleaños Pulguita!