Antes de ser madre yo tenía super claras muchas cosas. Y después de ser madre me he tenido que tragar prácticamente todas mis palabras. Menos mal que una es una Hobbita prudente a la par que cobarde y siempre comenta las cosas sibilinamente por detrás y solo debo tragarme mis palabras allá con mi conciencia. Lo malo es que el karma maternal te la guarda y te la devuelve con creces en cuanto tiene la ocasión así que espero que no hayáis pecado de opinólogos en demasía.
Como creo que esto es algo que nos pasa a muchos, he decidido empezar una serie. Karma maternal. ¿Me acompañas y nos confiesas tus más oscuros pecados?