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martes, 10 de septiembre de 2019

El peso de la conciliación

Me encontraba yo hace unas semanas respondiendo comentarios del post de los abuelos cuando surgió una idea. La idea de que muchas madres, aun pudiendo reducir jornada o acogerse a mejoras del puesto de trabajo por conciliación, no lo hacen. Madres que económicamente no pasan penurias y que aún así, no renuncian a parte de su sueldo para pasar más tiempo con sus hijos.

Y me puse a reflexionar que haría yo.

¿Soy realmente libre?

¿He elegido libremente y sin coacción alguna quedarme en casa a criar?

lunes, 29 de julio de 2019

Abuelos a tiempo completo

En la casa de niños hay muchos abuelos. 

Es normal. El horario de la casa de niños realmente no resuelve a los padres que trabajan excepto en casos muy concretos. El proyecto está genial, las educadoras son lo máximo, se implica mucho a los padres... Pero asumamos que 3 o 4 horas al día, ni siquiera dan para cubrir una media jornada real, y menos con los tiempos que se manejan en los Madriles.

Por lo tanto, en la casa de niños encontrarás desde padres y madres parados (que es mi caso), a padres y madres con los turnos cambiados (o bien trabajan ambos de tarde, o bien uno de mañana y otro de tarde), o bien encuentras abuelos a tiempo completo que descansan de los nietos.

¿Y que son abuelos a tiempo completo?

Son abuelos que están cubriendo las carencias de la sociedad en la que vivimos. Sociedad que no pone en valor a lo más preciado que podemos tener: los niños. 

lunes, 19 de noviembre de 2018

Casa de niños

La depresión postparto es un asco. Supongo que en eso estaremos todos de acuerdo. Sin embargo, de toda 'chunguez' podemos sacar una parte positiva y en mi caso esta parte es que estoy descubriendo una cantidad de cosas pensadas para los niños en los Madriles que oye, ni tan mal. 

Una de esas cosas son las Casas de Niños.

Estas casas son centros para llevar a los peques de 0 a 2 años, justo antes de la etapa infantil. Públicas. Maravillosas. Con una particularidad: la jornada es de 3 a 4 horas diarias, de lunes a viernes. Por menos de 45€ al mes. O_o.

miércoles, 29 de agosto de 2018

La lactancia en diferido

Como personas del género humano que somos todos podemos llegar a empatizar con los sentimientos ajenos. En el tema de la lactancia yo creo que estoy bastante en comunión con el sentir de muchas mujeres pero, aunque soy capaz de ponerme en el lugar de las mujeres trabajadoras, no ha sido hasta que he sido yo misma mujer trabajadora cuando he entendido en toda su magnitud lo que significa mantener la lactancia materna. 

Y es que, señoras y señores, la lactancia en diferido es un auténtico coñazo. Y estoy hasta el mismísimo toto del sacaleches. ¡Ea! ¡Ya lo he dicho!

lunes, 27 de agosto de 2018

La vuelta a casa

Tras la primera sustitución, de cinco días, cogí el coche para volver a casa con una teta a puntico de explotar y muchas ganas de ver a mis peques. Y con una puntita de susto: ¿se cogerá bien la Pulga a la teta? ¿Me habré cargado la lactancia por venirme a hacer un trabajo de apenas 5 días?

La respuesta es que si. Se enganchó bien. Mis miedos eran infundados y ahora en la segunda sustitución no tengo dudas al respecto: lactancia perfectamente instaurada y niñas muy amantes de la teta. 

Porque no solo la Pulga se reenganchó. Habi también se agarró con alegría.

Nada más llegar, Habi salió corriendo del regazo de su papá y me dio un superabrazo. No me soltaba, mi niña grande, riendo y enterrada su naricita en mi cuello. No sabéis lo gratificante que fue semejante abrazo, esa muestra tan sincera, espontánea y necesitada de amor. Y su risa. Contagiosa, que tampoco me podía parar de reír yo. 

Y a continuación: 

- ¡TETA!

Y a engancharse con alegría y regocijo. 

La Pulga me miraba también sonriente pero sin alterarse (¡bien!). También tomó teta y me sentí bien al dársela (¡super bien!). 

En definitiva: volví renovada y me recibieron de muy buen rollo. Maravilloso. 

Los abuelos se marcharon para dejarnos tiempo en familia (y porque yo creo que estaban los pobres ya un poquito hartos) y estuvimos fenomenal. 

Sin embargo, llegó el día siguiente y yo decidí (en realidad ya lo había decidido antes, durante mi retiro) que había que cambiar una serie de cosas en casa.

Y es que me ha gustado mucho trabajar. En buenas condiciones de horario y sueldo. Es obvio que esas condiciones no las voy a conseguir en Madrid en un periodo corto de tiempo así que voy a currármelo para conseguir, al menos, buenas condiciones horarias. Y he concluido que eso se consigue mediante oposición. Por lo tanto, este es mi primer propósito de apertura de curso: sacarme unas oposiciones. 


Lo que pasa es que hay que entender la realidad a la que me enfrento. Me encantaría ser veterinaria oficial pero hay que asumir que una oposición del grupo A1, actualmente, no es para mi. No tengo la cabeza centrada ni el tiempo que requiere y lo único que conseguiría sería frustrarme. Hay que plantearse objetivos realistas y yo ahora mismo no estoy en situación de enfrentarme a semejante oposición. Además, viendo lo visto, en el caso de sacar plaza, mi destino iba a ser en un pueblo similar a los que estoy haciendo ahora mismo. Pueblos que están geniales pero que no tienen hospital ni colegio. Pueblos que se quedan incomunicados por la nieve en invierno, en plena montaña. Son lugares geniales para perderse y reencontrarse a uno mismo y siempre les voy a estar agradecida por haberse cruzado en mi camino justo en este momento personal pero, sinceramente, no son lugares en los que estar con niños pequeños. Eso sin contar con las circunstancias laborales del Mozo. Por lo tanto, oposiciones de veterinaria quedan, por el momento, descartadas.

Sin embargo, he visto la luz. De momento se supone que me quedo en bolsa aquí así que por ese lado, estoy cubierta. Lo que voy a hacer ahora es hacer una oposición más sencilla. Refiriéndome a que el temario sea abarcable en mis circunstancias actuales. Me he apuntado a oposiciones de auxiliar administrativo porque no considero descabellado poder prepararme su temario. El handicap es que, al ser oposiciones del grupo más bajo, es donde se presentan más aspirantes por lo que el ratio plazas/aspirantes es mucho peor que en unas de veterinaria (donde a lo mejor hay 34 plazas para 500 aspirantes, un ratio muy bueno). Mi objetivo inicial es entrar en bolsa o lo que es lo mismo: simplemente aprobar. Veo súper difícil sacar plaza en una primera convocatoria pero se que es cuestión de tiempo. No obstante, vengo de familia de funcionarios y se que es cuestión de planteárselo como una carrera de fondo. Mi padre era dibujante funcionario, mi madre (felizmente recién jubilada) era directora de administración de la SS y a falta de una tenía dos oposiciones, el novio de mi madre (también felizmente recién jubilado) era jefe de área, mi tía se acaba de sacar unas de, precisamente, auxiliar administrativo... Vamos, que he visto de que va la vaina. 

Lo que he estado haciendo desde que volví de la primera sustitución, es marcharme de casa en cuanto llega el Mozo y aposentar mi culo en una cafetería con mis apuntes y mi portátil. Una vez allí, estudio 2 o 3 horas y luego me doy un paseo con mi amiga C. para despejarme antes de volver a casa. Esto me da tiempo personal de desconexión, recarga de pilas y la sensación de hacer algo para cambiar mis circunstancias.

Este es mi nuevo objetivo laboral. Elijo opositar y elijo hacerlo a un cuerpo C2 porque por un lado necesito trabajar pero no en cualquier lado y a cualquier precio. Podría reengancharme a la clínica veterinaria pero no es lo que quiero. No solo por las niñas si no porque he visto el percal y no quiero volver a vivir esas condiciones laborales. Podría intentar unas oposiciones de veterinaria pero acabaría demasiado desquiciada (cantidad de temario desorbitada, exámenes que no se sabe muy bien cuando se convocan, preparadores caros, muchísimas papeletas para acabar fuera de Madrid...). Actualmente busco un horario majo (que me lo da el funcionariado) que me permita conciliar. El sueldo no me va a sacar de pobre pero, efectivamente, no lo hago por dinero (yo ya tengo mi independencia económica cubierta gracias a Hobbiton y Mordor). Lo hago por satisfacción personal.

Hablaba el otro día con Soñadora sobre las vueltas que da la vida. Con Habi aterricé en una maternidad tras una etapa laboral chunga, pensando que la casa se me caería encima. Y curiosamente, esa maternidad me enseñó una faceta propia que me encantó. Disfruté cada segundo de esa maternidad. Con la Pulga es que ni me plantee una maternidad diferente. Me había entusiasmado ser madre 24/7. ¡Pues toma! Jajaja. Justo con ella, en el momento más asfixiante, llegó este trabajo y con él el aire fresco. 

Así que, es curioso. Lo bueno es que yo me adapto (con más o menos rapidez) y no me parece mal cambiar de principios según vayan pasando cosas en la vida. ¿Ahora me apetece ser madre trabajadora? Pues lo soy. ¿Ahora no me apetece? Pues me quedo en casa. Se la suerte que tengo y, precisamente por eso, voy a aprovecharla para mejorar. Que seguiré reflexionando y dándole vueltas al coco porque, reconozcamoslo, soy de neurona inquieta, pero esa es parte de la sal de la vida, ¿no?

Por lo tanto, deseadme suerte para que mi vuelta de esta segunda (y de momento última) sustitución sea buena y salga de todo esto algo todavía mejor. Y contadme un poco como es vuestra situación materno-laboral (toma término). ¿Conseguís la ansiada conciliación? ¿Alguna se ha sacado oposición con dos bebés en casa?


jueves, 23 de agosto de 2018

Tratar igual a los hijos

A raíz de un comentario anónimo que me hicieron unas cuantas entradas atrás, estuve reflexionando acerca de un tema que me parece importante cuando nos embarcamos en la bimaternidad: el trato a los diferentes hijos. 

El comentario anónimo fue el siguiente:

"Pues respeto tu decisión pero no la comparto. Le has dado a Habi teta un montón de tiempo, a mi me parcía mucho; has estado dando teta a las dos, yo me sentiría vaca lechera y ahora por una sustitución que te ha salido, mandas todos tus principios a "la porra" y le metes purés y leche de fórmula".

Aunque varias lectoras salieron en mi defensa, no creo que fuera un comentario realizado con mala fe y si creo que será una opinión que compartirán algunos lectores del blog. El caso es que, fuera por lo que fuera me hizo reflexionar largo y tendido sobre el asunto del trato a los hijos. Y reflexionar me hace bien, me mantiene el cerebro activo (por lo tanto, tengo que agradecer el comentario a su autor/a por permitirme pensar en ello).

Por otro lado, las respuestas al comentario me hicieron pensar sobre otro gran mandato: el foco sobre la culpabilidad materna.

Y ya por último, el derecho de la mujer a trabajar cuando, como y donde quiera/pueda. 

Vamos, que el post va a ir cargadito de ideas.

martes, 21 de agosto de 2018

Hobbita en ruta

La Hobbita aquí presente vuelve a la carretera para hacer la segunda sustitución en tierras valencianas. En esta ocasión, me ha tocado un pueblito en pleno monte, inmerso entre pinos y bosques autóctonos y rodeado de ambiente medieval. 

Para empezar, google me abandonó a mitad de camino y quedé a merced del siempre temible Tomtom. Este GPS, convenientemente tuneado por el Mozo, tiene la mala costumbre de meterte por caminos extraños. Menos mal que suele preguntar al principio de la ruta. Lo malo es que el Mozo es muy dado a no leer los mensajes que le arroja y yo llego a leerlos por encima y acabamos teniendo absurdas conversaciones como la que voy a relatar a continuación:

lunes, 6 de agosto de 2018

Como hacer un banco de leche en 4 días

Cuando me llamaron para cubrir un puesto de veterinaria en otra comunidad autónoma, el primer pensamiento fue:

- YUPIIIIIII!!!!!!

Y el segundo fue:

- Mierda. Y ahora, ¿cómo lo hago?

Porque me encontré con un bebé de casi 6 meses (los cumplía en 3 días) y ningun tipo de preparación para estos casos. Los días que la Pulga tuvo que quedarse sola con el Mozo, simplemente me saqué leche para ese momento puntual y lo refrigeré en nevera. Ahora estábamos hablando de 5 días con sus noches sin mamá. Y aún es lactante. Y no le molaba nada el tema del biberón.

Así pues, ¿como se hace un banco de leche tan grande en tan poco tiempo?

Y la respuesta es.... Pues malamente. 

sábado, 28 de julio de 2018

Hobbita liberada


Para cuando se publique esta entrada probablemente yo ya haya vuelto o esté en camino de regresar a Madrid. El caso es que me apetecía dejar constancia de lo que han significado estos cinco primeros días desde la perspectiva de la veterinaria oficial, de la Hobbita profesional, la madre a distancia.

Y la realidad es que me he sentido liberada.

He estado en un pueblo cercano a la costa, pegadito a la montaña, donde todos mis compañeros han sido cercanos y amables. Me han ayudado en todo lo ayudable, me han guiado y me han dejado preparada para la que será la segunda sustitución, que ya la haré sola en un pueblo pequeño montaña.

Una vez fuera del trabajo, solo he tenido que ocuparme de una cosa: yo. Los primeros días dormí, vi series y leí mucho. También escribí para el blog. El cuarto día, hice turismo, visité las cuevas de san José y un pequeño poblado íbero que hay junto a dichas cuevas. Y el quinto me marché.

martes, 24 de julio de 2018

Hobbita indocumentada

El trabajo. Ese gran desconocido.

El trabajo en la administración.... Lleva sus ritmos.

Llevo ya dos días aquí y me los he pasado indocumentada: hoy conseguí por fin mis credenciales para poder hacerme con los mandos del ordenador. A dos minutos de mi hora de salida (y ya se sabe que, como buena funcionaria, aquí no se regala ni un minuto). Me quedan tres días de curro para aprender todo lo que pueda de cara a mi segundo periodo de sustitución.

Es verano, estoy en un pueblo, en plena época de festejos, con los veterinarios veteranos de vacaciones y una oficina volcada en conseguir que me integre.

Tengo 5 compañeros: la directora (que lleva dos días luchando por mis contraseñas), el jefe de negociado (que me está enseñando todo lo que lleva él de ganadería), una técnico agrícola (que me entiende mucho cuando me ve con el sacaleches porque 'ihija, yo estuve igual!', la administrativa de ganadería (a la que he conocido hoy porque estaba de vacaciones) y una auxiliar muy hippy que no se desespera cuando la armo con los teléfonos.

Y aquí llevo dos días, autorizando como buenamente puedo movimientos de animales entre pueblos y comunidades. Haciendo guías. Hablando con personal y con informática. Hablando con ganaderos y otros colegas veterinarios. Hablando con adultos.

lunes, 23 de octubre de 2017

Tengo trabajo

Os contaba hace unas semanas que había empezado a trabajar. Embarazada y con una Habichuela a su cargo. Así soy yo, la reina de las oportunidades. 

El trabajo es de niñera, nanny, pseudo madre de día. .. como lo queráis llamar. Una amiga se separa y necesitaba alguien que cuidara de su peque por las mañanas y allí estaba yo: con el cerebro en ebullición por la posibilidad de placenta acreta, una Habichuela hiperactiva y un buen bombo. Así que acordamos precio y horarios en función de las necesidades de mi amiga y allá que voy todas las mañanas. 

La gente me dice que lo peor de todo es el madrugón pero la verdad es que lo que peor llevo son las barreras arquitectónicas.

viernes, 9 de junio de 2017

Cuando las tareas son un problema (III)



Hace unas semanas publiqué en la página de facebook del blog la traducción de un comic con el que me topé por casualidad en un grupo de crianza de la red social. 

Por si queréis verlo (cielos, no dejéis de verlo) os dejo el link al comic original, en francés, aquí. Y la traducción al español aquí.

A modo de resumen os diré que son una serie de viñetas con situaciones cotidianas en las que nos vamos encontrando día si, día también las mujeres. Nada traumático, simples estadísticas. 

El caso es que, según iba leyendo, iba sintiendo como se me acababa el aire. Y es que yo, que se supone que tengo mucha suerte por estar con el Mozo con el que estoy (oye, que mis Melenas Místicos y mis Profanadores de Tumbas me ha costao encontrarlo, ejem), me veía reflejada en el 98% de las viñetas que leí. Aterrador.

lunes, 10 de octubre de 2016

La conciliación del Mozo (II)

Os contaba hace ya unos meses que el Mozo se había quedado en paro. Un poco porque apremiaban desde su empresa y un poco por voluntad propia. Después de hacer números y de vislumbrar el percal que se cocía en aquel lugar, decidimos que el Mozo se inmolara en favor de un compañero al que iban a despedir y dejar con hipoteca recién adquirida, sin paro y con una niña de tres años. 

No os penséis que somos unos locos altruistas. Como os contaba, con la indemnización (porque iba a ser despido) y el paro salíamos ganando económicamente hablando y además, el Mozo se podría permitir 4 o 5 mesecitos para estar con nuestra hija y conmigo. Todos en familia. Y a partir del 4º mes de paro, buscar trabajo con tranquilidad (de nuevo, en la profesión del Mozo, no hay paro).

Bueno, pues vengo a contaros como han sido los primeros 3 meses de arrejuntamiento familiar.

Para empezar: un caos. No por nosotros, no os vayáis a creer. La culpa ha sido de la mudanza a Mordor y del polstergeist cagón. Por cierto, el muy cabrón se ha cargado la caldera :_____(, ya os informaré que voy mega retrasada contando las cosas.

Sinceramente, no se que habríamos hecho en esta casa sin el Mozo durante estos tres primeros meses. Supongo que echarme a las calles todos los días porque la casa estaba impracticable y la Habichuela estaba ya empezando a moverse de manera peligrosa. Actualmente tenemos la casa algo más preparada pero Habi ya está en pleno apogeo. Sin embargo, el salón está casi terminado y eso nos va a dar un balón de oxígeno importante. 

Por otro lado ha estado el tema de mi mano. Va mejor, no os voy a engañar pero se debe a que llevo unos cuantos meses con la mano inmovilizada con una férula ortésica. Férula que me tengo que quitar cada vez que necesito atender a la Habichuela. Estando el Mozo en casa, no hay problemas porque él se encarga de los culos sucios y de interactuar con ella cuando está un poco pasada de vueltas y hay que perseguirla o cogerla en brazos. En estos tres meses habré cambiado como mucho 10 pañales. También se ha encargado él de los baños después de un susto que tuvimos en la bañera por culpa de mi mano. Que mal lo pasé, madre. Y que daño me hice para nada.

¿Y por qué hablo en pasado?

Pues porque nuestros planes, inicialmente trazados con meticuloso detalle, se han ido a tomar por culo al garete.

viernes, 22 de julio de 2016

La conciliación del Mozo

Esta semana han pasado muchísimas cosas. Para empezar, hemos mudado el hogar hobbito a un nuevo lugar pasando de Hobbiton a Mordor como quien no quiere la cosa. El cambio no está nada mal: ahora nos podemos mover por la casa sin chocarnos con cosas y hasta le he podido montar un tatami a Habi. Vamos, que no me quejo.

Sin embargo, ha pasado otra cosa importante. Han despedido al Mozo. 

miércoles, 22 de junio de 2016

La situación laboral de una hobbita hacendosa



Llevo unos días bastante desanimada y en los que me cuesta horrores controlar la ansiedad. Y todo se debe a la mierda del trabajo. De ese trabajo en el que ya no estoy y del que llevo desligada más de tres años. Sin embargo, sigue presente en mi día a día.

Ya ha salido sentencia firme para mi caso. Me declaran el despido nulo. El problema es que, de tanto recurrir, mi ex-jefe ha acabado logrando lo que quería: confundir a la jueza. Así que mi despido es nulo pero acotan su validez a la fecha de extinción del contrato. Ello es: octubre del 2013.

¿Qué significa eso? Monetariamente nada. La empresa debe pagarme todos los salarios de tramitación hasta la fecha. Y es una pasta. Así lo dice el artículo 300 de la Ley de Jurisdicción social:

Si la sentencia favorable al trabajador fuere revocada en todo o en parte, éste no vendrá obligado al reintegro de los salarios percibidos durante el período de ejecución provisional y conservará el derecho a que se le abonen los devengados durante la tramitación del recurso y que no hubiere aún percibido en la fecha de la firmeza de la sentencia.

Y entonces, ¿por qué me siento una mierda?

viernes, 3 de junio de 2016

Oh! Papi Day!



El Mozo ya ha llegado al ecuador de sus vacaciones. Ya sabéis que se ha cogido los 15 días de libre disposición repartidos a lo largo de 15 semanas tras el nacimiento de nuestra Habichuela. Ha habido semanas que no se ha cogido porque han coincidido fiestas así que alargará hasta bien entrado junio el disfrute de esos días.

Los miércoles son el día elegido para el Papi Day. Están a mitad de semana y ofrecen un descanso extra.

Estos días son geniales. Por un lado, hacemos cosas en familia. Lo que sea. Si hay que comprar se compra pero también aprovechamos para hacer un hobbito desayuno (en casa o por ahí), dar un paseo largo matutino o jugar en familia a hacer el moñas, que es algo que se nos da muy bien.

También aprovecho y pongo el pediatra siempre que puedo en estos días para que el Mozo se implique en ese tipo de cosas. 

Hace tres semanas fue vital porque hablamos del futuro y tomamos decisiones muy importantes. Y después de hablarlo, nos pusimos en marcha para gestionarlo todo. Nos fuimos de bancos y desayunamos por las Rozas city. 

Al volver, Habi iba tan a gusto en el coche que decidimos arriesgarnos y desviar nuestra ruta hasta el Parque de las Naciones. Allí nos dimos un pedazo de paseo genial mientras seguíamos haciendo planes de futuro.

Volvimos al barrio y sacamos a la Perrucha Chucha. La Perrucha se nos rompió por hacer el bruto y la tuvimos que llevar con mi antigua compañera, la traumatóloga porque mi exploración se quedaba coja y necesitaba una radiografía. La muy chucha se ha dislocado el dedo ella sola >_<. Aquí la tengo, haciendo reposo como solo un perro sabe hacerlo: dando botes y lloriqueando porque quiere salir.

Cantamos canciones, el Mozo estuvo mucho tiempo con la Habichuela encima y me dio un respiro para escribir en el blog. También fuimos a una tienda de porteo. Lo malo es que se aparcaba tan mal que ni siquiera pregunté por los cursos porque no me veo yendo hasta allí en coche, con una Habichuela berreante y tener que hacer encaje de bolillos para aparcar.

Los Papy Days suponen un respiro (casi siempre). El estrés del trabajo se cambia por el estrés de tener que ocuparse de la Habichuela aunque coincide conmigo en que es un trabajo que se hace con mucho gusto. Y lo digo ahora mismo, que la tengo llorando a moco tendido porque Papi ha tenido a bien intentar sentarse xDDD. Animalillo, aún tiene esperanzas de que algún día se escacharre el altímetro de precisión de la Habichuela

Ahora bien, no todo lo que reluce es oro en el Papi Day. Y es que después de estos maravillosos miércoles llegan los jueves y yo, sinceramente, me amargo. No penséis mal. No es que me deprima, ni eche de menos al Mozo, no. Ya sabéis que soy una desapegada petarda.

No.

Es que durante el Papi Day, el Mozo tiende a intentar experimentos con las comidas y las cenas. Eso hace que aquí la menda acabe MUY pero que MUY estresada. El Mozo dice que le coarto en su creatividad pero es que cuando me propone cocinar.... yo, que ya me lo conozco, empiezo a ver lagunas en su plan.

Y así pasó este miércoles:

- Cariño, quiero cenar Empanadillas Chin


Buena pinta, ¿eh?


Los minutos se escurren entre los dedos y se convierten en horas. No sabes muy bien como pero es la 1 de a madrugada y aún no has cenado y el Mozo sigue experimentando, ajeno al paso del tiempo. Y al final cenas y te vas a la cama no sin antes mirar la cocina y pensar en lo que te va a tocar trabajar al día siguiente...

Calculo que saldrán tres lavavajillas del puto experimento de las Empanadillas Chin


Y es que los días con el Mozo son chulos pero intensos y al final hay días en los que es como cuidar de un bebé y un adolescente juntos. Así que en esto de los Papi Days yo voy según el día. Algunas veces deseo que terminen cuanto antes y otras me encantaría que se dilataran en el tiempo. Que incongruencia, ¿verdad?

Y vosotras, ¿también vivís con alegría y a la vez con terror cuando vuestros mozos os dicen que pasarán el día con vosotras? ¿Como acabáis el fin de semana en familia? ¿Soy rara o es normal que a veces prefiera seguir sola con la Habichuela?


martes, 3 de mayo de 2016

Terapia de desahogo



Hoy el post va a ser un poco diferente a lo que acostumbro porque hoy estoy un poco-mucho de bajón. 

Por una tontería. Y lo peor es que soy consciente de que lo es.

Y no lo puedo evitar pero estoy gris como el día.

viernes, 29 de abril de 2016

Cosas de Habichuelas: ¡Tú no Mami!



Mi amiga Mami Reciente (ya no tan reciente, que a lo tonto han pasado 8 meses desde el nacimiento de su hija) andaba siempre comentando que su niña solo quería sus brazos y que no había forma humana de dejarla con nadie más. En nuestras casas rurales de colegas siempre había bromas al respecto porque era matemático: la cogía alguien un momento para que nuestra amiga pudiera despejarse, descansar los brazos o simplemente ir a hacer pis y...

¡TÚ NO MAMI!

La peque rompía a llorar desconsolada así que nada, en unos minutos volvíamos a dejarla con su mamá, la pobre. 

Pues el karma me la ha devuelto xD. Habi también considera que el mejor sitio del mundo son los brazos de mamá.

lunes, 4 de abril de 2016

Me gusta ser Mamá



Hace unos días, tenía a la Habichuela en brazos y este pensamiento cruzó por mi cabeza. No era un momento precisamente idílico: había que ir a Alcalá city a ver a los suegros y Habi nos montó un pollo en el coche porque... ¡quería su teta! Así que hubo que parar, sacar a una Habichuela rabiosa de la sillita que la mantenía firmemente sujeta, sacarse la teta de entre el fular (mira que me cuesta) y embucharla. Enseguida se calmó y empezó a 'hablarle' tiernamente a su teta favorita y yo solo pude decir en voz alta:

- Jo, Mozo. Que triste pero, creo que lo que más me gusta en la vida es ser Mamá.

Y os preguntaréis porque utilicé la palabra 'triste'. Pues por un lado, me salió solo el pensamiento pero por otro, he estado reflexionando sobre el tema y se me ocurren varias ideas.

La primera es que a nuestra generación, a diferencia de las anteriores, no nos han formado para ser solo mamás. Aún diría más: no nos han formado para ser mamás. Yo al menos no había cogido a un recién nacido más que en contadas ocasiones en 31 años de existencia (a los 5 años cogí a mi prima P. para que me hicieran una hermosa foto que aun guardo, a los 12 cogí a mi prima E. y mi Abuela no hacía más que gritar como si fuera una bomba a punto de estallar y a los 30 cogí a la hija de Mami Reciente). A nuestra generación nos han formado para ser grandes profesionales de lo nuestro, que está muy bien y me encanta lo que he estudiado pero desgraciadamente, a nuestra generación le han metido en la cabeza que ser solo mamá (o más concretamente, ser ama de casa) es un fracaso y una triste gracia. Y esto nos pasa factura mental a las que decidimos, por unas circunstancias u otras, quedarnos en casa pese a tener estudios, carrera, trabajo, etc. (o no tenerlos).

lunes, 7 de marzo de 2016

Los escasos 15 días

Hoy se cumplen las 17 días desde que la Habichuela vino al mundo. 17 días maravillosos que nos han convertido en unos padres torpes, si, pero orgullosos. Orgullosos de su niña (tendríais que ver lo buena y espabilada que es al mismo tiempo) y orgullosos del trabajo en equipo que hemos desplegado para atender la logística de la casa, que se ha trastocado bastante con la llegada del nuevo miembro de la familia.

El Mozo y yo hemos descubierto nuevas facetas de nuestra personalidad. Él dice que yo soy muy buena madre, muy paciente y que eso el bebé lo nota y por eso se calma. Yo estoy encantada con él como padre. Y es que el Mozo no sabía ninguna canción infantil, ni falta que ha hecho: ha creado para la Habichuela una lista de grandes éxitos que ya se cantan cada día en esta casa. Los top ten de la lista son 'Mi pequeño koala', perfecta para cuando tenemos un gas o cólico a la vista y 'Culo sucio' que se canta en procesión al baño en el momento del cambio de pañal. También tenemos la versión de 'Culo limpio' para cuando dicho momento ha finalizado y la exitosa 'Que buena está la teta de Mamá' que se canta siempre previo al embuche.

El Mozo está enamorado de su niña. Él la calma cuando tiene cólicos, suele cambiarle el pañal y se echa siestas con ella encima.

Ya no nos imaginamos la vida sin Habi. El Mozo dice que se siente como si la hubiera tenido toda la vida. No paramos de hacer fotos y vídeos (si, nos hemos convertido en ESOS padres xD. Y nos encanta).

Y tras 17 días de permiso por paternidad (tenía la paternidad "mejorada" por convenio), el Mozo tiene que reincorporarse al trabajo.