Hobbita indocumentada

El trabajo. Ese gran desconocido.

El trabajo en la administración.... Lleva sus ritmos.

Llevo ya dos días aquí y me los he pasado indocumentada: hoy conseguí por fin mis credenciales para poder hacerme con los mandos del ordenador. A dos minutos de mi hora de salida (y ya se sabe que, como buena funcionaria, aquí no se regala ni un minuto). Me quedan tres días de curro para aprender todo lo que pueda de cara a mi segundo periodo de sustitución.

Es verano, estoy en un pueblo, en plena época de festejos, con los veterinarios veteranos de vacaciones y una oficina volcada en conseguir que me integre.

Tengo 5 compañeros: la directora (que lleva dos días luchando por mis contraseñas), el jefe de negociado (que me está enseñando todo lo que lleva él de ganadería), una técnico agrícola (que me entiende mucho cuando me ve con el sacaleches porque 'ihija, yo estuve igual!', la administrativa de ganadería (a la que he conocido hoy porque estaba de vacaciones) y una auxiliar muy hippy que no se desespera cuando la armo con los teléfonos.

Y aquí llevo dos días, autorizando como buenamente puedo movimientos de animales entre pueblos y comunidades. Haciendo guías. Hablando con personal y con informática. Hablando con ganaderos y otros colegas veterinarios. Hablando con adultos.



Llevo dos días, casi tres, sin ver a mis niñas. El Mozo apenas puede llamar y cuando lo hacen, mi pulguita llora. Dicen que están muy bien y que ya está casi agotado el banco de leche. Menos mal que aquí me estoy sacando como si no hubiera un mañana. Durante el día pienso en ellas pero poco. Tengo demasiados datos en la cabeza que desentrañar y entender. Y es que el trabajo de agropecuario lleva mucho de documentación y hay que tener la cabeza despejada para que no te la cuelen. Y mogollón de datos que yo no tengo.

Reconozcamos que en 5 días no voy a tener los conocimientos que se necesitarían para 1 o 2 años de opositor pero la verdad es que quiero hacerlo bien. Y estos dos días me he abrumado un poco con tanta calificación sanitaria, el programa visto desde el ordenador del compañero... Ahora que ya tengo claves, mañana voy a trastear los programas yo. Creo sinceramente que deberían poner un modo demo porque entre que estoy con la neurona de madre, que duermo poco y que el trabajo es absolutamente nuevo, miedo me da cagarla y 'matar' al animal que no es o trasladarlo a una ciudad que no corresponda. Estos tres días que me quedan quiero aprovechar porque me temo que en agosto me toca un pueblo aun más remoto en el que voy a estar sola con un teléfono que me conecte al resto de veterinarios (y recordemos que es pleno verano... ¿qué podría salir mal?).

EL Mozo y mi madre dicen que Habi está genial, en su línea. Mi madre encantada porque la niña juega muchísimo y es muy lista. El Mozo no tan encantado porque la niña no duerme así la maten. Le hemos quitado las siestas pero no logra meterla en vereda. Estos dos últimos días ha conseguido dormirla a la 1 am. No me he dejado ningún número. La una de la mañana. Y claro, hasta que ella no cae, la Pulguita tampoco, porque no la deja. Y eso la convierte en una Pulga irritable hasta decir basta. Así que el Mozo está muy cansado.

Otra cosa que me tiene un poco triste es no poder hablar con ellos. Llamo al Mozo al trabajo por la mañana para que me de el parte pero por la tarde, que la idea es que me llame él para que yo no despierte a las peques si estuvieran durmiendo o que les pille en plena rabieta, él no me llama. Ayer porque se tiró durmiendo hasta las 21h y luego entre baños, cenas y dormir a la Habichuela le dieron casi las 2 de la mañana. Hoy supongo que vamos por el mismo camino. Y yo... pues estoy mohína porque me apetece verlas y cantarles una canción, aunque el primer día eso supuso que se descontrolara la situación porque mi Pulga se echó a llorar (y Habi a troncharse de risa >_<).

Luego está el tema de las tardes. Me apetece vegetar. Tirarme en mi cuarto a la bartola y leer o ver series o darme una ducha larga. No me apetece irme de turismo al monte o a la playa. Lo de la playa lo daba por descontado porque tengo que coger coche y porque no es que me entusiasme demasiado el tema arena, sol, gente... Pero la montaña es mi pasión y la tengo a 10 minutos de la casa. Sin embargo, es que me está gustando la vida contemplativa de paz y reclusión en mi cuartito. Y como me está gustando he decidido dejarlo fluir. Si al final no me voy a hacer cuevas o senderismo, pues no lo hice. Y chimpún. Si lo que me apetece es ver series, me las veo. Y cocinar. Y cenar tranquila. Y sacarme leche a porrillo y congelar. Dormir y volver al curro. Y descubrirles a mis compañeros las bondades de eBiblio y el prime reading (¡que feliz se ha puesto mi compañero al saber que hay una biblioteca al alcance de su ebook!).

La clave de todo esto es que siento la cabeza relajada. Hacía tiempo que no me sentía así de bien, sin tanta carga mental, sin tener que ocuparme de todo. He delegado y está bien. Y yo solo tengo que ocuparme de mi. Y os reconozco que me da un poco de pánico escénico volver a casa, la verdad.

Resumiendo: me he pasado dos días indocumentada a ojos de la administración, he aprendido a llamar por teléfono (en especial a personal y a informática), he empezado a hacer mi trabajo de veterinaria como Autoridad Competente y mañana estaré lista para empezar el curro nuevo. Espero que no se me bloquee la clave de nada xDDD. Y me ha dado tiempo a hacer mil cosas ociosas por la tarde.

¿Como son vuestros aterrizajes en los curros nuevos?También tardan en daros acceso a los programas que tenéis que utilizar?

PD: en lo que terminaba el post, ya hablé con ellos y están fenomenal ^_^.