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viernes, 20 de enero de 2017

11 meses



La Habichuela cumplió ayer 11 meses y no tuve tiempo para dedicarle una entrada. La razón fue buena: nos pasamos el día fuera de casa, explorando, jugando, explotando este milagro que es la vida.

No me puedo creer que hayan pasado ya 11 meses y que empiece la cuenta atrás para el primer cumpleaños de mi bebé. Se me hace tan irreal, tan imposible... Y sin embargo, ahí está mi niña, durmiendo junto a su ceporri padre después de darme una noche de esas que hacen que te desveles a las 7 am y decidas que es un gran momento para escribir. 

Habi ha cumplido 11 meses y casi ni me he enterado. Si algo tengo que reseñar hoy es el cómo el tiempo se ha vuelto relativo y se ha acelerado hasta un punto imposible. 

Sin embargo, han pasado nuevas cosas, se han alcanzado nuevos hitos. 

martes, 20 de diciembre de 2016

Diez meses



Mi niña.

Ayer cumpliste 10 meses y fue simplemente imposible terminar la entrada y publicarla con éxito. A ver si hoy lo conseguimos.

Cumples 10 meses lo que significa que has culminado con éxito la exterogestación. Llevas más tiempo fuera de mamá que dentro. 

En este último mes tu desarrollo parece haberse acelerado. Caminas perfectamente, sola. Así lo hiciste desde el principio: nunca pediste la mano ni la quieres ahora. Por un lado está genial porque eres bajita y así no me deslomo ni me dejo la riñonada pero por otro lado vamos a tener un disgusto cuando haya que obligarte a dar la mano para cruzar la calle. Mi pequeño espíritu libre... no entiendes de los peligros del mundo.

lunes, 21 de noviembre de 2016

Revisión de los 9 meses



En la Comunidad de Madrid a los nueve meses toca revisión con la enfermera. Sin embargo, con el cambio de centro de salud, en ventanilla me dieron cita para la pediatra también para que la conocieramos y pudieramos poner al día su historia. A mi en su momento me pareció una soberana gilipollez pero bueno, acepté. Total, no tengo mucho que hacer por las mañanas. 

Bueno, pues la experiencia no pudo ser más necesaria. Si. ¡PARA CAMBIARME DE PEDIATRA!

sábado, 19 de noviembre de 2016

9 meses

¡Mi niña!

Escribo esta entrada casi casi sobre la bocina y es que llevamos una semana de no parar. Tanto es así que esta semana no se ha publicado prácticamente nada en el blog y eso que has tenido un montón de progresos. Sin embargo, se nos están acumulando los compromisos: cumpleaños familiares, bodas, terminar tu cuarto de baño, recoger un poco la casa ahora que ya tenemos salón y estudio... Sin contar con lo que te mueves y lo complicado que es que no te metas en algún lío. Todo ello aderezado con electrodomésticos y ordenadores que implosionan están complicando un poco el que el blog esté al día.

Vayamos al meollo del asunto. ¿Qué ha pasado este mes?

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Ducharse con un bebé

Cuando aterrizas en la maternidad de primeras, hay cosas que te suenan, que habías oído pero a las que no hacías mucho caso. Total, tú ya tienes claro que el bebé va a trastocar tu vida. Sin embargo, no es hasta que el retoño llega de verdad a este plano de la existencia que te das cuenta hasta que punto tu vida cambia. 

Y es que cambia, si, y en mi opinión para mejor pero se tarda un pelín en readaptar lo que viene siendo la vida cotidiana al recién nacido.

La hora del baño es uno de esos momentos. Del baño en general. Para todos: papis y bebé. Y es que, confieso que, al principio, era tan coñazo bañar a la Habichuela que muchas veces, el Mozo y yo nos mirábamos y lo dejábamos para el día siguiente.

¿Que por qué era un coñazo? A Habi NO le gustaba nada la hora del baño. Yo siempre he oído que a los bebés les encanta el agua, que es un momento chulo para jugar y disfrutar de muñecos y juguetes y eso no era lo que estaba pasando en nuestra casa. El Mozo además estaba desilusionado porque en toda la vorágine de lactancia materna y bebé que solo quiere estar con mamá, la hora del baño se las prometía como SU momento paterno filial.

El caso es que llenábamos la bañerita con todo nuestro amor, le echábamos un buen chorro de aceite de almendras, metíamos al bebé y.... arqueamiento modo ON, llanto, berrinche, horror de los horrores.

¿Estaría muy caliente el agua? La enfriábamos. Más de lo mismo. ¿Demasiado fría? La calentábamos. Igual o peor. ¡Qué desgracia!

miércoles, 26 de octubre de 2016

Cosas de Habichuelas: escamocharse

A estas alturas ya sabéis que Habi es un portento en motricidad gruesa pero claro, no hay que olvidar que tiene una edad en la que lo normal no es ir de pie saltando entre muebles ni gatear a toda velocidad casa arriba y casa abajo. Y claro, aunque ella es muy segura y tiene una habilidad increíble para mantenerse en pie mucho rato y desplazarse, al final está cansada y llega el momento en el que ves que se masca la tragedia.

Sin embargo, como padres, hemos decidido darle autonomía, para lo bueno y para lo malo. Seguimos con la filosofía del movimiento libre y nos va bien, pero claro, hay veces que hay que pararla porque ves que ni autonomía ni leches: que se nos escamocha la niña y no nos va a estudiar.

Por ejemplo, Habi tiene la costumbre de colgarse de los cierres de la trona, como si fueran dos lianas. Mal. No porque la trona se desplace, que también, si no porque ya le llega la coronilla al asiento y se mete cada castañazo... Lo dicho, no me estudia.

O cuando intenta escalar a la Perrucha Chucha. La pobrecita suele estar tumbada tan ricamente en alguna de las pertenencias de Habi, llámese alfombra de actividades, puzzle o algún babero perdido. Pues allá que va la Habichuela entre gritos de alegría, gateando a toda velocidad (con la Chucha mete el turbo y se pone especialmente alegre). Cuando llega a ella se agarra a sus hocicos y se pone de pie. Hasta ahí bien. Ayer sin embargo, me la encontré a lomos de la chucha, volcada encima e intentando gatear hasta el otro lado. La primera vez la pesqué al vuelo. La segunda estaba con su padre y no llegué a tiempo. Habi estampó sus hocicos contra el suelo y el berrinche fue monumental.

Otra cosa que tenemos que comprar en esta casa es un cabecero acolchado. No es que me gusten especialmente pero aquí la amiga, cuando llega la hora de dormir, decide escalar por la pared, entre almohadas y nórdicos blanditos y se dedica a darse pequeños con coscorrones bastante frecuentes contra la pared. No llora, no se queja, pero no nos parece apropiado que se dedique a chocar el coco con la pared. Así que en algunas semanas posiblemente haya otro DIY por aquí publicado.

Sin embargo, no quería marcharme de este post sin contaros que en esta casa hemos descubierto las calzotillas. Un invento a mitad de camino ente calcetines y zapatillas. Y es que la moza se nos resbala bastante con los calcetines solos y además Mordor es fría de narices. Pero con las calzotillas hemos solucionado los problemas: calentitas como zapatillas y ajustadas como calcetines. 4€ en el Alcampo ha costado la broma pero me consta que hay también en H&M.  

¿Suelen escamocharse vuestros churumbeles? ¿Son más de caer de bocas o dejarse caer hacia atrás como delicadas plumas? ¿Se arrean con los muebles en la coronilla? A este paso, ¿creéis que sobrevivirá Habi a su más tierna infancia?

miércoles, 19 de octubre de 2016

Ocho meses

Ocho meses han pasado ya desde que llegaste a revolucionar nuestras vidas. Ocho meses de llatos, de risas, de avances en tu desarrollo.

Eres el bebé más maravilloso del mundo y te lo repetimos cada día. Nos das la vida y también acabas con nuestras baterías, para que mentirte. Y sin embargo, nos encanta pasar las noches con esta bomba de energía que eres y verte botar por la cama cuando llega el momento de acostarte .

miércoles, 21 de septiembre de 2016

7 meses



El lunes mi pequeña Habichuela cumplía 7 meses y por problemas de logística no pude tener escrito el post que relataba sus avances. Y es que, ya os contaré, pero Mordor se está rebelando a la invasión hobbita canela fina >_<. Eso y que mi niña avanza a una velocidad que asusta.

viernes, 19 de agosto de 2016

6 meses


El tiempo vuela y mi bebé va quemando una etapa detrás de otra. 

La Habichuela está en una etapa divertidísima pero también agotadora. Si a eso le sumamos la casa nueva, con su polstergeist cagón y sus chapuzas, apaga y vámonos.

Y es que Habi es una adelantada a su tiempo (o al menos eso me dice todo mi entorno). La semana pasada se sentó ella sola. Al principio como un tentetieso. Toda la tarde se pasó perfeccionando la técnica, orgullosa de sus progresos y por la noche ya se mantenía sentada perfectamente. 

Dos días después, Habi gateó.

miércoles, 3 de agosto de 2016

Cosas de Habichuelas: gimnasia nocturna




Mi pequeña Habi es la monda. Desde hace unos días es capaz de sostenerse sobre las rodillas sin que se le caiga la cabeza acompañando la postura de un gracioso movimiento de mono. Ha pasado de ser nuestro pequeño koala a nuestro pequeño babuíno. 

La verdad es que lo del movimiento libre es genial. Empezamos con el parque de juegos en la pocket casa hobbita y al principio no aguantaba apenas un momento. Enseguida se ponía a llorar y yo corría a rescatarla. Poco a poco le fue gustando más el momento de quedar libre por el suelo y empezó a moverse por la cama (para terror mío) así que le fuimos montando tatamis con colchonetas del IKEA a nivel del suelo. Era bastante rollo tener que estar montando y desmontando pero bueno, era divertido verla por el suelo aprendiendo a hacer la croqueta.

Pues desde que nos hemos mudado a Mordor, el avance ha sido increíble. El tatami está prácticamente puesto todo el día y además, hemos montado una cama gigante de casi dos metros uniendo dos camas que había por aquí. Supongo que ha coincidido en el tiempo por su edad pero el progreso es evidente. 

martes, 19 de julio de 2016

Cinco meses



Hola Habi:

Hoy me siento al ordenador un poco con prisas, un poco con ansiedad y es que casi no me quedan horas para dejar por escrito tus progresos en tu cumple mes. ¡Cinco meses haces hoy! ¡Se dice pronto! El tiempo pasa a una velocidad de vértigo y tú nos sorprendes cada día con algo nuevo. ¿Y sabes una cosa? Que nos encanta.

Esta semana ha sido el caos. Ya te acostumbrarás a que nosotros, cada cierto tiempo, vivimos una temporada así: caótica. No te preocupes que en el fondo es muy divertido.

Nos hemos mudado a la casa nueva, a Mordor. En realidad no es nueva. Es la casa del Abuelo al que no conoces pero no te preocupes porque la vamos a tirar abajo y a rehacer a nuestro gusto, si, pero también pensando mucho en ti. No veas la de ideas de habitaciones Montessori que está recopilando mamá. Ya lo que tardemos en montarla es otro tema. Y es que también te acostumbrarás a nuestros dilatados tiempos de espera.

Pero vayamos a tus progresos, que este mes han sido muchísimos.

lunes, 20 de junio de 2016

Cuatro meses



Mi niña crece por momentos. El tiempo pasa y yo cada día estoy más enamorada de mi pequeña. Celebro cada hito como si hubiera ganado las olimpiadas. Eso debe ser orgullo de madre. Y me derrito cuando interactúa con su papá.

lunes, 30 de mayo de 2016

Cosas de Habichuelas: mi pequeña piraña



Como lo oís. Habi no tiene dientes (aún) pero empieza a utilizar sus mandíbulas. Mi pequeño koala ha digievolucionado a piraña con cara de pilla.

Empezó con los dedos de su padre. El Mozo los usaba para saber si la niña quería teta o no. Si quería, se ponía a succionar como una loca. Pues desde hace una semana, no se la das con queso: ve el dedo y se lanza, si, pero a morder. También se lo hace a la nariz del Mozo. La agarra con las encías y, ¡grrrr! Mueve la cabezota hacia los lados como un tiburoncillo tratando de arrancar un trozo.

Y todo era muy gracioso, si.

jueves, 19 de mayo de 2016

Tres meses



No me lo puedo creer, Habi. Han pasado tres meses. 

Tres meses que han volado, se han escurrido entre la punta de los dedos.

No me puedo creer lo mayor que estás. Has cambiado de talla de ropa y todo, yo que pensaba que serías la eterna bebé chiquitita. La talla de 0 meses ha pasado a mejor vida y aquí la tengo, limpia y doblada para devolvérsela a tus primitos. Ahora vamos por la talla 1 mes o de 2 a 4 meses. Esto del tallaje es complejo, ya lo verás cuando seas madre.

viernes, 13 de mayo de 2016

El día a día de una mami reciente



Hace unas semanas Inés, inesita me dejó un comentario extralargo que me hizo reflexionar. No pude contestar como me hubiera gustado porque Habi quería brazos y lanzarse hacia atrás con todas sus ganas (es su último descubrimiento y ya hemos tenido unos cuantos sustos) y con el móvil es un rollo escribir pero no he parado de rumiarlo desde entonces. 

Y es que mi vida cotidiana ha cambiado mucho. Muchísimo. No en lo esencial, las tareas, no. Ha cambiado principalmente en sus ritmos.

Antes, mi día a día era rutinario. Al no trabajar solo tenía que preocuparme por tener más o menos decente la casa y el blog. Podía plantearme ir a la EOI, nadar, pasear, ver series, leer, estudiar... De vez en cuando me tocaba ir a la casa de alquiler a arreglar alguna cosilla, atender a un inquilino nuevo, ir a abrirle la puerta a la asistenta...

A día de hoy, cualquier acción requiere una planificación que ni la NASA. Y después de la planificación, a la hora de llevarlo todo a cabo, parezco la NASA en la película de Marte:

<< Spoiler (selecciona el texto invisible con el ratón por encima si quieres leerlo)

Que acaban lanzando al espacio a Matt Damon cubierto con una lona de paracaídas atada con pulpos y sellada con cinta americana de la güena.

Fin del spoiler >>

martes, 10 de mayo de 2016

Cosas de Habichuelas: sustos bizarros



A día de hoy es indiscutible que Habi es una bebé feliz que crece contenta y que me alegra cada día con sus sonrisas y sus avances. Y sin embargo, tiene unas cosas que a mi, personalmente, me desconciertan.

Y es que, de un tiempo a esta parte, Habi se asusta....

viernes, 29 de abril de 2016

Cosas de Habichuelas: ¡Tú no Mami!



Mi amiga Mami Reciente (ya no tan reciente, que a lo tonto han pasado 8 meses desde el nacimiento de su hija) andaba siempre comentando que su niña solo quería sus brazos y que no había forma humana de dejarla con nadie más. En nuestras casas rurales de colegas siempre había bromas al respecto porque era matemático: la cogía alguien un momento para que nuestra amiga pudiera despejarse, descansar los brazos o simplemente ir a hacer pis y...

¡TÚ NO MAMI!

La peque rompía a llorar desconsolada así que nada, en unos minutos volvíamos a dejarla con su mamá, la pobre. 

Pues el karma me la ha devuelto xD. Habi también considera que el mejor sitio del mundo son los brazos de mamá.

lunes, 25 de abril de 2016

Vacunas de los dos meses



La semana pasada, Habi cumplió los dos meses. Esto fue motivo de celebración y alborozo para todos. Para todos, menos para Habi, pobrina, que le tocó ir al pediatra para la revisión de los dos meses y a la enfermera para las vacunas.

Primero pasamos con la enfermera que me hizo una serie de preguntas y se puso a preparar las vacunas. Además de las que entraban por la Seguridad Social, yo había comprado también la del rotavirus, que es bebida y la enfermera decidió que empezaríamos con esa porque 'les suele gustar y así no están cabreados después de los pinchazos'.

martes, 19 de abril de 2016

Dos meses



Dos meses ya, mi niña. Dos meses en los que has aprendido a hacer cosas increíbles a los ojos de tus papis.

Hace dos semanas aprendiste a sonreír. Ya no eran muecas al azar, no. La primera vez que me miraste fijamente y sonreíste... en ese momento, no te lo vas a creer pero se detuvo el mundo. Y ahora estás en una fase en la que regalas tus sonrisas a todo el mundo, con facilidad. Y me derrito cada vez que lo haces.

Cuando comes me miras a los ojos. Ya no se te pierde la mirada en el infinito. Y a veces, comes sonriendo. Claro, eso hace que pierdas el vacío y te cabreas un poco pero ya aprenderás que a veces hay que elegir entre dos placeres de la vida.

Estás pasando una fase preciosa, a ver si no se me olvida nada. 

lunes, 18 de abril de 2016

Cosas de Habichuelas: el altímetro de precisión

A mi Habichuela le mola la juerga y a mi me encanta estar de juerga con ella. Sin embargo, hay momentos de la vida en que una adulta hecha y derecha y responsable como yo... yo necesito hacer otras cosas en la vida. Por ejemplo desayunar, comer, ir al water, escribir en el ordenador... Así que el cielo se abre cuando Habi, después de toda una mañana porteando, cae redonda con su cabecita bien esnucá torcida en un claro ejemplo de porteo no normativo. Y ese es el momento en que provecho para prepararme el desayuno, sentarme y.... ojos como platos, Habi tiesa como un palo y patadas y mohínes varios que suelen anteceder a la tormenta.

Y como si hay algo que odio en la vida es el llanto de mi bebé, me levanto como un resorte y la trato de calmar antes de que explote. 

A menudo, simplemente con levantarme, cae de nuevo como un cestito pero, ¡ay de ti, como te sientes! Así que al final te quedas de pie cual pasmarote esperando que pase a una fase de sueño más profundo.

Otras veces se despierta guerrera y toca pasear. O nos lanzamos a la calle si no diluvia. Y si están cayendo chuzos de punta como la semana pasada, me lanzo pasillo arriba, pasillo abajo hasta que cae. Y es todo un mérito teniendo en cuenta que en mi casa no hay pasillo :p

Y ya el acabose es cuando, además de movimiento, Habi desea juerga. Entonces me toca hacer sentadillas o balancearme a un lado y otro cual dama de manicomio. Acabo destrozada, rota, cansada pero, ¡ey! ¡Menudo culo se me va a poner! No es la lactancia, no. ¡Es todo lo que rodea la crianza lo que nos hace bajar de peso! (Aunque yo no estoy bajando ni un gramo :p).

Mírala que contenta... la Moza.


Cuando Habi está profundamente dormida, no pierdo la esperanza, intento sentarme en el sillón muy despacio, sin movimientos bruscos, tensa pero aparentemente relajada.... ¡Pues nada! Es pasar mi recio y trabajado culo a base de Habi-sentadillas al asiento y... ¡Se despierta! Y me mira como sospechando, así, de no muy buen rollo.

Así que he concluido que mi niña tiene altímetro de precisión incorporado y aquí me tenéis. Escribiendo a pluma, de pue, en la encimera de la cocina, a las 13h de un día cualquiera (porque diluvia), con una Habichuela en los brazos de Morpheo, balanceándome como una loca.... hasta que necesite ir al baño, sentarme o comer.

Y vuestros mochuelos, ¿también llegan al mundo equipados con altímetro de precisión?