miércoles, 30 de septiembre de 2015

Dudas que asaltan a una embarazada primeriza: la ropa premamá



Es oficial: mi ropa normal NO me cabe. Bueno, miento. Si me cabe pero estoy muy incómoda con ella. Los vaqueros me abrochan, sigo necesitando cinturón, pero los botones y las costuras me aprietan toda la zona donde está el útero y da una sensación muy desagradable. 

Hasta ahora he ido tirando con mis faldas veraniegas perroflautiles y la verdad es que son tan cómodas que quiero seguir tirando de ellas. Sin embargo, actualmente, con la ciclogénesis explosiva, las lluvias y la bajada general de temperaturas que hemos sufrido en los Madriles, no puedo utilizarlas sin morirme de frío. Y para que negarlo, sin dar sensación de homeless, porque falda hippy + deportivas moradas del decathlon + chaqueta vaquera de los 90 = desastre absoluto. Cómodo, eso si, pero desastroso.

Así que hace unas semanas partí a la caza de ropa premamá y me han asaltado miles de dudas. Como no podía volverme sin nada en el bolsillo (porque de verdad, es que me duele la ropa) me he comprado 4 cosas básicas caras de cojones para ir tirando mientras las gurús del embarazo me ponéis al día ^_^.

martes, 29 de septiembre de 2015

Reto Desdetu: ¿Cómo creo que me cambiará la maternidad? (II)



Ayer os contaba que acepté el reto de Liela, del blog 'Desde tu', pero como me quedó muy largo, lo dividí en dos partes. Hoy vamos con la segunda parte, la que se centra más en como creo que la maternidad va a afectar a la parte más práctica de nuestras vidas y como intentaremos solventar los problemas que vayan surgiendo. Ya os anticipo que en algunas cosas ya estamos probando a ver si nos adaptamos.

Para empezar, tenemos la temida limpieza del hogar. Es una de las cosas que ya estamos revisando el mozo y yo. Para empezar, desde que me mandaron el reposo absoluto, hemos cogido una asistenta y la verdad, después de que nos dieran el alta y me dijeron que ya estaba todo bien, nos hemos quedado con ella. Ya hablaré con más detenimiento en otro post pero la verdad es que estamos contentos: facilita la vida, no trastoca demasiado la economía familiar (para todo el trabajo que nos quita) y nos peleamos mucho menos como pareja (que levante la mano quien no se haya peleado con el mozo o la moza por el tema de las tareas domésticas). Seguimos con ciertas tareas repartidas pero al menos lo gordo ya nos lo quita ella y creo que será un acierto de cara al churumbel.

Los paseos con la chucha los estamos trabajando desde ya. Ya sabéis que en principio voy a portear así que tendré que comprobar que tal se apaña uno para recoger cacotas perrunas, controlar el perro y que el bebé no vuelque de la mochila. Al principio pienso liar a mi madre para que me acompañe, porque tengo la suerte de que trabaja en el polígono que hay enfrente de la Hobbito-casa, así que la voy a secuestrar a la hora del café hasta que vea que tal me apaño. Como mi perra está bastante bien educada (tengo abuela, pero no me habla demasiado, así que alago yo :p) no creo que por ese lado tengamos mucho problema. Lo que no se es como se portará la Habichuela. Si le gustará el paseo y se quedará dormido, si querrá teta cada 30 minutos (momento que anticipo, se complicará con la chucha, su correa, la mochila y los bártulos....). Así que despacito y buena letra y sin anticiparnos. Ya iremos aprendiendo a ir juntos los tres de paseo. 

Quiero intentar también limitar en la medida de lo posible a las visitas y 'utilizarlas' como entrenamiento. Ya he dicho que mi madre será secuestrada a la hora del café pero espero que sea solamente hasta que chucha, Habichuela y madre estemos perfectamente acopladas en tandem. Luego ella que siga desayunando con sus compañeros y yo seguiré con mi relajante paseo matutino. 

Lo que no sé es qué hacer con los idiomas: estoy en la EOI y hay una vocecita que me insinúa que este año me va a costar mantener la oficialidad U_U. La verdad es que me da rabia. Podría pedir ayuda un par de horas a los suegros, que están jubilados, pero por un lado me ATERRORIZA meterlos en casa y no poderlos sacar después y por otro creo que al principio, es muy peque para dejarlo solo 2 horas y media que tardo en ir y volver de las clases. Como el parto será en pleno febrero, a los 4 meses del churumbel, que me parece una edad apropiada para que aguante un par de horas dormido a que llegue mami (y sus tetas), ya habrá acabado el curso y habré perdido más del 30% de las clases. En fin, ya veré como me apaño con este asunto. Siempre he dicho que para todo hay solución. (¿Veis para qué es importante mi pequeña moto? Con ella tardo apenas 10 minutos en llegar a la EOI).

Por otro lado, creo que el embarazo es una especie de preparación para lo que nos espera. Para empezar, llevo casi 5 meses sin dormir de un tirón toda la noche: si no me levanto 2 veces a hacer pis me levanto 5. Algo similar a lo que pasará cuando el churumbel requiera su toma nocturna. Como durante el paseo hasta el baño voy zombi y me golpeo con todo mueble que haya (o no) a mi alrededor, el mozo también se despierta, así que el entrenamiento va para los dos. Jiji. Doble función, sensación única ^_^.

Esto es lo que creo que me va a cambiar la vida en estos primeros meses. Se que la práctica vendrá después pero será divertido retomar el post y reflexionar sobre lo que se ha cumplido, lo que no, lo que ha surgido y, lo más importante, como lo hemos resuelto desde el equipo de trabajo que formamos el Mozo y yo.

Os animo a recoger el guante que lanzó Liela y escribir post sobre como os cambió la maternidad (o como pensáis que os cambiará). Es un ejercicio muy divertido y terapéutico y el feedback que se monta en los comentarios enriquece el debate y lo hace muy interesante.

Por mi parte, veremos la tercera parte de este post en unos meses, cuando la Habichuela se encuentre físicamente con nosotros en su nueva casa :)

lunes, 28 de septiembre de 2015

Reto Desdetu: ¿Cómo creo que me cambiará la maternidad? (I)



Liela, del blog 'Desde tú' nos ha arrojado un guante vilmente a todos aquellos blogueros que queramos recogerlo y aceptar su desafío, ello es: ¿cómo nos ha cambiado la paternidad/maternidad? Y los que aún no somos padres, ¿cómo nos lo imaginamos?

Yo acepto el duelo desde la segunda opción, aunque creo que nosotras somos madres desde que tenemos el famoso palo con las dos rayitas, pero creo que el concepto del reto se entiende, ^_^. Es divertido porque de aquí a unos meses, me releeré el post y me haré cruces pero mira, así me da la musa para escribir otro y retractarme de todo lo que vierta en el que escriba hoy :p.

Creo que la maternidad nos va a afectar para bien y para mal. En el fondo le empiezo a tener un poco de respeto (aun no es miedo) a ese fatídico primer mes del que todas hablan, aunque sea por encima. Lo estoy viendo en mi amiga, la madre reciente de la que os hablaba en otro post

La maternidad me va a poner a prueba como persona y nos va a poner a prueba como pareja. Y espero de verdad que pasemos la prueba. Viendo a estos amigos de los que os hablo, mi mozo y yo ya andamos comentando como nos apañaremos y anticipándonos a lo que nos viene encima. Así, cuando haya crisis (que creo que las habrá), al menos tendremos algo hablado acerca de como las intentaremos paliar. Algo me dice que al final, nos va a pasar como a estos dos y que hay que pasarlo, como las gripes xD, pero oye, que luego no digamos que nos ha cogido de sorpresa.

[Como soy una petarda con incontinencia verbal y veo que el post me ha quedado larguísimo, lo voy a dividir en dos para que no os de un soponcio leyendo. Aquí va la primera parte]

viernes, 25 de septiembre de 2015

Reseña: Un regalo para toda la vida



A estas alturas de embarazo confirmo que he pasado la etapa de miedo absoluto que, reconozcamoslo, me impedía ilusionarme con el embarazo, a creermelo como algo (por fin) posible. El caso es que ser consciente de que en unos meses tendré al churumbel en brazos me ha hecho ponerme manos a la obra y empezar a investigar sobre los temas que rodean al apasionante mundo de lbebé.

Seguro que me dejaré muchos temas en el tintero y que tendré que ir aprendiendo sobre la marcha. Seguro que muchas de las cosas que aprenda sean pura teoría y que luego, a la hora de la verdad, el churumbel tendrá una personalidad propia y habrá que adaptarse al día a día. El caso es que no quiero que febrero me pille en bragas desactualizada y me he propuesto aprender muchas cositas en este tiempo que me queda. A cambio, me estan saliendo una ristra de post de 'Dudas Primerizas' que ríete tú del Quijote.

Algo sobre lo que me interesa mucho aprender es sobre la lactancia. Tengo claro es que quiero dar el pecho a mi hijo pero también me he dado cuenta de que, a mi alrededor, muchas madres tienen problemas a la hora de amamantar. Puede que me pase o puede que no, pero creo que si estamos informadas y conocemos las ventajas que tiene el pecho, en caso de dificultades nos pondremos algo más cabezonas y quizás logremos mantener una lactancia satisfactoria. Y si no se consigue, tampoco pasa nada, pero que no sea por desconocimiento.

He empezado leyendo 'Un regalo para toda la vida', del pediatra Carlos González. Tiene un estilo que me gusta mucho y comulgo con bastantes de sus ideas. Con otras no pero como tampoco creo en los gurús, pues no hago un drama de ello. 

jueves, 24 de septiembre de 2015

Semana 17



Los síntomas de esta semana han sido muy suavecitos. Prácticamente estoy al 100% de energía y no me encuentro nada mal. Además, fui a comer con una antigua compañera de trabajo (mi cirujana favorita) y ya aprovechó para hacer prácticas de ecografía... ¡en mi barriga! Allí estaba la Habichuela, dando botes y latiendo con fuerza, como si no hubiera un mañana. He de reconocer que al principio no estaba yo muy convencida y que no quería mirar la pantalla, no me fuera a dar un disgusto si no lo veía latir... pero luego cuando todo salió bien me quedé muy tranquila. Aunque hoy el puñetero está muy tranquilo y llevo toda la mañana sin notarlo.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Evitando.... Calambres en las piernas



He leído que muchas empezáis a tener, a partir de la semana 13-14 de embarazo, molestos calambres en las piernas. A mi me han empezado a hacer amagos en la semana 16 pero de momento, logro esquivarlos. 

Durante mi más tierna infancia y mi juventud fui atacada implacablemente por estos molestos calambres y tirones. Cuando nadaba, se me montaban los dedos de los pies. Cuando dormía, se me subía la bola del gemelo... Así que me he hecho una experta en identificar los síntomas que los preceden y ponerles remedio antes de que sea demasiado tarde. 

Estos calambres suceden por dos motivos, principalmente: déficit de potasio y/o calcio y problemas de circulación. Pueden suceder por otros motivos médicos (por ejemplo irritación de algún nervio) así que, si ese es vuestro caso, tendréis que acudir al médico y que os ponga él en tratamiento.

En el embarazo los requerimientos de potasio aumentan. Además, los vómitos que nos aquejan a muchas durante el primer trimestre hacen que tengamos pérdidas de potasio por esta vía. En caso de hiperemesis gravídica puede llegar a ser necesario el ingreso hospitalario y la administración suplementos por vía intravenosa. 

Generalmente, antes de que empiecen los calambres se notan las piernas muy pesadas y cansadas. Empiezas a notar como el músculo no está como siempre, incluso si te fijas puedes llegar a sentir el temblor que precede al calambre. Si ya estáis en este punto, hay que darse prisa y hacer ejercicios para mejorar la circulación.

martes, 22 de septiembre de 2015

Dudas que asaltan a una embarazada primeriza: dónde dormir.



Que no se me entienda mal. El mozo y yo ya tenemos pensada como será la futura habitación del bebé (ya lo contaré en otro post) pero el problema nos ha surgido a la hora de pensar dónde dormirá el primogénito en sus primeros meses sobre la faz de la Tierra. 

Nuestra habitación es pequeña y está toda planteada para que tengamos de todo en el mínimo espacio. Contamos con armarios PAX de poca profundidad de IKEA (35cm) que enmarcan un canapé de 135cm, dos cómodas Malm en una pared y seis trönes de Ikea en otra. Queda un pequeño pasillo que te permite andar hasta la ventana y ya. Completa el conjunto una silla que mi mozo se empeñó en poner por ahí y que me jode fastidia la entropía del ambiente, primero porque te deja muy poco espacio para pasar y segundo porque siempre la tiene llena de ropa sucia (el lo llama 'el barbecho').

lunes, 21 de septiembre de 2015

Como casarse por lo civil en la Comunidad de Madrid en 5 sencillos pasos: casilla 3



Bien. Ya ha llegado el día de la cita para pedir cita (manda huevos). Ese día será el elegido para llevar la documentación exigida (que tuve que volver a pedir porque con los 4 meses de espera, me habían caducado) junto con un testigo que, al más puro estilo de 1800 d.C asegure y de fe de que los contrayentes actúan en libertad y con criterio. Si, señores. En pleno siglo XXI una esperaba que sirviera mi firma y la de mi mozo en una solicitud para entender que somos conscientes de lo que hacemos sin que venga un tercero a dejar constancia de que ello es verdad. Afortunadamente han quitado la parte de 'que venga el padre o hermano de la novia a entregar su mano (de perpetua menor de edad) a su futuro propietario marido' pero no se si lo han dejado mejor o peor. 

El caso es que hay que pasar por el aro. 

El elegido para el menester fue el hermano de mi mozo, mi cuñadísimo.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Saga Valeria de Elisabet Benavent



Estaba yo con el comienzo de septiembre un poco caótica, terminando de hacer planes y listas, listas y más listas de proyectos para llevar a cabo a lo largo del año. En esos momentos la Hobbita no está para grandes metas intelectuales pero leer es algo que me entusiasma así que, cuando leí este post de algundíacabremos másqueelrpimerdia, con lecturas ligeras que se agenció para el verano, saqué mi e-book de la estantería, rebusqué en mi biblioteca y le cargué unos cuantos títulos. 

Si os leeis el post veréis que recomienda como de pasada los títulos de Elisabet Benavent, cuyo alias @Betacoqueta me sonaba bastante. Investigué un poco, vi que era una autora que había empezado con la autopublicación y que finalmente vio su obra en papel (el sueño que todo pequeño escritor lleva dentro) y me dejé convencer. 

La saga se compone de 4 libros de género erótico-romántico festivo. No son sesudos, no, pero te sirven para pasar la tarde. En 5 días me he ventilado 4 libros sin problemas así que doy fe: son perfectos para una lectura ligera de playa, piscina, metro o simplemente para pasar el rato. 

Eso si: es un plagio homenaje evidente de Sexo en Nueva York. La autora lo sabe porque en algunas páginas menciona de pasada a los personajes de la mítica serie. En sus entrevistas también deja clara dónde encontró la inspiración.

jueves, 17 de septiembre de 2015

Semana 16



Como cada jueves, cumplimos semanas. Y como cada vez que cumplimos semanas, esto ya parece que marcha. Hoy hago oficialmente 17 semanas así que contaremos los síntomas de esta semana pasada aunque han pasado de ser síntomas a ser sensaciones (en su mayoría).

1. Náuseas y vómitos: han desaparecido, excepto el jueves de la semana pasada, que fue decirlo en el post y ponerme a vomitar como una posesa por la tarde. Así que no cantemos victoria.

2. Ardores: han empezado los ardores. No son terribles y me sucede si me pongo horizontal nada más terminar de comer. Si vuelvo a la verticalidad, se calman. Todo bien, excepto porque algunas noches mi mozo prepara la cena. Eso es maravilloso, diréis. Además, cocina muy bien y hace cosas muy ricas y sorprendentes. El problema es que mi mozo el tiempo no lo gestiona demasiado bien así que él se pone a cocinar a las 22h (que ya empieza tarde, con la Habichuela rugiendo dentro de la Hobbita) y a lo mejor, con suerte, a las 23'30h estamos cenando una auténtica... sopa china. Y claro, a las 7'30h todo el mundo está en pie en esta casa así que lo de la verticalidad se me hace difícil a según que horas. 

3. Dolor de espalda: ya no me acompaña todo el día. Más bien hacia el final de la tarde o si me doy mucho tute (como este martes, que fue maratoniano). La natación también parece haber ayudado aunque la ciática sigue haciendo acto de presencia algún que otro día. 

4. Hinchazón de pies: esto puede no ser del embarazo y me explico. Yo tengo la circulación de culo muy mala y de toda la vida se me inflan los pies como globos. Y nada de lo que hagas lo mejora. La monitora de natación me los vio el otro día y me dijo que tenía ya edema (yo, la verdad, me los veía como siempre) y que todos los días me quería ver con los pies en alto 5 minutos dos veces al día. La haré caso pero.... me lo conozco y no va a funcionar U_U.

5. Pis: esto sigue igual. Por la noche es peor porque me despierto pero por la mañana también empieza a ser un asco porque a veces voy a echar solo 1 o 2 gotillas. Eso si, nada de infección por el momento. Yo creo que la Habichuela va a salir guerrera y que ya me está preparando para las noches sin dormir que me va a dar.

7. Sangrado por la nariz: igual que la semana pasada. Rinitis a última hora y, como me suene con fuerza, ahí tenemos el chorrazo.

8. Picor: es horrible. Me pasó también con el primer embarazo. Si hubiera sido uno de mis pacientes perrunos le habría diagnosticado sarna. Me pica la base de la mandíbula, detrás de las orejas y en la zona de la axila.... Y da igual la de crema que te eches que pica igual. ¿A alguna le ha pasado esto?

9. Movimientos del bebé: esto es lo mejor. Aun son casi imperceptibles y los noto una o dos veces al día pero es indudablemente mi bebé. La sensación es indescriptible. El burbujeo inicial ha transmutado a pequeños golpecitos muy leves y si te concentras, ves la tripa moviéndose. Y un día que debía estar molesto me movió el e-book que tenía apoyado en el regazo. ¡Casi me lo tira! Intento escucharlo con el fonendo pero nada. O yo soy muy mala o todavía es demasiado pequeño. Solo me escucho a mi misma. Mi chico todavía no lo nota ni lo ve pero todas las noches le pregunta si sigue ahí :).

Y ya está. No tengo mucho más. La tripa me ha crecido considerablemente pero no he engordado. O bueno, si he engordado pero peso menos que cuando me pesaron con el primer embarazo. Yo es que nunca he llevado muy a rajatabla lo del peso y uso la báscula cuando me acuerdo. En el primer embarazo empecé pesando 70kg (en invierno y con ropa de moto) y en este segundo empecé pesando 68kg, bajé a 66kg y ahora vuelvo a 68kg. Un día pesaba casi 70 y al día siguiente estaba en 67kg. Vamos, que no se muy bien si voy bien o mal pero yo me siento ágil y a mi nadie me mira sospechosamente cuando me pesan así que opino que voy bien ^_^.

¡Y me hice mi primera foto de embarazada! Fue una tontería. Era el cumpleaños de mi madre y mi mozo escribió en la barriga 'Feliz cumpleaños, abuela' y se la mandamos. Mi madre hasta se emocionó (ella no es de lágrima fácil, jiji). Así que ya es oficial: fui capaz de hacerle fotos a mi barriga.  




miércoles, 16 de septiembre de 2015

Trabajar embarazada



Ayer tuve un día movido. Salí de mi casa a las 11 de la mañana y no volví hasta las 21h. Desde las 8h que me levanté hasta la hora de salir tuve que dedicarme a poner y quitar lavavajillas, destender y doblar ropa (la ciclogénesis explosiva, ya sabéis), limpiar la cocina y el salón, pasar la roomba y sacar a la perrucha chucha, que me miraba con mucho terror (le da susto la roomba pero aguanta estoica a su lado) desde un rinconcillo. Vamos, que no salí lo que se dice descansada de casa. 

La primera parada fue a las 11'15h en el polideportivo municipal: natación para embarazadas. No es un ejercicio fuerte y en ningún momento se te desboca el corazón. Solo tuve frío. Además, es por ocio, así que no tengo derecho a quejarme.

Después, metro, hasta la otra punta de Madrid, a hacer unas gestiones en el piso que alquilo. Básicamente recibir al nuevo inquilino, que solo habla inglés, idioma que yo chapurreo en la intimidad (pero como le echo desparpajo y los nativos le echan imaginación, pues no se nota tanto), atender al carpintero que vino a arreglar el armario que rompió el anterior estudiante, pagarle (y como se me olvidó el efectivo, disculparme y correr al banco). Entre unas cosas y otras se hicieron las 14h. Tenía hora y media libre para comer. Fui al centro comercial, me pedí un plato de pasta que me comí mientras enviaba correos a la agencia de estudiantes con la que trabajo y a las 15.30 de vuelta al piso a abrir a la asistenta que viene una vez a la semana a mantener la guarrerida estudiantil bajo control.

martes, 15 de septiembre de 2015

Dudas que asaltan a una embarazada primeriza: la mochila portabebés



Como ya expliqué la semana pasada, en mi casa tenemos un problema de espacio: vivimos en 50 metro cuadrados dos adultos y una chucha y en febrero, si todo va bien, esperamos que la Habichuela comparta metros cuadrados con nosotros. Todo ello unido al hecho de que la hobbito casa se halla en lo más alto de la más alta torre (ejem, que es un tercero sin ascensor) hace que le de muchas, muchas, muchísimas vueltas al tema del porteo. 

Por un lado, seguimos sin ver claro el tema del carrito: mucho trasto, muy pesado y poco manejable si no es sobre sus ruedas. Por supuesto que somos conscientes de sus ventajas pero el problema aquí son nuestras circunstancias. Además, yo soy una cómoda y una cagaprisas y no me veo. 

Por otro lado, soy hija de una pareja de 'modernos' de esos que poblaban los extrarradios en los años 80. Y eso hace que tenga una visión de la vida un poco peculiar. Por ejemplo: mis padres, durante mis dos primeros años, vivían en un tercero sin ascensor también y mi madre no se complicó: se agenció una mochila portabebés y con eso me llevó hasta que a los cuatro meses yo ya era tan gorda hermosa que ya no podía conmigo. Entonces tuvo que claudicar y pasarse al carro.

lunes, 14 de septiembre de 2015

Como casarse por lo civil en la Comunidad de Madrid en 5 sencillos pasos: casilla 2



Allí estábamos flamantes, el mozo y yo, frente al Registro Civil con toda nuestra documentación bien recogida en una carpetita. Entras por un arco de metal, preguntas en información, previa cola, y te indican que te vayas a la planta 5. Te pegas por un ascensor del año de la polca en el que no caben más de 4 personas y llegas a destino. Allí, un pasillo separa a los que queremos un matrimonio civil de los que quieren el matrimonio religioso. 

Esperas otra pequeña cola y mientras, te vas fijando en los carteles que pueblan la sala de espera. 

'El día de la cita NO es el día de la boda'

Te parece curioso. Sobretodo porque al lado de otros carteles que parecen más importantes como 'los brasileños deberán aportar X' o 'Los bolivianos tendrán que presentar su X legalizado por Y' y del que solo hay una o dos copias, el otro cartel parece que se utilizó para empapelar la pared.

Por fin nos toca el turno. Saco muy contenta mi carpetita y la funcionaria del mostrador me espeta lo siguiente:

viernes, 11 de septiembre de 2015

Embarazada y en forma: Natación para embarazadas



Como decía ayer, ha sido llegar septiembre e hiperactivarme. El calor de julio y agosto ha dejado paso a un septiembre más bien fresquito que unido a que ya estoy de pleno en el 2º trimestre, hace que me sienta más ágil y con muchas ganas de hacer cosas para no perder la forma. Sin embargo tengo miedo de pasarme de ejercicio. Mi mozo y yo solíamos dar largos paseos todas las tardes con nuestra chucha. Por largos paseos entiéndase 8-10km por la ciudad. Desde el embarazo no soy capaz físicamente de aguantarlos. Claudico mucho antes y además, de golpe y porrazo. Tengo un botón de apagado que no ataca siempre en el mismo sitio. Así que, como ya nos ha pasado varias veces, hemos acortado bastante los paseos. La amenaza de aborto y el reposo absoluto no ayudaron en nada a que mi forma física mejorara. El dolor de espalda sigue conmigo  ahora que ya no hay ningún tipo de reposo recomendado y no hay forma de que se me quite (aunque noto que va remitiendo) así que fui al polideportivo a preguntar por la natación para embarazadas. 

Salí de allí con la matrícula hecha y el mes pagado y la primera clase en menos de 12 horas.

Por la mañana me asaltó una duda: '¡Mierda! ¡Recórcholis! ¿Me valdrá el bañador?

jueves, 10 de septiembre de 2015

Semana 15




Esta semana los síntomas han remitido una barbaridad. Tanto que a veces me asusto. Eso si: han brotado unas hermosas areolas (que a veces desaparecen O_o) y la barriga ya apunta aunque depende del momento. Hay veces que me desinflo y me da por pensar. 

1. Flujo: se ha vuelto más abundante pero no es molesto. Al principio, cuando notaba una descarga me acojonaba asustaba y corría al baño preparadísima para ver la sangre. Unos cuantos días después ya se que si me sueno, va a salir una descarga; si estornudo, tendré una descarga; si toso, tendré una descarga. Y aunque sigo corriendo al baño al menos ya voy con la certeza de que va a ser un flujo transparente y viscoso estupendo. 

2. Pinchazos: al reír, estornudar o toser noto el ligamento redondo del útero cual largo es y el dolor me dura unos minutos. 

3. Sangrado de nariz: empezó siendo un taponamiento insidioso y el otro día acabé sangrando a lo bruto como cuando era niña y lo ponía todo perdido. ¡Qué tiempos! En esta semana me ha pasado dos veces y el resto del tiempo, cuando me sueno, salen restos de sangre.

4. Cansancio: es diferente al del principio del embarazo. En realidad me paso el día muy enérgica pero por la noche ya empiezo con andares de pato embarazada y cuando mi cuerpo (más concretamente, la Habichuela) dice que se acabó, es que se acabó y más te vale sentarte. Con deciros que pierdo hasta la verticalidad.... Eso si, sin mareos. 

5. Hiperactividad: no sé si es septiembre o la Habichuela, pero estoy hiperactiva. Me he lanzado a apuntarme a cosas y no paro de plantear actividades nuevas. Algunas las llevo a cabo y otras se quedan en mi cerebro hobbito. Me he apuntado a natación para embarazadas, me he comprado una thermomix que no paro de usar (la vieja murió, a la tierna edad de 30 años, snif. Recemos por su alma robótica para que se encuentre bien en el cielo de los trastos de cocina U_U), algún día de estos empezaré la EOI otra vez pero aún no se cuando porque las páginas 'informativas' de las escuelas de idiomas son para estamparlas fuerte y lejos. Además, he desempolvado mis agujas de ganchillo, aunque debe haber algún agujero negro en nuestra casa porque me faltan la mitad de los números O_o. Nada que el chino de la esquina no solucione, jijiji. 

También hemos cogido asistenta ante las, cada vez más frecuentes, broncas entre el mozo y yo. He llegado a la conclusión de que será un dinero bien invertido si me ahorro peleas por tonterías y además, me quitan trabajo. Aunque algo me dice que el trabajo se lo van a quitar al mozo (que ya estaba dejando de hacer todo) y que me va a tocar a mi seguir doblando el lomo por la casa, aunque sea en tareas más livianas. También he empezado a vender los muebles de la futura habitación de la Habichuela. Para ello he tenido que reubicar un montón de libros que, me temo, también van a tener que salir de casa :_____(. Cuando termine de vender será el momento de empezar a comprar los muebles del peque. 

6. Dolor de espalda: lo he dejado para el final porque cada vez es más leve. Ya no he tenido ataques de ciática. Si que me duelen los riñones cuando tiendo la ropa o cuando la descuelgo. Para doblarla me he pasado a la encimera de la cocina porque es muy pesado hacerlo sobre la cama. 

7. Sueño: me cuesta conciliar el sueño. No me entendáis mal porque al final del día estoy súper cansada pero no hay forma de encontrar la postura. No sé explicar bien lo que les pasa a mis piernas pero están como acalambradas (sin llegar a ser un tirón muscular) e imposibles de relajar. Además, yo que siempre he dormido del lado izquierdo (bien, algo que no tendría que corregir) me encuentro con que en esa postura me agarra un dolor horrible en la cadera izquierda y que no hay forma humana de colocar las piernas para que no se corte la circulación. Es algo que no entiendo muy bien y que tampoco explico bien. Investigaré sobre el tema.

Y nada más. Como veis, han desaparecido las náuseas, el dolor de pecho (aunque el churro que me ponen en natación molesta un poco), el dormirme por las esquinas.... y es que, ¡ya estoy de 16 semanas! 4 meses y parece que todo va bien. 

Y algo que no he querido poner como síntomas pero que me arranca una sonrisa cuando lo pienso. Creo que he sentido a la Habichuela. No estoy segura porque puede que fuera un gas pero noté unas burbujitas muy leves en la zona del útero. Si ponía la mano la podía sentir en los dedos. Luego la sensación desapareció y por más que me concentré, nada de nada. Ayer me volvió a parecer sentir algo, como un golpe muy leve pero esta vez desapareció antes de que pudiera poner la mano. La gente me dice que es muy pronto y que lo más probable es que sea un gas. Mi mozo dice que eso de confundir al bebé con un pedo (dado nuestro historial con los pedos) no deja de tener su gracia. El caso es que me río pero, entre nosotros, creo al 100% que era la Habichuela diciéndome que está bien (y que le haga cosas ricas con la thermomiz, que no son horas). 

¿Cuando empezásteis a sentirlo vosotras? ¿Y qué síntomas tenéis/tuvisteis? 

martes, 8 de septiembre de 2015

Dudas que asaltan a una embarazada primeriza: el cochecito



Últimamente estoy al 100% de ánimo. No solo estoy embarazada si no que ya me lo creo. Ya me estoy imaginando el futuro con el bebé en brazos y el miedo a perderlo, aunque sigue ahí y creo que no se terminará de pasar hasta que esté físicamente en este plano de la existencia, se va diluyendo en la ilusión de ir preparandole un buen recibimiento en casa. 

Sin embargo, la Hobbita es una persona eminentemente práctica, ello significa que soy perfectamente consciente de las limitaciones de nuestro entorno familiar y físico. Pero vayamos por partes. 

Para empezar y, como ya sabéis, la situación laboral de la Hobbita hacendosa es complicada. Para el que no lo conozca se resume en que tengo dos sentencias que reconocen mi despido como nulo pero aquí estoy, en mi casa, compuesta, sin trabajo y sin cobrar. Y para más inri preñada, ergo el trabajo que tenía apalabrado para octubre para una sustitución por maternidad, me parece que se ha perdido. Así que nuestra situación económica en casa es normalita. Mes a mes, en esta casa entran el sueldo de mi mozo y los ingresos de mis inversiones (pocos y variables, ains, yo tenía que haber nacido rica para poder invertir de verdad, jaja). No nos va nada mal pero somos conscientes de que no podemos lanzarnos a comprar a lo loco. 

lunes, 7 de septiembre de 2015

Como casarse por lo civil en la Comunidad de Madrid en 5 sencillos pasos: casilla 1



Muy bien, ya estamos aquí. Te has prometido y un anillo lo atestigua y ahora hay que empezar a mover papeles. En mi caso soy una Hobbita que juega con ventaja (o eso pensaba yo hace 8 meses) porque ya estuve casada muy jovencita (es una larga historia nada traumática que quizás cuente o quizás no) así que ya me sabía los pasos. Hace 10 años, cuando todavía no se habían cargado el Registro Civil, creo recordar que tardé unos 3 meses, si no menos, en tener mi cita para el matrimonio. 10 años después, éste es el resultado:

Primero te metes en Internet y le preguntas: ¿cómo me caso? E Internet, en su infinita sabiduría, te arroja una lista de los documentos que tienes que aportar en el Registro Civil, a saber:

viernes, 4 de septiembre de 2015

Comentando, que es gerundio



Iba a escribir una entrada diferente hoy pero he leído este post del blog 'Un útero para mi alien' y no he podido evitar lanzarme a escribir yo también sobre el tema. 

Resulta que cuando no me quedaba embarazada, había un amigo concreto absolutamente convencido en que en el momento en que me relajase, me quedaría en estado de buena esperanza. Lo creía al 100%, no lo decía como una frase hecha ni con maldad. Realmente era convicción en estado puro. Esta revelación venía de su experiencia con su hermana. Tres años intentando quedarse embarazados y cuando tiró la toalla.... zasca! Ahí estaba el bebé. 

Ni que decir tiene que no sirve de nada explicar que un caso no causa casuística (Dios, tenía que escribir esa frase) ni que es obvio que su hermana no tiró la toalla ya que, de haberlo hecho, la concepción habría sido materialmente imposible (un poco como cuando mi mozo dijo que quería dejar de buscar pero no se puso un solo condón en dos meses extras de sexo desenfrenado). Tampoco parece influir el hecho de que ni su hermana ni su marido tengan, a priori, ningún problema de fertilidad, ni se han sometido nunca a ningún tratamiento (que se sepa porque yo siempre digo que cada cual es muy libre para llevarlo en secreto si quiere). Él está convencido de que la relajación hace el milagro y de ahí no le sacas. 

jueves, 3 de septiembre de 2015

Semana 14



Aquí me hallo, en pleno septiembre y recién comenzada mi semana 15 de embarazo. Este mes va a haber muchos cambios en horarios y rutinas, en parte debido al embarazo. Por un lado, el futuro papá ya ha empezado a trabajar. La vuelta al cole ha sido dura y ha estado mohíno durante los dos últimos días de agosto. Pa matarlo, vamos, pero ya está. Ha vuelto al trabajo, sin llantos ni tonterías y a mi me toca quedarme en casa de nuevo con mi perra y mis síntomas varios. Y para que negarlo: con muuuuucha tranquilidad. Pero vamos con los síntomas, que es lo que nos trae cada jueves por aquí:

1. Náuseas: pensaba que, esta vez si, se habían pasado pero no. Llevo dos días en los que me levanto normal, hago pis (como no), me lavo los dientes y la cara, me pongo a preparar el desayuno y..... ¡ataque de náuseas matutinas a traición! Me paso uno o dos minutos con arcadas aferrada al lavabo y ya está. Tal como vinieron, así se fueron. 

2. Dolor de espalda: es matador. Me agarra fuerte por las lumbares y no me suelta. A veces se complica con ciática. El día que tuve a la ginecóloga de la seguridad social le pregunté pero me dijo que eso no puede ser del embarazo tan pronto. La verdad es que a mi también me escamaba que me doliera la espalda de tan pocas semanas así que, es oficial: mi primer ataque de lumbago y ciática ha coincidido, por obra y gracia de la alineación de planetas, con el embarazo. Me he apuntado a natación para embarazadas, a ver si mejoro un poco mi vida. Ya os contaré que tal me va.

3. Pis: a todas horas pero más por la noche que es cuando más jode molesta. Si no me levanto un mínimo de 4 veces parece que no me quedo a gusto. Por la mañana también voy bastante pero no fastidia tanto. Al principio intenté gestionar la ingesta de agua, quicir, beber más por la mañana y empezar a restringir por la tarde-noche. El resultado es que me meaba exactamente las mismas 4 veces y encima estaba molesta porque tenía sed. Así que ahora bebo lo que quiero y cuando se me antoja, que para eso estoy embarazada y tengo la inmensa suerte de no trabajar.

4. Cansancio: ya no es como al principio, cuando caía dormida en cualquier lugar y posición. Ahora es como que me invade una sensación de cansancio absoluto sin avisar. La última vez hace escasos días, que fuimos a mirar ideas para el cuarto de la habichuela al Ikea y me tuve que sentar a la de YA porque me caía al suelo. Hasta perdía la verticalidad. 

5. Migrañas: esto es lo que más me jode. Este blog estaba inicialmente dedicado a la vida y obra de la migraña, una especie de diario para intentar experimentar 'tratamiento paliativos' sobre mi propia persona. El caso es que estaba encantada del giro de temática del blog porque las migrañas habían desaparecido pero han decidido volver las muy petardas (aunque les agradezco infinitamente estos tres meses de tregua). Lo estoy observando pero ya tengo algunas hipótesis preparadas así que, en breve, el blog tendrá entradas de la temática oficial, aún a mi pesar U_U.

Y eso es todo. La verdad es que, a diferencia de lo que opina mi mozo, yo creo que estoy teniendo un embarazo bastante bueno. Tengo un poco de ansiedad en el sentido de que hasta finales de septiembre no volveré a ver a la habichuela pero también estoy cada día más tranquila porque, aunque no le siento, se que está ahí conmigo, mandandome chutes de síntomas cuando me pongo un poco más histérica de la cuenta (es taaaaaan mono).


martes, 1 de septiembre de 2015

¿Maternidad idealizada?



Hace unos días fui a visitar a una amiga que acaba de tener a su retoño. La peque está perfecta, bien de peso, activa y... llorona. Mi amiga está desesperada, con el llanto propio a flor de piel, sin dormir, sin comer y sin saber que hacer y todo esto me ha hecho pensar en lo que me (nos) espera y en como esta sociedad en la que vivimos nos ha hecho idealizar una situación que, realmente, nos es desconocida.

Antes, no hace mucho, la gente vivía prácticamente en comunidades, con muchas generaciones juntas y los niños crecían rodeados de bebés. Eso hace que veas normales ciertas cosas ya que las has mamado desde pequeño. Los bebés lloran, los bebés tienen malos días, los hay más gritones y los hay más tranquilos y todos son normales.

Yo misma no he visto un bebé de cerca hasta hace prácticamente unos años, que los hijos del novio de mi madre empezaron a tener herederos. Mis sobrinos son geniales pero apenas los veo salvo en las fiestas familiares y alguna vez que coincido con mis padres y ellos están pasando el fin de semana con los nietos. La conclusión es que no se coger bien un bebé, me siento insegura. Ni qué decir tiene que nunca he cambiado un pañal (aunque si he visto cambiar unos 4 pañales en toda mi vida) y que ahora, con mi amiga, es la primera vez que me atrevo a mirar y preguntar en el momento de la lactacia (con las demás madres lactantes que he visto no tenía confianza suficiente como para preguntar nada).

El día de la visita fue la primera vez que sentí en mis propias carnes el llanto de un bebé durante más de una hora sin ser capaces de calmarlo. Y durante tres horas de visita, el llanto fue intermitente, pudiendo calmarlo más o menos con algunos trucos pero luego vuelta a empezar. No se me hizo terrible y a mi mozo tampoco, ya que estábamos descansados y bien comidos. Tampoco os voy a mentir: estamos fisiológicamente preparados para que el llanto de un bebé nos revuelva por dentro así que tampoco estábamos impasibles. Mi amiga en cambio llevaba cerca de 24 horas despierta, había comido un sandwich a las 17'30h (única comida del día) y había entrado en un círculo vicioso del que no había forma de sacarla. Se sentía mala madre por haberse enfadado con su niña, culpable por no saber calmarla, inútil porque se le escapaban las lágrimas en lugar de encontrar el milagro....

Su marido tampoco es capaz de sacarla del bucle pero creo que es que es imposible sacar a alguien que tiene tal falta de sueño acumulado en el cuerpo de ningún sitio: no se puede razonar con alguien que está sin dormir y sin comer. Es simplemente imposible. Él nos dice que aprovecha para descansar cuando ella se hace cargo de la niña pero que cuando lo hacen al revés (él se hace cargo de la niña) ella es incapaz de delegar y se queda ahí, en lugar de ir a dormir o a darse una ducha o una vuelta. Y eso, un mes después del nacimiento, está haciendo mella en ella. 

Al final la calmamos levantándola en brazos y volviéndola a bajar, alto, hacia el techo. He de decir que la niña ponía cara de 'no sé muy bien si me está gustando pero sigue, sigue' y que mis deltoides, a día de hoy, tienen más agujetas que cuando hice una clase de prueba de body combat (4'500kg que pesa el retoño). También digo que realmente yo veía a la peque muy sana y normal, solo que estaba llorando pero también entiendo el sufrimiento de la madre. 

Tengo que reconocer que por una décima de segundo quise estar en su lugar, ser yo la que estuviera pasándolo mal, pero estar con mi niño, que tenía que haber nacido ya, en los brazos (luego se me pasó pero el pensamiento me atravesó como un dardo). Su hija y el mío tendrían que haberse llevado 15 días, más o menos. 

Estuve pensando mucho, dándole muchas vueltas y preguntándome si es realmente el cóctel de hormonas postparto el que nos hace comportarnos así o es algo más profundo, algo aprendido. No se si nos es imposible descansar mientras nuestro niño llora (entiéndase que sabes que otra persona de absoluta confianza -su padre- se está haciendo cargo del pequeño), o que el mensaje que nos ha llegado es que la lactancia materna calma, los brazos de la madre calman, el bebé se calma de forma muy sencilla simplemente por el vínculo mágico madre-hijo y cuando chocamos con la realidad se nos desmonta el mundo ideal que habíamos construido alrededor de nuestro futuro bebé. No he llegado a ninguna conclusión (aunque me inclino por esos artículos que todas conocemos de maternidad idealizada) y por eso os traslado el debate a vosotros. 

¿Cómo veis el futuro las que aún no tenéis hijos? ¿Y las embarazadas? ¿Y quienes ya sois madres? ¿Sentisteis la presión propia o ajena en vuestras carnes?