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viernes, 1 de julio de 2016

Porteo: el fular semielástico



Los fulares semielásticos son fulares de tejido 100% algodón o combinados con otros materiales (bambú, cáñamo...) que los hacen más frescos. Son excelentes desde recién nacidos hasta los 15kg según los fabricantes, 10-11kg según los usuarios. Se supone que son fulares mucho más frescos que los elásticos al no contar con fibras artificiales tipo elastán. Yo aquí, de momento, discrepo. Si en invierno acabábamos como pollos, Habi y yo, no te quiero contar como está siendo el verano que acaba de aterrizar en los Madriles. 

Los fulares semielásticos me parecen geniales para perderle el miedo a los fulares tejidos y es que, pese a empezar con los preanudados, enseguida te das cuenta de lo difícil que es lograr un ajuste bueno, ya que no puedes ajustarte el fular al cuerpo si no que tienes que crear la bolsa en la que colocarás a tu bebé. Así, a ojo. Y claro, el bebé queda pegado a ti pero no lo suficiente y rebota. Mi niña aún es pequeña y rebota muy poco (además, con la práctica, voy mejorando el ajuste) pero algo se va notando. Así que enseguida te pasas a nudos como la cruz envuelta y oye, que diferencia. Se ajusta muy fácilmente gracias a su tejido ligeramente elástico y no cede tanto como el fular elástico. El ajuste con esos nudos queda estupendo y la peque no rebota nada. Y al ser nudos de una sola capa, también son algo más frescos que el preanudado, de tres capas.

Yo tengo dos fulares semielásticos:

- Mi love & carry

- El Babymoov de Mami Reciente.

Ambos son 100% algodón y sin embargo, después de casi cuatro meses de uso, noto que tienen sus diferencias.


viernes, 26 de febrero de 2016

Ropa premamá para invierno



Ahora que ya he vivido un embarazo en mis propias carnes con panza gloriosa en pleno invierno puedo hablar con conocimiento de causa acerca de la ropa premamá que las primerizas necesitamos durante esta estación. 

Hace bastantes meses ya que publiqué este post acerca de mis dudas primerizas sobre este tema y a día de hoy creo que están todas bastante solventadas. 

Mis conclusiones, a día de hoy son:

A) Que no, no hace falta invertir un dineral en ropa premamá.

B) Se puede ir aparente y resultona pese a tripotas e hinchazones varias. Reconozco que me caracterizo por tener un estilo pelín zarrapastrosil pero os aseguro que también soy capaz de ponerme mona si la ocasión lo requiere.

Hoy os presento la ropa premamá que he utilizado durante este invierno. Alguna me la he comprado yo y otra me la han prestado. No he hecho un desembolso demasiado grande, sinceramente y mucha de la ropa NO es premamá si no que es de la sección normal que encontrarías en cualquier tienda de ropa. A mi favor diré que los hados se han puesto de mi lado en esta ocasión ya que este otoño-invierno no se han llevado las toreras ni los trajes entallados lo que me ha facilitado la vida. Eso si: advierto que yo soy bastante frugal con la ropa y al final he tirado de 4 combinaciones. Si sois unas locas de la moda supongo que vuestra inversión tendrá que ser mayor. 

He aquí los, en mi opinión, imprescindibles para una mujer que va a pasar la mayor parte de su embarazo (sobretodo la última etapa) en invierno:

viernes, 12 de febrero de 2016

Artilugios de porteo



Al principio del embarazo aún dudábamos acerca de la necesidad de comprar un carro para la Habichuela pero en la práctica veíamos tantas lagunas que finalmente hemos rechazado esa idea. Por supuesto, en cualquier momento podemos cambiar de opción: comprar un carro no exige demasiado. Ya sabéis que finalmente nos hemos decidido por el porteo a tiempo completo.

Por otro lado, ya sabéis que yo he sido una niña porteada. No demasiado tiempo, puesto que hace 30 años no existían las mochilas ergonómicas y yo me hice pronto un bebé rollizo que mi madre no podía cargar durante demasiado tiempo pero si que le ayudó el porteo durante los primeros meses. Y es que, si, amigos: en mi familia tenemos fijación por los terceros sin ascensor durante nuestros primeros años de independencia. Mi madre vivió toda la vida en un 3º sin ascensor, con sus hermanas y sus padres. Cuando se casó se fue a un 3º sin ascensor (ya más adelante se mudó.... ¡¡¡A UN PRIMERO CON ASCENSOR!!! ¿Alguien lo entiende?). Yo me he agenciado un 3º sin ascensor y mis tías viven en terceros sin ascensor (menos una, que vive en un 4º sin ascensor xD). Debe ser genético O_o.

Después de mucho informarme constato que esto del porteo, engancha. Y eso que aún no tengo Habichuela a la que portear pero tengo que reconocer que me encanta el mundillo. Eso si, como la Hobbita sigue sin caracterizarse por ser una compradora compulsiva, creo que tengo únicamente los básicos que me irán bien y no hice compras superfluas. En realidad, no hice compras, son todo regalos, préstamos o DIY. ¿Quién dijo que los primeros meses de un bebé eran caros? Eso si, reconozco que me encantaría tener una bandolera, un mei tai, un fular tejido, una tonga.... ¡Qué mundo! ¡Qué mundo! Si aprendo a coser bien, quizás me anime con un mei tai o una bandolera ^_^.

Mi colección de bártulos para el porteo, a día de hoy, se compone de:

lunes, 25 de enero de 2016

Dudas que asaltan a una embarazada primeriza: los sistemas de retención infantil



Este es un tema que me trae de cabeza y que decidí que era mejor delegar en el Mozo. Hasta la semana pasada el Mozo seguía sin mirar absolutamente nada. De hecho el otro día tuvimos una conversación de estas absurdas en las que él me decía que tranquila, si hasta que lo lleváramos en coche íbamos a tardar porque la gente que quisiera verlo, que viniera a casa. A lo que, quitando el hecho de que, ya de por si, veo bastantes lagunas en su planteamiento (sus padres viven en Alcalá city), le dije:

- Ya mi amor, y del hospital, ¿como nos lo traemos? ¿En una maleta?

Creo que entonces ya lo entendió.

viernes, 27 de noviembre de 2015

Dudas que asaltan a una embarazada primeriza: cuándo empezar a comprar.



Como padres primerizos nos surgen muchísimas dudas acerca de que hay que comprar y que no para el bebé. Después de 27 semanas de embarazo puedo daros el primer consejo que creo que os ayudará de verdad a las primerizas. Propio. Desde la experiencia hobbita os diré que:

No compréis nada. 

Por nada me refiero a nada. No os volváis locos comprando durante los primeros meses del embarazo porque de verdad, os van a llegar cantidad de cosas a las manos. A menos que estéis al otro lado del charco, claro, sin familia ni amigos cerca y aún así me permito creer que alguna cosilla os caerá del cielo vía compañeros de trabajo o vecinos del barrio. En mi caso empezaré a comprar en serio cuando quede poco tiempo y solamente lo que vea que me vaya a quedar corta.

En nuestro caso no tenemos demasiada familia (léase demasiada familia con la que nos hablemos). Sin embargo, ya hemos tenido que parar los pies a los suegros que querían empezar a comprarnos carro y demás parafernalia. Al final ellos ponen la cuna. Los hemos llevado al IKEA de compras, que para ellos cualquier sitio a donde los lleves es como un parque temático y se lo pasan muy bien. El Mozo dice que son como niños pequeños que se ilusionan con todo (y con la nieta primogénita más) pero con dinero. Entenderéis que, de todas formas, no vamos a hacerles gastarse un montón de dinero en una cuna pero si a orientarles, que ya estaba mi suegra perdiendo el norte diciéndome que había visto una cuna de NIÑA preciosa en una tienda de Alcalá city. Tan pronto dijo la frasecita yo imaginé algo tal que así y tracé el plan de acción con el Mozo para evitar el desastre.


Mente de la Hobbita emulando el desastre

Por otro lado, mi madre nos ha regalado el armario de la Habichuela (de momento, que ella quiere regalar algo de puericultura). ¿Qué problema se está encontrando mi madre? Que me están llegando muchos regalitos y cosas de segunda mano y se está quedando sin cosas que regalar. Ya le he dicho que tranquila, que a lo tonto le pido las clases de matronatación. 

Hoy os voy a enseñar todos los objetos que voy adoptando, cortesía de diferentes personas que me van haciendo llegar lo que ven que me podría hacer falta. 

martes, 27 de octubre de 2015

Dudas que asaltan a una embarazada primeriza: el cambiador



El Mozo y yo seguimos con nuestra lista de imprescindibles a tener en casa ante la llegada de la Habichuela. Una de las cosas que estaba primera de la lista era el cambiador y teníamos bastantes dudas acerca de qué utilizar, comprar o montar en casa para enfrentarnos al momento 'Empaquetado de Habichuela', ello es, cambiar pañal, limpiar culo culito (¿por qué los culos de los bebés se llaman culitos?) y vestir a la niña para continuar con la vida diaria. 

Hemos encontrado múltiples soluciones para la hora del cambio de pañal y me gustaría compartirlas con vosotros porque, sinceramente, algunas me han parecido súper ingeniosas y me encantaría poner todas y cada una de ellas en práctica. Desgraciadamente no se puede. Recordad que nuestro principal problema en casa radica en lo pequeña que es así que muchas de las soluciones que pondré aquí están pensadas para espacios pequeños, aunque también hay sitio para otro tipo de artículos de puericultura. 

martes, 6 de octubre de 2015

Dudas que asaltan a una embarazada primeriza: el body

Estaba yo hablando con los Papis Recientes cuando mi amiga me suelta:

- Oye, los bodies cómpraselos de esos cruzados, con corchetes, que se abren enteros que cuando son tan pequeños y no sujetan la cabeza te las ves y te las deseas para pasarles cualquier cosa tipo camiseta. 


miércoles, 30 de septiembre de 2015

Dudas que asaltan a una embarazada primeriza: la ropa premamá



Es oficial: mi ropa normal NO me cabe. Bueno, miento. Si me cabe pero estoy muy incómoda con ella. Los vaqueros me abrochan, sigo necesitando cinturón, pero los botones y las costuras me aprietan toda la zona donde está el útero y da una sensación muy desagradable. 

Hasta ahora he ido tirando con mis faldas veraniegas perroflautiles y la verdad es que son tan cómodas que quiero seguir tirando de ellas. Sin embargo, actualmente, con la ciclogénesis explosiva, las lluvias y la bajada general de temperaturas que hemos sufrido en los Madriles, no puedo utilizarlas sin morirme de frío. Y para que negarlo, sin dar sensación de homeless, porque falda hippy + deportivas moradas del decathlon + chaqueta vaquera de los 90 = desastre absoluto. Cómodo, eso si, pero desastroso.

Así que hace unas semanas partí a la caza de ropa premamá y me han asaltado miles de dudas. Como no podía volverme sin nada en el bolsillo (porque de verdad, es que me duele la ropa) me he comprado 4 cosas básicas caras de cojones para ir tirando mientras las gurús del embarazo me ponéis al día ^_^.

martes, 22 de septiembre de 2015

Dudas que asaltan a una embarazada primeriza: dónde dormir.



Que no se me entienda mal. El mozo y yo ya tenemos pensada como será la futura habitación del bebé (ya lo contaré en otro post) pero el problema nos ha surgido a la hora de pensar dónde dormirá el primogénito en sus primeros meses sobre la faz de la Tierra. 

Nuestra habitación es pequeña y está toda planteada para que tengamos de todo en el mínimo espacio. Contamos con armarios PAX de poca profundidad de IKEA (35cm) que enmarcan un canapé de 135cm, dos cómodas Malm en una pared y seis trönes de Ikea en otra. Queda un pequeño pasillo que te permite andar hasta la ventana y ya. Completa el conjunto una silla que mi mozo se empeñó en poner por ahí y que me jode fastidia la entropía del ambiente, primero porque te deja muy poco espacio para pasar y segundo porque siempre la tiene llena de ropa sucia (el lo llama 'el barbecho').

martes, 15 de septiembre de 2015

Dudas que asaltan a una embarazada primeriza: la mochila portabebés



Como ya expliqué la semana pasada, en mi casa tenemos un problema de espacio: vivimos en 50 metro cuadrados dos adultos y una chucha y en febrero, si todo va bien, esperamos que la Habichuela comparta metros cuadrados con nosotros. Todo ello unido al hecho de que la hobbito casa se halla en lo más alto de la más alta torre (ejem, que es un tercero sin ascensor) hace que le de muchas, muchas, muchísimas vueltas al tema del porteo. 

Por un lado, seguimos sin ver claro el tema del carrito: mucho trasto, muy pesado y poco manejable si no es sobre sus ruedas. Por supuesto que somos conscientes de sus ventajas pero el problema aquí son nuestras circunstancias. Además, yo soy una cómoda y una cagaprisas y no me veo. 

Por otro lado, soy hija de una pareja de 'modernos' de esos que poblaban los extrarradios en los años 80. Y eso hace que tenga una visión de la vida un poco peculiar. Por ejemplo: mis padres, durante mis dos primeros años, vivían en un tercero sin ascensor también y mi madre no se complicó: se agenció una mochila portabebés y con eso me llevó hasta que a los cuatro meses yo ya era tan gorda hermosa que ya no podía conmigo. Entonces tuvo que claudicar y pasarse al carro.

martes, 8 de septiembre de 2015

Dudas que asaltan a una embarazada primeriza: el cochecito



Últimamente estoy al 100% de ánimo. No solo estoy embarazada si no que ya me lo creo. Ya me estoy imaginando el futuro con el bebé en brazos y el miedo a perderlo, aunque sigue ahí y creo que no se terminará de pasar hasta que esté físicamente en este plano de la existencia, se va diluyendo en la ilusión de ir preparandole un buen recibimiento en casa. 

Sin embargo, la Hobbita es una persona eminentemente práctica, ello significa que soy perfectamente consciente de las limitaciones de nuestro entorno familiar y físico. Pero vayamos por partes. 

Para empezar y, como ya sabéis, la situación laboral de la Hobbita hacendosa es complicada. Para el que no lo conozca se resume en que tengo dos sentencias que reconocen mi despido como nulo pero aquí estoy, en mi casa, compuesta, sin trabajo y sin cobrar. Y para más inri preñada, ergo el trabajo que tenía apalabrado para octubre para una sustitución por maternidad, me parece que se ha perdido. Así que nuestra situación económica en casa es normalita. Mes a mes, en esta casa entran el sueldo de mi mozo y los ingresos de mis inversiones (pocos y variables, ains, yo tenía que haber nacido rica para poder invertir de verdad, jaja). No nos va nada mal pero somos conscientes de que no podemos lanzarnos a comprar a lo loco.