Ya os conté hace algunos meses que, desde que me quedé embarazada, estamos teniendo algunos problemas con el descanso nocturno (adulto). Y es que, de mis tetas, de donde hasta los 15 meses debía salir dulce orfidal que dejaba KO a la Habichuela durante horas, pasaron a salir anfetas o algo similar y aquí la amiga se nos iba de rave toda la noche.
Todo esto se juntó además con una caída brutal de la producción alrededor de la semana 20 de embarazo y agitación por amamantamiento en las tomas nocturnas, que es una sensación que no le deseo a nadie.
Así que el Mozo tomó cartas en el asunto, montamos el cuarto de Habi y ale, nos pusimos al lío con el método padre.